Capítulo 2. Nuevos aliados.
Conforme William y Zetsu desaparecieron, Naruto rápidamente comenzó a dar órdenes para movilizar a todas las personas que habían aparecido hacía escasos momentos.
- ¡Kiba, Sai, Lee! - Naruto llamó. Enseguida aparecieron ante él tres hombres, uno de ellos sobre un perro enorme. - Coordinad la búsqueda, hay que encontrar a los fugitivos. Quiero a vuestros equipos buscandolos inmediatamente.
- ¡Si, Hokage-sama! - Contestaron los tres al unísono. Tras esto se dispersaron en diferentes direcciones, Kiba sobre su enorme perro, Lee corriendo y Sai saco un pergamino y un pincel y tras unos rápidos movimientos salio un enorme pájaro que parecía hecho de tinta, o tinta y papel, Harry estaba bastante impresionado.
- Harry Potter ¿verdad? -Naruto le habló en cuanto los otros se fueron - Eso dijo aquel hombre que acompañaba a Zetsu, yo soy Uzumaki Naruto Hokage de Konoha. Tengo muchas preguntas que hacerte. - dijo acercándose unos pasos hacia él.
- Harry Potter, jefe del departamento de aurores del Ministerio de Magia de Londres. - Harry le miraba a los ojos sin bajar la guardia. - Me va a disculpar, pero nunca he oído hablar de Konoha, ni se que es un Hokage. - Aunque parecía un cargo importante, pensó Harry. - De cualquier forma parece que conoce al cómplice del tipo al que seguía. - Naruto le observó.
- Tampoco he escuchado hablar nunca del Ministerio de Magia, Londres o de lo que sea un auror. Pero parece que tenemos un enemigo común. - Naruto terminó de acercarse a Harry y le tendió la mano. - Creo podriamos ayudarnos mutuamente.
- Eso parece. - Harry le estrechó la mano un poco más relajado pero alerta en todo momento.
- Sakura - Una chica de pelo corto rosa y ojos verdes se acercó a ellos. Naruto soltó la mano de Harry y se giró para mirar a la chica- Creo que necesita atención médica.
- Déjame ver.- Sakura examinó a Harry. - No tienes nada grave, - le dijo mientras acababa de examinarle - una costilla rota y varias magulladuras, te la puedo curar en un momento.
- Gracias. - Dijo Harry realmente agradecido.
Sakura comenzó a curarle, mientras Naruto terminaba de dar órdenes al resto de personas, finalmente solo quedaron Naruto, Sakura, Harry y un hombre de pelo gris que tenía prácticamente toda la cara tapada, salvo por un ojo que quedaba al descubierto.
- ¡Ya esta! ¿Como te sientes? - Le pregunto Sakura apartándose un poco.
- Mucho mejor, gracias. -Dedicó una sonrisa a la chica.- Si no llega a ser por Uzumaki creo que no podría contarlo. - Se giró para poder mirar a Naruto. - Gracias, me has salvado. No se que tipo de magia usais vosotros, pero desde luego es distinta a la que usamos de donde vengo, además de usar armas y pelea cuerpo a cuerpo... me pilló desprevenido.
- ¿Magia? - Preguntó Naruto extrañado.- Nosotros usamos chakra, somos una aldea de ninjas, y yo soy el Hokage, quien está a cargo de la aldea.
Harry intentaba procesar esa información. ¿¡Ninjas!? Cuando vivía en casa de los Dursley, Dudley veía una serie sobre ninjas en la tele, por lo que sabía eran como guerreros bastante silenciosos y utilizaban técnicas extrañas, pero desconocía cómo funcionaba eso del chakra que Naruto había mencionado, realmente nunca vio ningún capítulo entero, solo trozos cuando pasaba por el salón para ir a limpiar algo. Claro que una serie tampoco era muy de fiar para tomar la información como real, sólo había que ver las series y películas sobre magia. ¿El chakra sería una versión de la magia usada de un modo distinto? Le dolía un poco la cabeza, todo esto le resultaba muy extraño, nunca había escuchado en el mundo mágico nada sobre ninjas y chakra.
Entonces recordó lo que dijo William sobre lo de volver, y que no sabría como, su cabeza iba a mil por hora, no dejaba de hacerse preguntas. ¿Donde se encontraba? ¿Estaría el ministerio de magia al tanto de aquel lugar? ¿Podría volver a casa? ¿Y si intentaba aparecerse? Harry intentó concentrarse en su casa para aparecerse allí, pero no pudo, lo único que consiguió fue sentir una punzada de dolor en todo su cuerpo que le hizo doblarse de dolor.
- ¿Estas bien? -Sakura le agarro del brazo para evitar que cayera.
- Si... todo esto es muy extraño. - Dijo Harry.
¿Y si se aparecía en algún lugar cercano? ¿Funcionaria? Harry miró a su alrededor, intentaría aparecerse al otro lado del claro. Sin apartar la mirada de su nuevo objetivo se centró y lo hizo, logró aparecerse. Se dio la vuelta para divisar el punto en el que había estado segundos antes, junto a los otros tres. Una cosa era clara, podía aparecerse. Entonces ¿porque no podía aparecerse en casa? ¿Acaso estaba muy lejos?
- ¿¡Que ha sido eso!? - ¿En qué momento había llegado Naruto a su lado?
- Me he aparecido, he intentado aparecerme en mi casa pero no he podido. Quizás estoy muy lejos de mi casa, pero es extraño, nunca antes había notado ese dolor cuando intentaba aparecerme en algún lugar, y William, el mortifago al que perseguía dijo algo de que no sabría volver. - Dijo Harry pensativo en voz alta, más para sí mismo que para Naruto.
- Creo que tenemos muchas cosas que explicarnos para entender realmente esta situación, lo mejor será que vayamos a mi despacho. -Dijo Naruto.
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Se encontraban en el despacho del Hokage. Le habían presentado al hombre del pelo gris como Hatake Kakashi, el anterior Hokage, además, al grupo se le había sumado otro hombre más con el pelo negro recogido por una coleta, por lo visto era el consejero del Hokage, Shikamaru Nara.
Harry les había contado de forma resumida sobre el mundo mágico, Voldemort, y su profesión como auror, también cómo había llegado hasta allí antes de encontrarse con Naruto. Ellos por su parte también le pusieron al tanto en términos generales de cómo funcionaba Konoha, y como habían luchado en la cuarta guerra ninja para evitar el fin del mundo, y como había finalizado la batalla con Zetsu aprisionado para la eternidad.
- No se que conexión tendrán esos dos, y como es que nuestros mundos se han juntado, si es que se les puede llamar así, -hablaba Shikamaru pensativo con una mano en la barbilla y mirada perdida en algún lugar que parecía ver y el resto no - pero desde luego no puede ser nada bueno. De hecho deberíamos empezar a pensar en una guerra mayor de la que hayamos conocido antes. La prioridad debería ser recabar información para tratar de averiguar qué están tramando realmente. Potter-sama, ¿Cree que habrá alguna manera de que contacte con su gente?
Harry se quedó pensativo, barajando distintas posibilidades y sopesando si alguna de ellas funcionaria.
- Quizás haya una manera. - Rebuscó en su bolsillo, afortunadamente la llevaba encima. No solían utilizar las monedas que Hermione creó cuando estaban en quinto curso para mandarse mensajes a escondidas de la profesora Umbridge, pero casi siempre las llevaban encima. En el departamento de aurores habían utilizado un método parecido pero más intuitivo para darse señales a pesar de no tener contacto visual con sus compañeros, podían darse pequeñas pinchazos en la muñeca, eran prácticamente indoloros, no dejaban marcas ni señales que otros pudieran rastrear hasta el resto de compañeros y les ayudaba a saber si todo iba de acuerdo al plan. Para este caso la manera más efectiva parecía ser usar la moneda, y esperar que alguno de sus amigos leyeran su mensaje. - Tengo esto. - Dijo mostrando la moneda al resto. - Puedo escribir un mensaje en la moneda, y quienes tienen las otras monedas podrán leer el mensaje, pero no puede ser demasiado largo.
- ¿Las otras monedas las tienen personas de fiar? - Preguntó Naruto seriamente.
- Si, a ellos les confiaría mi vida. - Respondió Harry totalmente seguro. Hermione había modificado ligeramente las monedas que el grupo de amigos tenían para poder mandar frases de entre dos y cuatro palabras, y que ex-miembros del Ejército de Dumbledore no deseados no pudiesen interceptar el mensaje en caso de que conservaran la moneda. De forma que solo un grupo reducido de amigos podían ver el mensaje.
- Creo que es la mejor opción. - Dijo Kakashi.
Harry asintió mientras buscaba la manera más corta y comprensible de enviarle el mensaje a sus amigos. Finalmente hizo aparecer en la moneda lo siguiente: “Otro mundo, ninjas chakra”. Dudaba que entendiesen el mensaje al principio, pero confiaba en que Hermione encontrara alguna manera de descifrar su mensaje.
- Ya está. -Dijo mirando al resto. - No puedo garantizar que reciban el mensaje, o que logren descifrarlo, y aunque lo hicieran no se si lograrían llegar aquí, pero está es la mejor opción que veo ahora mismo.
El resto asintió ante lo que Harry dijo. La habitación se quedó en silencio por unos segundos, cada uno ensimismado con sus propios pensamientos.
- Tenemos que organizarnos. - Naruto rompió el silencio. - Habrá que aumentar la vigilancia en las puertas de la aldea. Shikamaru, ¿Crees que deberíamos convocar al resto de los Kages?
- Quizás deberíamos esperar a que lleguen los equipos de búsqueda para ver si han averiguado algo. Por el momento apenas disponemos de información. - Dijo Shikamaru tras meditarlo un momento. - Un paso en falso y los acercamientos que hemos logrado con el resto de las aldeas durante estos años podrían tambalearse.
Naruto asintió pensativo. Después fijó la vista en Harry.
- Ya que no tendrás otro lugar al que ir, creo que deberías quedarte en mi casa por el momento.
- Muchas gracias Uzumaki. -Dijo Harry de forma respetuosa.
- Puedes llamarme Naruto. - Le contestó con una enorme sonrisa en la boca.
Harry asintió.
- Y vosotros podéis llamarme Harry.