Salió de la escuela animado, ese chico le había agradado, un poco distraído pero muy divertido. Estaba en racha, dos nuevos amigos en una semana, sonrió.
- Ha valido la pena la espera solo por ver esa sonrisa.
Zoro se tensó pero al reconocer al dueño de aquella voz suavizó aún más su expresión. - Ahora me acosas?
- Nop, solo cuido a mi amigo, no vaya a ser que te vuelvan a confundir y termines metido en una pelea, he escuchado rumores de que hay algunos delincuentes en la escuela, - Zoro se tensó-. Aunque después de pensarlo mejor, creo que decidí quedarme para proteger a los delincuentes, eres realmente fuerte. Como es que peleas tan bien.
Se puso nervioso ese tema no terminaría bien para él. Tenía que distraer al pecoso. - amigo? Pensé que era tu futura esposa? - Mierda, mierda, mierda por qué había dicho eso. Era Ace, con hablar de una mosca que pasaba hubiese sido suficiente, no había necesidad de decir esa estupidez. El pecoso se burlaría de él por siempre. Sin embargo, la esperada carcajada no llegó. Miró curioso al otro solo para descubrir algo que no había visto hasta ahora. El siempre sonriente Ace, estaba serio, pero sobre todo muy sonrojado.
- Lo dices en serio? - dijo el pecoso mientras agarraba su mano
Zoro se sonrojó de vuelta. - De que estás hablando? Era solo una broma, una broma por lo que dijiste en el almuerzo.
- Ah sí? Jaja por un momento creí que habías caído por mis encantos. Es que soy irresistible.
- Si, si todo un bombón- dijo Zoro, mientras se calmaba. No podía seguirle el ritmo a ese tipo, era capaz de cambiar de estado de ánimo en cuestión de segundos.
- verdad que sí, en mi antigua escuela gané el premio al mejor cuerpo masculino 2 años consecutivos. A qué soy genial.
- Que clase de concurso es ese? - dijo mientras golpeaba el hombro del moreno.
……….
Llegó a casa tarareando una canción. Había convencido al pecoso de separarse unas cuadras antes de llegar a su casa. No quería que entrada a su barrio y viera como era su entorno, además siempre podía haber algún idiota buscando pelea. Preparó la cena, aparto el almuerzo del próximo día y dejó un plato para su madre, ya lo comería si regresaba esa noche. Termino sus tareas y se fue a dormir.
No contaba con encontrarse con Luffy en su camino a la escuela, aunque agradeció la compañía y sobre todo el hecho de no llegar tarde. Sin embargo, a pocos metros de la escuela se habían separado. No quería buscarle problemas al chico, ya era normal para él estar solo pero no quería que nadie sufriera lo mismo por su culpa.
…………..
- Esto está delicioso? - decía el pecoso mientras se metía otro pedazo de carne en la boca.
- Algunos ganan concursos raros de strip-tease, otros tenemos nuestros talentos en la cocina.
- si te hace sentir mejor, podías haber sido segundo lugar.
- bromeas, de haber estado yo ahí, tú hubieses sido segundo.
- ahhh, que ternura mi bebé piensa que puede vencerme.
- no lo pienso, lo sé.
- demuéstralo
- Claro, busquemos un jurado y quitémonos la ropa.
- para que jurado? Decidámoslo nosotros- dijo el pecoso mientras se quitaba la camisa.
- que haces, estás loco? No te desnudes.
- no seas tímido, no es como si fuésemos mujeres. Quítate tú también la tuya.
- ni loco.
- por qué no?
- no soy un pervertido como tú.
- no soy un pervertido, si no te la quitas entonces admite la derrota.
- ya te dije que no.
- Entonces te la quito yo.
- no te atrevas.
- ven acá- comenzaron a forcejear, el pecoso era fuerte, más de lo que parecía, sin embargo, él podría quitárselo de encima, pero tenía miedo de que eso los llevará a una conversación incómoda sobre fuerza y peleas otra vez, asi que opto por el menor de los males, de todas formas que podía salir mal solo sería quitarse la camisa, aunque no se lo iba a poner tan fácil tampoco, así que siguieron forcejeando.
- Ustedes dos que están haciendo, no se permiten peleas en la escuela.
- Mierda, corre! - dijo Zoro quitándose a Ace de encima de un empujón
- por qué tenía que ser Akainu sensei- dijo Ace mientras se unía a la carrera.
Al final la interrupción de Akainu, lo había salvado. Suspiró y apoyó su cabeza en el asiento, sonrió al recordar el beso que le lanzó el pecoso cuando decidieron dividirse y así perder a su profesor. Se irían juntos a casa otra vez, solo pensar en eso le llenaba el pecho de calidez.
- oye tú idiota, si quieres ser un delincuente bien por ti, pero no trates de formar una pandilla en el salón
- Levantó la cabeza malhumorado, esa voz lo había sacado de sus fantasías. - retrocede pelirroja. No sé que crees que hice, pero no tengo ganas ni de molestarme en saberlo.
- Hablo de Luffy, es un chico dulce e influenciable, no te metas con él- dijo Nami mientras daba un golpe sobre su mesa.
- Creo que no te quedó lo suficientemente claro bonita, no me interesa lo que pienses, no me interesa lo que tu amiguito haga, no tiene nada que ver conmigo, pero si vuelves a golpear mi mesa te arrepentirás.
La pelirroja se estremeció, Usopp que temblaba detrás suyo trataba de sacarla de ahí. - que vas a hacer, me vas a pegar? Eres un cobarde.
- bueno no soy peor que tú. Que vienes a meterte conmigo gratuitamente esperando caballerosidad de mi parte, y arriesgando a qué la rubia que te sigue como tu perro faldero se lleve una buena paliza cuando se decida a salir en tu defensa.
Nami se ruborizó, es verdad que Sanji miraba expectante la escena, sin dudas temiendo por su seguridad. - Deberías de desaparecer, nadie te quiere aquí.
- pues el sentimiento es recíproco- dijo Zoro mientras volvía a bajar su cabeza. Sin embargo, no durmió, como podría. Solo por haber enseñado a Luffy unas horas ya sus amigos le daban la espalda, y si le pasaba lo mismo a Ace, terminaría ignorándolo o peor aún, odiándolo. Espero expectante la hora de salida, tal vez estaba equivocado, pero sus miedos se hicieron realidad, una vez sonó la campana Luffy se fue. Una vez más se encontró solo en aquel salón, levantó la cabeza mientras una lágrima bajó por su mejilla. Había tomado una decisión, no vería más a Ace, no quería buscarle problemas y mucho menos sufrir el abandono del pecoso. Era mejor que todo terminara ahí, así por lo menos se llevaría un buen recuerdo. Así que tomó sus cosas, y salió de la escuela sin esperar a un pecoso que contaba los minutos de detención para volver a ver a su esposita.
Llegó a casa y no se molestó en hacer la cena, no tenía apetito y su madre no estaba en casa, además no tenía a quien hacerle el almuerzo. Trató de dormir, pero no pudo se sentía realmente mal, esperaba que Luffy pudiera arreglar todo con sus amigos y sobre todo esperaba no volver a ver a Ace, a quien engañaba. Lo que más quería era que el pecoso lo buscará, que quisiera estar con él a pesar de todo.
Se levantó, tal vez no podía hacer nada por su relación con Ace, pero podían ayudar a Luffy. Tomó un cuaderno y escribió todo lo que Rayleigh había estado repitiendo que era importante.
“Supongo que ya escuchaste sobre mí y no vendrás a las tutorías así que me tomé la libertad de hacerte unos apuntes con lo que creo que irá al examen. Ojalá te sea útil, puedas aprobar y tu padre te deje visitar a tus amigos. Tomaste la decisión correcta".
No quería que el chico se sintiera culpable así que escribió esa nota en el cuaderno y a la mañana siguiente lo dejo sobre su mesa sin que nadie lo viera
Tenía hambre, no había comido nada en todo el día, tenía miedo de encontrarse con Ace, así que se pasó el recreo en un salón vacío y había salido de la escuela no más sonó el timbre. Ya casi llegaba a casa cuando una vocecilla lo llamó.
Corrió con todas sus fuerzas esos tipos que rodeaban al pequeño Chopper y el tono de miedo del niño no le gustó nada. Pese a llevarse un golpe en la cabeza, había sido una victoria fácil.
- Zoro nichan cuidado. - gritó Chopper mientras se escondía tras las piernas del de cabello verde
El aludido se giró hacia él con la sed de sangre de una bestia. Sin embargo, al percatarse de era Luffy suavizó su expresión y se agachó para tomar en brazos al pequeño niño. No comprendía por que el moreno estaba ahí, pero a Chopper y el resto de los niños le agrado. Así que no pregunto nada y pasaron una tarde bastante divertida.
- entonces vives ahí- preguntó tímidamente el de pelo negro. Mientras Zoro lo acompañaba a casa.
- no, mi casa es unas cuadras a la derecha, vivo con mi madre, pero ella casi siempre estaba ocupada así que la doctora cuidaba de mí y ahora yo le devuelvo el favor.
- ya veo. Oye crees que puedas volver a enseñarme después de clases.
Zoro se sorprendió, una alegría antes desconocida lo invadió, vio en Luffy a la primera persona fuera de su entorno que se molestaba en conocerlo de verdad, comprenderlo y aceptarlo - claro, no hay problema.
Luffy sonrió - ya llegamos. Esta es mi casa.
Zoro miró la vivienda, era grande y hermosa, con una cerca blanca y un hermoso jardín. De seguro dentro habría una madre esperando con una sonrisa y la cena lista, mientras el padre estaba en el trabajo. Odio su vida una vez más.
- quieres entrar?
- no, no te preocupes no quiero molestar.
- no es ninguna molestia, a mis padres les gustará conocerte.
- no lo creo, no soy lo que se dice la imagen del amigo que los padres quieren para sus hijos.
Luffy lo miró, era cierto que el peliverde no iba lo que se dice bien vestido. Tenía el uniforme desordenado, sucio y algo manchado de sangre.- no te preocupes, además eres mi tutor lo mínimo que puedo hacer es invitarte a cenar.- y dicho esto lo tomó del brazo y lo metió a su casa.
- Tadaima- dijo alegremente sin soltar aún a Zoro.
- Okaeri- dijeron la que debía de ser su madre y un chico rubio.
- valla Luffy trajiste a un amigo.
- Si. Él es Roronoa Zoro va a mi clase y me está ayudando con las matemáticas.
- mucho gusto- dijo Zoro haciendo una reverencia.
- hola querido, mi nombre es Rouge y soy la madre de este diablillo. Estoy segura de que te ha causado problemas y lo seguirá haciendo en el futuro así que me disculpo de antemano y te agradezco por ayudarlo. Y este es mi otro hijo Sabo.
El rubio que hasta ese momento había permanecido callado lo miró detenidamente- es un placer, gracias por cuidar de mi hermanito. Por cierto, creo que estás sangrando.
Zoro se llevó la mano a la cabeza y se percató que incluso había manchado el piso.- lo siento tanto, permítame lo limpiaré y me retiraré. Disculpen las molestias.
- de que hablas pequeño. Ven conmigo voy a atenderte eso, no soy doctora pero tengo tres hijos problemáticos así que algo he aprendido. Luffy se encargará del suelo.
La amable mujer lo curo y lo hizo bañarse. Se sentía raro, pero bien, así que esto es una madre, pensó. Ya listo bajo las escaleras para volver con los dueños de la casa. Fue recibido por un fuerte abrazo de Rouge ahora sí que estaba confundido y sobre todo avergonzado, sin embargo ante la risa los dos hermanos no le dio mayor importancia.
Subieron a la habitación de Luffy a estudiar, Sabo se unió a ellos. Podría ser su imaginación, pero le pareció que ese chico había cambiado su actitud hacia él, pues al principio le pareció frio pero cuando regreso del baño era otro, hablaba con el con soltura y le sonreía, Rouge también entraba constantemente al cuarto para traerle bocadillos, esa familia era muy rara, de verdad le gustaban.
- pues valla que eres listo, recuerdo que ese contenido me costó mucho trabajo en su tiempo. De hecho la geometría aún me da problemas- se quejaba Sabo.
- si quieres te puedo ayudar, Ray sensei me da contenido de tercer año para cuando estoy aburrido y la geometría se me da bien.
- en serio, eres mi salvador.
- Sabo deja de tratar de robarme a Zoro él es mi tutor- se quejaba Luffy.
Rouge solo reía divertida- solo espero que cierta persona no se ponga muy celoso de tu nuevo amigo- dijo entre risas.
-es cierto- secundó Sabo- si Ace se entera que hay un chico en tu habitación llevando nuestra ropa y nos peleamos por su atención, se pondrá como fiera.
Ace? No puede ser pensó, pero todas sus sospechas se confirmaron cuando escucho el conocido sonido de una voz.
- quien se pondrá como fiera?- preguntó un recién llegado pecoso
Levanto la vista con miedo y sus ojos se cruzaron - tú- fue lo único que salió de su boca.
- se conocen?- preguntó Sabo algo incómodo.
- más o menos, aún no sé su nombre- dijo el pecoso algo nervioso.
- él es Roronoa Zoro, es mi amigo y mi tutor de matemáticas.- dijo Luffy inocentemente.
A Zoro parecía que le habían dado una bofetada, bajó la vista y no dijo una palabra. Su mayor miedo se estaba haciendo realidad.- así que Zoro- dijo mientras se acercaba y con su mano levantaba su mentón para que lo mirara a la cara- es un nombre muy bonito, yo soy Ace, aunque eso ya lo sabes, y me alegro mucho de poder conocerte finalmente- terminó mientras le regalaba una hermosa sonrisa.
En la cena Zoro le fue presentado a su padre, pese a que imagino un tipo bonachón y despistado nada estaba más lejos de la realidad, Monkey D. Dragon parecía un hombre serio y estricto, aunque un rato después se percató de que igualmente amable, de todos sus hijos el más parecido era Sabo. El peliverde miraba a todos lados se sentía completamente fuera de lugar, así que esto es lo que hacían las familias normales todas las noches. No pudo evitar que la amargura se reflejara en su mirada. Odió su vida más que nunca.
- Zoro pequeño, estás bien.
- eh.. si yo es solo que la comida está deliciosa. La doctora no es muy buena cocinera así que mayormente soy yo el que prepara las comidas, pero la suya es muchísimo mejor.
- que hay de tu mamá, ella no cocina?- preguntó Luffy inocentemente.
- Ella..no tiene tiempo.
- y tu papá?- insistió Luffy, que se ganó un regaño de parte de su madre por indiscreto.
- no está bien, no es un secreto, mi padre murió cuando yo era pequeño Luffy.
El silencio en la mesa fue instantáneo. Sin embargo fue roto con la llegada de un invitado inesperado. La cara de Zoro era un poema, que hacía el subdirector ahí.
- Valla, veo que tenemos un invitado interesante, buenas noche Zoro.
- Buenas noches, Garp sensei.
Dragon le explicó que Garp era su padre y que gracias a él los chicos iban al colegio " One Piece"
- bueno ha sido un placer, muchas gracias por invitarme pero de o de marcharme ya es muy tarde- se despidió el peliverde
- de que hablas, tienes que quedarte, tú mismo lo dijiste es muy tarde y ese barrio es peligroso- se quejaba Luffy.
- es cierto, además me prometiste que me ayudarías con la geometría. Es más deberías de quedarte el fin de semana completo- intervino Sabo
- claro que no, solo sería una molestia, tengo que regresar a casa.- insistió el de verde cabello.
- tu madre está ahí?- la pregunta provino de Garp
Zoro empalideció- no lo sé, pero si no iré con la doctora y los niños.
- No seas así, quédate con nosotros, no eres ninguna molestia, por favor- dijo Ace mientras le tomaba la mano.
Zoro se ruborizó pero no pudo negarse, así que los jóvenes subieron a sus habitaciones peleando por quien compartiría habitación con el invitado. Al final lo dejaron a suertes tocándole a Luffy el viernes, a Sabo el sábado y a Ace el domingo. Los chicos se fueron a dormir, Zoro para variar no más tocó la almohada cayó en los brazos de Morfeo
.....
Pasó un fin de semana verdaderamente divertido, Luffy era como una fusión de todos los niños del orfanato, se le colgaba todo el tiempo y siempre intentaba darle de comer. Sabo era más serio y maduro, pero muy amable además de súper inteligente era como hablar con una enciclopedia, y luego estaba Ace que a pesar de saber todo lo trataba como si nada. Ya era domingo así que le tocaba dormir en la habitación del pecoso. Eso le daba un poco de miedo como le explicaba su ausencia a sus citas.
- Oye te vas a quedar en la puerta o vas a entrar.
- si ya voy.
- Zoro si no quieres dormir con Ace puedes quedarte conmigo otra vez- decía Luffy que había sacado la cabeza fuera de su habitación mientras masticaba.
- Lu ya tuviste turno, Zoro es mío está noche.
- pero Ace...- se quejaba el menos mientras hacía un puchero que los otros dos encontraron adorable.
- no, no utilices tu cara de gatito de Shrek. Hasta mañana- dijo el pecoso y cerró la puerta.
- oye está bien dejarlo así.
- no te preocupes, es que está acostumbrado a que con esa cara le doy lo que quiera, pero mí esposita no se la doy a nadie.
Zoro enrojeció- yo...lo...lo siento.
- por qué, por no decirme tu nombre o por dejarme plantado.
- por las dos supongo.
- no te preocupes te perdono. No es que estuviera molesto ni nada, solo me puso muy triste no poder verte. Incluso te había comprado un caramelo.
- no me gustan los dulces.
- es en serio? Bueno entonces no importará que Luffy me lo haya robado y se lo haya comido.
- Sabes nunca había conocido a nadie como ustedes, estoy seguro que han escuchado los rumores, pero aún así me invitan a su casa y me tratan tan bien. Tengo miedo de despertarme y estar soñando.
Ace lo abrazó-, no me importa lo que digan todos, yo solo creeré lo que me digas. Me contarás tu historia?
Le contó todo, incluso las cosas que le avergonzaban, todo lo que recordaba y por primera vez en mucho tiempo se sintió ligero, libre.
Fue la primera vez que hablé con alguien sin la máscara de tipo duro que me había puesto. Estaba aterrorizado de que se alejaría de mi, pero él no soltó mi mano ni por un segundo. Me abrazo fuerte cuando sentía que las palabras se atoraban en mi garganta. Y cuando termine me pidió que me quedara con él. Me prometió que me protegería. No sabes cuánto tiempo desee oír esas palabras.
Me dormí en sus brazos esa noche y a la mañana siguiente tomo mi mano y entramos juntos a la escuela. Tal vez se oiga como una tontería, pero para mí fue como si un héroe llegara y me salvara de la soledad.
Mihawk lo abrazó- no es una tontería, suena como un chico impresionante.
- lo era.
- comenzaron a salir entonces?
- no, claro que no. Solo éramos amigos, aunque creo que desde entonces ya me gustaba. Pero no era el único. Luego me enteré que Ace era el capitán del equipo de fútbol, así que ya te imaginarás lo popular que era.
- y que hay de Kurohashi, Nami y los otros.
- Bueno ellos aún me odiaban