Las últimas semanas no habían resultado ser nada fáciles para Jeice. Cuando Freezer les devolvió a la vida a todos ellos después de muchos años fallecidos, en un primer momento tuvo la efímera ilusión de que al fin podría recuperar su vida anterior, y su prestigio y su estatus perdidos después del fiasco en que se había convertido su última misión, en el planeta Namek, pero no podía estar más equivocado.
A los pocos minutos de haber regresado al mundo de los vivos, ya en la nave principal del tirano se encontró cara a cara con varios frentes abiertos que le devolvieron a la realidad como si hubiese recibido un bofetón en pleno rostro, forzándole a enfrentarse a sus fantasmas del pasado y a los problemas que habían quedado congelados durante el tiempo en que habían permanecido muertos y que tenían en común una única cosa: su nefasta actitud durante su enfrentamiento con aquel saiyan que le había costado la vida a dos de sus compañeros y la pérdida de la confianza absoluta que el capitán tenía puesta en él como su mano derecha.
-¡Eres un completo imbécil, Jeice!-le había reprochado Burter a grito pelado cuando recordó todo cuanto había sucedido, desde su derrota a manos de ese extraño guerrero de cabello alborotado hasta el momento en que su mejor amigo y su pareja le había dejado tirado allí, a merced de sus enemigos con tal de salvar su propio pellejo.- ¿Cómo pudiste largarte del campo de batalla sin tan siquiera tratar de echarnos un cable a Recoome y a mí?
El soldado peliblanco agachó la cabeza ante las acusaciones y los insultos que estaba recibiendo de su compañero, sintiéndose del todo incapaz de mirarle a la cara a causa de la vergüenza que le daba el hecho de saber que él estaba en lo cierto y que nada de lo que pudiera decirle bastaría para aplacar su ira y justificar las pésimas decisiones que había tomado. Nada de lo que pudiera hacer bastaría para borrar todos sus errores.
-¿No piensas decir nada al respecto?-volvió a intervenir Burter cada vez más enfadado por el largo silencio de su compañero- ¿O es que estás planteándote salir huyendo otra vez para evitar tener que enfrentarte a las consecuencias de tu traición?
-Lo siento muchísimo Burter. No sabes cuánto me arrepiento de todo lo que pasó aquel día-los ojos esmeralda del soldado se tornaron brillantes y vidriosos a causa de las lágrimas de impotencia que estaban empezando a formarse en ellos al mismo tiempo que su voz se volvía insegura y temblorosa- Yo tan solo quería informar al capitán del desastre en que se había convertido nuestra misión para que pusiera fin de una vez a ese simio que nos desafió, pero me sentía tan bloqueado por todo lo que estaba sucediendo que no se me ocurrió pensar en lo que podría pasaros en cuanto me marchase. No... no podía imaginar que Vegeta acabaría por asesinaros a ti y a Recoome después de todo.
-¡Esa es la excusa más predecible y estúpida que he oído en toda mi vida!-bufó el hombre de piel azulada, exasperado- en realidad estoy bastante seguro de que si decidiste irte de allí a toda prisa, fue porque tan solo fuiste capaz de pensar en ti mismo y en evitar correr el mismo destino que corrimos Guldo, Recoome y yo, cosa que hubiera sido bien distinta de haber estado tú en mi lugar. Yo no te habría dejado morir solo a manos de nuestros enemigos, yo lo habría arriesgado todo, incluso mi propia vida si fuera necesario, con tal de ponerte a salvo y curar todas tus heridas, porque jamás consentiría que te hiciesen el más mínimo daño. Pero por lo que veo, los dos tenemos conceptos muy diferentes sobre cómo demostrarle a tu pareja que la quieres, que te preocupas por ella y que le eres leal. Ahora empiezo a preguntarme si alguna vez llegaste a amarme como yo te amaba a ti-
-¿Cómo puedes poner en duda precisamente eso?-gritó Jeice a la defensiva llamando la atención de varios soldados que pasaban por allí y que se les quedaron mirando por unos instantes, sorprendidos por el vocerío que estaba montando.- ¡mis sentimientos siempre han sido los mismos que los tuyos y lo sabes!
-Dudo mucho que ahora sean idénticos a los míos porque yo ya no sé ni qué es lo que siento hacia ti. No puedo confiar en tus palabras y no creo que vaya a poder perdonarte a corto plazo.
Y ahora si no te importa me gustaría que te marchases a otra parte. Necesito estar solo- concluyó Burter dándole la espalda para que su acompañante no pudiera ver la honda tristeza reflejada en sus ojos rosáceos- lo mejor que podemos hacer, dadas las circunstancias actuales es dejar de vernos por un tiempo y que cada uno siga su propio camino-
Una punzada dolorosa cargada de culpabilidad y remordimientos golpeó sin piedad el corazón de Jeice al escuchar las duras declaraciones de su compañero, dándose cuenta entonces de que lo iba a tener realmente difícil si quería volver a recuperar lo que ambos tuvieron antes de aquel fatídico día.
Sin embargo, temeroso de que cualquier palabra suya pudiera empeorar aún más su complicada situación, decidió respetar su espacio y alejarse de él, dirigiéndose a paso lento y desganado a su habitación, en donde se encontró con Ginyu que estaba esperándole sentado en su cama con la cabeza gacha y la mirada perdida. Cuando le vio aparecer se levantó de un brinco y se aproximó a su subordinado con rostro inexpresivo.
-Contigo quería yo hablar-comentó a modo de saludo, seco y carente de emoción.
-Burter no quiere saber nada de mí-interrumpió el peliblanco derrumbándose bocabajo sobre su cama, deprimido-Ni tan siquiera estaba dispuesto a escuchar mi versión de los hechos.
-Y no le culpo por ello-observó el capitán, obligando a Jeice a levantarse y a mirarle a su rostro severo, cargado de decepción-tiene motivos más que suficientes para estar rabioso y decepcionado contigo. De hecho, yo también lo estoy. Has traicionado los valores de nuestro escuadrón, has abandonado a los tuyos a su suerte cuando más te necesitaban y saliste huyendo despavorido como un niño asustado en lugar de comportarte como el soldado de élite que se supone que eres.
Dada tu actitud y el fracaso de nuestra misión, he decidido que a partir de ahora llevaré a cabo varios cambios radicales dentro del equipo empezando por sustituirte a ti como segundo al mando en favor de Burter hasta que demuestres que vuelves a ser digno de contar con mi plena confianza de nuevo. Y eso no te va a resultar nada fácil, te lo advierto desde ya.
-¡no puedes estar hablando en serio, capitán!-el cuerpo de Jeice empezó a temblar, preso de los nervios y la ansiedad que crecían en su pecho a cada minuto que pasaba. Aquel día que en un principio le había parecido tan perfecto por el hecho de haber recuperado la vida, se había convertido en una auténtica pesadilla de la que deseaba poder despertarse . -¡yo soy perfectamente capaz de tomar tu lugar si fuera necesario!-
-¿ah, si?-preguntó Ginyu en tono irónico mientras se cruzaba de brazos, mirándole con desaprobación -pues eso no es precisamente lo que me demostraste la última vez. Lo que yo necesito es estar bien seguro de que la persona que me reemplace en caso de que a mi me sucediera algo o estuviera ausente por cualquier otra razón, sea competente, fuerte y valeroso, pero sobre todo necesito saber que mis hombres van a estar en buenas manos en todo momento y que vayan y regresen con vida de cualquier trabajo que se les asigne.- el líder remarcó esa última frase a propósito para echarle en cara a su antiguo protegido su tremenda metedura de pata- lo cual me recuerda que también he decidido mantenerte al margen de las próximas misiones que nos encargue Freezer.
-Hasta aquel día yo cumplí perfectamente con mis obligaciones, no me parece justo que de repente me dejes a un lado y me margines como si mis logros no importasen en absoluto o como si nunca hubieran existido. -protestó Jeice, con el rostro congestionado por la rabia y la ira que estaba empezando a acumular contra su líder. ¿Cómo podía atreverse a tomar semejante decisión después de todos los años que llevaban trabajando juntos? ¿Cómo podía apartarle del grupo de aquella manera? No lograba comprenderlo. Él siempre había dado lo mejor de sí mismo, siempre había apoyado a sus compañeros en todo y había ganado innumerables combates durante el tiempo que había estado sirviendo en el ejército. Pero tan sólo bastaba un simple error, un simple y miserable error para borrar todo lo bueno que había conseguido.
-Es cierto. Cumpliste con lo que se esperaba de ti pero obtuviste éxito porque tus adversarios no eran rivales peligrosos- le corrigió Ginyu intentando mantener la calma- pero si has salido corriendo una vez, ¿cómo puedo estar seguro de que no lo harás una segunda en caso de encontrarnos en una situación similar a la de Namek? ¡No puedo permitirme el lujo de correr ese riesgo!. Hasta que no aprendas a controlar tu miedo, no puedo dejar que nos acompañes.
-Ya sé que he sido un cobarde-Jeice le miró con los ojos acuosos de nuevo, aunque en esta ocasión fue incapaz de reprimir las lágrimas-sé que te he defraudado y que esto no es lo que esperabas de mi, pero te prometo que a partir de ahora todo será diferente. Dame otra oportunidad y no te arrepentirás, te lo prometo. Todos hemos cometido muchos fallos... ¡todos, incluso Burter! si Freezer ve que ya no trabajo y que ya no soy útil para él me asesinará sin dudarlo un segundo -la respiración del peliblanco se volvió agitada y de pronto, descubrió que no podía respirar ni por la nariz ni por la boca. El pecho le dolía y le quemaba y se estaba asfixiando.
Ginyu observó ahora preocupado como a su amigo le estaba dando un ataque de ansiedad y se sentó a su lado, con el corazón algo más ablandado y dispuesto a echarle una mano en lo que hiciera falta.
-Venga, tranquilo-él le pasó un brazo por el hombro, dándole unas palmaditas en él para lograr que se calmase, cosa que consiguió al cabo de unos minutos.-Jeice, no puedo dejar que vengas hasta que no tengas superada esta ansiedad que sientes. Pero te prometo que haré lo que esté en mis manos para que vuelvas a reincorporarte a las misiones. Entrenaré contigo todo el tiempo que haga falta y sea la hora que sea ¿de acuerdo?
-Gracias capitán-murmuró Jeice sintiéndose algo más tranquilo
-Créeme, yo soy el primero al que le duele tener que recurrir a estos métodos para mejorar el rendimiento pero si queremos obtener buenos resultados es lo que toca, nos guste o no-él sonrió con tristeza antes de acercarse a la puerta para irse-ahora te dejo que descanses un rato, que ya has tenido un día de lo más duro. Y por cierto, no tienes nada de qué preocuparte con respecto a Freezer. No dejaré que te haga daño alguno.
Aquellas palabras le recordaron a Burter, y se preguntó qué es lo que estaría haciendo y cómo se encontraría. Sentía deseos de acudir a buscarle para poder darle un abrazo y prometerle que todo volvería a ser como antes... pero eso tal vez sería mentir y además su compañero tampoco estaría de humor para tolerar de nuevo su presencia junto a él. Con un suspiro volvió a dejarse caer en la cama, mirando al techo fijamente.
-No me rendiré Burter. Haré que recuperes tu sonrisa y tu confianza en mi. No hay nada que desee más en el mundo que volver a sentir tu mirada cálida y llena de cariño y de volver a compartir tantas risas y dulces juntos. Ojalá llegue pronto el día en que todo vuelva a ser como antes.