Estabas sentado tranquilamente en el sillón buscando algo bueno que ver en la televisión, pero para variar solo habían mierdas aburridas, apagas la tele y cierras tu ojos un momento pero sientes algo sobre tu hombro, los abres rápidamente y volteas con lentitud para encontrarte cara a cara con el puto muñeco de Bro, Lil Cal. Nada sale de tu boca, contienes la respiración un momento reponiendote del susto de tu puta vida, como odiabas las marionetas, pero aun mas a Lil Cal, por el simple hecho de que tu Bro le daba mejor trato a ese maldito trapo que a ti. Bro aparece por la puerta de la cocina con el móvil en la mano, probablemente chateando con su novio, aparta su mirada del aparato para dirigirla a ti.
-No vuelvas a jugarme una broma así, sabes que las odio-dijiste molesto, Bro sabia que las marionetas eran un tema para ti.
-¿De que hablas Dave? - te miro curioso, haciéndose el desentendido.
-Sabes de lo que hablo, Lil Cal estaba... -miras a tu al rededor y el muñeco no estaba, Bro no se había movido de su lugar y tu ni te atreviste a tocarlo- estaba aquí hace un momento- aclaraste nervioso.
-¿El que? ¿Cal? Si, a veces le gusta jugar- sonrió tranquilo, ¿estaba loco? el maldito muñeco tenia vida y a Bro no le parecía extraño.
- Bueno iré a mi habitación y tranquilamente haré mis maletas para irme a vivir a un submarino en el fondo del mar, que tengas una buena vida Bro- te levantaste para dirigirte a tu habitación frente la mirada atenta de tu hermano.
Al llegar Lil Cal estaba sentado en la silla de tu escritorio, diste media vuelta sin respirar, fuiste a la cocina a buscar una de las armas que estaban en el refrigerador, acabarías con el endemoniado muñeco de una vez por todas. Sujetaste el arma con fuerza entre tus manos y con todo el coraje del mundo tomaste el muñeco y posicionaste la katana en su cuello, cortarías su cabeza y lo harías pedacitos que posteriormente quemarías, para luego lanzar sus cenizas al mar, pero antes de que pudieras hacer algún movimiento Bro te sostuvo con fuerza apoyando una katana en tu cuello ¿Esto es enserio?
-Déjalo en paz- susurra Bro a tu oído en un tono molesto y protector, aflojas poco a poco el agarre hasta que la katana y el muñeco caen al suelo.
-¿Me matarías por ese pedazo de trapo viejo?- susurraste volteando a ver a tu hermano que aun sostenía la katana en tu cuello, Bro soltó el agarre y te abrazo con fuerza.
-No debí reaccionar así- dijo lanzando la katana clavándose en la pared-Lo siento, pero sabes que Cal es importante para mi-dijo dando una suave caricia que comenzó en tu cabello y termino en tu mejilla.
-Vuelvo a ver a Lil Cal cerca de mi o de mis cosas, no dudaré en hacerlo pedazos ¿entendido? mantenlo en tu habitación, te perdonare por esta vez- escondes tu rostro en su pecho, para que no pueda ver lo rojo que te estas poniendo.
-Se portara bien, lo prometo-aseguro serio pero ese estúpido muñeco era demasiado inquietante para ti.