Cap. 2: Sonríe…
Danie estaba llorando de nuevo, sin recibir a nadie, escuché la voz de Fil detrás de la puerta, ayer habían venido a visitarle Marco y Demian, pero esa puerta sólo se habría para ir al jardín a llorar de nuevo y su madre no entendía y yo no podía soportarlo más...
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Y después de aquello, la amistad fue creciendo, poco a poco:
Se integró con dificultad al grupo, pero ellos le buscaban, bastante buenas personas. Julián le parecía el más simpático de todos, siempre le defendía cuando Fil trataba de molestarlo, Fil era bueno, pero tan acostumbrado a las bromas pesadas entre ellos que terminaba por hacerle casi llorar. Entonces Julián decía: "Sí no le dejas en paz tendré que golpearte". Fil reía, revolvía el cabello de ambos y decía que todo era broma.
Su amistad que creció y los años que pasaron y el grupo de cinco se fue reduciendo al final, sólo Julián y Danie que platicaban con los demás, claro que lo hacían, pero ellos ya no tenían tiempo para jugar en la lluvia o trepar árboles en busca de ardillas, su relación cambio también, se mostraba Julián menos bromista que antes, le sonreía de más y le protegía, en Danie también hubo cambios, sus sonrojos, que no fueron por timidez, se incrementaron a cada acercamiento de Julián, y un día... Julián, en la habitación de Danie lo dijo:
— No puedo callar algo que deseo, sepas. Tú me gustas — Y así es como Danie le recuerda, con la mirada segura, esos ojos brillosos y llenos de vida.
— No puedes estar hablando en serio
— Te lo juro, que te amo más que nada, pero si lo deseas, no volveré a decirlo...— Danie no dio tiempo a nada, abalanzándose a sus brazos, inició un beso que Julián no pudo resistir, le tomó por la cintura, aferró sus manos a su cuerpo, era tan cálido ese niño, un abrazo y todo comenzaba a perderse, estaban correspondiéndose ante la declaración con caricias Danie se impregnó del aroma a heliotropo de Julián, a sonrojarse después, Danie dijo a Julián también sus sentimientos y dijeron, sería un secreto de ambos, bonitos momentos, sólo ellos dos juntos.
— Puedes temer, pero juro que no voy a hacerte daño. — Danie se dejó guiar, y sus ojos azules se llenaron de un lagrimeo incontrolable, y Julián le besó en las mejillas, entonces fue momento de la entrega. Un pequeño gemido salió de los labios rojitos del pelinegro —
— Te amo
Sospechosos, fue sospechoso, los padres de ambos se cuestionaban por esas incontables horas encerrados en las habitaciones, de esas caricias en las manos. Y dijeron “habrá que arreglar ese asunto” lo que hizo el padre de Julián, al notar que con el pasar de los meses esa actitud se incrementaba, buscar una prometida, pensó sería la mejor solución.
— Te casarás —
— No lo haré — Julián vio el ceño fruncido de Danie, nada podía ser más tierno que sus ojitos vidriosos, trató de abrazar su cuerpo desnudo — Hablaré con mi padre, juro que lo haré mi Danie, no te enojes.
— ¡Sal de aquí! — Danie le arrojó el afelpado osito que le había regalado Julián en su cumpleaños, con lágrimas en los ojos le hizo vestirse y salir de su habitación, Julián estaba atónito, jamás pensó que Danie lo tomaría de esa forma, estaba celoso, titubeante de su amor, pero celoso, se sonrojó al pensarlo, él jamás pensaría en otra persona que no fuese su pequeño Danie.
Intentó decírselo a Danie, pero le evitaba, comentó que su relación era un error, llegaría el momento en que tendrían que separarse; "Bien" dijo Julián, y dejó de insistir en verle.
Y una mañana mi madre olvidó sus clases de etiqueta e irrumpió en mi habitación sin avisar.
— Daniel… hijo mío… Julián está muerto.
Hijo mío, Julián está muerto
Julián está muerto…
…está muerto.
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... me dispuse a salir de la habitación, pero no puedo, Danie no lo hace con malas intenciones, me tiene retenido porque me llama con lágrimas. Mi pequeño Danie lloraba tanto, pero él no era culpable de nada, esa mañana yo intenté hablar con mi padre, y él se enfureció, habló de descendencia y relaciones anormales, dijo que mataría a Danie porque era su culpa que yo rechazase a mi prometida, le detuve con un golpe en la mejilla, furioso, levantó su pecho cual pavorreal en celo y me miró directo a los ojos, estaba tan furioso que no midió sus fuerzas, no fue su culpa, debí de haber sido fuerte...
Un golpe en la cabeza y la sangre corriendo en el suelo, la caída lo había provocado, mi padre quién me había empujado me decía que lo perdonara, ahora era un pollito temeroso pidiendo el socorro de un doctor, pero yo sólo quería a alguien, el frío, la oscuridad, y cuando abrí los ojos me encontraba en la fría habitación de Danie,
— No me voy a ir, no hasta que me habrás esa puerta... — Detrás de la puerta Fil y su voz grave, y sus toquilos de caballero...
"Sí alguien pudiese borrarme del corazón de Danie..."
Ojalá alguien le devolviese su sonrisa
|¤°.¸¸. ·´¯`» Doki Amare Peccavi «´¯`·.¸¸. °¤|
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«. ·°·~*~' No llores '~*~·°·. »
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