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Ayúdame A Olvidar por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Gracias por leer, sigan comentando por favor.

 

Nos vemos abajo. 

La mente retorcida del peliverde, advierte estas palabras como una muy mala señal, una donde su plan no puede llevarse a cabo.

Si Aioria ahora comienza a desistir de seguir con este método de ayuda mutua, la venganza de Shura no podrá llevarse a cabo.

Por lo cual, debe comenzar a tener un plan de reserva, uno que ya había estado analizando como la única opción posible y si le funcionaba…

El sufrimiento de un inocente será el menor de sus problemas.

-Aioria…- Habla con suavidad, incluso proyectando una gentil sonrisa, para acto seguido llevar una de sus manos a las mejillas sonrojadas del León –Cálmate por favor-

Estas acciones tan ajenas, tan extrañas y poco cotidianas en Capricornio, se comporta amable y tierno, pero no de forma obligada o por cortesía…

Ante la mirada incrédula del Griego, esto es muy extraño, pero es lindo a su sentir de igual forma, el saber que alguien te está dando un cálido afecto, en donde no solo el sexo puede influir.

Mas no caerá de nuevo, aunque su cuerpo le esté dictando que las sensaciones vividas con ese Español son tan intensas y maravillosas, debe ser sincero consigo mismo.

-Shura, seamos honestos…- Las lagrima siguen cayendo, se siente como un idiota por haber pensado que podría olvidar a alguien que ha ocupado su corazón por largo tiempo.

El buscar refugio en otros brazos sin superar un amor antes, no es en la mayoría de los casos eficaz.

-No puedes hacer que mi corazón olvide a Shaka y… Yo no creo que pueda hacerte olvidar a…- No pudo completar aquella oración, ni siquiera sabía quién era el amor no correspondido del Español.

Pero ese no es el motivo por lo cual el Griego castaño claro se detiene al hablar.

Si no que el peliverde oscuro captura esos labios temblorosos, con un sabor salado, sin dejar de acariciar la mejilla del menor y soltar una de esas manos que aun intentan alejarse.

Es un beso suave, delicado, tierno, contrario a lo que se había sentido antes, como si demostrara algún tipo de amor.

Uno fingido desde luego.

Algo que el corazón del castaño claro no logra comprender, pero su corazón esta acelerado en su latir, no es igual a cuando se besaron teniendo sexo vacío, sin ningún sentimiento.

Es simplemente grato, hermoso, provoca un cosquilleo en el estómago del felino al sentirse bien tratado con esta acción.

Su dañado corazón, había deseado tanto un beso así, solo que no es de la persona que ama.

Mas no se aleja, Aioria se queda sentado en su cama, entrecerrando de a poco los ojos, para poder disfrutar de ese beso, de uno tan agradable, en donde su cuerpo no está del todo expuesto, ni siendo penetrado, las caricias son cuidadosas y amorosas.

¿Qué significaría esto?

Es lo que a la mente del castaño se viene a formular.

Mientras en el rostro del Español, quien abre sus ojos y al confirmar que el otro los lleva cerrados, un destello de triunfo se proyecta en lo Jades, su plan ha iniciado y tomado otro camino, para evitar la renuncia de su contrato verbal, pues no dejara ir a Aioria tan fácilmente, no hasta que este caiga por completó en sus redes de engaño.

La habitación en donde se encuentran, es testigo de la crueldad de un corazón despechado, aunque ya lo había sido un día antes.

Y el dolor de uno inocente que no contiene aun maldad, pero por el camino que será arrastrado, no se sabe si su bondad se verá afectada al grado de corromperse y no existir marcha atrás.

Fue un beso largo, donde los labios se unen y apenas si se movían las bocas, pero es algo dulce al parecer del castaño claro.

Con cuidado aquel peliverde se fue separando de a poco del rostro del otro, dedicándola una mirada de decisión y comprensión, además de algo más que se disfraza de un supuesto interés.

El rostro del menor sonrojado, abriendo esos ojos verdes oscuros, que no pueden ser capaz de ver a los jades delante, con un corazón desbocándose por ese beso y las sensaciones tan diferentes que eso provoca, pero notando que su cuerpo ha dejado de temblar.

¿Acaso fue reconfortable esa acción?

La mirada del Español, no se aleja del menor, al contrario intenta dedicar una de suma ternura ahora, sonriendo, y sin dejar de acariciar esa tibia mejilla ruborizada, que hace lucir a su víctima precioso.

-Shu… Shu… Ra… ¿Por… Qué?- Intenta averiguar que fue esto, pues se supone que algo así no debería pasar.

Besos de esa índole, se dedican al amor de tu vida, se puede sentir cuando es de ese sentimiento sincero y cuando solo es por la acción del momento.

Reconoce esto, al instante que el dolor en su cuerpo se presenta.

Punzante en su entrada que fue penetrada previamente, pero se ha acostumbrado rápidamente a sentirlo, aunque ahora no le preste mucha atención.

-Aioria… Te seré sincero…- Lanza un suspiro, enmarcando su rostro con la seriedad de siempre, pero en su mirar algo es distinto –Creo que… Estoy olvidando a esa persona, porque tú…- Dedica una tenue sonrisa –Me estas gustando-

Revela aquello, demostrándose como su única verdad, una donde ese sentimiento siquiera parecer existir.

-Pero… ¿Qué dices?- Claro que Aioria no lo crearía de inmediato, sin embargo algo en su interior anhelaba esto, sin que se diera cuenta, por eso su corazón se comienza a acelerar rápidamente –No creo que… Puedas cambiar de opinión en solo un día…- Es lógico pensar eso, debe existir más tiempo para ese proceso.

-Me resigne que nunca estaré con quien amo- Encara al castaño claro –No te considero un reemplazo ahora, si no que… Tú me has dado una nueva perspectiva del amor…- Se acerca más a ese rostro, para que sus alientos choquen ligeramente, dispuesto a besar de nuevo al León, pero está yendo despacio ahora.

-Pero…- El Griego se aleja un poco de esa cercanía, primero necesita una explicación, las cosas no son así de rápidas –Lo que dices es una locura… Yo... Yo al menos… No podría… No puedo…- Desvía su mirada triste, donde las lágrimas han cesado por la sorpresa y ahora por lo dicho que no lo entiende del todo.

-Entonces, déjame demostrarte que esto es posible- La mano izquierda del Español cuidadosamente toma el mentón del contrario, para hacer volver esos ojos verde oscuro a su punto de observación, queriendo convérsenlo de ser honesto.

-No sé si pueda… Incluso el solo tener… Sexo… Es… Algo que yo…- Desistirá de esas experiencias que le han traído algo de calma pero confusión a su alma.

-Si tu no quieres, no lo haremos más, pero… Aioria, puedo hacer que tu corazón olvide a Shaka, puedo ser mejor que él- Le dedica las palaras de consuelo, para que le crea, y sabe cómo manejarse.

Después de todo, lo que el joven León dorado dijo o mejor dicho grito en sus sueños, fueron proyectados en el mundo terrenal, en donde rogaba a ese rubio que lo viera y escogiera sobre el pelilila.

Shura tomara esto para convencerlo, aunque apelara a un lado sensible y manipulable del quinto guardián.

-¿Mejor?- Resuenan esas palabras de su pesadilla, que no se queda en ese mundo, sino que es una maldita realidad.

Su corazón se estruja, son demasiadas emociones para solo un día, además del dolor de su cuerpo que se va restando gradualmente, sin mencionar que su ropa aún sigue medianamente rasgada por el acto del bosque.

-Piénsalo Aioria, tal vez mi idea de satisfacernos sexualmente no fue la mejor, pero si la compañía del otro nos ayudaría a que nuestro corazón se recupere- Con cuidado lleva la mano que capturo el mentón del otro, para limpiar con su dedo pulgar un lagrima que escapa de esos hermosos ojos que planea destruir.

-Puede… Que… Tengas razón… Pero…- Está queriendo aceptar el nuevo trato, porque… Siente que podría ser beneficioso.

Pues esta vez sería diferente al anterior, que solo duro un día, el sexo no sería lo único que ayudaría, y además que Shura le confesará que le ayuda a olvidar a la persona que ama…

Tal vez podría igual, ya que no niega que sintió algo reconfortable al ser besado, al momento de que alguien se esté preocupando por ser mejor solo para él.

Su deseo de ser amado es más grande que su propia conciencia e inteligencia.

No quiere hacer daño a nadie, Aioria jamás lastimaría a los demás por sus propis deseos.

Pero tal vez abrirse a un sentimiento que apenas se está dando a conocer.

-Vamos a cuidarnos mutuamente…- Sabe cómo manejarse, es muy inteligente el Capricornio para manipular los corazones heridos, pues es parte de su venganza, y ha sabido manejar el suyo de manera incorrecta –Dame esta oportunidad, merecemos dárnosla-

Para este punto ya se había sentado en la cama del León dorado, para seguir estando cerca, no apartarse y fingir ser alguien que proyecte sentimientos genuinos de amor, para un corazón que puede ser tomado por el deseo del amor.

-¿De verdad yo… Te estoy ayudando en esto?- No lo puede creer por completó y necesita que le confié esto, aceptar o no, aún está en una duda mínima.

-Sí, y así como me estás dando una nueva visión…- Sin pensarlo besa con gentileza la frente del otro, con un suave tacto acariciarlo –Permíteme, hacer que ese corazón lata para mí-

Es una dulce confesión que valdría millones, si no fuera una sarta de mentiras dedicadas, para conseguir sus deseos.

Funciona, no olvidará de inmediato al rubio, pero al parecer su corazón está reaccionando a dulces palabras y promesas…

Que desearía fueran de otro, pero lamentablemente no es su realidad.

Frunce el ceño de forma pensativa, desviando la mirada primero, intentando ver si sería capaz, pero de igual forma se dirige a ver al peliverde y sentir como su corazón se desboca por el Capricornio, las lágrimas se detuvieron, la tristeza no parece tener cabida ahora.

-Está bien…- Sonríe asintiendo, su amor no correspondido, podría verse aliviado con la posibilidad de uno nuevo.

No va con la idea de que esto funcione del todo, pero tal vez si es capaz de ayudar al peliverde oscuro, él mismo también se ayude a aliviar el dolor.

-Gracias, Aioria- Sin más se acerca para darle un fuerte abrazo, con cuidado sin darle mayor importancia que tiene la piel marcada del León tan cerca, pero sus pensamientos no van a esa tentación –Te prometo que no te vas a arrepentir- Su tono solo muestra la capacidad de fingir, un corazón demasiado dañado, es capaz de esto y más, sonriente ante lo que ahora hará.

Es más fácil manipular un corazón al enamorarlo de a poco y no ir directamente al sexo, esto ya lo comprobó.

Puede que durante su plan de enamorar al León dorado, pueda existir más encuentros de esa índole, que no niega son grandiosas, con lo estrecho que resulta ser Aioria, pero es mejor que este desarrolle sentimientos primero, así será más fácil cuando le revele porque lo hizo.

El sufrimiento que hará, le explotara en la cara, lo dejara solo, pero no le importa, está demasiado corrompido.

Quien está en la cama descasando, acepta ese abrazo con tranquilidad, ciegamente confía en Shura, pues considera sinceras sus palabras.

Sin darse cuenta acepto de nuevo un sufrimiento que le depara una alegría momentánea, pero… Que nada de eso durara eternamente.

---Casa De Marin---

La joven caballero femenino de plata, se encuentra sentada afuera de su hogar, apreciando como el día se ha acabado, dejando paso a la noche en Grecia.

Había estado esperando por largo tiempo a su buen amigo, el cual nunca apareció.

-Mmh, ¿Qué te paso Aioria?- Se pregunta la joven mujer, quién porta la característica mascara, sentada en un tronco, con la pierna cruzada y sujetando las patillas que el león le pido, en una mano.

Conoce la verdad que le ha contado el Griego, sobre las cosas que hace con Shura y desde luego el secreto que solo ella ahora conoce.

Si no toma estas pastillas lo antes posible, muy probablemente la condición con la cual Atena ha afectado a muchos, se ponga a funcionar en el cuerpo de quien ha recibido la semilla de Capricornio.

Sería algo terrible, que ese “Milagro” se de en una relación que es para olvidar a otros.

-Espero que no volvieras hacer tus idioteces- Dedicas estas palabras algo molesta, pues reconoce la sensibilidad del corazón del castaño claro y que una relación así solo le traerá dolor.

¿Qué pensaría o diría la joven amazona, si supiera a lo que su amigo se está entregando ahora?

Después de todo, Marin también ha cometido un error similar, todo para olvidar a su amor no correspondido, que si bien no ha confesado, sabe que ella esta ilusionando a alguien más.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me a robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo aquí subiendo el nuevo capítulo de este fic, vaya... Shura esta perdido...

Sin duda, ha decidido caer en este infierno, arrastrando a Aioria... Y pues el gatito quiere amor...

Pero tiene mas conciencia y estabilidad emocional que cortadas locas.

Sin embargo, las cosas se van a ir complicando un poco mas, y a la vez... No... 

Como decírselos... 

Miren, tienen que seguir leyendo sin duda...

Y para recordarles que cada Jueves este fic sera actualizado, hasta que algún otro que de los anteriores se termine, pero por mientras el fic sigue siendo para este día, disfrútenlo mucho. 

Mucas gracias por leer, votar y comentar mis terrones de azúcar, son los mejores del mundo mundial.

Saben, nunca creí que llegaría a tantos fic's, y ahora sin mas he llegado, todo gracias a ustedes, cumpliendo varias etas y sueños de tener diferentes fic's hechos para otras hermosas parejas que existen.

De todo y un poco mas. 

Sin mas, muchas gracias de verdad lo aprecio mucho. 

Por favor cuidense mucho, hagan caso a las medidas de higiene, no se expongan mucho ¿Si?

Los quiero mucho.

Ammu se va. 


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