Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ayúdame A Olvidar por AMMU TEIKOKU YUDAINA

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Por favor, lean, disfruten y comenten.

 

Nos vemos abajo.

---Templo de Capricornio---

Aioria se está encargado de auxiliar al Español, limpiándole las heridas, vendándolo, y ayudándolo a que su pierna no empeore, tenía demasiada practica en esta índole, así que sabe que hacer… Aunque claramente no era del todo un experto, pero al menos ayudaría en algo sus atenciones.

Pudieron haber quedarse en Leo, pero Shura no se sintió nada cómodo con esto, diciéndole que si era demasiado para él, podría subir por su cuenta, agradeciéndole haberlo ayudado hasta ese punto.

Desde luego el León dorado no accedería a nada de esto, testadura como ninguno, prosiguió a seguir apoyándolo hasta llegar a su destino, y poder hacer que el peliverde este más cómodo.

Bueno, lo mejor que puede al tener una pierna rota, sin embargo, por su entrenamiento de cuerpo y cosmos, estas dolencias no tardarían tanto en sanar como seria en humanos “Normales”.

Aun así, el Griego tiene estas pequeñas atenciones con el peliverde, según él por muestra de afecto por la amistad, y que algunas veces en el pasado, Capricornio lo ayudo más de una vez.

-¿Cómo te sientes?- Sonríe, después de haber vendado y elevado un poco la pierna del peliverde.

-Mejor, gracias- Responde con un grado de confusión, observando con suma atención al León, habiendo sentido como sus mejillas se sonrojaban cada que lo tocaba con intenciones genuinas de ayudarlo.

-No fue nada- Responde tranquilo, sentando en la orilla de la cama de su compañero de armas –Varias veces me ayudaste y cubriste de esta misma forma, ¿Lo recuerdas?- Pregunta nostálgico, alzando su vista al frente, mira que esa habitación no ha cambiado en casi nada.

-Sí, no querías que Aioros te regañara, o llorabas cuando el entrenamiento te superaba- Aclara cerrando sus ojos y dejando escapar un suspiro.

-Siempre me ha tratado como un niño- Asiente, esbozando una sonrisa –Ja, ja, ja, cuando salía de misión, te pedía que me vigilaras- Posa sus manos sobre la cama, estirando sus brazos para apoyarse y ver al Capricornio, con una sonrisa hermosa y un leve sonrojo en sus mejillas.

Notar esto, darse cuenta que su odio aún sigue, con su deseo de venganza, pero… Algo diferente está ocurriendo en su podrido corazón, late, tiene un ligero latido apenas perceptible, que provoca un dolor en su pecho.

Lo cual causa que desvié la mirada, se le hace difícil sostenerle la mirada a quien está delante.

-¿Acaso te duele?- Pregunta preocupado el Griego, acercándose levemente.

-No, solo… Recordé la promesa que te hice…- Fue lo mejor que pudo pensar, para cambiar el tema, aunque en si no lo hacía de mucho.

-¿Eh?- Ladea su cabeza confundido por esto -¿Promesa?-

Esto despierta la curiosidad del peliverde oscuro, haciéndolo que gire su cabeza hacia el León dorado, sereno aparentemente solo por unos segundos hubiera dudado, pero no por ello significa que sigue pesando solo con su odio ahora.

-Sí, me pediste que guardara tu secreto cuando te peleaste con Milo, por haberle hecho ese corte de cabello con las tijeras de jardinera de Afrodita- Responde sin mayor entusiasmo o preocupación.

Asiente, sorprendido, con sus ojos bien abiertos y de repente una sonrisa esbozada con sinceridad en sus labios –Ja, ja, ja, ¿Era eso? Cierto… Ja, ja, ja,- No puede evitar comenzar a reír a carcajeadas, incluso sosteniéndose el estómago por ese recuerdo tan inocente, pero que si fue grave el asunto –En mi defensa, lo hice porque tenía un chicle pegado, pero corte mucho de más…-

-Entre los dos se rompieron algunas costillas y también terminaste con una tobillo torcido- Le recrimina en cierta forma, aunque le dedica una leve sonrisa, mirándolo de una forma diferente, no de coqueteo o galanura, sino… Como lo hacía antes.

-Y tú me cargaste hasta Leo, me curaste y me regañaste…- Ladea su cabeza, frunciendo el ceño, como si se sintiera algo incómodo con esto.

-Era necesario, te habías portado muy mal- Sentencia el otro, con su tono rígido de voz.

-Puede que sí, pero… La verdad fue gracioso ver a Milo de esa forma, eso que siempre ha sido tan orgulloso de su cabello como Afrodita- Ríe de nueva cuenta, cerrando sus ojos, aunque repentinamente parece tener una idea, más bien una duda, que no había querido tocar solo por no querer molestar, pero ahora es el instante perfecto –Shura- Lo llama firme, casi imitando su voz.

-¿Qué pasa?-

-¿Por qué Death Mask y tú, pelearon?- Presta la completa atención a esto, serio en su semblante, ahora posicionando sus brazos delante de su pecho de manera cruzada.

Claramente ya presentía que le preguntaría algo así, era demasiado obvio, y mentirle no sería una completa opción, pero tampoco ser tan honesto en sí.

Sereno en su tono, como la frialdad en sus ojos jade –Death está enojado conmigo, porque ataque de forma deliberada a Afrodita- Responde tajante, sincero y sosteniéndole la mirada al León dorado.

-¿Fue cuando salimos? ¿Verdad?- Hace memoria que esa precisa noche sintió como el cosmos del peliverde oscuro se volvió inestable y Excalibur se presentó.

-Si- Responde, resoplando durante el proceso.

-¿Por qué?- Entrecierra sus ojos -¿Acaso ustedes tres no son los mejores amigo?- No comprende cómo han llegado a esto, pero recuerda que ellos al encontrarse ser más jóvenes que Aioros y Saga, pero más grandes que sus contemporáneos, permanecían también juntos.

-Ya no lo somos más- Revela sin mucha culpa.

-¿Por qué? ¿Qué paso?- Curioso por naturaleza, preguntón por elección propia.

-No me eh comportado de la mejor forma con ellos. Esa vez Afrodita quiso hablar conmigo, pero yo no tenía intenciones de hacerlo- Habla conciso, pero evitando llegar a más.

-¿Qué te molesta tanto, para acabar con su amistad?- Otra pregunta que puede no tener una respuesta para sus oídos.

-Aioria, de verdad no quiero hablar de eso- Le responde serio, mirándolo de forma severa, para dar a entender que es un camino doloroso que no pretende recorrer.

Los ojos verdes algo opacos, se centran en el Español, dándose cuenta que es bastante testarudo también a su manera, pero no queriendo incomodarlo más –Sabes, se nota que se preocupan por ti- Agrega este comentario de manera inocente.

Capricornio solo lo mira sin mayor expresión, no pretende escuchar sermones de su víctima, pero no actúa en responder, pues el León continúa.

-Shura, si bien, no sé por qué han discutido, pero el tan solo hecho que Afrodita viniera a verte, aun sabiendo que están enojados para hablar de lo que sea… Significa que de verdad te considera como alguien muy importante- Le sonríe de lado, queriendo que vea que si ha cometido un error, sin decírselo de forma directa.

-No creo que sea tan importante-

-¡¡¡CLARO QUE LO ES!!!- Alza la voz un poco, no le gustaba la indiferencia de Capricornio en estos temas, aunque ya lo conocía –Siempre se veía que su amistad sería una que perduraría mucho, aun con sus personalidades tan diferentes, lograban hacer cosas divertidas, misiones en que los tres podrían con eso y más- Sin pensarlo, sin verlo, ni ser con intenciones, coloca su mano sobre la del peliverde oscuro, pero ni presto atención para encararlo –No sé qué paso entre ambos, si me gustaría saber, pero no voy a meterme más en tu vida, solo que creo que deberías intentar arreglarte con ellos-

Ese tacto lo desconcierta bastante, sintiendo la mano del León, un poco más pequeña que la suya, era la primera vez que la sentía de esa forma, con un calidez abrumadora, pero satisfactoria, aunque debía mantenerle la vista a la cara para no levantar mayores sospechas –Quedo muy claro que Death no quiere que me vuelva a acercar-

-Bueno, te tocara hacerlo, si de verdad aprecias su amistad- Asiente, con cara larga de regaño obvio –Es normal que Death Mask digiera e hiciera todo eso, atacaste a su pareja… Creo que a cualquiera eso lo haría rabiar-

Se queda callado el Capricornio, baja la mirada, sintiéndose bastante incomodo por el tema, pero con un cierto grado de culpa, que pensaba había desecho en su ser.

Los golpes dolieron, es verdad… Pero una parte de él, se siente mal por haber casi hecho daño a su amigo, a uno de los mejores que ha tenido, que sin importa que, estuvo allí para levantarle el ánimo y hacerlo sonreír si era necesario y el otro, que a su manera y con bromas le decía que era importante también.

Los tres siempre fueron unidos, y eran su otra familia allí, cuando claramente no podía convivir con Aioros, aun así, ni a ellos les confeso esos sentimientos por el centauro.

Un suspiro es lanzado, cerrando sus ojos para asentir –Bueno, debo irme, Shura- Se levanta de aquella cama, obviamente alejando su mano de la del español.

-¿Tienes algo que hacer?- Pregunta sin haber analizado con atención su pregunta.

-Sí, quede de ver a Marin- Sonríe con tranquilidad, mirando al malherido del peliverde –Así que debo ponerme en marcha y hacer algunas cosas antes. Además ya te veo mejor, y espero que te sientas así ¿Cierto?- Pregunta con duda.

-Sí, mejor…- Contesta pesadamente y cortante, pero no quita la mirada del Griego, ni la sensación de vacío en su mano izquierda.

-Entonces, me voy ahora- Asiente, con una sonrisa, dando unos pasos a la salida de aquella habitación –Vendré después, a hacerte algo de compañía y traerte de comer- Se toma responsabilidades que no debería, pero lo está haciendo de todo corazón sin esperar más a cambio.

-No tienes que hacerlo, puedo prepararme algo por mi cuenta- Habla su orgullo levemente herido.

-Deja por lo menos hoy que te ayuden- Alza una ceja, sonriente de lado y poniendo sus manos en las caderas –Así que descansa ahora, te deje algo de agua en tu buro y unas cuantas frutas, duerme un poco. Nos vemos- Acto seguido sale de los aposentos de Capricornio, para dirigirse a su destino, primero su templo, luego con la joven de plata.

Mira cómo se fue, esperando hasta que el cosmos de su visitante especial se aleje, que fuera suficiente distancia para que ya no estuviera en Capricornio.

Es el instante que lanza un suspiro, mira levemente su mano izquierda, recordando la sensación que presento, una muy diferente a algo que sucedió de repente.

No había sido conocida antes, o bueno… La sintió alguna vez por el centauro, pero eso era ya algo prohibido de siquiera sonreír o sentirse agradable ante esto.

Pero con Aioria, en ese momento, sentir su mano, es suave tacto, verlo reír, sonreírle, preocupándose por él, haberlo ayudado tanto, es algo que no previo, que no creería que sucediera en su venganza.

Pues solo consistir en ir lento, que el León terminara siendo capturado por sus atenciones, por cosas dedicadas hacia su persona, no… Al revés…

Aunque no lo quiere, ni lo acepté en su interior, ese joven que en algún punto solo miraba como un niño, el hermano menor de quien amaba y como su objetivo de venganza, ahora era un poco diferente.

No olvida que quiere tomar represalias contra el noveno guardián, pero… Se cuestiona brevemente si es correcto ahora.

-¿Qué estoy haciendo?- Se pregunta a sí mismo, bajando la mirada, sintiendo un sofoco en su pecho, cierra sus ojos para suspirar.

Su corazón tiene algo nuevo que experimentar, es diferente a lo de antes, su mente le dicta que algo está ocurriendo y no lo quiere aceptar, al igual que desea continuar con su venganza, pero no quiere seguir este camino.

Pero, si deseaba en cierta forma hacerlo, porque… Quiere ahora de verdad volver a tocar esa piel suave y cálida, besar esos labios… Sentir ese cuerpo debajo del suyo, verlo temblar, rogar por más, que esas lágrimas escapen por el placer.

Es un desastre, desear a alguien… Que le pidió ser solo amigos, que es su objetivo de venganza, que planeo en algún punto volver a acostarse con él, y ahora… No sabe si son sus deseos de hacer el mal o de verdad lo siente por algún sentimiento.

Esta confundido por esto… No creyó que pudiera caer… Aunque aún sigue desean hacer pagar a Aioros… Su meta sigue siendo Aioria, pero ahora… Entre querer que sea sincero y hacerlo sufrir para que disfrute esto.

En estos momentos ni el mismo entiende que le pasa.

Solo sabe, que le disgustó que se fuera con el caballero femenino de plata, mas no puede hacer nada, ni logró decirle o pedirle que se quedara, pues no sería propio de él.

---Sala Patriarcal---

Después de haber recibido demasiada información por parte de los dos caballeros dorados y haber llamado la atención, decidió que no era la mejor opción estar en el coliseo para tratar estos asuntos.

Por lo cual prosiguió a dirigirse con ellos hasta los recintos de su título.

Claramente debieron pasar por Capricornio, pero no para ver el mejoramiento del Español.

Allí en una mejor privacidad, es como pueden hablar tranquilos, y entender ¿Cuál es el verdadero problema?

-Bien, entonces todo esto ha sido por que Shura se ha alejado de ambos, y creen que algo le está pasando, pues se ha vuelto más serio de lo normal, distante y grosero. Les dijo que se alejarán y no se metieran en su vida. Afrodita tú quisiste hablar con él, arreglar las cosas, pero Shura no lo quiso, te atacó y por ende Death Mask lo hizo también ¿Cierto?- Habla sereno, aunque el tema le causa estar atento.

-Así es, patriarca- Asiente Piscis con ese porte elegante y tranquilo.

-¿No creen que estén sobre analizando las coas? ¿Tal vez solo quería estar a solas? Es permitido- Intenta abogar un tanto por Shura, pero no quita el hecho de que atacara a sus compañeros sin motivo aparente, no tiene una excusa.

-Sí, pero… Shura no es así… Sabemos cómo se comporta, algo más le ocurre- Los ojos celestes decididos del Sueco, determinados en que algo no está bien con su amigo y le quiere ayudar, o lo quería.

-¿Cómo puedes estar tan seguro? ¿Tal vez solo quiere hacer cosas diferentes ahora?- Las propuestas del patriarca son válidas, todos llegamos a cambiar e incluso dejamos atrás amigos, aunque siempre es por algún motivo no solo de la noche a la mañana.

-Le podemos asegurad que…- Intenta hablar suave, sin embargo también impone su pose de diva para verse seguro.

-¡¡¡AAAARRRRG!!! ¡¡¡ESO NO ES NINGUNA EXCUSA PARA HABER ATACADO A MI FLORECITA!!!- Harto de hablar, pues aún tiene el enojo a flor de piel, aunque se vengara de su ex amigo.

-¡¡¡DEATH AMSK!!! ¡¡¡TU COMPORTAMIENTO TAMPOCO ES MEJOR QUE EL DE SHURA, ASÍ QUE TE PEDIRÉ TE CALMES Y SI DESEAS HABLAR ESPERA TU TURNO!!!- Esto le trae recuerdos, de cuando existía una discusión entre sus niños, y debía ser un buen mediador –Y estoy por completo de acuerdo contigo en eso, no erbio atacar a Afrodita por que se preocupará por él, pero igual no pueden obligarlo a habar de lo que lo atormenta- Menciona firme, y tranquilo como todo padre dando una lección y concejo.

-¡¡¡ESA ES LA CUESTIÓN PATRIARCA!!! ¡¡¡ESA MALDITA CABRA LOCA, TIENE ALGO QUE LE PASA!!! ¡¡¡PERO ES TAN ESTÚPIDO, QUE NO SE DA CUENTA!!! ¡¡¡CUANDO ALGO LO MOLESTA DE VERDAD, SE AÍSLA Y SE ENOJA POR TODO!!!- Cruzado de brazos, denotando que en algún punto de su vida ahora y antes se ha preocupado por Capricornio, aunque en este momento le da igual lo que le pase.

-Es cierto que su cosmos ha cambiado levemente, volviéndose algo turbio, pero… No pensaría que fuera algo tan grabe- Posa su mano en el mentón, pensando las cosas, analizando y recordando cuando por no percatarse de esas pequeñas situaciones que le costaron la vida y las de muchos más.

-Shura era incapaz de herir a alguien que no lo provocará por algún primer ataque, por lo cual… Que me atacara, solo intensifica más la teoría de que algo le está ocurriendo- La preocupación en el peli celeste, tomando la mano del peli morado, pues debe calmarlo con su presencia.

-Igualmente, es complicado hacer hablar a alguien que no lo desea, pero…- Suspira derrotado, ahora igual él presenta más curiosidad por saber que está pasando, y con él sí debería hablar, ya que vendría siendo una orden –Intentaré hablar con él, cuando se recuperé, ya que igualmente le daré su castigo por haber atacado a un compañero sin razón aparente- Es justo y severo, no va a consentir actitudes tan violentas entre ellos.

Sorprendido Piscis, pero con aun sonrisa triunfante, pues aunque no lo haga él, alguien podría al fin hacerlo entender y entrar en razón -¿De verdad lo hará?-

-Lo necesario, para sobar si es algo peligroso para él y el santuario- Asiente, ocultando que en efecto esta ahora más preocupado por el bienestar de uno de sus pequeños hijos, como él solo menciona en compañía de Libra.

-Tsk- Mal humorado, pues le da igual que Capricornio este bien o mal ahora, solo quería seguir maltratándolo –Como sea, nadie podrá ayudar a ese imbécil- Parece tomarse libertades al hablar con esas palabras altisonantes ante la presencia del patriarca.

-¡¡¡DEATH MASK!!!- Llama con severidad al cuarto guardián, mirándolo ahora con esos ojos rosas brillantes –Aunque lo hiciste por defender a Afrodita- Sabe qué relación tienen, pero no por eso será indulgente –No puedo consentir que este bien, por lo cual…Tienes el castigo de tener que arreglar las gradas del coliseo- Sentencia la consecuencia de sus actos, no puede solo favorecer a uno.

-¡¡¡PERO!!!- A nada de protestar, más es interrumpido.

-¡¡¡NADA DE PEROS!!! ¡¡¡ESO ES LO QUE TE CORRESPONDE!!! ¡¡¡EL CASTIGO DE SHURA SERÁ DADO A ÉL DE IGUAL FORMA, SIENDO DE LA MISMA MAGNITUD DEL TUYO, PERO EN OTRA ÁREA!!!- Habla solo para que el cangrejo se quede callado y satisfecho, pues ninguno se salvará de sus maneras torpes y descuidadas de ser.

Solo refunfuña, pues no puede liberarse de una reprimenda, pero al menos piensa que pudo haber sido peor, como tocarle lavar los baños públicos del santuario, ahí si… Se habría enfurecido más.

Esperaran que esto sería todo, y de hecho lo es…

Pero… Algo más al parecer esta por ocurrir y es por la casual presencia de su Diosa, la cual llega de uno de esos paseos que últimamente da en las cercanía del santuario, solo para despejar su mente un rato, ya que intenta ser una mejor versión de ella misma.

Desde luego los caballeros dorados presentes en la sala patriarcal hacen su reverencia típica, igual el patriarcal inclina levemente su cabeza, en señal de respeto ante ella.

En cambio la peli morada asiente gustoso por el gesto, sonriente, e igualmente saluda.

-Buenas tardes mis caballeros, patriarca- Mira primero a la pareja reverenciándola, y después al peliverde -¿Sucede algo?- Curiosa por la presencia de dos dorados en este punto.

-Nada en especial Diosa Atena, solo un pequeño conflicto, nada que temer- Shion habla tranquilo y solemne, respetuoso ante ella.

-Oh- Asiente algo sorprendida –Creí que sería algo referente con Afrodita- Sonríe tiernamente, mirando directamente hacia el peli celeste.

-¿Eh?- Sorprendido el decimosegundo guardián -¿Por qué tendría que ser algo referente a mí, Diosa Atena?- Curioso ante esto.

-Fácil, por el bebe que esperas- Revela esta información, sin previo aviso, ni entendiendo como pudiera tener conocimiento de algo que ni el mismo Piscis lo tiene.

Claramente sorprendiendo a los presentes de maneras bastante significativa.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado e reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro super bien, aquí publicando el capitulo del día de hoy.

Espero que les guste mucho este fic, la verdad me siento muy feliz de hacer, aunque me da algo de pena nuestro buen gatito, veremos como seguirá, pues faltan muchas cosas por ver y hacer... Aunque aquí ya se esta viendo que existe bebe dentro de Afrodita... ¿Se puede confirmar como la primera pareja?

Puede ser...

Hasta el momento si... 

Pues en otras existen complicaciones y otros no pueden por que no ahí donceles en la pareja... Pero... No se preocupen tanto, que aun faltan varias cositas en si.

Les agradezco de todo corazón a cada uno de ustedes por su apoyo, cada uno de sus comentarios, votos y que sigan leyéndome, de verdad me siento tan halagada, son los mejores del mundo.

Por favor cuídense mucho, hagan caso a las medida de higiene no se expongan y manténganse a salvo.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).