Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi vida a tu lado por Kitana

[Reviews - 30]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: uy se suponia que con este capitulo se acababa el fic,, pero como esta medio largo mejor lo dividí en dos partes

Han pasado tres semanas desde nuestro encuentro con Death Mask. Kanon le contó todo a Saga, por supuesto que omitiendo el detalle de que le pedí que me hiciera el amor.

   

Como cada lunes en la mañana, el departamento es un manicomio, kanon acaba de salir de la ducha, corre a su habitación envuelto en su bata de baño dejando un acuoso rastro a su paso.

 

 

- Uno… dos… tres… cuatro… cinco…- murmura Saga sin dejar de leer el diario, justo cuando llega al cinco, Kanon cae estrepitosamente al suelo. – Sabía que no podías pasar más de cinco segundos sin tener un accidente estúpido. – dice Saga sin dejar el diario ni un momento. Me rió un poco mientras le doy la papilla a Sophie que no ha dejado de abrazar ni un momento el elefante que ayer le dio Saga. Mi niña adora a Saga, pero ¿yo lo adoro a él o a su hermano? Mis sentimientos son una maraña que no consigo desenredar… me siento tan confundido.

   

Durante estas semanas he estado saliendo alternativamente con Kanon y con Saga, a veces salimos los tres juntos, además de las “salidas familiares”, como las llama Kanon  en las que los tres junto con Sophie vamos a algún paseo o al cine.  Pero nada de eso me  ayuda a descifrar mis verdaderos sentimientos hacia ellos. Ni siquiera la idea de Milo resultó de ayuda…el escucharlos hablar así de mi lo único que hizo fue que mi indecisión creciera.

 

- ¡Kanon! ¡Date prisa, recuerda que aún hay que llevar a la nena a la guardería!- grita Saga después de beber lo que quedaba de su café. – Pececito, ¿la princesita está lista?- me dice después de besar mi mejilla.

 

- Lista y dispuesta a irse contigo.- le digo al ver los esfuerzos de mi Sophie por sujetarse a la corbata de Saga. Él sonríe y levanta a Sophie de su sillita, toma su mochila y se dirige a la puerta, yo lo sigo. Kanon corre hacia la cocina, toma una manzana y con ella en la boca corre hacia nosotros.

 

- Saori me va a matar… aún no término mis malditos informes mensuales y dijo que los revisaríamos esta tarde.

 

- Eres un reverendo estúpido Kanon, ¿no te acuerdas que la fastidiosa acaba de salir de viaje? Te lo dije ayer antes de regresar a casa, pero claro, como estabas chateando con tu amiguito Sorrento seguramente no me escuchaste. Y seguramente tampoco escuchaste que estará fuera por dos maravillosas semanas y no tendremos que preocuparnos por ella. – la sonrisa radiante de Saga no es suficiente para hacerme pasar por alto que Kanon se pasa el tiempo hablando con ese Sorrento.

 

- Oye, estábamos tratando un importante detalle del contrato entre la corporación Kido y  la naviera de Julián Solo.

 

- Sí como no, sí te ríes como idiota cada vez que hablas con él.

 

- Oye el chico es simpático pero a mi solo me gusta un ser acuático.- dice Kanon mirándome.

 

- Ay ya cállate o vamos a llegar tarde otra vez.- dice Saga saliendo del departamento. A mi aún no se me pasa la molestia, ¿de qué puede hablar Kanon con ese insípido de Sorrento? Y algo más, ¿por qué me he puesto así de enfadado?

  

¡Estúpido Kanon! ¡Estúpido Saga! ¡Estúpido de mí! Si solo me decidiera por uno de ellos…

   

Me subo al auto sintiéndome todavía muy molesto, Kanon ni siquiera lo ha notado pero Saga sí.

 

- Oye pececito, no se te olvide que pasaré por ti para comer, no lo olvides, a las dos.- me dice Saga sin dejar de mirar al frente.

 

- ¿Vas a salir con el ogro?- me dice Kanon con carita inocente.

 

- Técnicamente no es una salida, solo vamos a comer y punto.- dice Saga en tono cortante.

 

- Ay sí, como no… sí no te conociera.- murmura Kanon.

 

- ¿Sí no me conocieras qué? A diferencia de ti yo sí hago las cosas en serio y no me gusta jugar con las personas. – dice frenando bruscamente frente a la guardería donde dejo a Sophie.

 

-Uy, hoy nos levantamos con el pie equivocado ¿verdad Saguita? No esta hablando en serio.- dice Kanon mirándome.

 

- Mejor cállate de una vez si no quieres que te demuestre que tan en serio hablo.

 

- Este… ahora vuelvo, no se maten por favor.- digo tomando a Sophie en mis brazos. Vaya que Saga está furioso, no puedo creer que esto me pase a mí.

  

Dejo a Sophie en la guardería y regreso con los gemelos lo más rápido que puedo. Odio verlos pelear así, es como si de verdad se odiaran… y no me gusta verlos así. Cuando vuelvo al auto me encuentro a Kanon solo, está sentado sobre la cajuela y me mira con cierta tristeza.

 

- ¿Y Saga?- le pregunto.

 

- Dijo que prefería tomar un taxi, acaba de irse. Vamos, no quiero que se te haga tarde. – se le ve triste, creo que esta vez no fue una de sus tontas peleas, esta vez fue en serio.

 

- Nos vemos después Kanon.

 

- Te veo en casa pececito. – dice dándome el ya acostumbrado beso en la mejilla. Bajo del auto y lo veo alejarse, de verdad está triste, si Saga pudiera ver cuanto lastiman a Kanon  las peleas que tienen probablemente no pelearía con él de nuevo.

   

Entro en el enorme edificio que alberga el gimnasio donde trabajo desde hace casi seis meses. Milo no se equivocó, nadie esperaría ver al glamoroso Afrodita de Piscis en un lugar semejante como empleado, y aquí estoy, siendo el mejor instructor que el gimnasio tiene. Llegué aquí por recomendación de Saga, de hecho él se encargó de insistir en que me contrataran.

   

Mientras comienzo con mi rutina diaria no puedo dejar de pensar en los gemelos. Creo que jamás olvidaré lo que escuché aquella tarde en casa de Milo. Todo fue parte de un extraño plan de mi mejor amigo para ayudarme a definir mis sentimientos hacia los gemelos, fue hace dos semanas, la escena con Death Mask y lo que le conté sobre Kanon le dieron la idea a Milo. Aquella tarde Milo dejó  Asier y a Sophie con Camus y Shaka, les dijo que iríamos a dar un paseo y tal vez iríamos de compras, la sola mención de ir de compras basta para ahuyentar a Camus así que no tuvimos que darle mayores explicaciones. Milo me llevó a su casa y me explicó en que consistía su plan.

 

- Mira pececito, es importante saber que tan en serio van esos dos contigo. Tú ya no estás para andarte con juegos, así que los haré hablar.

 

- ¿Y cómo piensas hacer eso? Conociéndolos antes se suicidan que admitir que sienten algo por alguien. – dije, Milo se rió.

 

- No te preocupes, el papel de amigo furioso me sale muy bien y verás que los hago confesar.

 

- Bueno, está bien, pero ¿yo que tengo que hacer?

 

- Nada. Solo quédate calladito y quietecito en tu escondite y yo hago el resto, así que ¿aceptas?

 

- Acepto.

 

-Entonces escóndete porque seguro que son ellos. – dijo Milo al escuchar el timbre. Poco después los gemelos entraban en la habitación contigua a la habitación en que Milo me había hecho esconderme. Los vi sentarse frente a Milo, ambos tenían cara de fastidio, en especial Saga que no dejaba de ver el reloj.

 

- Bicho, será mejor que te apures a decir lo que sea que quieras decir, más vale que sea importante, tengo una maldita junta más tarde y eso sí que es importante.- dijo Saga molesto.

 

- Estoy de acuerdo con el ogro feo, así que bicho habla ahora o te callo para siempre.

 

- Ay con ustedes no se puede hablar. – dijo Milo fastidiado- Si los hice venir a los dos no fue por el placer de verlos, sino por Afro.

 

- ¿Qué le pasó?- dijo Saga de inmediato, se sonrojó por su arrebato y se levanto para ir hacia la ventana.

 

- A él no le pasa nada, pero yo si quiero saber que les pasa a ustedes dos con él, ¿qué se traen ustedes dos con él?

 

- Yo nada, además te recuerdo que aquí el único degenerado es él.- dijo Saga señalando a Kanon.

 

- Ay si como no, ahora resulta que me llamas degenerado a mí, pero sí tú eres peor,  ¿o ya se te olvidó todo lo que hacías con tus amiguitos antes de que el pez llegara?

 

- ¡Eso es cosa que ni a ti ni al bicho les importa y lo que yo haga en mi habitación en privado es mi problema¡

 

- Bueno si van a seguir así mejor lárguense y por cierto, no se atrevan a intentar nada con Afro.

 

-Pero... ¿quién demonios te crees tú para decirme lo que tengo que hacer?- dijo Saga.

 

- Solo soy el mejor amigo de Afro y como tal lo tengo que proteger. No voy a dejar que se enrede con el primer estúpido que se le  ponga enfrente, y si no quieren nada con él, ¡entonces dejen de insinuársele, par de maniáticos¡

 

- Pero si nosotros no hacemos nada malo… - dijo Kanon apenado.

 

- Es cierto… nosotros solo queremos cuidarlo…- añadió Saga.

 

- Entonces sí sienten algo por él, ¿verdad?

 

- Sí ¿y eso a ti que te importa?- explotó Saga.

 

- Pues mucho porque soy su amigo.

 

- ¿Desde cuando sientes algo por Afro?- preguntó Kanon.

 

- Desde que lo conozco… pero él jamás me ha visto más que como un amigo. Y al parecer eso nunca va a cambiar. Lo amo sí ¿y de qué me ha servido? Lo amo desde que era un muchachito de trece años. Entonces me detuve porque él era muy joven, luego de detuvo su relación con Death Mask… y ahora me detiene que mi estúpido hermano está tan interesado en él como yo…

 

- Yo nunca te pedí que te detuvieras por mí… sí lo amas como dices amarlo entonces lucha por él conmigo o contra quien sea necesario, no seas cobarde Saga, díselo como yo se lo dije, él decidirá.

 

-Bah¡ Tú se lo dijiste porque eres un idiota pero yo no, no voy a arriesgarme a que me diga que prefiere a otro, o aún peor que te prefiere a ti. A mi no va a dejarme con el corazón roto. – dijo Saga.

 

- ¿Tanto te molestaría que me escogiera a mí y no a ti? – dijo Kanon.

 

- Pues… yo no sé… solo sé que tu no lo amas como yo lo amo, sé que ese Sorrento sigue siendo importante en tu vida y que en la mía no hay nadie más importante que tú y Afrodita.

 

- ¿Y qué te hace creer eso? Yo lo amo como jamás amé a nadie, ni siquiera a ti… - los gemelos se miraron a los ojos, me sentí horrible, estaban sufriendo.

 

- Así que lo amas aún más que a mi… debí suponerlo… debí saber que seguías siendo el mismo de siempre. Pero no te preocupes, no voy a hacer nada, ¿me oyes? Nada. Yo no voy a ser un obstáculo para ti.

 

- Ustedes dos están demasiado locos para mí.- murmuró Milo bajando la mirada. Los gemelos siguieron discutiendo sin prestarle atención, era como si todo lo demás se hubiera esfumado para ellos.

 

-Eres un idiota Saga… no he dejado de amarte, pero, tú… tú eres mi hermano y él no.

 

- ¿Y por eso lo prefieres a él?

 

- ¡Si solo pudieras entenderme!

- Te entiendo… entiendo que lo que tú y yo tuvimos, lo que aún tenemos,  lo que sentimos el uno por el otro no es lo que la gente acepta entre dos hermanos, que él y yo somos todo para ti, así como él y tú son todo para mí…

 

- Entonces no cometas más tonterías… - Kanon se acercó a Saga y depositó un suave beso en los labios de su hermano probando así las lágrimas saladas uno del otro. – Te amo Saga…

 

- Y yo a ti Kanon… pero también amo a Afrodita.

 

- También lo amo.

 

- ¿Y qué hay de Sorrento?

 

- Con Sorrento no hay nada, esa es la verdad.

 

- Más te vale que así sea.- dijo Saga abrazándolo posesivamente.

 

Milo y yo los vimos salir… me sentí fatal y mucho más confundido que al principio.

 

- Ay pececito, creo que en vez de arreglarlo lo pusimos peor.- dijo Milo abrazándome.

 
Notas finales: ojala les guste, en el próximo ya se define con quién se queda Afro, bye

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).