---Pasaron unas semanas---
La época de los exámenes se atravesó después de aquella hermosa confesión y su primer beso como pareja o bueno la simple acción de darse esa muestra de afecto.
Puede que sea muy poco tiempo, pero Milo y Camus formalizaron su relación delante de sus amigos, pues creían que no es para nada necesario ocultarlo.
Bueno, el chico de cabellos cerúleos es quien no lo ocultaría por nada del mundo, al contrario lo grita a los cuatro vientos hoy en día, y Camus… Bueno se avergüenza por el comportamiento de su ahora novio, pero acepta esta situación tan particular.
Después de todo, sabe perfectamente a lo que se metía al volverse novio del chico más hiperactivo del mundo, con un corazón tan grande que es feliz porque lata solo por él.
Sus amigos los felicitaron, aunque apenas estén en segundo año de instituto, es evidente que su amor llegara a crecer aún más de lo que alguna vez creyeron.
Todos felices de su unión como novios, claro que las burlas y bromas no faltan, pero siempre en los grupos de amigos es complemente natural.
Milo ya quería salir con su ahora novio a una preciosa cita, en donde quería planear todo a lo que tenía a su disposición para que fuera perfecta, pero claramente el peliaguamarino le dijo que primero los exámenes, ya después tendrían tiempo para salidas.
Siempre concentrado en sus estudios, leyendo, haciendo sus tareas y pasando los exámenes con maravillosas notas.
Si bien Milo no reprobaba, pasa las materias con notas decentes al menos, pero ahora siendo novio de Camus, cree que debe esforzarse más, por lo cual le pedía que estudiaran junto en la biblioteca, ya que ninguno de los dos está listo como para presentar a su novio a la familia, aunque en cierta forma sus padres lo saben, pero no mencionan mucho para no avergonzar a sus hijos.
Al final, esta época se acabó, las notas de ambos chicos han sido excelentes, suficiente para no preocuparse por tener que rendir algún examen de regularización y uno quedando en el cuadro de honor de este año como siempre.
Esto significa que es el momento de celebrar.
Como es costumbre en su grupito, todos quieren ir a comer juntos, para disfrutar que tienen un poco de tiempo libre, y sacando perfectas calificaciones.
Es algo de lo cual Camus apenas si participaba antes, pues a este grupo de amistad siempre estuvo renuente a pertenecer por su personalidad solitaria, pero ahora… Si bien le gustaría ir, convivir con ellos.
Tiene una mejor idea, en donde Milo no podrá aceptar esta salida, pues… Alguien ha pensado en algo mucho mejor.
O bueno eso lo cree.
-¿Vamos a celebrar?- Aioria sonríe, dando algunos saltitos, caminando a la par de su grupo de amigos.
-Seguro- El grandote de ellos va igual, pues obtuvo buenas notas.
-Me parece bien- Un pelilila asiente con una hermosa sonrisa, mientras camina más tranquilo.
Pero alguien mira de reojo a quien acaba de aceptar –Bien-
-Wow, si Shaka acepta venir significa que tiene un interés particular por ello- La burla del peli cerúleo se escucha, sabiendo también algo de ese rubio.
-Cállate- Un fuerte codazo golpea a quien le hizo la burla y va de la mano con el de ojos violetas.
-Ja, ja, ja, vamos no te enojes- Menciona con una agradable sonrisa –Déjame burlarme de ti ahora, porque no vamos a ir con ustedes- Suelta sus palabras, bastante tranquilo.
Lo cual revoca que se volteen todos algo sorprendidos, pues de todos, el chico de ojos aguamarinos nunca denegaba una salida de este tipo.
-¿Por qué no vienes?- Aioria se pegunta rápidamente aquello, ya que Milo era de salir cada que se pudiera.
-Bueno, es que mi hermoso Cubito me propuso algo diferente hoy- Revela esto con palabras que pueden malinterpretarse.
-¿Qué van hacer?- Por primera vez el rubio se interesa en esto, pero su tono denota algo de sorpresa incluso para él.
-Lo que haremos será…- Están a nada de hablar, pero es callado por el chico de alado.
-No tienen que saber lo que haremos- Responde de inmediato, con las mejillas sonrojadas –Vamos ¿Si?- Comienza a caminar, con la cabeza abajo, bastante apenado ahora.
-Oh, claro mi Cubito- Sonríe para despedirse de sus amigos –Saldremos en otra ocasión ¿De acuerdo?-
Sin más los dos jovencitos se van a una dirección opuesta a donde los otros pensaban seguir.
Los cuatro allí presentes, se quedan bastante atónitos, mirando hacia donde los novios se han ido, pero más impresionados están por el hecho de estar pensando muchas cosas que ni al caso.
Ya que dos se están imaginando cosas muy locas que van hacer los que se fueron, mientras los restantes están más interesado en seguir su camino para celebrar y bueno, no son de mentes tan sucias.
-Esto es raro…. Milo nunca declina las salidas de amigos- Menciona el castaño claro, mientras entrecierra sus ojos –Creo que es obvio lo que pasa aquí-
-¿Que tendrá por fin una cita con Camus?-
-¿Y que por eso prefirió ir con él a con nosotros en grupo?-
-¡¡¡NO!!!- Se queda pensativo un momento –Bueno si, y está bien, no existe problema, pero… también que…- Hace un silencio para efecto dramático –Nuestros amigos van a hacer el “Sin respeto”-
Es allí que el más alto se sonroja y abre los ojos bastante impresionado, mientras el rubio se queda en completo silencio, pues entiende a que se refiere.
Mientras el pelilila confundido, ladea su cabeza, pues esa frase no la conoce en sí, pero teme preguntar por los rostros de los otros dos.
-O puede que solo tengan una salida como tal y ya- Menciona más tranquilo, pero con cierta curiosidad.
-Es lo más obvio-
-Como sea- Sonríe con una cierta malicia, sin pensarlo mucho, toma la muñeca de Aldebarán –Vamos a espiarlos un rato y si no van a ninguno hotel volveremos con ustedes en un rato ¿Si?- Y acto seguido se va con el Latino para ir detrás de la pareja.
Dejando a un pelilila desconcertado y un rubio algo nervioso.
-Pero… ¡¡¡AIORIA!!! No hagas eso…- Mu intenta hacer entrar en razón al otro, pero es tarde, ya se han ido, dejando escapar un ligero suspiro y mirar al chico a su lado –Creo que iremos solo nosotros-
-¿No te molesta?- Rápidamente contesta.
-¿Por qué me molestaría?- Sonríe de forma gentil –Eres mi amigo, vamos a comer unas hamburguesas, la tuya será vegetariana, lo sé- Sin más, comienza su caminata hacia el lugar donde siempre se dirigen para esta celebraciones.
Seguido por un rubio, algo nervioso, pero sereno en su parecer, pues en este momento puede que tenga algo como así una “Cita” no declarada con el doncel que le gusta.
Mientras tanto en la caminata de Milo y Camus, ya ha rendido frutos, pues han llegado a donde es su destino.
Y es el precioso e inmenso acuario de su ciudad, uno que es muy preciado para el peliaguamarino y que deseaba compartir con Milo.
Mientras Camus está tranquilo, caminando de la mano del peli cerúleo, el cual parece niño chiquito de nuevo, pues no había vuelto ir desde hace muchos años atrás.
-Oh, que lindos peces- Apenas si observa algo, de inmediato otra cosa llama su atención –Wow, ¿Es una estrella de mar?-
-¿Acaso no habías venido al acuario?- Le pregunta curioso, mientras sus pasos siguen firmes, hasta algún punto del recinto.
-No desde que mis padres se divorciaron- Dice aquello como si nada, pues ya está acostumbrado a ese hecho, hasta sonríe tranquilo, pues está muy feliz por el hecho de estar volviendo a un lugar que tiene gratos recuerdos.
Por las palabras del peli cerúleo, sus ojos se abren de par en par, incluso provocando que se detenga sin más, para mirar al chico que robo su corazón.
Fue allí que pensó, que su sorpresa sería algo que no le agradaría a su novio.
-Si te incomoda, podemos irnos- Podría pensar en otra cosa, lo que menos desea es que se ponga triste su Milo.
-No te preocupes mi Cubito- Sonríe, pues al parecer no le afecta mucho este hecho –Solo deje de venir, porque mis padres no podían hacerlo, sabes…- Le susurra al oído –Este fue el lugar donde se conocieron, la razón por la cual no quieren venir, les trae recuerdos, pero… Yo… Por eso no venía solo- Mas se aleja un poco del contrario, para sonreírle y tomar ambas manos –Pero ahora, que tú quisieras traerme aquí, para una linda cita, se volverá mi lugar favorito por que será ahora nuestro-
Es un sol de chico, aunque sea un lugar triste para su familia, Milo siempre vera el lado bueno, entendiendo que lo ocurrido con sus progenitores no debe tomarlo como propio, solo respetar lo que ambos han decidido.
Creyendo que cada cosa es hermosa y tendrá nuevos recuerdos con su amado peliaguamarino.
-Milo…- Susurra ese hermoso nombre, pues el chico que le dedica estas palabras, lo hace sentir que su corazón se estremezca tanto.
-Sabes Cubito, el acuario y el zoológico son mis lugares favoritos de la ciudad- Declara esto, sujetando con firmeza esas delicadas manos que son capaces de interpretar preciosa música en diferentes instrumentos clásicos –Adoro a los animales, y como sé que esos son los únicos lugares donde los puedo encontrar, me encantan-
Un secreto que puede ser que no conozca el peliaguamarino, conocía la fascinación de su bichito por los animales venenosos y ponzoñosos, más que nada por los escorpiones, pero que le digiera algo tan privado como su familia y gustos, con esa cálida sonrisa y los brillantes ojos.
Es algo que logra provocar algo incierto en su corazón, que lo obliga a pensar que Milo es tan buena persona, dulce y todo lo que lo hizo pasar, sin duda merece ser tan feliz ahora.
Y Camus está dispuesto a darle esa felicidad ahora, porque su corazón le pertenece a él, como el de este al adolecente enfrente.
-Ven- Sin importar que no se deba correr, el peliaguamarino está decidido, a llevar a su novio a un punto muy hermoso del acuario, que es el favorito de chico culto.
-¿Eh?- Sorprendiendo a Milo -¿A dónde vamos? ¿Qué no era el acuario?- Pregunta confundido.
No obtiene respuesta alguna, pues el caminar rápido, corriendo de repente que no ahí guardias es lo principal, hasta, después de unos cuantos pasillos, se llega al lugar más hermoso.
-Es aquí...- Camus menciona, con un tono serio y sus mejillas sonrojadas.
-¿Aquí?- Confundido, mira cómo se ha detenido su peliaguamarino, para darle paso al otro.
-Solo camina…- Acto seguido, a donde ingresan es el habita de las medusas.
-Esta algo oscuro… No creí que…- No termina de hablar, cuando de entre la tenue oscuridad, se puede ver pequeños puntos en el techo y alrededor, pues en la enorme pecera que se encuentran los animalitos, cientos de medusas fosforescentes se encuentran, aquellas que proyectan una luz natural, logran un ambiente tan particular –Wow…- Los ojos de Milo brillan, su boca abierta no da créditos a lo que ve.
-Este siempre ha sido mi lugar favorito…- Sin dejar de sujetar esa mano firme –Desde que soy niño conozco este punto y es maravilloso… Me inspira a crear cosas maravillosas con notas musicales…- Ahora era el turno del peliaguamarino confesar algo importante para él.
-¿De verdad?- Pregunta, sin dejar de ver la maravilla que no conocía, pero prefiriendo mejor observar la que anhela y ama tanto.
-Solo tú serás el único que puede ver esto conmigo ¿Si?- No es muy adepto de decir cosas cursis o demostrarse meloso, por eso, esto le parece la mejor idea para su primera cita, un lugar con un significado que sin querer resulto ser preciado para ambos y ahora más.
-Claro que sí, solo contigo sería feliz en cualquier lugar y…- Mira al peliaguamarino, para dedicarle una sonrisa, y sin pensarlo más, robarle un dulce beso, uno de esos que ya le hacen falta.
Camus corresponde, sumamente rojo, pero el beso es algo que necesitaba también.
-Toda la vida estaremos juntos ¿Me soportaras?- La pregunta con un tono burlesco, pues reconoce que su personalidad no es tan de aguantar a veces.
-Te acepte como novio, claro que si… Me gustas mucho… Y te quiero- Para este punto, ya el peliaguamarino no puede aguantar más, se abraza del contrario para ocultar su rostro en ese pecho que siente el latir.
Milo se sorprende de ese acto, pero le parece tan dulce y adorable por parte de quien ama, que se refugie en él.
Atina a estrechar ese frágil cuerpo de doncel contra el suyo, para que así un abrazo se dé y de esta forma admirar el espectáculo de las medusas fluorescentes, en un instante que es solo suyo.
De nuevo no se dan cuenta que son observados por dos espías, que si bien se dan cuenta que mal pensaron, uno aprovecha para tomar una linda foto de esta pareja.
-¿Por qué haces eso?-
-Para una extorción-