---Algunos meses después---
El famoso festival de invierno llega al Instituto A.T.E.N.A. Lo cual significa que los padres o tutores legales de los alumnos están presentes, para ver su desempeño en los clubes.
De hecho, cabe mencionar que actualmente hay más variedad que en antiguas épocas, en donde existían más por prestigio estas actividades que por diversión.
Esto dando oportunidad a los alumnos a tener más opciones, y que antes, si es que no encontrabas nada, el club de dibujo o arte era tu última alternativa.
Si bien, un evento del pasado con llevo a ser un club más apreciado, actualmente hay bastante adeptos de este, y uno de ellos es precisamente el joven chico de cabellos cerúleos, que en estos momentos se encuentra presentando su más hermosa obra de arte.
-Damas, caballeros, Cubito y…- Mira de reojo a su amigo con el cual está actualmente bastante molesto –Demás…-
-¡¡¡OYE!!!- Furioso le grita.
-Les presento mi aportación para este festival, y es…- Descubre el cuadro, dejando ver aquello de lo que siente bastante orgulloso –El retrato del amor de mi vida, Camus Acuariom, y mi novio- Menciona esto con un gran orgullo, dándole igual algunas risitas de sus demás compañeros, que el peliaguamarino este todo rojo como tomate y claro que los padres de este estén mirando dicha pintura.
Todos sin palabras al ver con claridad, pues el lienzo está muy bien trabajado, los colores resaltando donde deben, las sombras, el volumen, la silueta, por completo el modelo se ve sumamente perfecto, dejando en claro que Milo a capturado la belleza de su novio, aunque claramente ni con todas las habilidades del mundo, una pintura jamás le haría justicia a Camus.
Como niño chiquito, Milo se mueve de un lado a otro, intentando mostrar de mejor forma la pintura, pues no desea que nadie se perdiera de ver a su musa, pero a la vez para dejar en claro que él está de novio del más hermoso doncel del mundo y que nadie se atreviera a tocarlo.
-Por favor trágame tierra…- Susurra por lo bajo el chico de ojos violetas, nervioso por como las miradas de repente se detiene en él.
-Te ves bien Camus- Uno de sus amigos más cercanos intenta animarlo.
-Eso lo dices por que no te están avergonzando a ti…- Le menciona con desanimo, y un rubor en las mejillas.
-Pero debes aceptar que es algo muy lindo de parte de Milo que seas su inspiración y modelo, ¿No crees?- Como siempre tiene las respuestas correctas para todo acontecimiento, es la naturaleza del pelilila.
Si bien Camus está bastante feliz por como su novio esta, eso no evita sentir la presión y mirada que se clavan en su ser, por ahora ser parte del centro de atención e imaginar que dirán sus padres.
En este tiempo que son pareja, no se habían presentado a las familias de forma correcta, usualmente en esta época poco se estila esto, además de tener a padres ocupados o divorciados, las posibilidades de que todos estén reunidos eran escasas.
Y habiendo decidido en esta ocasión presentarse de forma tranquila en un ambiente casual a la familia del otro.
Pues, puede que sea muy temprano para decir algo, son jóvenes aun desde luego, pero… Han pensado que su relación ira más allá de solo novios de instituto, si no que… Si las cosas marchan bien, durante la universidad y después, el contraer matrimonio no sería algo difícil.
-Así que… ¿Ese chico es tu novio?- Un hombre de cabellos azules, bastante alborotados y una mirada que si bien puede aterrar a cualquiera, y una sonrisa que no es nada amígale se dibuja en su rostro.
-Si- Asiente firme, pero mirando preocupado a quién le pregunto.
-Veo que tiene un gran talento para la pintura- Un hombre de una complexión más delgada que el anterior, de cabellos verdes apagado, ojos violetas como los de Camus, pero ocultos detrás de unos lentes, dedica una mirada inquisidora y analítica al chico aún en el escenario.
-Milo, es muy bueno dibujando y pintando, sobre todo retratos- Siente la necesidad de saltar en defensa de ese chico que ama.
-Pues más se le nota lo loco que esta por ti- La respuesta suena algo de burla.
-Bueno, eso es… Por qué…- Se siente más avergonzado, pues recuerda a como se comportó cuando fue su turno de presentar a su club.
En el momento en que tocaba el violín, podía notar como Milo grababa todo con su celular y le pidió a su amigo en común Aldebarán que le tomara miles de fotos, algo que no pasó desapercibido por la mayoría de los participantes y padres como alumnos.
Y que al final de la interpretación de esa pieza maestra, el peli cerúleo ovacionó de pie y vitoreaba el nombre de su amor a viva voz.
-No te preocupes tanto Camus, tu padre es exactamente igual de efusivo- El hombre de lentes aclara este punto, mientras le pone ambas manos al menor en los hombros para darle confianza.
-Oh, vamos mi Degelcito, si yo era más tranquilo- Sin duda el sarcasmo hecho persona.
-Kardia, hiciste cosas peores y más llamativas cuando conociste a mis padres- Refuta de inmediato el hombre de serena mirada.
-Pero me gane a mis suegros y henos aquí, años después en la misma aburrida escuela, ahora viendo los festivales estos en donde nuestro mini tú esta- Revuelve con ternura los peliaguamarino cabellos del menor.
Es imposible enojarse de alguna forma con este hombre, si siempre encuentra la forma de sacarle una sonrisa a sus dos seres más preciados.
Y si bien, su familia lo es todo para él, no negara que este evento es aburrido, solo se emocionó cuando miro a Camus siendo la viva imagen de Degel en aquella época, por su hermosa interpretación de la misma pieza de música.
Mientras conviven y siguen apreciando las presentaciones de arte, otros dos hombres se encuentran juntos, aunque algo incomodos, pues su relación había terminado de la mejor forma posible…
Claro más si se tiene un hijo de por medio y que el chico les pidió que asistieran por lo que sucedería después.
-Ja, ja, ja, Milo siempre tan animado- Un hombre de cabellos rojizos largos atados en lo que parece una coleta baja, menciona esto con una enorme sonrisa.
-Si… Es bueno verlo así- Un doncel de cabellos turquesas, igualmente largos y atados en una coleta baja, agrega como comentario casual al otro.
-Sí, me impresiono su pintura- Mira un poco a ese hombre con quién compartió mucho –Ni siquiera a mí me dejo verla, me ha dejado impresionado-
-No quería que nadie la mirara hasta este día, deseaba que fuera una sorpresa- Un suspiro sale de sus labios –Sobre todo dijo que quería impresionarte a ti y a ese niño-
-Pues lo consiguió- Asiente gustoso.
-Heredo ese talento tuyo- El tono sonó más suave que las demás oraciones.
-Me alegro mucho que eso obtuviera de mi- Sonríe tenuemente, intentando no incomodar.
No existieron más palabras entre ambos ex esposos, sin duda la situación es rara, nunca sabían que más decir que no fuera su hijo como tema principal.
Ambos están allí, más que nada por ver a Milo y la petición que los quería a los dos, porque debía presentarles a alguien muy importante.
Sin más la exposición del club de arte se acabó, y seguiría el de fotografía, pero los jóvenes se lo perderán un poco e igualmente sus padres, pues querían ya decirles sobre su relación.
No es algo que estuvieran ocultando, pero deseaban hacer las cosas bien desde un inicio, aunque dejaron pasar algo de tiempo.
Aunque primero las felicitaciones a Milo por ganar el segundo lugar en el concurso que se da ahora en su club, sin embargo muchos mencionan que su obra era para el primer lugar, pero para el peli cerúleo le pareció bien, pues eso significaría que su pintura podría ir con él, no como la del premio máximo, que se queda resguardada en exposición de la vitrina en la escuela por todo un año.
Después de eso, los amigos de ambos se van para continuar con el seguimiento de clubes y mostrar cómo ha cambiado la escuela a sus padres y tutores, que en su mayoría ha cambiado.
El momento a cardiaco llego, es ahora o nunca, decir todo y de una vez saber lo que piensan aunque son muy jóvenes, su palabra vale mucho sin duda.
Si bien, el peli cerúleo es el más aventado al hablar, se siente tan intimidado por como el padre de Camus lo ve, alguien que sin duda podría ser el que se oponga de inmediato a que digan que son novios y más cosas, las palabras no salen a como desea.
Esto claramente lo nota Camus, y es normal que la gente se sienta así alrededor de su padre, pues es de carácter bastante burlón y sabe cómo hacerse el malote, cuando es tan dulce y amable solo con los que quiere.
-Papá, padre, les quiero presentar a Milo Escorpiosh, y a sus padres, el señor Mystoria Acuario y el señor Écarlate Escorpiosh- Su rostro sereno, la tranquilidad hecha persona, pues está haciendo su mejor esfuerzo para que la conversación sea fluida.
Y de paso darle luz verde a Milo de que continúe, pues debe hacerlo como lo habían practicado.
Solo la mirada de su cubito es suficiente para hacerlo entrar en razón.
-Y yo… Quiero presentarles a Camus Acuariom y su familia… Sus padres, su papá… Degel Acuariom y su padre… Kardia… Escorpio…- Sí que ahora se le ocurre tartamudear.
La situación es realmente curiosa, rara y algo incomoda, pero… Funciona en cierta forma.
-De hecho, tome el apellido de mi esposo, así que sería Kardia Acuariom también, pero detalles, detalles- Al parecer el peli azul, con una mirada algo desquiciada, se compadece un poco del chico –Mucho gusto señores, padres del novio de mi pequeño- Sínico en sus palabras, pero sincero, no para ofender.
-Mucho gusto- Asiente el pelirrojo, con una enorme sonrisa, para extender su mano.
-Al parecer los niños se esforzaron mucho- El hombre de lentes, igualmente extiende su mano al otro doncel.
-Creo que si- Estrecha la mano de Degel –Es algo lindo de ver-
Al parecer no existe mucho conflicto entre padres, pero aún falta algo que es más formalidad, pensada por los adolescentes.
-Y bueno… Camus y yo somos novios, creo que ya lo saben… Ja, ja, ja, pues es evidente ¿No?- Milo no es bueno sobrepresión, las cosas parecen escaparle más fácilmente.
-Espero que no exista ningún inconveniente en que tengamos una relación de noviazgo, decidimos hacerlo de esta manera, pues fue una que se nos ocurrió para que todos estuviéramos reunidos- Al parecer Camus tiene un toque diplomático para estas situaciones.
Los adultos miran a los más jóvenes y luego entre ellos, en cierta forma, es como ver su época estudiantil en donde conocieron a esa persona con la cual procrearon a sus criaturas respectivamente, si bien unos aún viven su amor a todo lo que pueda dar, los otros dos han dejado que ese sentimiento se estanque y se aleje, pero igual es agradable de repente recordar.
-Creo que era algo obvio lo que ocurría, pero no querían aun admitirlo del todo ¿Cierto?- Mystoria fue quien hablo ahora.
-No ahí para nada de inconveniente- Degel da su consentimiento desde luego, aunque es algo que ya se tenía.
-Solo pórtense bien, sé que eso no será problema- Écarlate, da igualmente su aprobación.
-Nada de nietos, ni el método, hasta que mínimo terminen un doctorado- Kardia por su parte, está de acuerdo, pero sus chistes en doble sentido no pueden faltar.
-Padre, por favor…- Camus siempre será avergonzado por alguien de cabellos azulados, si no es su padre, es su novio, pero ese es el toque de amor que siempre ha disfrutado en su vida.
-Creo que es importante hablar de esos temas- El pelirrojo de coleta baja, asiente tranquilo en este punto.
-¡¡¡¿PADRE?!!!- Milo ahora se altera y se pone igual de rojo que su novio.
-Pero este no es el lugar para hacerlo- Ese doncel quien dio vida al peli cerúleo, sale a defender a los chicos, de no apenarlos en una situación así.
-Estoy de acuerdo, mejor sigamos viendo los demás clubes- Una pequeña risita se demuestra en el de lentes –Esto trae varios recuerdos, ¿No cree?-
-Sí, aunque yo estudie en otro instituto, ya que no soy de este país- El de cabellos turquesas comienza una conversación bastante casual con Degel.
-Me agradas- Menciona Kardia con una sonrisa, para acercarse al pelirrojo –Tienes sentido del humor-
-Es bueno ejercitarlo de vez en cuando- Se encoje de hombros, para seguir la conversación con el de cabellos azuleados.
Esto sí que es impresionante para los dos chicos, tanto se preocupaban de que algo mal saliera y resultó ser bastante tranquilo, de seguro estuvieron pensando en mil cosas y que al final resultaran erradas y que bueno, pues es mejor disfrutar el festival invernal, y más si es en compañía de quien amas, la familia que posiblemente en un futuro se haga más grande.
-Mi cubito- Le toma la mano izquierda.
-Dime- Le susurra con tranquilidad, mientras camina a su lado.
-Creo que nuestros padres se llevan bien- Serie con la mayor tranquilidad del mundo.
-Sí, creo que sí, eso es algo bueno ¿No?- Curios por la respuesta.
-Sí, significa que podre ser tu esposo en algún futuro- Sonríe sin pensarlo, quería robar un beso de sus labios, pero ahora hacerlo es muy atrevido y ahí si arruinaría todo.
Algo rojo, baja su mirada, una delicada sonrisa se posa en sus labios –Creo que si…- Aprieta más su mano a la del contrario –Te amo-
Las hermosas palabras que desea escuchar eternamente –Te amo tanto mi cubito-
Tal vez no tienen oportunidad de darse un beso, pues es mejor no alterar las aguas, pero al menos un “Te amo” y que vayan tomados de la mano se dé.
Con lo cual seguir a siguiente evento, y por ingresar al club de fotografía, las dos familias han sido fotografiadas, como el recuerdo de este festival.
Y una tercera en donde los seis se reúnen para una al estilo grupal, se puede hacer, pues a lo que ven los miembros, vienen juntos.
Claro que Camus y Milo en medio, de lado de cada uno de sus familias, como si representarán una unión por medio de los dos adolescentes.
¿Algún aviso del futuro?