---Tiempo después---
Los años han pasado, la época estudiantil terminado, pues el tiempo no perdona.
Pero claramente no siempre es algo malo.
Es ley de vida, que así suceda.
Además esto es sumamente favorable para nuestra querida y preciada pareja, pues actualmente ambos, ahora jóvenes adultos, se encuentran ya en su etapa de trabajar.
Camus había estudiado para ser biólogo marino, su fascinación por este mundo acuático jamás se esfumo conforme la edad, sino que solo aumento, además que al tener a su papá con esa profesión, pues conoce muy bien el ambiente.
En cambio Milo escogió algo más relacionado con los hermosos animales, aunque más con los venenosos y ponzoñosos, la Zootecnia fue su mejor opción.
Y de hecho le fascinó, siendo capaz de cuidar del animal más grande y salvaje que pueda, hasta los escorpiones a los que dedico tiempo.
Incluso sorprendiendo que sus picaduras no le ocasionarán mayor dificultad que cierto dolor e hinchazón.
Sin duda desarrollo inmunidad a ese veneno, pero se recomienda de no hacer esta proeza, solo es para personas profesionales, mayores y que están dispuesta a aguantar cualquier dolor por su propi gusto y necesidad.
Durante su época universitaria, si bien sus carreras están estrechamente relacionadas, no pasaban mucho tiempo juntos, pues ya es una etapa que te consume mucho tiempo, por lo tanto las veces que se lograban ver las disfrutaban tanto.
Sus graduaciones, el momento de las felicitaciones por sus familiares y amigos, las fiestas que pudieron ya disfrutar, los instantes que su amor sin duda solo crecía y se volvía más fuerte.
No tuvieron mayores peleas que de repente algunos celos de parte uno del otro, aunque nunca fueron motivos para terminar.
Pues los dos siempre se han respetado y amado mutuamente.
Incluso cuando un chico intento cortejar al peliaguamarino, Camus solo le advirtió que si seguía fastidiándolo no se quedaría sin un buen golpe.
Surt fue alguien muy terco, que no quería dejar escapar a ese hermoso doncel, aunque este tuviera novio, no respetaba eso.
Milo varias veces lo confronto por estar molestando a Camus, pues entre ambos no existían secretos.
El peliaguamarino, le pedía a su novio que no peleara a los golpes con ese cabellos de menstruación, pues solo lo metería en serios problemas, ya que la universidad no toleraba este comportamiento.
Además que no se perdonaría que eso le llagara pasar a su novio, ser expulsado por no lograr hacer que un imbécil lo dejara en santa paz.
Sin embargo aun con esto, el peli cerúleo jamás dejo de proteger y defender a su novio, contra quien fuera, no permitiría que le faltarán al respeto.
Varias veces estuvo a punto de ser atrapado y solo a una estuvo a casi nada de ser expulsado, por manipulación de ese tipo llamado Surf, que le tendió una trampa para que se largara de la universidad y tener el camino libre con el peliaguamarino según él.
Pero eso no lo logro por solo el hecho que la verdad se descubrió y al final ese pelirrojo fue el verdadero expulsado, por el motivo de que casi abusaba de Camus, sin duda no se dejaría vencer, aunque con esto logro incluso orden de restricción y algo de cárcel.
Mejor así, pues Milo lo deseaba matar, aunque no lograra herir a su amor, no perdonaría que lo hubiera tocado de esa manera y asustarlo a ese grado.
Con todo que paso en su contra, aun así su relación siguió fuerte, duradera, hermosa y tierna a ambas partes.
Prometiéndose amarse eternamente, sin importar quiénes intente interponerse.
Igualmente el peli cerúleo tuvo alguien que le coqueteo durante un tiempo, pero esa mujer de cabellos verdes, fue más sensata en dejarlo tranquilo cuando fue rechazada algunas veces.
Fue terca, pero no tan idiota como otros.
En fin, situaciones que llegan a pasar en la época universitaria, donde ambos chicos han demostrado que eso jamás los alejara.
Ni cuando sus prácticas les hicieron irse a diferentes ciudades por un tiempo.
Lucharon por tener trabajo cerca, lográndolo… Volviendo a su preciada cuidad.
Uno en el enorme acuario que sigue siendo un atractivo turístico y también por su cuidado con la vida marítima de la costa cercana.
En cambio Milo consiguió el puesto que deseaba en el zoológico, junto a los escorpiones, siendo el más joven integrante del equipo y quien al parecer y con miedo de muchos, es el único que esos animales venenosos y sus demás miembros, no llegan ni a herir a este chico.
Se dice mucho que pareciera que les hablara, algo que le hace mucha gracia.
En fin, un montón de cosas que han estado viviendo ambos chicos, con altas y bajas, risas, llantos, enojos, momentos de aventuras extremas y otros donde ver una película, cenar o quedarse dormidos juntos es lo más hermoso.
Sin embargo, el tiempo ha transcurrido, terminaron sus estudios y tiene trabajos estables, bien pudieron haber vivido juntos si lo deseaban, pero… La familia del peliaguamarino es más tradicional, a lo cual denegaron ese hecho, prefiriendo que los dos jovencitos se casen antes de que eso ocurra.
Algo que apena mucho aun a Camus, pero para Milo era lo mejor y una excelente idea…
Ahí la razón por la cual jamás dejo ir ninguna oportunidad de un brillante futuro, pues luchaba por su preciado cubito, su amado Camus, que desde esa primera vez que una foto fue su razón para unirse un tanto más, pero el resto dependió de ellos.
Por lo cual… Milo preparó una sorpresa para este día, en donde… Sería mucho más valiente y hará su mejor movimiento, para demostrarle a quien ama… Que está dispuesta a vivir por siempre a su lado.
A sabiendas que Camus no es nada partidario de lugares muy concurridos, prefiriendo la privacidad ante todo.
Algo hermoso fue lo que se le ocurrió, en un lugar tan preciado para ambos… Con grandes significados, y cambios bastante expuestos.
Sin importar que sea una zona de trabajo de uno, obtuvo el permiso necesario para hacer esta locura, que sin duda se puede referir a lo que está haciendo el peli cerúleo.
-Milo, ¿A dónde me llevas?- Le da cierta gracia, pero a la vez miedo de lo que tendrá en mente su bichito.
Ya que el peliaguamarino se encuentra con los ojos vendados, siendo llevado con sumo cuidado de lado por el peli cerúleo, que no puede evitar estar sonriente y emocionado por esto.
-Ya lo veras, no te preocupes mi cubito- Dedica un beso en la frente de su novio, con una boba sonrisa.
Ambos lucen realmente bien, Milo le dijo que sería una cita casual, solo saldrían a dar un paseo, pero eso no evitaba que el joven de piel blanca se vistiera elegante, no con saco, pero si con una camisa azulada y pantalones azul marino de vestir, que hace acentuar su hermosura natural.
Igualmente el peli cerúleo vistiendo un pantalón negro y una camisa roja, salvo que su cabello se ve ahora un tanto más arreglado de arriba, pero su alborotada melena no es controlada.
Cada paso es con sumo cuidado, para que el peliaguamarino no caiga, de a poco se adentran al principal lugar, sintiendo el piso diferente debajo de su suelas, pero no pasa nada.
Solo provoca más curiosidad en el joven hombre que no logra ver nada.
Su paseo duro en cierta forma corto, aunque al estar vendado de sus ojos desde que salieron de su casa, por petición se su novio, sí que le hizo sentir más largo el viaje, pero cumpliendo su promesa.
Puede verse nervioso, pero confía en ese hombre de mirada seductora y sonrisa preciosa, que solo le pertenece a ese doncel.
Al fin llegan a su meta, lo sabe Camus porque Milo se detiene, dejando escapar un suspiro y sujetando con fuerza la mano blanca.
-¿Ya llegamos?- Pregunta el peliaguamarino con cierta curiosidad.
-Si… Pero aun no te quites la venda…- Titubea un poco, tragando algo de saliva, pero decidido sin falta.
-Bien… ¿Que planes hacer esta vez?- Le cuestiona con curiosidad, abriendo levemente su boca.
-Ya lo veras…- Su voz es suave, con algo de nervios, pero eso está muy bien para él.
Los breves minutos en donde se preparó mentalmente, sin dejar de sujetar la mano de quien ama, necesitando valor para continuar, pues quiere que sea perfecto.
Mira el escenario, está perfecto, pero primero quiere hacer la pregunta que cambiará la vida de ambos, una que es mágica por completo, pues… Los unirá con la respuesta que del peliaguamarino o los separa.
Al fin se siente listo, suelta esa delicada mano que ha besado mil veces y seguirá haciéndolo, pues adora el sabor de esa piel tersa.
-¿Qué pasa?- Se preocupa por esto, ya que su bichito jamás era de soltarle la mano de repente, al menos que algo ocurriera.
-No te asuste mi cubito, solo… Descubre tus hermosos ojos- No podía quitárselo el mismo, pues ahora se encuentra en posición, temblando por que sea demasiado cursi, pero es lo que nació de su corazón.
-Bien, pero… ¿Milo, que te pasa? Estas actuando algo…- Hacia esta pregunta, mientras quita el nudo detrás de su cabeza, para que esa pañoleta caiga a sus manos, pero siendo mejor dicho hasta el suelo, pues Camus no la tomo por la sorpresa de encontrar lo siguiente.
A la altura de su vista aprecia el acuario nuevamente, la zona de las medusas fluorescentes, las luces están desde luego apagadas, dejando que ellas iluminen con su preciosa luz natural, pero… De igual forma al centro ve algo colgando… Una de esas mantas en donde se le la leyenda “Te amo mucho, mi hermoso cubito”. Algo que sin duda solo se le ocurriera a Milo.
De igual forma, debajo de este punto, una pequeña mesa con dos sillas, velas, algunos platos tapados aun y una bandeja de pan, elegante, sencillo y romántico.
Con el toque de pétalos de rosas aqua y cerúleo en el piso
Aunque, lo más asombroso es cuando baja la mirada levemente y ve a su novio, ese hombre que hace que suspire a diario y le provoca que su corazón lata demasiado.
Cubre con sus manos su boca, mirando con atención esos ojos aguamarinos, que brillan de amor absoluto, una sonrisa decorándolo.
Estando hincado, con ambas manos ofreciendo una cajita pequeña, abierta y dejando ver un precioso anillo de compromiso, de un color plateado y de centro un copo de nueve hecho de una piedra tenuemente azulada.
-M-Mi-Milo…- Susurra el nombre de su amor, sintiendo como su corazón lata demasiado rápido, y las lágrimas brotan de sus ojos por la emoción.
-Mi hermoso cubito, amor de mi vida, el ser más lindo y precioso del mundo, que ha robado mi corazón y deseo que lo tengas siempre… Desde que te conocí, desde esa primera vez que vi tu rostro en nuestro salón de instituto, no he podido, ni quiero quitarte de mis pensamientos- Comienza a recitar su verdad absoluta de amor, una confesión que siempre hace.
Al ver con mayor atención a su alrededor, están dentro de un corazón hecho con esos hermosos pétalos, sí que debió ser muy calculador cuando debieron entrar a ese punto, pero lo lograron.
-Así que…- Después de tomar un poco de aire –Te pido, te ruego… Que… Me vuelvas el hombre más feliz de este mundo y de los que siguen… Con el hecho de…- Estira sus brazos más y ruega con sus ojos, dejando escapar también lágrimas de emoción, pero conteniéndose -¿Quieres casarte conmigo? Prometo hacerte el hombre más feliz de la vida, y dedicarme a ti por siempre, hacer que nada te falte y… Si quieres tener una familia, o no… Tú decides… y…- Está hablando de más, su miedo al rechazo es inminente.
Pero… No puede seguir hablando, pues alguien se baja a su nivel, para rodearlo con sus brazos y darle un beso, uno lleno de amor y dulzura, en donde al parecer le está demostrando su respuesta.
La caja con el anillo queda en medio de ambos jóvenes hombres.
Sus mejillas están sonrojadas, sus cuerpos abrazados el uno con el otro, sus lágrimas de felicidad es imposible que paren.
Y es mejor así…
-Si… Acepto… Si quiero… Casarme contigo mi amor… Mi bicho… Mi Milo- Le dedica sus palabras de amor genuino, entre los besos que se dedican, evitando que su novio o mejor dicho ahora prometido lo mire a los ojos.
Milo no sale de su asombro, mucho menos de su felicidad, así que, solo atina a abrazar a quien tiene a su nivel, ambos están ahora en el suelo, uno hincado y otro de rodillas sujetándose fuertemente a su precioso amor.
-Gracias… Gracias… Mi cubito… De verdad yo…- Llorando porque por fin uno de sus sueños se está cumpliendo.
Pero… Alguien no quiere que deje de besarlo, ni de abrazarlo, además de que las lágrimas deberían parar, aunque ambos se dedican este momento.
En donde al fin se ha comprometido, de una forma bastante singular, pero hermosa, funciona para ellos.
Y es lo importante, que se conozcan a ese nivel, entenderse sin muchas palabras, conocer los gustos del otro…
Aunque las dificultades nunca faltaran, eso no tiene mayor importancia si el amor existe.
Fundiéndose en un abrazo con tiernos besos y sonrisas, ya después le colocara el anillo de compromiso en el dedo anular, y se sentarán a cenar lo que Milo preparo, ahora solo desean seguir en esa posición, abrazándose
El tiempo es suyo, como el momento.
Y también, el hecho de que cierto peli cerúleo coloco una cámara para que todo quede en hermosas fotos que algún día verán en un álbum, y recuerden este instante.