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El Amor Cambia (ShakaXMu Yaoi Lemon) ShaMu por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Pidieron un deseo,

A la luna creciente, bajo la que giramos.

Happy Halloween,

El milagro no ocurre si no creen,

El objetivo es la Tierra Dorada.

Wow, wow, wow mis terrones de azúcar, miren nomas hemos avanzando muy rápido... La verdad, van a ver muchas cositas en este capitulo, jajajajaja Disfrútenlo mucho, la verdad... Kiaaaa ya quiero que lean, disfruten mucho, jajajajaja me siento muy orgullosa de este hermoso especial.

Que ustedes lo disfruten tanto, ademas que aun faltan muchas cosas, pero las actualizaciones pronto se irán acabando por ahora.

Pero les diré, que voy a hacer mañana una nueva votación, pero... Ya verán, ya verán...

No olviden, que esta el reto abierto aun.

Ahora si mis terrones de azúcar, a leer.

Que lo desfruten y gocen.

7/15

---Restaurante “O Fthinoporinos Ilios”---

Un lugar sumamente elegante, música instrumental suave en vivo, mesas finamente decoradas con delicados manteles de una seda impresionante, adornos en el lugar que de seguir su equivalencia seria incalculable, las luces iluminan de forma maravillosa a los comensales, para darles un toco de misticismo y romántico si es el caso.

Su entorno es amplio, ocupando casi todo una manzana para que dicho establecimiento siga siendo de la predicción de sus clientes, ya que cuenta con privacidad si es necesario, la distancia entre mesas es suficiente para que los demás no puedan escuchar temas privados.

Se puede sentir el aroma de especies finas, alimentos de la más alta calidad, notarse como algunos meseros sirven los vinos en las elegantes compas de parejas de enromados, de personas reunidas para cerrar buenos contratos, se puede ver un poco de la vida de personas que no han conocido por mucho la austeridad.

Desde luego para poder ingresar a este restaurante, que porta en la entrada del recinto en grande un sol enmarcado el nombre que hace ilusión a esta hermosa estrella que calienta a la tierra cada día.

Una reservación es indispensable si deseas comer o cenar en uno lugar así, pero para ciertas personas esto no es necesario.

Los más importantes de la ciudad de Atena, siempre tienen una mesa disponible para ellos.

Y claro que el rubio hombre, dueño de la empresa de electricidad de la ciudad, no sería la acepción.

Demostrando que si está muy acostumbrado a tener lo que desee, y sin duda nadie ha podido negárselo, o bueno… No en la actualidad y en el momento.

Para Mu este ambiente es muy diferente al que está acostumbrado, pocas veces ha salido y cuando lo ha hecho, ha sido a lugares más cotidianos, restaurantes en donde la etiqueta y formalidad no son para nada necesarios, donde risas a carcajadas se pueden apreciar, compañía de buenos amigos.

Lugares de los cuales el pelilila está más agosto, dando a conocer la pertenencia a un mundo mucho más sencillo, pero no por eso desagradable, sino solo diferente que el del rubio.

Una joven mesera de cabellos rojizos se acerca a ambos hombres, con un rostro sonriente –Buenas noches, ¿La mesa de siempre, señor?- Sin duda ella reconoce de forma evidente al rubio.

-No, en esta ocasión- Mira de reojo al pelilila, que parece aun algo sorprendido por el lugar, pero guarda su compostura de tranquilidad, tampoco es bueno ser tan evidente –Me gustaría algo mucho más especial-

-Comprendo- Asiente, mientras en una tableta, comienza a teclear rápidamente, demostrando estar sumamente concentrada –Tenemos una mesa disponible en la terraza con vista al rio Cefiso, ¿Le interesa?- Espera con paciencia la respuesta.

-Claro- Su tono condescendiente, satisfecho porque es una localización perfecta para este tipo de velada.

-Entonces, síganme por favor- La joven mujer, dirige a ambos hacia la mesa deseada, atravesando el restaurante por completó.

Durante este proceso, muchas personas reconocen desde luego al hombre detrás de la enorme compañía de electricidad, una que es aumente grande y prestigiosa y que cualquiera que le haya hecho competencia, caen en quiebra de inmediato, sí que el rubio sabe mover sus piezas de forma fría y calculadora, nadie le ganara en ningún sentido.

Pero de igual forma como observan al rubio, sus ojos se posan en el Omega que lo acompaña, algunos les parece indiferente o muy poca cosa para siquiera estar en un lugar así.

Incluso comparando su apariencia a ser mucho peor que la de los empleados en este lugar, aunque otros lo admiran por esa belleza que solo una persona como él tendría, siendo un buen objetivo para pasar un rato insuperable.

Mu de por si se siente muy intimidado por el lugar y las personas allí, que no nota este tipo de miradas que no le darían ninguna buena sensación, no está para nada acostumbrado a estos sitios.

Sin embargo Shaka nota la insolencia de estas personas, molestándole que siquiera osen posar sus malditas miradas en el pelilila que es su objetivo principal.

Marcará de alguna manera su territorio, para que todos entiendan que Mu esta con él.

No son celoso, si no la prepotencia de un Alfa cuidando lo suyo, o lo que algún día le pertenecería por decisión del Omega.

Sin siquiera pensarlo más, rodea los hombros del pelilila con cuidado, para darle algo de calma y de paso que los demás entiendan que no está para nada solo, y que si intentaran cualquier cosa, él se encargaría de alejarlos de cualquier forma.

Un movimiento bastante audaz, pero funcionaria para que Mu se sienta tranquilo en un lugar de esta índole.

Provocándole ese sentimiento se seguridad, y de paso el estremecerse por un toque de ese tipo.

-Aquí está su mesa- La mesera sonríe, deteniéndose poco antes de aquel objetivo cubierto por un mantel de color dorado, y detalles al final que dejan un patrón decorativo de flores, un precioso centro de mesa con rosas blancas y unas velas de color rojo, bastante romántico sin siquiera quererlo al parecer.

Con el paisaje precioso del firmamento nocturno tan magnifico, estrellado y con el rio Cefiso de fondo.

Las esmeraldas se abren de par en par, había conocido ese rio tan llamativo de esa ciudad antes, pero en una simple caminata fue aquello, y ahora lo contempla desde una vista insuperable, que lo deja sin palabras, siendo sujetado por el rubio de los hombros, es como su corazón revolotea, siendo cautivado por las sensaciones que lo sofocan.

-En un momento su mesero vendrá para tomar sus órdenes- La joven asiente, para retirarse y dejarles en la privacidad del lugar.

-Gracias- Shaka responde con un tono ronco, para acto seguido clavar sus zafiros en el joven pelilila a su lado, que puede encontrar curiosa su expresión, sonriente y jugando con sus manos en este momento -¿Te gusta?-

-Es… Muy bonito- Sus palabras salen en un susurro, pues esta cautivado por esta elegancia deslumbrante.

-Esperaba que te gustara- Se despega del pelilila con cuidado, para caminar directamente hacia la mesa, más precisamente hacia la silla que ocuparía el Omega –Adelante- Su sonrisa socarrona no la deja de lado, pero las atentaciones es algo que pocas veces había tenido en el pasado.

Más sorpresas para Mu, los detalles de este hombre rubio, la invitación que por fin acepto, la vista tan maravillosa y ahora que le acomode la silla para sentarse, pensaría que alguien en su posición jamás haría algo como eso.

Incluso analizándolo rápidamente, ¿Qué tenía de especial como para que alguien así sea tan atento con él?

Nunca se creyó alguien que tuviera mucho que dar o que fuera siquiera su belleza le diera algo así, esto habla de su poca confianza en sí mismo entorno externo, pues en lo que viene siendo su inteligencia y talentos confía un poco más.

Estaba a nada de protestar, mencionándole que no hacía falta hacerlo, pero… Algo de él lo detuvo, es sin duda agradable sentir que es importante para alguien, podría dejar que sean atentos con él solo por una vez.

Sus pasos se dirigen hacia esa silla, hecha de madera de cedro negro para ser exactos, con detalles en el respaldo asemejando a un sol, elegante por default.

-Gracias- Accede a esta atención dada por el rubio, para sentarse y ser recorrido por este, para estar cerca de la mesa.

Las mejillas rozagantes, los nervios de esta situación, es algo que lo hace sentirse muy feliz, pero algo tenso por lo que debió pasar al caminar entre tantas personas, siendo un pasillo largo en medio de los comensales, y llamando la atención de todos.

El rubio después de notar que el pelilila está cómodo, solo se pude considerar así, pues se puede ver a simple vista que no es el ambiente de este Omega.

Aunque Shaka lo volverá suyo sin duda.

-Ordena lo que gustes- Un tono de prepotencia, dando a entender que podía costear cualquier cosa que Mu pueda desear por mero capricho.

Asiente el joven pelilila, extendiendo el menú, que solo se podía ver los nombres de los platillos y una pequeña imagen de estos para que el comensal se dé una idea, pero por ningún lado se puede ver el precio del alimento.

Algo que es muy utilizado en estos tipos de lugares, ya que aquellas personas que van a consumir a estos restaurantes, saben que aquella cena no será algo barato, pero no les importa gastar en sus gustos.

Para el rubio no había necesidad de ver lo que desea probar esta noche, tiene gustos muy definidos en lo que come, ordenando lo de siempre en la mayoría de las veces, prefería contemplar a ese Omega, que cada vez que lo ve le confirma su deseo de querer poseerlo de todas maneras posibles, salvo por una marca.

No está interesado en vincularse con nadie, eso le procura el hecho de poder disfrutar de la libertad, sin ningún tipo de ataduras a una sola persona.

El pelilila, intentando escoger algo que le parezca delicioso, aunque ninguna de las opciones lo convence del todo,  pensar que fuera de una suma absurda… No desea que el hombre delante gastara mucho en él, después de todo es solo una salida, aunque las condiciones de esto no están establecidas.

Fue poco lo que duro su efímera calma, ya que nota de inmediato los zafiros observándolo, con una sonrisa socarrena de un inmenso orgullo, como si el hecho de tenerlo delante ya fuera un hermoso premio.

Algo que incomoda al joven Omega, pero a la vez halaga de alguna manera que solo Mu entiende en su ser.

-Ehm…- Su voz un poco tímida en este instante, sin saber cómo formular alguna pregunta o tema, para que el silencio que le parece abrumador no lo siga consumiendo –El Matsukake… Creo que se ve delicioso… ¿Estaría bien, señor Shaka?- Le pregunta, con un deseo de aprobación por parte de él, además de querer algún tipo de orientación, sin olvidar el respeto de puestos que prefiere mantener el Omega.

-No tienes que llamarme de esa manera- Le responde de inmediato, mirándolo atento –Te he dicho antes, que puedes usar mi nombre solamente-

-No sería educado de mi parte referirme de esa forma a usted- De inmediato su punto de vista, conociendo su lugar y posición, mantenido aun el límite del respeto –Además, nosotros convivimos en un ambiente laboral, creo que… Es normal mantenernos así ¿No cree?- Es inocente en ciertas cosas, ingenuo en otras, pero la educación que mantiene a veces puede ser algo absurda.

-Preferiría que nuestra convivencia y relación, no fuera solo en un ambiente laboral- Se jugara un movimiento que le sale de imprevisto, pero… Necesitará si desea que las cosas fluyan a su parecer.

-¿Cómo dice?- La sorpresa en Mu se refleja, pues el tono usado del contrario es diferente al de soberbia que ha manejado desde que se conocen.

-Te seré muy franco Mu- Su postura cambia, a estar apreciando esa belleza exótica delante, a poner una seriedad en ese rostro, deseando exteriorizar que va enserio con sus palabras a lo que aparenta –Yo deseo conocerte mucho mejor- Frunce el ceño, quiere verse a la vez aun dominante con el Omega.

-¿Conocerme?- Es sorprendente para el pelilila, haciéndose un poco para atrás, apenas recargando su espala en el respaldo de la silla.

-Sabes, desde que te vi, creo que despertaste un gran interés en mí y te lo he dicho varias veces y demostrado- Sus palabras aun con ese toque de soberbia, pero intentado que sean escuchadas por el Omega –No solo quiero que me vas como el jefe de una compañía que contrato a la tuya para un trabajo, si no como alguien que te puede conceder todo lo que desees- Es un tanto arrogante en su ser, pensando que podría conquistar ese corazón con el hecho de costear cosas caras o lugares de algo prestigio.

-Pero…- Intenta protestar, no se imaginaba que le fuera a decir este tipo de palabras, su rostro se torna carmesí, casi del mismo tono de esa corbata roja que llama mucho la atención, sus manos que se encuentran sobre la mesa son apretadas un poco, para formar puños, pues los nervios lo han invadido.

-Sé que para ti puede ser una locura, apenas tenemos dos meses de conocernos, poco tiempo debe ser a tu parecer, pero… Para mí no existen dudas- Sonriente, debe ganarse y cautivar ese corazón que se ha vuelto difícil.

Dicen que lo más difícil de conseguir es lo más preciado y deseado que se codicia más.

Mu se queda callado contemplando al rubio mayor, sus palabras no salen, siente que debe estar viviendo un sueño sin duda, pues no era siguiera posible una confesión así, si se pudiera llamar de esa forma, si no… A lo mucho que le propusiera algo indecoroso lo veía más factible.

-Dame la oportunidad de conquistarte- Le dedica estas palabras, posando sus zafiros justamente en las esmeraldas, para apenas estirar su brazo y capturar una de esas delicadas manos tersas –Te puedo asegurar que no te arrepentirás en lo más mínimo-

El tacto travieso, un coqueteo obviamente que tiene como objetivo que Mu caiga redondo a lo que el rubio desee, pero… Es confuso para él… Si solo quisiera pasar una noche o algunos a costones, sería más franco en otros sentidos, no había necesidad de gastar en todo esto o una confesión así.

O ¿Acaso él no sabía diferenciar las dos cosas?

No puede evitar sentirse feliz por esto, pero a la vez cuestionándose que debería decirle.

-No…. No sé qué decir… Es algo que… No me esperaba…- Niega con la cabeza, sin apartar la mano de ese agarre, pero si la vista, pues las mejillas arden como el fuego.

-No me des una respuesta ahora, pero… ¿Dejarías que siguiera intentando tomar tu corazón?- Su semblante es dulce y reconfortante, una pequeña sonrisa, sus zafiros brillantes como si fuera una única verdad, gran actor sin duda.

Pues por dentro, solo desea que caiga redondo Mu en este falso cortejo que bien podría traerle peores resultados al pelilila, si llegara a aceptar.

-¿Tomar mi corazón?- Pregunta confundido, su corazón latiendo, pero ahora alerta, ha aprendido tomar en cuenta algunos puntos rojos que le han advertido siempre.

-Deja que me esfuerce por ti, que veas que no te haría daño, que procuraría llenarte de detalles y atenciones que quieras, cumplir cualquier deseo, hacer que sonrías, sabes que puedo hacer realidad cualquier cosa- La arrogancia la puede tomar como su mejor arma contra los demás, pero…

A veces puede fallar.

-Lo siento- Es lo que la boca de Mu deja escapar, con el ceño ligeramente fruncido, las mejillas más calmadas, aunque su corazón y cuerpo aún tengan la sensación de nervios por esa cercanía.

Pues no negara que ha sentido y siente algo fuerte por ese rubio, pero tampoco aceptara que lo compre de esta forma, ya que es lo que su sentido común le dice que intenta hacer.

El rubio se queda sin palabras que decir, para intentar contrarrestar este efecto negativo.

-Pero, si usted piensa que con sitios lujosos, detalles costosos y demás cosas de esa índole, pueda conquistarme, me temo que perderá su tiempo- Una sonrisa se muestra en los labios de Mu, aunque a la vez sienta algo de molestia por sí mismo, no por negarse a aceptar un trato especial, si no que le gustaría ser el centro completo de atención del rubio, mas sus antecedentes hacen que el menor este mas alerta.

Apenas si hace un gesto muy poco perfectible, se da cuenta de su error inicial, comenzó a tratar a Mu como a una de esas conquistas previas, usando esos trucos que siempre le funcionan, pero con este Omega, eso no es posible, no es alguien que se cautive o impresione con alguien de una posición superior.

Se lo ha dejado en claro, y debía apelar a un lado más romántico y meloso, no solo al cortejo por bienes.

-Mu, disculpa, no me malinterpretes- Intenta corregir su derrota inminente.

-Es normal que crea que se puede conquistar a las personas con finos regalos o cenas así…-Lanza un suspiro, cabizbaja y demostrando una sonrisa tenue, para acto seguido soltar el agarre de esa mano que aprisiona a la suya –Creo que incluso haber aceptado esta salida fue un error mío-

¡¡¡NO!!! ¡¡¡ESPERA!!!- Sin siquiera pensarlo, alza la voz, suficiente para impresionar al Omega, pero no para llamar la atención de los demás –No es mi intención ofenderte, en ningún momento eso es lo que quiero, solo soy sincero… De verdad quiero conocerte y que conozcas, que me interesas, me gustas- Le dice estas palabras que a su edad ya han quedado más para los jóvenes, pero es una verdad a medias.

-Disculpe… pero, ¿A cuántos le ha dicho eso?- Es amable a su pesar, puede que sea un tanto ingenuo y que se ha dejado un poco engañar por amabilidades y detalles, pero aquí demuestra que tiene también formas de defenderse aun siendo un Omega.

-¿Disculpa?- Impresionado por esta pegunta, reconoce que el pelilila sabe de su historia previa.

-No es por ser grosero, pero sé que usted disfruta mucho de tener diferentes Omegas a su disposición, y puede que…- Le duele siquiera decirlo, pues pensarlo lo hace, era mejor de una sola vez decirle lo que piensa, total no son nada más allá que refiera al trabajo –Usted piense que yo seré igual que ellos, que puede conquistarme con este tipo de cosas, para aceptarlo, pero se equivoca- Le sonríe sin más, intentando levantarse, pues prefiere dejar el lugar de una sola vez, antes de siquiera ordenar.

-Te equivocas- El tono suena ahora suplicante.

-¿Eh?- Apenas si se había incorporado el pelilila, cuando escucho la voz y llamo su atención, le causa tremendo impacto escuchar ese tono en un Alfa.

-Yo no te quiero para algo como eso, sino, para posiblemente establecer una relación a futuro- Se levanta igualmente del asiento, demostrando su punto y seguridad ante sus palabras, para mirar fijamente al pelilila –Se lo que todos te debieron decir de mí y si, es verdad… Yo hacía eso, creyendo que podría hacer lo que deseara con los demás, sin importar los sentimientos ajenos, pero quiero cambiar, y lo hago… Porque de verdad Mu, tú no eres como los demás Omegas, lo sé y no deseo que me impidas conocer-

Mu no da crédito a lo que ve, alguien del estatus del rubio, suplicándole que le dé solo una oportunidad de que las cosas se den entre ambos, como si fueran unos jóvenes adolescentes intentando enamorarse mutuamente.

Sujeta esas manos nuevamente, ahora con mayor fuerza, no lo dejar ir, esta vez no puede nadie impedir que Mu se vaya de su lado, al menos que el propio pelilila se lo exija, sin embargo piensa rápidamente, apelar a un lado más cursi y sensible, que la ayude para este punto débil que se nota.

-Si te soy indiferente en ese sentido, puedes decírmelo ahora… Y entonces no insistiré en llegar a conquistar tu corazón, pero si tienes alguno sentimiento por mí, déjame hacer que crezca, y hacerte feliz- Palabras dichas con el corazón y no solo pensando con la cabeza de abajo.

Para el Omega esto es demasiado rápido, cosas que procesar, palabras que se han dicho, se encuentra entre averiguar si son verdad y descifrar el rostro del Alfa tan cerca, que se ve severo, pero a la vez sincero.

Confundiendo a gran escala al pelilila, que siente su corazón atrapado como sus manos, por las acciones de este rubio.

Está atrapado sin saber que decir o como continuar poniendo el escudo para proteger su corazón.

-Por favor… Solo dime, ¿Tengo alguna oportunidad de conquistarte?- Es firme para este punto, pesando que es su propio orgullo hablando, sin darse cuenta que algo más le ha ayudado en decir estas palabras que el mismo las cree una falsedad.

La boca del más joven se abre, intentando pronunciar palabra alguna, agradeciendo de antemano que en esa parte del restaurante las mesas más cercanas estén vacías, así no son el centro de atención, pero… Sigue sin saber que contestar.

Pues… Una mentira no sería capaz de decir, pues lo que su corazón siente, es demasiado fuerte ahora.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Kiaaaaa...

¿Se esperaban esto?

Jajajaja se que no, por que creían que Mu iba a caer... Pero al parecer, no... No fue así.

Jajajajaja Mu no es tan fácil, de hecho... No diré mas, solo quiero saber que les pareció?

Jajajaja, estoy muy feliz de verdad, ahora van a ver y quedarse con mucha intriga, cada capitulo esta hecho para dejar con gran intriga a cada uno de ustedes, los mega quiero terroncitos de azúcar.

Los mega quiero con todo mi corazón. 

Bueno, hora de despedirme mis terrones, pero de este solamente...

Por que ya se acabaron los dos capítulos de los dos fic's primeros, ahora faltan los tres mas  una sorpresa, antes de ponernos a los nuevo fic's.

Gracias por leerme, votar, comentar, son los mejores del mundo mundial, de verdad son los mejores, los quiero mucho.

Por favor sigan cuidándose, manténganse seguros y no se expongan.

Los quiero mucho.

Ammu se va.


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