El peliverde, levanta su cabeza levemente, mirando a su hermana mayor, sus cuarzos rosas dejaron de brillar desde hace tiempo, se fijan en ella, aterrado por la presencia de esta joven.
Pero no podía contenerse más, volvía a vomitar de nueva cuenta, sosteniéndose de la taza del baño, para poder dejar salir todo lo que le está ocasionando malestar.
Yuzuriha no lo piensa más, alarmada va directamente con él para ayudarlo a sostenerse, y sujetar el cabello largo que le llega hasta el piso.
Las lágrimas no dejan de salir de aquellos ojos que reflejan solo tristeza y dolor oculto, tanto el esfuerzo como el verdadero motivo, que no se lo había planteado desde la desgracia que cometieron contra él.
Ni siquiera se había detenido a pensarlo, a que eso ocurriera en su vida, pero… Después de todo es un Omega, uno que como todos… Que puede quedar embarazado si mantiene relaciones sexuales con algún Alfa…
La única diferencia es que… Shion nunca pidió esto, fue obligado y tomado contra su voluntad, causándole un gran trauma en su ser y deseo de ocultarse por la vergüenza que mantiene por un crimen que no cometió.
Después de unos momentos, al fin termino de devolver el estómago.
Pero no paraba de llorar, ni de temblar, aferrándose a su mismo, abrazándose, con la mirada baja, no era capaz de siquiera ver a su hermana a los ojos.
-Shion… ¿Qué pasa?- Le ruega para que le cuente… Ya para este punto, se está imaginando que no es solo una infección estomacal.
Al fin de cuentas es unos años mayor que él, conoce más de la vida y consecuencias que ocurren si no se toman precauciones.
No hay de nuevo respuesta, solo los ligeros sollozos del peliverde, que siente su vida acabarse.
Al notar esto, solo cierra sus ojos, suspirando, y acariciando la cabeza de Shion, quería reconfortarlo un poco… Solo que sintiera que esta con él, que nada malo ocurrirá, que con ese gesto le indica que siempre lo cuidaría.
-Está bien… Deja te doy un poco de agua, para que te enjuagues, y vamos a tu cama a que descanses un poco ¿Si?- Le dice con suavidad, y una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro, para lucir lo más maternal posible.
Asintió con timidez, ni podía aun salir de su shock inicial, las lágrimas le nublan la vista, la debilidad de haber vomitado le quita la fuerza.
Cuando finalmente limpio su boca y bajaron al baño, la joven Beta le ayuda a levantarse, con cuidado de los hombros, para que se apoye en ella, y llevarlo a la cama, debía recostarse.
Poco le importaba terminar la comida ahora, solo quería que Shion estuviera a salvo y tranquiló.
Mas está decidida, en no irse hasta saber la verdad, tenía una idea algo vaga.
Entrelazando los motivos por lo cual no quería ver al Alfa castaño.
Hubo silencio, un momento en donde Shion se acurruco en la cama, dándole la espalda a su hermana, abrazándose a sí mismo, doblando sus rodillas así su cuerpo y seguía temblando con tanto terror que se podía ver en todo su ser.
Nunca antes lo había visto así de mal… Bueno si una vez, pero… Eras más pequeño y existía un motivo para que llorara de esa forma y se aferrara a ella…
Sin embargo esa vez no tenía el síntoma de vomitar tanto, ni verse tan pálido y demacrado, haberse recluido en su habitación tampoco fue opción aquella vez.
Así que… No podía quedarse callada más tiempo.
-Shion… Sea lo que sea que te esté pasando… Puedes contármelo ¿Lo sabes cierto?- De nuevo habla calmada, sonriente, pero su preocupación solo incrementa, no soportaría la incertidumbre, es de su hermano de quien estamos hablando y lo que lo lastima, ella desea saberlo para poder hacer algo
De nuevo solo sollozos son la respuesta del peliverde.
En este momento quería estar solo, dejar que su desgracia lo consumiera, no estaba seguro del todo, pero solo existía esa posibilidad… No había sido inteligente en hablar con nadie, pues las amenazas aun surcan en su mente, y ese temor de perder a su padre, hermanos… Primo, a toda su familia, y sobre todo a su preciado Dohko, le aterra… Creía que podría ser el sacrificado, el que sufriera en silencio con tal de que todos estén bien y a salvo.
Pero con esto… Eso sería difícil, por no decir imposible.
-Lo que te pasa... ¿Es la razón por la que no quieres ver a Dohko?- Es la única pregunta que se le ocurre hacer y que no suene tan desesperada, aunque está en su límite.
Aprieta sus labios, no le puede mentir en lo más mínimo a ella… Una parte de su ser quisiera decirle la verdad, contárselo para aliviar esta gran carga, pero otra… Tiene miedo de que su reacción sea de las peores y vaya a buscar justicia por sus propias manos.
Un Beta no tiene oportunidad contra un Alfa, menos contra alguien tan peligroso como lo es Lune y su maldita familia.
En su pensamiento, siente que ha acertado, por eso no responde y no dice nada…
Pero si era eso verdad y Dohko tenía que ver en lo que le pasa, tendría que hacerse responsable, Shion no cargaría con la culpa por completo.
Aunque si el maldito le dijo que no, entonces… No permitiría que volviera a acercarse a su hermanito, cuidaría de él… Como lo ha hecho desde… La muerte de su papá y apoyar a su padre.
-Bien, si no quieres hablar… Yo misma iré con Dohko para exigirle una explicación- No lo piensa más, cree estar en lo correcto, levantándose de la orilla de la cama, para ir de una vez por todas.
Creyendo que si es lo que se imagina, podría primero hablar con ellos, y hacer que cuando lo tengan que hablar con su padre, fuera menor el impacto.
Mas Shion, de inmediato se gira, para detenerla, tomando la mano de ella con fuerza, y dejando ver como el dolor ha inundado su rostro por completo.
La angustia total, con el miedo de que esto se sepa y sobre todo que Dohko se entere, no podría… no lo soportaría aunque no fuera su culpa.
-¡¡¡NO LO HAGAS, POR FAVOR!!!- Grita estas palabras con todas sus fuerzas, su voz es de terror completo, algo inexplicable.
-Shion, si es él responsable de lo que te está pasando, deberá hacerse cargo ya mismo- Niega con la cabeza –Por lo que puedo ver, ¿No le has dicho?- Suspira –Shion, Shion… Si algo así paso, debes informarle de tu condición, y decirle que se haga responsable también, veo que le importas… Te ha estado buscando cada semana, no te puedes ocultar eternamente en la casa- Le habla firme, pero intenta ser solidaria con él.
-No…- Baja la mirada, temblando con todo el temor en su corazón, el cual late desesperado –No le puedo decir… Nadie… Debe saberlo…- Su voz tartamudea, los nervios lo invaden, el dolor es incrementado por el miedo de que el castaño lo sepa.
-¿Cómo que nadie?- Esto desconcierta a la rubia –Shion… ¿Qué pasa? Por favor dímelo…- El terror en ese rostro, que siempre había sido alegre y serio, ahora solo le da a entender que algo muy malo está ocurriéndole y no lo ha querido decir.
La pregunta para ella es… ¿Por qué Shion se guardia algo que lo daña tanto?
-Si lo hago… Tú… Padre… Todos… Podrían… Morir... Y no quiero…- Las lágrimas vuelven a tomar posesión de su rostro, abrazándose a sí mismo de nuevo, queriendo solo olvidar su alrededor, haciendo como si nada existiera.
Para este punto, ella se está haciendo ahora otra idea… Una que le da mucho coraje y miedo que le hubiera pasado a su hermano.
Su arrebato inicial, abrir los ojos como platos, para acto seguido sujetar los brazos del peliverde con fuerza y hacerlo que la vea a la cara, angustiada por lo que ha pensado y deseando estar sumamente equivocada.
Nunca había deseado tanto en subida estar equivocada en algo y en este instante lo quería con todas sus fuerza estarlo.
-Shion… ¿Acaso alguien… Alguien…?- Apretando su mandíbula, compartiendo el temblor por haber acertado -¿Te violo?-
Escuchar esa palabra, aquella que define ese suceso, en donde un miserable creyó que sus deseos estaban por encima de la vida de otra persona.
Sintiendo que tenía el derecho de herirlo de tal forma, solo porque se le da la gana, cuando eso es algo completamente repudiable, que nadie deberá cometer contra los demás, un suceso que la víctima nunca será la culpable, solo aquel monstruo que lastimo a un inocente, es el único responsable…
La respiración del peliverde se agita, mirándola con todo el miedo del mundo, ser sujetado de esa forma, siendo un hombre o mujer, Alfa, Beta, quien sea… Solo hace que su terror vuelva, recodando esa noche, donde lo sujeto con tal fuerza que dejo marcas que oculto hasta que se fueran.
Llorando a mares, pero sin poder parpadear, no quería que lo supiera nadie, porque si eso pasaba, le harían daño a todos los que ama, no podía permitirlo…
-¡¡¡¿QUIÉN FUE?!!! ¡¡¡EN ESTE MOMENTO ME DIRÁS QUIEN FUE EL MALDITOS DESGRACIADO BASTARDO QUE TE VIOLO, Y LO HARE PAGAR!!!- Ella no perdonaría el daño que le hicieron al peliverde, no importa que tenga que buscar la justicia por su propia mano, nadie toca a los que ama.
-¡¡¡NO!!! ¡¡¡YUZURIHA, SI LO HACES TE VA A MATAR!!!- Su voz es de terror genuino, sin dejar de temblar porque alguien descubrió su infierno.
-¡¡¡¿QUÉ ME VA A MATAR?!!! ¡¡¡ESO NO ES VERDAD, NO TE QUEDES CALLADO SI ALGO ASÍ PASA!!! ¡¡¡MALDITA SEA, ESE DESGRACIADO MONSTRUO QUE TE TOCO, LO VOY A MATAR!!! ¡¡¡SI, YO SERÉ QUIEN LO HAGA!!!- Aun con su enojo en todo su ser, atina a abrazar con fuerza al menor, cubriéndolo con sus brazos, para estrecharlo contra su pecho –No te preocupes… Todo estará bien- Sin advertencia previa, ella deja salir lágrimas de impotencia.
¿Cómo alguien puede soportar guardar silencio?
Lamentablemente es una realidad que muchos viven aún hoy en día.
La vergüenza, las amenazas, el miedo y terror de que aquellos que ama perdieran la vida por su causa o lo culpen, lo desprecien por haber sido… Violado, es algo que muchos sufren y a veces no se puede hacer nada… Pero el guardar silencio, es peor… Ya que, si una vez lo hace, ese monstruo seguirá, tal vez con su misma víctima o encuentre otra.
-No, no, no, Yuzuriha, nada estará bien…- Por primera vez, en todo ese tiempo, se siente seguro en ese lugar, entre los brazos de su hermana mayor, aquella que lo reconforto y cuido mucho al momento de perder a su papá, ahora de nuevo es su único refugio posible en este mudo.
-Claro que lo estará, de eso me encargare yo- Le dará la confianza necesaria, le apoyara en todo lo que se necesario, no quiere verlo así de aterrado, pero…
¿Cómo ayudar a alguien que ha sufrido un ataque de esta índole?
Son las dudas que Yuzuriha ahora se plantea, no es por completo una adulta, apenas está en la universidad, intentando obtener una mejor vida para su futuro, y jamás se había puesto a pensar en esa posibilidad.
Ahora debe hacer lo mejor posible.
-No, no lo estará… ¡¡¡YO SÉ QUE NO LO ESTARÁ NUNCA!!!- Su desesperación sale de nuevo, el soportar tanto un secreto tan doloroso, le comienza a causar estragos.
-¡¡¡¿POR QUÉ LO DICES?!!!- No es la mejor opción responder con un grito desesperado, pero es que no logra comprenderlo por completo.
Que importa las amenazas, esos cobardes nunca las cumplen, solo es su método de amedrentar a la persona que fue víctima de su atrocidad, para que guarde silencio y no haga nada.
-¡¡¡PORQUE YA LO HIZO!!! ¡¡¡SU FAMILIA ES LA RESPONSABLE DE LA MUERTE DEL PADRE DE MANIGOLDO!!!- Con esto obviamente la joven rubia sabría de donde vino tal atrocidad, porque los miedos y nervioso están en su hermanito.
No estaba confirmado nada… O más bien eso se debía creer, pero todos sabían la verdad… En esa pequeña ciudad, todo se sabe, y desde luego… La coincidencia que el jefe de policía, estuviera detrás de la pista y pruebas para hundir a la peor familia de todas, fue más que suficiente para que su muerte llegara.
Y obviamente ellos estaban más al favor de que estos pagaran por ese atroz crimen, después de todo… Manigoldo, el hijo que quedó huérfano esa noche… Es su primo, y claro que eso convertiría a Sage, el jefe de la policía en su tío, hermano gemelo de su padre.
La joven entonces conecto los puntos necesarios, y su respuesta fue bastante obvio… Varias veces lo había visto, rondar cerca del peliverde, invitándolo a salir, y Shion negándose amablemente, pero jamás se daba por vencido.
Todos sabiendo que pertenecía a esa maldita familia, salvo que era mejor no evidenciar el desprecio que se le tiene, aunque… El odio se manifiesta en la rama principal, no es la sub ramas, sin embargo la misma sangre miserable corre por sus venas.
-¡¡¡NO IMPORTA!!! ¡¡¡NO PODRÁ HACERNOS DAÑO!!!- Frunce el ceño, desesperada por ayudarlo -¡¡¡TE LO PROMETO, HAREMOS ALGO AL RESPECTO!!!- Ella está decidida en seguir adelante, en conocer la verdad.
-Yuzuriha… Por favor… No… Si tú haces algo, padre, se enterara… Y… Sé que querrán hacerlo pagar, pero… Pero… Pero…- Repita tantas veces esas palabras, su mente va hacia el dolor y desesperación, su imaginación es demasiado cruel con él –¡¡¡NO PUEDO PERDERLOS…!!! ¡¡¡Y A DOHKO LE HARÁ DAÑO…!!! ¡¡¡ME QUEDARÍA SOLO…!!! ¡¡¡LUNE PODRÍA HACERME MÁS DAÑO… YO…!!!- Su mente divaga y aterra a cada instante que pueda perder a su familia.
-¡¡¡TAMPOCO NOS PODEMOS QUEDAR ASÍ!!! ¡¡¡TE DAÑO, TE LASTIMO!!! ¡¡¡MERECE UN CASTIGO!!!-
-¡¡¡NO!!! ¡¡¡NO QUIERO!!! ¡¡¡NO PIENSO DEJAR QUE ALGO LES PASE!!! ¡¡¡YO ESTARÉ BIEN!!!- Saca la fuerza de donde pueda, la amenaza que sabe que la hará realidad ese maldito, por lo cual debe impedirlo a toda costa, aun en contra de lo que su hermana diga.
-¡¡¡ENTIENDE SHION, ESTO NO SE DEBE QUEDAR ASÍ, LA JUSTICIA…!!!- Aprieta los puños, recuerda perfectamente que no se puede hacer nada por métodos legales, teniendo a todos comprados y aun con su primo en el área policial, el pobre no puede hacer mucho y si se enterara…
Es cuando se da cuenta que están en efecto, sujetos de manos y pies, pero no se puede dar por vencida aun así.
-La justicia no ayudo hace años, ahora menos…- Cierra sus ojos desesperado, dejando escapar sus lágrimas como mares –Por eso, no quería contar nada, no quiero que Dohko se dé cuenta… Yo… Me siento tan poca cosa ahora… ¿Cómo podría amar a un Omega que fue tomado por alguien más?- Un remolino de emociones se presenta en su corazón, sin una línea coherente de hablar, sacando los temas que guardo y sus miedos que estuvo conteniendo todo este tiempo.
-Shion, guardar todo esto en tu corazón no es sano- Intenta reconfortarlo de nuevo, aunque sus lágrimas estén presentes por el coraje e impotencia de no haberlo protegido.
Sabía que su hermanito es un Omega, por eso el uso de ese collar para que no lo marque cualquier Alfa en la época de celo, pero… Olvidaron que… Estos sucesos ocurren… Y son terribles en todas sus consecuencias.
-Si no lo hacía…-
-Ya, no pienses en eso… Vamos a buscar una solución y pensar claramente que hacer- Debe dejar su deseo de venganza a un lado por ahora, se da cuenta que Shion la necesita más calmada.
Pero es difícil estarlo, si un imbécil bastardo le arrebato la tranquilidad al peliverde, su seguridad, trayéndole solo vergüenza, culpa, miseria.
Cosas de las que no es responsable el pobre Omega, que la vergüenza debería estar en el maldito monstruo que lo daño, pues es el único culpable de todo esto…
-¿Cuál solución?- Aun seguía aferrado a ella, no podía verla a la cara, prefería quedarse solo abarcándola, para no tener que enfrentarse a su mirada –Ya no hay nada que hacer… Menos… Ahora…-
-Shion…- Llama con cierto cuidado, teme hacerlo sentir mucho peor, cuando no debería sentirse así, ante ella y los a los ojos de los demás, el peliverde es digno de todo respeto, no cometió ningún error, ni hizo nada mal, solo es una víctima, que debe tener justicia a como dé lugar –Si te sientes así, esos vómitos, ¿Cuándo paso…?-
-Hace un mes… Y… Concuerda las fechas…- Ya no tenía más fuerzas para abrazarla, suspira, dejando caer sus lágrimas de dolor en las ropas de ella, su dolor se ha vuelto uno con él –No quiero… No quiero imaginarme que sea verdad, pero… Si es cierto…- Por primera vez en todo este momento, intenta ver a su hermana mayor, buscando una respuesta que no sabe cuál sea la correcta -¿Qué voy hacer?-
-Primero… Deberemos hacer una de esas pruebas caseras… Así confirmaríamos si es cierto- Ver el rostro desgarrador de su hermano menor, la destroza por completo, de solo imaginar que no pudo protegerlo de algo así, ni haberlo ayudado a sobrellevar esto.
Paso todo un mes en donde Shion debió aguantar el dolor físico que tuvo, el psicólogo, los pensamientos de sentirse menos, de tener que alejar a todos para que no sospecharán nada y sobre todo, alejar a una persona que ama mucho, pues no era secreto para Yuzuriha de esos sentimientos que se ven a leguas en ambos jóvenes.
Pero ahora, Shion solo piensa en que es mejor para Dohko, alejarse de él…
Reconoce que ese castaño Alfa, haría cualquier cosa por tomar justicia para Shion.
Es incierto lo que un Alfa puede llegar hacer por defender al Omega que ama o bueno a la persona que llegue amar con todo su ser.
-Sera positivo… Lo se… Mi cuerpo…- Cubre su rostro con sus manos, el temblor parece disminuir, pues ha hablado, se ha sacado un peso enorme de encima, compartiéndolo ahora con la joven Beta, que desde luego no lo dejara solo en ningún instante –Desde esa vez se siente diferente y ahora más… Son los síntomas…- Vuelve el llanto a desbordarse de sus cuarzos rosas –Yo… No quiero esto… No me... Imaginaba llegar a tener un bebe a esta edad…-
Sería el peor castigo para el peliverde, esto…
No solo con el sufrimiento de haber sido atacado sexualmente, tener que sufrirlo en silencio, con miedo a buscar una justicia para acabar a quien lo daño…
Ahora el mundo entero parece estar en su contra, el maldito tuvo que dejar dentro del Omega su asqueroso semen, y… Embarazarlo, para que tuviera que cargar con el infame recordatorio de haber sido violado.
Toda la vida tener eso presente, es simplemente insoportable.
¿Quién podría ser capaz de soportarlo?
-Entonces no lo tengas- Habla firme la joven rubia, sujetándolo de nuevo por los hombros con suavidad, el ceño fruncido, decidida a lo que sea para en esta ocasión protegerlo.
Esas palabras… Lo hicieron levantar su vista, descubriendo su rostro desde luego, para verla y notar la cara de la beta.
No había tenido suficiente tiempo de analizarlo detenidamente, solo pensaba que debía ser un error, pero estas náuseas y vómitos nocturnos fueron demasiado para dejar esto de lado.
-Pero… No tiene la culpa…- Su mente conlleva dudas, pensando en un ser que ni siquiera se ha confirmado su mera existencia.
-Tu tampoco la tienes, no debes cargar con esa sentencia de por vida- Las palabras de la rubia son duras, pero con mucho grado de verdad.
No era la responsabilidad de Shion tener que llevarlo en su vientre, mucho menos tenerlo, es injusto eso para su vida.
-Lo se… Sé que tienes razón… Solo que…-
Antes los Omegas solo eran vistos como seres destinados a tener bebes, sin muchos derechos de por medio, usados y desechados, un cruel destino que se compartió por siglos, hasta que las leyes para su protección se comenzaron a ejercer, en donde algunos betas tomaron partido para ayudar a sus camaradas.
Los Alfas al principio no creían que esto sería bueno, obviamente muchos se reusaron, pero otros comenzaron a darse cuenta que era cruel la vida que ellos Omegas vivían.
Usualmente estos Alfas, venían de uno que sufrió dicho ese cruel destino o de familias en donde quien tiene la mayor jerarquía no usaba al Omega con el que estaba como mero desahogó sexual y para procrear, si o que existía un sentimiento llamado amor.
Fue entonces que muchos cambios comenzaron, como es todo en la vida, se toma su tiempo, los que están en desacuerdo, siguen haciendo la vida de muchos miserables, pero esta vez ya no se quedaba impune.
Cuando las acusaciones comenzaron, las evidencias, los testigos y las sentencias comenzaron.
La ley funcionaba…
Pero no por ello quiere decir que es perfecta…
Aún existen lugares en el mundo, donde la justicia es fácil comprada, y pagan justos por pecadores.
Al menos… Omegas que habían sido abusados y quedaban encinta, tenían la opción más fácil en abortar el resultado de esa atrocidad, pero… Las consecuencias existen, como en todos procedimientos quirúrgicos que existen.
Además que desde luego al ir a un hospital, se hace un reporte de aquel suceso y el motivo, pues no se puede ir abortar así como así.
Las leyes aún están presentes, solo se puede abortar de forma legal, si el Omega, incluso Beta, fue violado o el feto conlleva un gran riesgo para quien lo lleve en el vientre.
Sin contar, que si nos vamos a la anatomía, las feromonas, las reacciones químicas que existe en el cuerpo de un Omega, siguen siendo primitivas en ocasiones.
Un bebe en el vientre de un Omega, es algo que su cuerpo espera, y lo acepta… Desarrollando emociones y conectando con ese ser dentro, a veces sin importar la forma de concebirlo.
Obviamente hoy en día algunos Omegas ya no son capaces de conservar esos sentimientos, tienden a ser más feroces y capaces de tomar su decisión.
Que desde luego es una que solo ellos pueden tomar, nadie más... Es su cuerpo y obvio decisión, pero deben saber las consecuencias que eso conllevaría a futuro, que se repite, existen en todo proceso quirúrgico por más pequeño que sea o la posibilidad sea casi cero.
-Shion… Debes tomar una decisión, piensa bien en eso…- Le habla de nuevo con voz firme, siente que está siendo muy cruel, pero es necesario para que su hermanito entienda las consecuencias de esto.
Pues desde luego, si esta embarazado y decide tenerlo… Su padre, el hermano menor de ambos se enterarán, su amado Dohko igual lo sabría y con el tiempo los de la ciudad… Y si el maldito de Lune se enterara…
Ni siquiera quería pensar en ello.
-Es una decisión que cambiará tu vida… Aunque… -Al parecer ella ha comenzado a sentir un rechazo hacia esa criatura, pues no puede nombrarlo sin enfurecer –No tiene la culpa, tu tampoco, te repito, que debes pensarlo bien… Tener ese bebe, si es que está dentro o si es que existe, abortarlo-
Ese demasió para procesar en solo unos minutos, la vida para Shion, fue destruida en esa noche, en esos minutos que sufrió tanto, y ahora… Que lo que le pasó… Resulte en un bebe, no sabe cómo sentirse al respecto….
Debería pensarlo, está muy a tiempo de escoger su destino.
Algo que solo Shion puede decidir.