-Kardia, ¿A dónde vamos?-
-Tu solo sígueme cubito- Un joven peli azulado con un semblante burlesco y algo entusiasta.
-Estamos algo lejos del santuario- El otro joven, de cabellera verduzca y ojos violetas, se fija en ese hecho algo temeroso.
-No te preocupes tanto, somos dos caballeros dorados, nada malo nos va a pasar- Confiado, sujeta la mano del otro, con cierto cariño.
-Sabes que no podemos alejarnos mucho, temo más el regaño, que algún enemigo- Declara su mayor miedo ahora.
-Ay Degel, si el patriarca está muy ocupado con el revoltoso de Manigoldo, ja, ja, ja, ja,- Se sostiene el estómago, deteniendo el paso, pues la risa no la puede resistir.
-Si tú le estas diciendo revoltoso, quiere decir que hizo algo realmente malo- Suspira el menor, con desgano, hasta con pena ajena.
-Ja, ja, ja, ja, que bastante bueno- Debía seguir caminando, el tiempo apenas era justo para lo que quería hacer, pero no desperdiciaría el momento –Al medio día, fue al lago donde estaban algunos mocosos nadando, y al parecer Manigoldo y el pachoncito de Shion, tienen una relación como de primos o que se yo- Niega con la cabeza sin interesarle el tema.
-Es cierto que el patriarca es el hermano menor del maestro de Shion- Asiente tranquilo, mientras se deja guiar por el de cabellos azules y alborotados.
-Bueno, son primos en todo caso- Gira sus ojos, mostrando una amplia sonrisa, como si el tema fuera algo ajeno en si –Pues lo vio divirtiéndose con el chinito de Dohko y no le pareció… Así que tomo a Shion que solo estaba con ropa interior y lo mando al Yomotsu… Creyó que sería una buena broma, además de proteger al otro- Cruzado de brazos, sonriente y algo pensativo.
-¿Qué piensan que Dohko le hará a Shion? Apenas son unos adolescentes- Por su parte el acuariano, no comprende la precaución innecesaria del cangrejo, amigo suyo.
Sabía que este mantiene un sentimiento, aunque no relación con Piscis, pero… No comprende por qué esos celos del todo o protección que demuestra al primer joven guardián.
-Que les va a ganar la hormona- Declara sin mucho cuidado, burlándose de ese hecho.
-¿Qué?- Entrecierra sus ojos, algo sonrojado por pensar en ello y sintiendo vergüenza –Son unos niños… No creo que… Bueno al menos Shion no es capaz aun.
-Ja, ja, ja, ja, pues quién sabe, total… Cuando el chinito le comenzó a reclamar, y exigirle que traiga a Shion, este solo lo ignoro y sigue su camino, pero como Libra estaba enojado su cosmos lo resintió y por poco inicia una batalla de mil días- Su risa burlesca se escucha casi de ultratumba, por recordar aquello –El patriarca llego preocupado, y para no hace el cuento largo… Obligo al cangrejo celoso trae a un asustado borrego-
-Pobre…- Sus palabras saliendo de lastima hacia el pequeño Aries.
-Ni tanto, que luego Dohko lo abrazo y cubrió, pues aún seguía en calzones-
-Kardia, tampoco te estés burlando tanto-
-Es inevitable, la regañada que el viejo patriarca le dio a Manigoldo, fue épica y lo tiene castigado, pensando en más deberes que hará, sin contar misiones y escuche que hablara con el maestro de Shion, pues tiene algo que ver- Y de nuevo las carcajadas no faltan por parte del escorpión dorado de esa época.
-Por eso dices que no debemos preocuparnos, aun así… Me gustaría volver para leer- Sentencio calmado, aun sujetado por la fuerte mano del otro dorado.
Que en efecto no le incomoda, se ha acostumbrado a ser llevado de esta forma por el peli azul, pero no evita que un sonrojo se dibuje en sus mejillas de repente.
-Haaaaa, vamos cubito bonito, ¿No crees que has leído demasiado?- Su pregunta socarrona, igual la sonrisa aun imponente, los ojos azules brillantes lo hacen lucir amenazante, pero sexy.
-Nunca es posible leer demasiado- Le responde sereno, fijando su vista hacia delante, evitando el contacto visual.
-O ¿Acaso te aburres de mí?- Sale la cuestión repentina, haciendo un puchero demasiado evidente de victimización.
-¿Cómo podría aburrirme de ti?- La respuesta del acuariano sale sin darle mayor importancia, deteniéndose de golpe –Somos amigos, y la verdad… No podrías vivir sin mi ¿Cierto?- Ahora Degel algo coqueto en sus acciones con el escorpión, no con intenciones románticas, pero si recordarle que existe algo que los unirá por mucho tiempo.
-Ja, ja, ja, ¿Ya te crees mucho por eso?- No le molesta recordar lo que hace inevitable la relación escorpio y acuario en esta generación, pero algo más ha surgido en medio de aquella situación de salud –Mi corazón arde un poco más de lo normal, así que necesito tus manos frías para calmarlo- Acto seguido pone esas extremidades en su pecho, para aclarar su punto.
-¿Qué haces? ¿Acaso tu condición empeoro de repente?- Su mejillas sonrojadas, su actitud un poco desafiante ante el escorpión.
-No, pero me gustaría que lo hiciera, para estar más cerca y me toques- Dicta sus palabras poco románticas, aunque se suponían que deberían llegar al corazón del acuario, con ese toque de coqueteó vulgar que maneja el peli azul.
No será una pieza fácil de obtener, Degel tiene su dignidad y si bien, le agrada a veces jugar o llevarle la corriente de repente al escorpión, tampoco es que le dará camino libre a un beso, un abrazo más allá de una amistad.
-Solo cuando lo necesites, hare tal cosa- Cierra sus ojos, avergonzado por este juego que no lleva a ningún lado –Kardia, ya me canse… Si de verdad no piensas decirme a que vinimos, ni mostrarse nada, creo que yo me voy a regresar al santuario…-
Pasando de largo al de cabellos azules, de verdad no soportaría mucho, sus sentimientos ocultos, pues reconoce que todo lo que ha estado imaginando y pensando que podría ser una relación con el escorpión dorado de su generación.
Pero reconoce que su objetivó es un bromista, a veces mal educado y juguetón, que le agrada coquetear, lo ha visto antes…
Y sentiría que solo es su manera de comportarte habitualmente, pero… Con lo demás caballeros nunca actúa de esa forma…
En las misiones, es muy brusco… Y usa esas tácticas para ganarse la confianza u obtener su objetivo.
Degel es listo, no se dejara engañar tan fácilmente por un coqueto escorpión, aunque su corazón quisiera hacerlo.
-No te iras- Sujeta la mano del acuario con fuerza, pues en esta ocasión está decidido en conseguir lo que quiere, transmitir algo que necesita expresar.
-¡¡¡¿QUÉ TE OCURRE KARDIA?!!!- Confundido, por el repentino agarre en su mueca, para acto seguido ser llevado a la fuerza por el peli azul, más adentro del bosque, cerca de un árbol bastante grande, viejo, con un tronco muy grueso.
De esos fuertes robles testigos de décadas, podría decirse siglos de vivir.
-¡¡¡NO PUEDES SER PACIENTE EN ESPERAR UN POCO!!!- Su ceño fruncido, las mejillas rojas y la molestia de no poder haberse preparado como se debe, pero era mejor así, la improvisación es lo suyo.
Confundido ante estas palabras, pero de igual forma reacciona algo molesto, mas no se atrevería quitar su mano de ese agarre cálido.
-No me dices a donde vamos, así que obviamente estoy curioso-
No existió respuesta alguna, solo ver la espalda del escorpión, caminando adelanté, demostrando algo molesto su cosmos, pero también confuso por su sentimientos.
No paso mucho tiempo, cuando se detuvo enfrenté de ese árbol, y acto seguido suelta la mano del peliverde, para suspirar un poco y pararse delante.
-¿Qué hacemos aquí?- Confundido, mirando detenidamente al escorpión.
-Mira, solo… Observa esto- Cruzado de brazos, con el ceño fruncido y una sonrisa tímida, con el sonrojo en sus mejillas, dejando la parte descubierta que quiere que el otro aprecie.
-¿Qué cosa?- Se acerca al tronco del árbol, entrecerrando sus ojos.
No tardo mucho, para darse cuenta de que se trata exactamente.
-Kardia… ¿Qué es esto? ¿Qué signif…- Fue callado por unos labios toscos, y unas manos que lo aprisionan con cierta fuerza contra el árbol, impidiendo que huya.
Una sensación cálida, se presenta en sus fríos labios, no era un beso casto, al contrario se volvió apasionado y demandante, introduciendo la lengua en la boca del acuariano, para enfatizarlo más su cercanía, y explorar ese delicioso sabor.
Es mejor que cualquier otro, incluso Kardia se atrevería a decir que las manzanas que come, no le hacen justicia en lo más mínimo a ese sabor.
La falta de aire se hizo presente, obligándolos a separarse de su contacto labial, pero no del cuerpo.
Escorpio mantendría de esta forma al peliverde, hasta que le responda.
-Y bien… ¿Qué dices?- De nuevo esa sonrisa confiada, sus ojos expresando un ligero brillo de lujuria para otro beso más, estrecha en cuerpo.
-¿Por… Por qué hiciste eso?- Su pregunta temblorosa, pues no comprendía lo que ocurre, o si, pero le cuesta confirmarse si es verdad o solo un sueño.
-Te bese, porque me gustas- Se acerca mas, para que sus alientos choquen y su deseo de besarlo regresan -¿No te quedo claro?-
-Pero… Tu siempre estas coqueteando con otras personas y…- Sus manos intentando apartar al escorpión, sin mucho éxito por sus nervios eminentes.
-Degel, ¿Acaso no te das cuenta?- Ladea su cabeza, sonriendo un poco burlesco –Cuando hago eso, es delante de ti, para que sientas celos, pregunta a cualquiera y te lo confirmara- Tan confiado en sus palabras, pero no son mentira… Está siendo lo más sincero posible.
-Kardia… Esto…- Otro beso lo hace callar, para en esta ocasión sentirlo más calmado, suave, pero a la vez profundizando lentamente el contacto.
No lo dejaría sentir negación en su corazón, o dudas, no podría dejarlo ir, sin que le dé una respuesta afirmativa a una pegunta que parece implícita por él, pero… Debía decirlo para que el listo acuario la comprenda.
-Degel, ¿Serias mi novio? Pero recuerda… Si aceptas, no podrás dejar que nadie más te tome de la mano, ni abrace, mucho menos darte un beso…- Su lado celoso atacando y proyectándose de una manera burda, pero honesta.
-¿Novios?- No se lo imagino jamás, sus mejillas arden tanto, su corazón es demasiado rápido, es un bombardeo de emociones que nunca creyó experimentar en su vida y ahora todo sale de golpe, contra su corazón enamorado.
¿Qué haces?
¿Aceptar? O ¿Negar?
-Vamos Degel… Solo respóndeme por favor, no es tan difícil- Angustiado por el silencio, le causa mucho dolor imaginarse siendo rechazado, pero conociéndolo no se daría por vencido, jamás…
-Si aceptó, no quiero que vuelvas en ningún momento a coquetear con nadie, ni en mi delante, ni cuando yo no esté- Enfrenta los ojos azules brillantes, con los violetas confiados, tiene sus condiciones para este trato dulce.
-Ja, ja, ja, si eres solo mío, no tengo por qué darte celos en todo caso, ya que me pertenecerás siempre- Coqueto, atrevido en sus acciones, algo romántico.
-Tampoco estés tan posesivo, que deberé cumplir misiones, solo o con nuestros compañeros de armas- Sentencia, aun estando atrapado entre Kardia y el árbol.
-Ellos no cuentan, están enamorados de otros y algunos son unos mocosos, así que confió- Asiente tranquilo.
-Bien, entonces…- Su sonrisa tímida, sus mejillas más rojas que la aguja escarlata, pero sus ojos serios –Acepto ser tu novio-
No podía ser más feliz, su cubito lo acaba de aceptar, entregándole un “Si” en esa respuesta, ahora siendo pareja oficialmente.
No va a desaprovechar ninguna oportunidad, y ahora es menos posible hacerlo.
-Gracias Degel…- Le dedica un suave beso en la punta de la nariz, para acto seguido, cargarlo al estilo princesa, sin previo aviso –Vamos a mi templo a celebrar-
-¡¡¡¿QUÉ?!!!- No supo cuando ya se encontraba arriba, entre los abrazos del escorpión, pero es algo que lo tomo de sorpresa -¡¡¡BÁJAME!!!-
-Jamás, hoy dormirás conmigo- Sus acciones de inmediato se ven, sin ningún pudor en sus palabras.
-¡¡¡OYE!!! ¡¡¡NO ME VOY A ACOSTAR CONTIGO EL MISMO DÍA QUE ME PIDES SER TU NOVIO!!! ¡¡¡NO SOY UN HOMBRE ASÍ DE FÁCIL!!!- Responde ofendido por ese pensar del otro.
-¡¡¡¿QUIÉN DIJO ALGO SOBRE SEXO?!!!- Ahora el escorpión haciendo burla de este hecho –Solo dije que quiero dormir contigo, no hacerlo de una, vaya, está bien que sea muy ardiente, pero tampoco tan rápido- Su burla se demuestra, porque ahora Degel parece más atrevido por pensarlo –Pero si tú piensas que podría pasar, lo hacemos-
-¡¡¡ESTAS LOCO!!!- Avergonzado por haber si quiera mencionarlo, pero…
¿Alguien lo puede culpar por imaginar que a eso se podría referir?
Entre protestas, cumplidos, risas y burlas, es como ambos dorados ahora formados como una pareja de novios, se van de regreso al santuario, el bosque siendo testigo de una confesión, bastante peculiar, que fue entre romántica y arrebatada, por las actitudes de ambos jóvenes.
Su amor… Sí que combina lo mejor y lo peor del fuego del escorpión y el hielo del acuario, donde pueden fusionarse para crear algo maravilloso, pero si se tiene demasiado de uno, acaba con el otro…
Ambas medidas deben estar a la par en todo momento y es algo que lo saben de ante mano.
Mientras caminando y dejar atrás, el antiguo árbol, donde… Unas palabras se tallaron con sumo cuidado, y una caligrafía no tan buena pero legible.
Ambos nombres.
Kardia y Degel
En medio de un corazón y con una pregunta a lado.
¿Quieres ser mi cubito por siempre?