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Culpable por yuhakira

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Notas del fanfic:

Long fic. AU

Declaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto, la historia es completamente mía, sin animo de lucro, prohibida su reproducción.

Advertencias: Muerte de personajes / sexo explícito / relación mayor-menor (+18) ... se irán colocando mas advertencias según sea necesario.

El coche patrulla —una Ford Focus del año 2010 con sirenas y luces incluidas—, despide un olor rancio desde la parte trasera, es un olor a sudor y desperdicios concentrado por todos los hombres que han tenido que sentarse allí, desde líderes de organizaciones criminales a pordioseros que orinan en lugares públicos. Por esa razón siempre van con las ventanas abiertas, porque no sirve de nada lavar el auto, porque solo falta que un nuevo criminal suba a la parte trasera con sus manos atadas a su espalda para que el olor vuelva a aparecer, a invadir sus fosas nasales, impregnar su ropa y contaminar su espíritu. A Sasuke le tomó un tiempo entenderlo, se negaba a entrar al auto antes de limpiarlo por completo.

Al principio se tomaba el tiempo de purificar el aire en el interior del vehículo, de limpiar la parte trasera, de airarlo antes de tener que subir en el para sus rondas, incluso colgaba en el espejo del frente un aromatizante en forma de piña. pero de nada servía, el olor nauseabundo simplemente no se iba.

Un mes, ese era el tiempo que cumplía desde que se había convertido en oficial, luego de completar el año reglamentario en la academia. Vestía un uniforme azul acompañado de unas botas lustrosas y brillantes, la placa de hierro brillaba también, poderosa y reluciente desde un costado de su cinturón.

Se había hecho policía con el propósito de encontrar el asesino de sus padres, un tipo del que solo recordaba sus ojos, rojos y llenos de odio.
Tomaría su tiempo, cada paso era necesario para completar su cometido, estaba seguro de tener la paciencia necesaria para esperar. Pero el olor del coche, ese olor que se le quedaba pegado a la nariz, que no podía olvidar incluso en la noche en su cama, le hacía dudar, dudar de su paciencia y resistencia. En ocasiones pensaba que todo sería mas fácil si simplemente se infiltraba a una organización criminal y empezaba a hacer preguntas a todo el mundo, alguien debía saber algo.

Empezó el día muy temprano en la mañana recién salió el sol. Organizó su cabello lacio y rebelde tratando de que no se cayera todo en su frente, no tuvo mas opción que ponerse la gorra. Frente al espejo dio un último retoque a su camisa antes de salir por la puerta. Escuchó las instrucciones del capitán para el día y salió junto a su compañero en el coche con la intención de patrullar la zona. Esa era su tarea diaria por ahora, responder a las llamadas de emergencia fuere cual fuere, solo hasta que logre hacerse notar por un superior para empezar su ascenso hasta la unidad de homicidios, dónde por fin será un detective con la autoridad suficiente para poder hacer su investigación privada.

Su compañero, un tipo alto y grande que da la sensación de peligro al primer vistazo pero que en realidad es un gran oso de peluche, disfruta de escuchar baladas en español en el coche, las tararea con entusiasmo y finge ignorar el entrecejo arrugado del Uchiha. No era que la música no le gustará, pero sumados al tono desentonado de su voz, al olor nauseabundo del coche y además al calor sofocante del verano, hacia que compartir su turno de patrullaje junto a él fuera un poco exasperante. Pero Juugo era comprensivo, tanto como para disfrutar de su música solo por poco más de media hora, antes de apagar el viejo radio y escuchar la música solo en su cabeza. Lo sabía, porque Juugo a pesar del silencio seguía movimiento su garganta al ritmo de alguna canción mientras tocaba el manubrio con sus dedos al ritmo de un tambor. No sabía cómo él había llegado a convertirse en policía, ni cuáles eran sus aspiraciones dentro de la fuerza. Era un tipo demasiado cálido, demasiado amable para ser policía.

El radio se encendió luego de que hicieran una parada para comprar café. Primero se escucha una interferencia, seguido de un pitido que les indica que la voz de la mujer esta por escucharse, ella —casi siempre es una mujer sin nombre, dependiendo del turno puede ser una voz tierna y amigable o seca y tosca—, desde la central es la encargada de darles sus tareas diarias. Son los primeros en dar respuesta a cualquier llamada que entre a la línea de emergencias, ellos y toda su unidad. Si tienen la suerte de estar cerca serán los primeros en llegar. Sasuke necesita de eso para hacerse notar, ser el primero en llegar. Esa era la verdadera razón por la que le gustaba el silencio en el auto, no quería que el balbuceo de Juugo le quitará la oportunidad de llegar primero. Luego de escuchar lo que la operadora tenía por decir Juugo arrancó, Sasuke encendió las alarmas y se encaminaron rumbo a la dirección indicada.

Sasuke sonrió al notar que eran los primeros en llegar. De inmediato tuvo la sensación de que se trataba de un caso difícil. La llamada venía desde el orfanato, según las indicaciones de la operadora se trataba de un probable caso de homicidio.

Los recibió una mujer de unos cincuenta años, pero su actitud más que su apariencia les dio esa impresión. El cuerpo estaba en una de las aulas de clase, frente al tablero, desde la puerta se podía ver la herida en el abdomen, ya desangrado. Sasuke sacó los niños del salón sin entender como la persona que los había recibido no lo había hecho aún, ahora la escena del crimen estaba llena de huellas y pisadas, era un desastre. La sangre ya se había esparcido por todo el aula, eso no les iba a gustar a los detectives que estaban por llegar. Acordonaron la zona, todos los niños y maestros salieron del edificio para permanecer en la cancha de baloncesto cruzando la calle. Recogieron nombres y testimonios antes de la llegada de los detectives, poco a poco se fueron sumando un par de patrullas mas, hasta que finalmente la camioneta distintiva de la unidad de homicidios llegó, seguida por la unidad de criminalística, los CSI. Entonces no tenían mas que esperar ordenes. Por lo que sabía hasta ahora, el cuerpo pertenecía al director del orfanato. —Todo fue muy confuso—, le había dicho la señora al hacerle las primeras preguntas, —alguien— ella no quiso decir el nombre pero al parecer sabía de quien se trataba, —entró muy enojado a discutir con él y en el calor de la discusión lo—, acá hizo una pausa tratando de recuperar el aliento —…lo mato para luego irse—. Luego de mucho insistirle, la señora lo identificó como uno de los huérfanos que había salido en los últimos años, pero siguió negándose a decir su nombre.
Por ahora su tarea era vigilar la entrada, que nadie aparte de los CSI entrara en la casa. Luego de tres horas no faltaba mucho para que se llevarán el cuerpo.

Del otro lado de la calle un joven de cabellos dorados venía corriendo a toda prisa. Sasuke se movió dos pasos con la intención de cerrarle el paso luego de que pasara con facilidad el cordón de seguridad, pero a pesar de eso el chico no se detuvo, al contrario, de no haber sido por su estatura y la fuerza de su cuerpo no hubiera podido detenerlo. Lo sujetó por los brazos evitando que invadiera la propiedad, entonces sus grandes ojos azules lo miraron con furia.

—Déjame entrar —balbuceo enojado, revolcándose mientras intentaba soltarse. Catorce años supuso que tenía el muchacho, quizás quince, él chico solo seguía revolcándose en sus brazos.
Tsunade, la vieja que lo había recibido al llegar, abrió la puerta tras él. Era la única ajena al cuerpo de policía dentro del edificio, los detectives esperaban sacarle el nombre del agresor antes de tener que llevarla a la comisaría y hacer un interrogatorio mas extenso.

—¡Naruto! Ya está, no puedes hacer nada.

—¿Cómo es que no puedo hacer nada? ¿Cómo puedo permitir que esto pase y no hacer nada?

Ella cruzó sus brazos a través de los de Sasuke atrapando a Naruto, abrasándolo con fuerza contra su pecho. El chico empezó a llorar con fuerza agarrándose bruscamente a su ropa. Estaba especialmente afligido, mas que cualquier otro niño dentro de la institución. Continuó llorando en sus brazos, gimiendo y quejándose de lo que no había podido hacer, balbuceando. De repente dirigió su mirada enojada hacia Sasuke, soltándose del agarre de la anciana y rodeándola.

—Tú. Déjame pasar —su mirada amenazante siguió viéndolo con furia—. Te lo advierto.

Tsunade intentó volver a tomarlo entre sus brazos pero la lagrimas se detuvieron y él no se lo permitió. La actitud de Sasuke no ayudó, su sonrisa de medio lado, burlona de su actitud infantil solo logró provocar al muchacho. Naruto volvió a intentarlo, volvió a decirle que lo dejara pasar. Desde el interior de la casa le llegaba la voz de los detectives, hablaban de la sevicia y la furia en el acto y en medio de sus palabras uno que otro chiste se escapaba. La mirada de Sasuke cambio al escucharlos, pero eso no significaba que pudiera dejarlo entrar. Así que moviéndose de nuevo hacía la puerta se plantó con mas fuerza. Lo que termino por provocar a Naruto. Lo vio respirar hondo antes de abalanzarse sobre él con la intención de golpearlo. Sasuke logró sujetarlo por las muñecas, pero eso no impidió que el chico volviera a intentarlo con sus piernas, por lo que termino dándole una patada en el costado. De soslayo vio que los detectives ya se dirigían hacía él y que por nada del mundo podían verlo peleando con un niño. Juugo consciente de la situación se decidió finalmente por intervenir, ayudándole a controlar a Naruto, justo cuando los detectives llegaban a la puerta.

—¿Qué sucede? —preguntó el primero.

—Nada señor, el chico quiere despedirse. —Contesto Sasuke antes de que Naruto pudiera hablar.

—¿Cómo es tu nombre muchacho? —Naruto pareció reconocer que con ellos no podría enfrentarse de la misma forma que con el patrullero engreído a los que estaba acostumbrado enfrentar, por lo que se calmó.

—Naruto Uzumaki, ¿Qué paso con el viejo Sarutobi?

—Ya, siento decirte esto, pero alguien vino y lo asesino. ¿Tienes idea de quien pudo haberlo hecho? Tú abuela parece saberlo pero no quiere decirnos el nombre.

—¿Pensé que ya lo sabrían?

—Tenemos un par de nombres, ideas, algunos de tus hermanos dicen cosas y las paredes escuchan, pero nos sería muy útil que alguien lo confirmara, ¿Por qué no vas con los oficiales a la comisaria? —en un movimiento de cabeza señalo a Sasuke y Juugo— Allí podemos hablar con mas calma y podrás contarme lo que sabes.

Naruto le dirigió una mirada a Tsunade y aceptó, consciente de no tener muchas opciones. Solo un par de segundos después salió la camilla con el cuerpo dentro de una bolsa negra y cerrada. Naruto agachó el rostro, pero uno de los detectives detuvo el andar del carro, lo miró y con la sola mirada le preguntó si quería verlo, Naruto asintió. Tsunade les dio la espalda, ya lo había visto durante mucho tiempo en el suelo del aula de clases, una imagen que la perseguiría por el resto de su vida, como para darse voluntariamente otro mal recuerdo viéndolo dentro de la bolsa negra. Sin embargo, escuchó atentamente el correr de la cremallera, el sonido metálico que viajaba lento a través de los dientes, dejando a su paso la fría y escalofriante imagen de su maestro. Sasuke la vio apretar los puños con fuerza, mientras Naruto moqueaba con fuerza. El detective volvió a cerrar la bolsa y les indico a los de CSI que podían irse, luego le dio indicaciones a Juugo de llevar a Naruto y Tsunade con ellos a la comisaría.

Ella les pidió tiempo antes de ir con ellos, para poder dar indicaciones a seguir a quienes quedaban a cargo. Mientras tanto Sasuke y Juugo esperaron en el coche, no había indicios de que alguno de los dos quisiera huir, además otros coches patrulla aun estaban en la escena esperando poder participar mas activamente, cualquiera estaría a gusto de poder perseguir a un par de sospechosos, por que una vez que empiezas a correr pasas de testigo a sospechoso, así, en cuestión de segundos. Naruto estaba sentado en la acera del frente, no parecía seguir enojado con ellos, no había en realidad una razón para estarlo. Sasuke lo observaba con el vidrio abajo desde el auto, luego de un rato le pidió que se acercara. Él fingió no escucharlo y desvió su mirada hacía otro lado.

—Ey Naruto, hablo enserio acércate, empieza hacer frio y será mejor si esperas adentro.

—No quiero que me vean sentado en la parte de atrás de una patrulla. ¿Tienes idea lo que significa que un huérfano este sentado en la parte de atrás de una patrulla? No, no la tienes.

Sasuke se mordió las uñas, sí lo sabía, lo había sabido siempre, pero no iba a decírselo solo para ganarse su simpatía. Pensó en sentarse con él, pero eso haría todo peor. Finalmente Tsunade salió de la propiedad y se subió al auto seguida por Naruto que se encogió en la silla lo mejor que pudo, todo para evitar ser visto. Sasuke no pudo quitar su mirada de él, sobretodo por que había tenido la osadía de golpearlo. En su mirada no había visto ni un ápice de miedo, ni siquiera frente a los detectives. Su aparición había logrado calmarlo, pero no porque les tuviera miedo, si no porque su instinto le decía que de ellos era de quien debía cuidarse. Y no, no era la primera vez que se enfrentaba a un adolecente en la calle, pero sin importar que tan aguerrido fuera el sujeto siempre había algo de miedo en sus ojos, algo de respeto hacía la autoridad y su uniforme.

Escuchó a Juugo tararear a su costado pero esta vez no le molesto del todo, al contrarío, se sintió relajado. Encontró la mirada de Naruto en el retrovisor y sin pensarlo respiro hondo, aspirando el ambiente cargado del auto, cosa que nunca hacía porque siempre le daban nauseas al hacerlo, pero esta vez fue diferente, esta vez el olor a sudor impregnado en los sillones no llego hasta él, en cambio un aroma diferente sí, algo cálido en cambio, algo que no supo describir, pero lo que hizo sentirse aun mas relajado.

Pronto estuvieron de nuevo en la comisaría, Sasuke los llevo a ambos hasta la sala de interrogatorios y ahí los dejo. No volvió a saber de ellos, ni del caso. Después de un tiempo supuso que todo se había resuelto porque ninguno de los dos había sido llamado a declarar ante el gran jurado.

Notas finales:

Espero les guste el primer capitulo de esta historia. en esta parte Naruto tiene 15 y Sasuke 24, ya despues vas a estar mas grandecitos. espero leer si es posible sus impresiones. Gracias. 


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