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Saga De Géminis por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Bueno terrones de azúcar, la canción esta siendo subida al principio de cada fic actualizado, por lo cual, son las primeras oraciones que leen, así que sigamos con el reto.

Si hay magia, el mundo es feliz.

Si todos están aquí, Ammu estará feliz Uuuu~

Una burjita, dos brujitas, tres brujitas, dulce o truco.

Una burjita, dos brujitas, tres brujitas, dulce o truco.

Mis terrones de azúcar... ¡¡¡Hola!!!

Se preguntaran, ¿Que es esto?

Pues verán... Ya termine todos los fic's por actualizar, son los que ustedes escoger, pero... Al ver que en los especiales, el de Saga tenia muchos votos, pro no demasiados para entrar en los cinco actualizados.

Pero decidí que les daría este pequeño detalle extra.

Así que disfrútenlo, ustedes se lo merecen.

11/15

Desde el nacimiento de los dos gemelos de Aioros y Saga, las cosas sí que han sido muy diferentes, pero no siempre quiere decir para mal en sí.

Bueno, tienen que tomar en cuenta que ahora deben tener más ocupaciones en sí, ya que los pequeños tienden a comer cada tres horas, llorar si necesitan el cambio de pañal, estar al pendiente de cuando se sientan mal, cualquier cosa, ya es una vida diferente el ser padres.

Pero ambos caballeros dorados, tienen ya experiencia en cierta forma en este ámbito.

Sagitario con su pequeño hermanito, ya que tuvo que cuidarlo en esa época de infante, y Saga bueno… También ayudo a la crianza de los dorados más jóvenes.

Por lo cual están sin duda capacitados, pero es muy diferente a veces ya ser padres y criar a los propios.

Sin embargo son un equipo, en donde mutuamente se apoya.

Aunque, claro que después del parto, el castaño se la pasaba día y noche velando por la seguridad de las tres personas más importantes en su vida.

Si bien debía vigilar su templo, estaba más al pendiente en Géminis, de cualquier cosa que necesitara él o sus pequeños, aunque los pequeños son en cierta forma algo tranquilos como gritoncitos de repente

Las mañanas, al despertar y ver a su amado peli azul descansar, aunque claramente los dos presentan algunas ojeras, mayormente Sagitario es quien las pronunciadas, pues él se levanta al momento de que los bebes tienen hambre, para llevarlos a la cama y apoyar a su amado Géminis a darles, mientras lo sostiene por los hombros para que siga descansado un poco, incluso si se llegara a quedar dormido de repente.

Después hacerlos eructar y volverlos a acostar en sus cunitas, al fin volvía a dormir con su Saga.

Así siempre serán las primeras noches del resto de sus vidas, estar al pendiente de dos personitas muy importantes para ambos.

Aun así, Aioros no le importa por nada del mundo desvelarse, y poco dormir, pues su energía parece inagotable, ya que al despertar un desayuno para Saga en la cama, evitando que haga esfuerzos innecesarios.

Pues debía mantener un reposo absoluto al menos un mes, así se recuperara de manera más rápida

Pero obviamente para el peli azul estos cuidados excesivos de su esposo son algo exagerados, ya que en ocasiones al pararse de la cama y caminar un poco por su templo cargando a sus pequeños, Sagitario se preocupa tanto por esto, pidiéndole que tenga cuidado, yendo tan cerca para sostenerlo si es necesario.

Lo cual provoca que el tercer guardián, solo deje salir un suspiro, sonriente ante estas atenciones, pero negándose a que lo traten tan delicadamente.

-Aioros, por favor… Ya han pasado unas semana desde que nacieron nuestros pequeños, estoy bien- Le intenta explicar que su cuerpo está mejor, y ya puede hacer cosas por su cuenta.

-Pero, mi amor… ¿Y si te lastimas? ¿O te comienza a dolor tu vientre? ¿O si los pequeños se ponen inquietos? ¿O si los tres se caen, y se lastiman y yo no estoy para cuidarlos y…?- Ya estaba entrando en pánico el Sagitario, notándose bastante exagerado en sus expresiones y miedos.

Rápidamente niega con su cabeza el tercer guardián, una pequeña sonrisa muestra mientras entre sus brazos lleva a los dos frutos de su incondicional amor, notando que su amado Sagitario es todo un exagerado y con pensamientos demasiados hiperactivos de calamidades.

-Mi cosmos es capaz de protegernos a los tres, incluso a ti, así que no te preocupes tanto- Le intenta dar algo de alivio, hacerlo entender que nada malo pasara.

-Pero… Mi Saga, debo cuidarte, cuidarlos a los tres, y tienen dos semanas desde que nacieron, siento… Que…- Sin pensarlo toma ambas mejillas de su pali azul, para así verlo con suma ternura,  dedicarle una sonrisa –Sabes que son lo que más amo en este mundo, si algo les pasara, yo no podría resistirlo-

Las mejillas se sonrojan, por el contacto, la dedicatoria de su esposo, algo torpe, pero de un hermoso corazón, mucho más puro que el suyo según sus propios tormentos internos.

-Nada nos pasara por caminar un poco por Géminis- Baja la mirada, con un jugueteo de sonrisas tenues –Además, estas con nosotros y sé que nos cuidarías de cualquier cosa que llegara a pasar-

-Claro que sí, mi hermoso Saga- Sin pensarlo mas, besa esos dulces labios, con ese sabor que es indescriptible, pero tan satisfactorio que solo el géminis posee.

Un beso casto, puro, en donde se demuestran todo ese amor que se contuvo por cierto tiempo después y durante la tragedia, sin embargo eso no importa, ahora ya son casados y con dos hermosos hijitos, que ahora duermen tan pacíficamente en los brazos de su mamá, saben que están seguros al escuchar ese latir de corazón que los acompaño durante nueve meses.

Sin embargo, el castaño oscuro, no permitiría que su amado se canse mucho, por lo cual y con mucho cuidado al momento de separarse de ese beso, toma entre sus brazos a uno de sus pequeños, al menor justamente de los dos.

El bebe Argus al sentir el cambio de brazos, solo se acomoda, bostezando, abriendo levemente sus ojitos de color Viridian, iguales a los de su mamá y como al darse cuenta con quién esta, pareciera entender que igual está a salvo, acurrucándose en los brazos y pecho de Sagitario.

Una verdadera ternura para ambos adultos, que su pequeño, entienda que con su papá también estará por completo a salvo.

-Es tan lindo…- La voz melosa del castaño oscuro, al ver al gemelo menor tan dormidito con él, causa que su corazón se acelere y sienta el deseo incontenible de querer protegerlo por siempre.

-Argus es un poco más dormilón de lo que es Sander- Menciona el nombre de su hijo mayor, el cual aún sigue dormido tan cómodamente sin tener que compartir los brazos de mamá.

-Pero Sander es mucho más tranquilo en pedir algo- Una leve risita por ese comentario –Me causa tanta ternura cuando tiene hambre y hace esos pequeños ruiditos y su lindo pucherito, igual a cuando tu frunces el ceño y luces tan lindo- Es imposible para el centauro evitar encontrar comparación con sus bebes y el amor de su vida.

La gran capacidad que tiene para hacer que Saga se sonroje es espectacular, y sobre todo los nervios que aún le provoca, cree que eso jamás se irá, pues el castaño griego todos los días tiene nuevos halagos y dulces palabras para dedicarle su amor y ahora a los hermosos bebes.

-No… No digas… Esas… Cosas…- Baja la mirada, mientras abraza con mayor fuerza a la pequeña criatura contra su pecho, para sentir su cabecita debajo de su barbilla, sintiendo los suaves cabellos que se dejan ver.

-¿Por qué no?- Pregunta acercándose al dueño de su corazón –Es la verdad, nuestros bebes se parecen tanto a ti- Sonríe, dejando escapar un suspiro –Eso se lo agradezco tanto a nuestra Diosa Atena-

-Ambos tienen el cabello castaño, y son muy sonrientes, es algo que heredaron de ti- No puede ver a los ojos al centauro, pues se siente tan avergonzado.

-Tu sonrisa es mucho más hermosa que la mía, así que es tuya- Con orgullo habla el Griego castaño, para depositar un suave beso en la frente del peli azul.

-Aioros…- Susurra el nombre de su amado, tan rojo como un tomate, es demasiado adorable su esposo, que no puede evitar sentir como las famosas mariposas en su estómago que revolotean.

Sabemos, que la posibilidad de que esa sensación llegara a ser otro bebes es nula por varios factores.

Pero la principal es que su misma Diosa y la amiga de esta Ilitia, les notifico que su capacidad de dar vida se acabaría al momento de su primer bebe naciera.

Después podrían darle gusto al cuerpo y no ocurrirá nada.

Algunos agradecerían tener esta noticia, otros tal vez no, pues les gustaría tener más de un hijo, sin embargo esta información solo se les ha dado a esta pareja, ya que no pueden hablar por todas por el momento es una incertidumbre.

-Amor mío, dueño de mi corazón, mamá de mis hijos, ¿Qué te parece si nos sentamos un poco en el sofá, y vemos algo o solo hablamos? Si quieres, te puedo preparar algo rico de comer- Pensativo -¿Ya va ser hora de la comida de nuestros gemelitos?- Su silencio se presenta algo gracioso por su expresión de preocupación –Bueno, en ese caso, yo los cargo mientras tus les das de comer y bueno…- Se sonroja, con una sonrisa algo atrevida –Me agrada verte de esa forma, sabes… Luce muy sexy-

-¡¡¡AIOROS!!!- Sin pensarlo levanta la voz, tan rojo como la cinta que su esposo sigue usando.

Pero por ese grito sin siquiera pensarlo, ambos bebes se despiertan algo asustados el sonido fuerte.

Al parecer su oído es bastante sensible, pues apenas abren sus ojos por el gritito, comenzaron a llorar por el susto.

Con el sonido de dos grititos agudos, el pequeño abrazándose a su mamá y el otro a su padre, porque no saben de dónde venía el grito y creyendo otras cosas, tienen miedo.

-Argus… Tranquilo mi amor- Lo abraza con ternura, acurrándolo, para que se calme y deje de llorar, dedicándole suaves palabras de amor.

-Ay, Sander… Perdóname… Yo… Argus…- Se siente tan angustiado y culpable por provocar que sus niños despierten tan repentinamente y que lloren –Calme mi pequeño, mamá lo siente mucho…-

Hace la misma acción que su esposo, acunando al pequeño bebe en sus brazos, para hacerlo sentir mucho mejor y que la calma llegue a su ser.

No soporta verlos llorar, son parte de su corazón, y se desgarra su ser al saber que están sufriendo por su causa.

Solo las palabra de sus padres, los brazos de esos dos dorados son suficientes para hacer que los pequeños bebes se comiencen a tranquilizar, dejando que las lágrimas que corren por sus rosadas mejillas se vayan secando de a poco…

Pero sus ojos no dejan de estar abiertos, las pequeñas criaturas sin duda ya muestran ser unos curioso de primera, y algo risueños, lo que indica que desde temprana edad tendrán un desarrollo más rápido que lo normal.

Aunque esto puede ser algo que los padres no sepan hasta dentro de uso años más.

Un suspiro de alivio sale de los labios del peli azul –Ya se calmaron… Perdónenme mis pequeños por hacerlos llorar- La culpa lo atormenta por no medir su voz, pero salió desprevenido.

-Está bien mi Saga, no te preocupes tanto- Sonríe mostrando a Argus con sus ojitos iguales a su madre, llevando su manita a la boca –Nuestros bebes ya están mejor ¿Lo ves?-

-Tienes razón, pero… No me gusta despertarlos de esa forma, pobrecitos- Su rostro de compasión va a ver al mayor de sus castaños retoños.

-Solo fue un pequeño accidente mi amor, no pasa nada ¿Si?- Se acerca para depositar miles de besos en esas mejillas, tanto en las del mayor como en las de los gemelos –Mejor vamos un rato de nuevo a la habitación, creo que quieren comer y…- Algo sonrojado y una linda sonrisita se dibuja en su rostro, al igual que una mirada algo picara –No me gustaría que nadie viera a mi hermoso esposo dándoles de comer a nuestros pequeños, eso es algo que solo yo… Puedo apreciar-

La mirada sorpresiva del peli azul, con las mejillas nuevamente rojas, y llenas de vergüenza, siente tanta pena por esos comentarios, que desde luego son sinceras palabras atrevidas de su amado, pero no las puede soportar.

Reconoce el tercer guardián que su esposo se ha vuelto algo obsesivo al ver cómo le da de comer a sus gemelitos…

Incluso recuerda que unas noches atrás en donde ambos dorados estaban dándose algunos besos apasionados, que claramente solo eso es posible entre ambos, ya que el cuerpo de Saga aun esta algo débil para siquiera pensar en hacer el amor, además de advertencias de mantener un cuidado extra por esa actividad.

Por lo cual los besos y cariños son suficientes para calmar a ambos, solo que Aioros ha tomado de fetiche, también beber algo de esa deliciosa leche que solo Saga produce, y nos referimos principalmente a los que dan alimento, que si bien se han hecho algo grandes porque se hincha gracias a la producción de ese líquido blanco.

Y bueno Aioros ahora parece tener un poco de ese disfrute también, aunque para Saga es raro, pero… Pero no puede evitar sentirse bien al momento que los labios de su esposo lo tocan así.

Y claramente lo que le pide el castaño, significa que después de que los bebés coman, será el momento en que el padre jugué un poco con mamá, en donde la situación no pasara de caricias y ligeros toques con las bocas, pero nada más por el momento.

-Bien, vamos…- No es capaz de mirar a la cara a su esposo, se siente tan nervios y esta tan rojo como la grana.

Escuchar esa afirmación de su peli azul favorito es lo que más necesitaba con eso su sonrisa se dibuja ampliamente, rápidamente dando al gemelo que lleva entre sus brazos al peli azul, para acto seguirlo cargar a los tres.

Aioros teniendo entre sus brazos al tercer guardián, mientras este a los gemelos, que parecen curiosos aun a sus cortas semanas de vida, bastante vivaces al parecer de muchos algo que podría ser anormal, pero… Seamos honestos, la vida de sus padres tampoco ha sido nada normal, teniendo que madurar demasiado rápido, puede que el cosmos heredado tenga algo que ver.

-¿Q-Que haces?- Se pregunta nervioso, cuidando de que sus pequeños no caigan.

-Llevo a mi familia a descansar- Orgulloso por tener una gran fuerza, además que ayuda que su peli azul no tenga mucho peso en sí, claro que no se compara con las columnas de piedra maciza que tuvieron todos que cargar cuando su vida empezaba a reiniciar, y reconstruir el santuario, además los bebes apenas si podían hacer siete kilos entre ambos.

No se necesitan más palabras, entre los dos se entienden sus muestras de afecto, la abstinencia para los dos adultos no significa nada, si se tienen el uno al otro y con ellos a sus bebés, que les parece gracioso y divertido que sus padres sean así.

Entre los abrazos del peli azul los dos remolinos castaños sonríen, felices y seguros en brazos de quien los protegió nueve meses y que lo hará siempre.

Saga y Aioros, siguen con su nueva vida, aprovechando al máximo e incluso dando nueva o mejor ducha nuevas pequeñas existencias que son más motivos para seguir sonriendo y amándose.

Su amor al parecer jamás tendrá un final y eso es bueno.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Un pequeño detalle extra, esto no estaba en las votaciones, pero decidí que les daría esto, solo algo sencillo, lindo, un One Shot de Saga y su vida como mami, deben saber que este es parte del universo "Un Papá Para Kiki", por lo cual es canon y super lindo.

Ademas ven también a nuestro lindo Aioros con sus locos fetiches, jajajaja que loquillos.

Bueno, seguimos mis terrones de azúcar, pues ya solo faltan cuatro cositas mas y demás. 

¿Les pareció bonito?

A mi si me parece bien.

Jajajaja ok, mucho de alabarme a mi misma.

Muchas gracias mis terrones de azúcar por apoyarme, leerme y votar cada capitulo y locurita nueva que subo, y ahora en unos instantes, verán los cuatros fic's que ustedes escogieron por medio de las palabras, ahora si... Ya lo sabrán...

Jajajaja son los mejores del mundo mundial, siempre me esforzare para que tengan fic's de mucha calidad.

Por favor mis terrones de azúcar, cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan.

Los quiero mucho.

Ammu se va.


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