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Aventuras De Gemelos por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Mis terrones de azúcar, ¿Como están el día de hoy?

Terrones antes de empezar, les debo comunicar que tenemos una pagina de Facebook, de la "Familia Terrón De Azúcar" La acabo de crear, por una razón en particular, pero les explicare los destalles mas adelante.

Así que si pueden ser tan amables de ir a darle un Me Gusta a la pagina, la encuentra literalmente como "Familia Terrón De Azúcar" La reconocerán muy fácil pues tiene los iconos clásicos.

La verdad esta vez necesitamos unirnos pues, tengo una idea y un motivo muy importante, así que... A darle, espero encontrarlos allí...

Les dejare el link en todas partes y todos los días haré promoción y seré muy activa.

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Nos encontramos por allá.

Ahora si, fuera espacio publicitario.

Yo ando algo nerviosa por que hoy voy a hacer una aplicación de pigmento en ceja jajajaja así que... Veremos que sucederá.

Este es el especial de nuestros dos gemelos cangrejos del siglo XVI jajajjaja y que estuvieron en el siglo XVIII.

Wow, la verdad esta pequeña broma que los alumnos de estos dos Lemurianos si que saben hacerla muy bien para engañar a los dos adultos, jajajjaa

La idea... Digamos que... Fue entre ambos...

Pero no diré mas... Mejor disfruten.

A leer se ha dicho.

-Bien, ya estoy aquí. ¿Qué es lo que necesitas?-

-¿Hakurei? ¿Qué haces aquí?-

-¿Cómo que qué hago aquí? Tú me enviaste una orden directa, para que viniera al santuario-

-Yo no envié ninguna orden. ¿Y desde cuando tú vienes por acatar mis órdenes?-

-Escribiste que era algo de suma importancia y que solo podías hablar conmigo de ello- Rápidamente le muestra el pergamino que llevaba oculto entre sus prendas.

-Yo no te escrito, ni enviado nada como eso- Entre sus manos sujeta aquel trozo de papel, que sin duda pertenece a las mismas hojas de papel que usa para motivos patriarcales.

-Pero, es tu letra-

-No, eso no…- Sus ojos se posan en el pergamino, y rápidamente comienza a leer con atención cada una de las palabras escritas, y la sorpresa comienza reina por un solo segundo en su rostro, notando que en efecto parece como si fuera su letra -¡¡¡¿QUÉ?!!!- Su mente no tarda mucho en sacar sus conclusiones –Ay no, Manigoldo…- Murmura ese nombre con cierto enojo, sin pasar desapercibido por el contrario.

-¿Tu alumno hizo esto?- Una de las peculiares cejas del hombre de coleta alta se eleva, más que nada porque esta curioso por lo que ha dicho el otro.

Un suspiro cansado sale de los labios del mayor, frotándose el entrecejo, cerrando sus ojos, y negando con la cabeza –Ese niño me va a escuchar- Sentencia, bastante enojado y desesperado por la situación, al igual que avergonzado.

-Ja, ja, ja, ja, creo que nos quiso gastar una broma- Para variar, al recién llegado le parece algo muy gracioso, sin sentir la molestia de los hechos, pues… Es curioso lo que ha sucedido, sin embargo no al grado de gritar o enfurecerse contra alguien.

-¡¡¡NO PUEDE ESTAR HACIENDO ESTA CLASE DE BROMAS!!! ¡¡¡YA ES UN CABALLERO DORADO Y AUN SE SIGUE COMPORTANDO COMO UN NIÑO!!! Debe entender que solo se puede mandar pergaminos en situaciones de extrema seriedad, no en tonterías- Deja a un lado el papel con la orden patriarcal falsa, y así exhalar un suspiro.

-Deja que se divierta un poco, aun es un niño- La respuesta del contrarió, tan despreocupado y algo cómplice con el discípulo del hombre que tiene un enorme parecido con él, salvo por el estilo de peinado y vestimenta.

-No es un niño, ya creció, debería madurar- Se gira para ver al mayor de su lazo –Te distrajo de tu deber como maestro de Jamir, de seguro tenías reparaciones por hacer-

Alza sus hombros despreocupado, y una sonrisa amplia se le nota, mientras se recarga en una pared cercana del recinto patriarcal –Si, tenía algunas cosas que hacer… Pero no está nada mal que de vez en cuando salgamos de la rutina ¿No crees?- Su sonrisa, con los brazos cruzados delante del pecho, sin angustiarse por lo ocurrido.

Gira sus ojos algo desesperado por este comportamiento –Solo tú puedes encontrarle algo positivo a esta insolencia de Manigoldo- Lanza un suspiro –Es un excelente caballero dorado de Cáncer, a pesar de ser tan joven, pero… Algo indisciplinado-

-A veces a los discípulos debemos darles algo de libertad para hacer su propio camino- Algo serio en su hablar, casi sonaba a un reclamo -¿No es lo que me llegaste a decir alguna vez?-

Asiente, cerrando sus ojos, y lanzando un leve suspiro -¿Sigues molesto por la decisión que tome?-

-No molesto, pero si… Algo preocupado- Frunce el ceño, elevando la vista hacia el frente, si mirar realmente a su gemelo.

-Te entiendo, pero no pienso disculparme, por algo que sabíamos muy bien que pasaría- El patriarca de inmediato pone las cartas sobre la mesa de ese tema, pero sin embargo comprende ese malestar –Shion, ha demostrado ser sumamente digno de su nuevo título como caballero dorado de Aries, deberías estar orgulloso-

-Lo estoy- Contesta, mostrando una sonrisa –Pero eso no quita que crea que fue apresurado-

-No deberías dudar así de tu propio alumno, cuando le has enseñado muy bien su deber a realizar- Un concejo que igual debería tener en cuenta.

-Ja, ja, ja, ja, vaya… Es curioso que estemos hablando de nuestros discípulos como si fueran nuestros hijos, ¿No crees?- Esta vez, sus ojos cual cuarzo se posan sobre el hombre de túnica y cabellos blancos sueltos que se ha quedado de lado a él.

-Ha, ha, ha, creo que… Los vemos en cierta forma así, aunque no sea lo más conveniente… Tu preocupación por Shion…- Una sonrisa se presenta, para mirar al contrarió en un son de burla.

-Y tu sobreexigencia con Manigoldo, nos dice más de nosotros mismos de lo que queremos mostrar- Una media sonrisa, con una ligera risita.

De nuevo ambos hermanos gemelos están en el santuario, por un asunto que en realidad no es a su parecer de ningún peso de importancia, incluso… Podían decir que es un tema muy refrescante por verse en un momento así.

Solo es la causa de una pequeña broma de parte del alumno del menor, haciendo que quien aún vive en su antiguo hogar llegara hasta el santuario solo por nada…

Pero puede que no sea así realmente.

-Bueno… Creo que ya fue suficiente de mi presencia- Dando media vuelta, para solo salir de la sala patriarca por mero respeto, y así teletrasportarse afuera.

-¿No iras a ver a Shion?- Una duda que cruza por la mente del menor con rapidez.

Se detiene en seco, frunciendo el ceño y quedándose algo pensativo –No, creo que si lo hiciera, empezaría a cuestionarle mucho y quisiera saber ¿Como esta? ¿Qué ha hecho? Lo abrumaría con preguntas y creo que debo darle espacio ¿No?- Se autocritica de inmediato porque sabe que lo haría sin pesarlo al ver a ese peliverde.

-Creo que le gustaría que le hicieras esas preguntas, aunque algunos se enfaden por atosigarlos, en el fondo les agrada que se note la preocupación por ellos- Ahora parece mucho más calmado por las imprudencias de su alumno –Pero, bueno… Está bien, es tu decisión, igual yo debo regresar a unos asuntos que atender, antes de ir a regañar a Manigoldo por sus tonterías-

-No seas tan cruel con él- Una pequeña intervención –Recuerda como éramos de jóvenes, a veces también llegamos hacer bromitas de ese tipo y era muy divertido-

Girar sus ojos de nueva cuenta, desaprobando con su cabeza la irresponsabilidad de su gemelo mayor por recordar las bromas de las que fue el de coleta alta protagonista, y el menor siempre lo seguía pues igual le parecían divertidas.

-Ni se te ocurra decir eso en voz alta- Una reprimenda que le da de inmediato al contrario.

-Oh, vamos patriarca Sage- El tono de burla, el único que podría hacerlo contra el actual pontífice, sin recibir castigo, mientras le da un ligero codazo -¿No es bueno recordar que a veces también nos portábamos mal?-

Un bufido de derrota por esta conversación se hace presente –Eres imposible, Hakurei-

Un momento de hermanos se hace presente, todo gracias a una pequeña broma, que el alumno de uno cometió… Pero lejos de que su intención sea molestar…

Al parecer lleva algo oculto, pues…Con sumo cuidado y sin dejar en evidencia su cosmos, dos jóvenes dorados se hacen presentes…

Primero, el toque hacia la puerta del pontificio, para llamar la atención de la máxima autoridad y no ser grosero en entrar sin permiso, aunque a otro parece poco importarle ser educado.

Ya que no espera respuesta algo para abrir aquella enorme puerta y presentarse con una sonrisa orgullosa y algo arrogante.

-¡¡¡FELICIDADES, VIEJOS!!!- El grito de un joven se presenta a viva voz, portando la armadura de Cáncer con sumo orgullo, mientras posa sus pasos dentro del recinto patriarcal, mientras lleva un pastel en sus manos.

-¡¡¡MANIGOLDO!!! ¡¡No seas tan irrespetuoso!!!- La reprimenda de un adolescente de cabellera verde y vestimentas doradas de Aries, se presenta con el ceño fruncido -¡¡¡Y NO LLAMES VIEJO A MI MAESTRO!!!- La molestia por esa descortesía se nota en su voz.

Gira sus ojos por el fastidio por escuchar el regaño del más joven, y a la vez dedicándole una sonrisa burlesca –Oh, vamos borrego pachoncito, no estés de odioso-

-No es ser odioso Manigoldo, es tener respeto por nuestros mayores y más si se trata del patriarca y del maestro de Jamir- La mirada en cuarzo se enfrenta a la azulada, con el menor llevando entre sus manos un plato repleto de momos caseros, que aún están tibios.

-Ay, pero si son solo nuestros maestros, no es la gran cosa- Resta importancia al tema, para darle la espalda ariano.

-¡¡¡¿CÓMO QUE NO ES LA GRAN COSA?!!! ¡¡¡CON MAYOR RAZÓN DEBEMOS RESPETARLOS!!!- Sus pasos se van contra el cangrejo dorado de su generación, en un son de enojo.

-¿Qué no es una falta de respeto, gritar estando en la sala patriarca?- Rápidamente lo molesta con una situación bastante obvia para el peliverde, quien es muy respetuoso de las reglas.

La mirada de angustia absuelta se refleja en el rostro que aunque ya esté en la adolescencia aun parece algo infantil –Oh no… Lo siento mucho…- De inmediato se disculpa con el pontífice y su maestro.

Ambos gemelos se quedan un poco confundidos e impresionados por como sus alumnos están actuando, tan extraño, pues es algo que no se esperaban de ver, de hecho, ni siquiera el motivo real saben.

-¿Qué están haciendo?- El pontífice de inmediato cuestiona.

Sin pedir permiso alguno, toma uno de los momos que sostiene su alumno, regalándole una sonrisa al menor –Vaya, ¿Los preparaste tú solito, Shion?-

La alegría, con un leve sonrojo en las mejillas del ariano se presenta, haciéndolo lucir mucho más adorable –Si, espero que les guste mucho.

-¿Qué nos gusten mucho?-

-Claro, hicimos todo esto, para que estén juntos en el santuario por el cumpleaños de ambos- La mirada soberbia en los azules ojos del joven cangrejo, mientras sigue sosteniendo el pastel, para con son de burla apreciar al mayor.

-¿Hoy es nuestro cumpleaños?- Quien ya se estaba devorando un momo casero, pregunta esto como si el tiempo no lo tomara en cuenta.

La sorpresa del menor se hace presente, mientras abre sus ojos igual de cuarzo, para asentir –Si es cierto, es hoy…- Se toca la frente por inercia, acomodándose algunos mechones -¿Cómo pude olvidarlo?-

-Ya estas senil viejo, es completamente normal a cierta edad- El peli azul sin respeto alguno le habla a su maestro, mientras busca donde dejar el pastel que lleva entre sus manos, y que no aceptara que preparo él mismo en su templo.

-No deberías seguir siendo así de maleducado con el patriarca, aunque sea tu maestro- Otro regaño para el cangrejo por parte del ariano, mientras deja su enojo de lado, para mirar a los dos adultos y hacerles una pequeña reverencia con respeto absoluto –Feliz cumpleaños, maestro Hakurei y patriarca Sage. Manigoldo y yo preparamos este pequeño detalle para ustedes, espero sea de su agrado y no se molesten por la carta que escribió para tenerlos a ambos en el santuario- Con amabilidad y cortesía, habla para explicar el motivo por lo que hicieron.

Claro que la amabilidad y educación del peliverde es algo que les da cierta ternura a ambos hombres, aunque el menor debe actuar con mayor sensatez y mostrar su autoridad.

-Llamar al maestro de Jamir, haciéndolo creer que era un asunto de suma importancia, no estuvo bien, sin importar las causas- De nuevo la seriedad en esa voz para dar una reprimenda a ambos.

El peliverde, baja la mirada algo avergonzado por ello, mientras el cangrejo solo da la espalda a los demás, mientras no dice nada, porque igual no le gustaría hacer enojar a su maestro en este día…

-Lo… Sentimos… De verdad… Creímos…- La débil voz del Ariano se presenta, aun se siente intimidado por la presencia del patriarca, aunque ya tenga un tiempo de haberse vuelto el dorado de la primera casa.

-Oh, vamos Sage. Los niños nos hicieron una pequeña broma por nuestro cumpleaños, se esmeraron en darnos un delicioso pastel y unos ricos momos- Una fuerte palmada en el hombro derecho del hombre que lleva el cabello suelto, mientras mira a su alumno –Te quedaron muy bien los momos de carne, Shion. Ya no tengo nada más que enseñarte en ese ámbito- Sin pensarlo, revuelve los cabellos del Lemuriano menor, para hacerlo sonreír y halagarlo.

-¿De verdad?- La ilusión en los ojitos se presenta, mientras su sonrisa amplia se mantiene.

-Sí, creo que si he sido un buen maestro- Corresponde la sonrisa del Ariano –Gracias, por acordarte-

-De nada, usted siempre fue muy amable y bueno conmigo, es lo menos que puedo hacer-

La interacción entre esos dos, un maestro agradeciendo la amabilidad y atención de su alumno, provocando que la genuina sonrisa del más joven se haga presenté, lo cual hace que se dé cuenta que hizo bien en celebrar este día tan especial.

Justo en ese momento y al notar eso, Sage… Gira su vista para ver al peli azul, que ahora está con un puchero en su rostro, cruzado de brazos, mientras trata de ignorar a los demás.

Dándose cuenta que en cierta forma… Pudo no haber reaccionado del todo bien con este tema…

Cuando igual, su alumno también se mostró ilusionado en hacerle algo así de especial.

Y sin dudarlo mucho más, sus pasos se acercan al mayor de los jóvenes dorados de esa nueva generación.

-Manigoldo-

-Sí, sí, sí, si… No vuelvas hacer algo así de imprudente, ni de estúpido, solo debes llamar a los demás por cosas importantes, no por algo sin sentido como un cumpleaños, nada mas- Imita en cierta forma la voz del hombre que lo crio y cuido cuando era solo un niño, mientras se recita él mismo el sermón que le dedicaría.

-Sí, eso es verdad… Pero…- Una sonrisa se refleja en ese viejo rostro, mientras un abrazo le da –Gracias por hacerlo, hacia mucho que no veía a mi hermano, y sé que lo sabes por qué a veces espías lo que hago, pero… Sé que no es por nada malo-

Los ojos azulados se sorprenden por este acto del patriarca, casi dejando ver un sonrojo en sus mejillas, sin saber cómo responder a este acto, pues… Le da cierta pena devolver el abrazo al hombre que quiere como si fuera su padre –Bueno… Si, si, si, que bueno que le guste entonces…- Se zafa del agarre con rapidez para señala el pastel –Es de zanahoria, es su favorito de ambos, creo…-

El actual bastante avergonzado del cangrejo dorado se nota adorable ante los ojos del pontífice, no ha cambiado mucho en su actitud desde que era aquel niño de apariencia indefensa, pero de fuerte carácter, a quien decidió enseñarle el camino de caballero de Atena, y el cual logro hacer mucho más de lo que esperaba.

Es curioso notar como los caracteres de los alumnos asemejan más al hermano contrario de su maestro, que al del propio…

Tal vez, por eso ambos Lemurianos los ven como a su familia… Una que, no tuvieron del todo de forma sanguina, pero no por eso es menos importante.

Aunque, no fuera de la mejor manera esta reunión familia entre los dos guerreros de dos siglos atrás para celebrar un cumpleaños que es otro más para ellos… Pero para sus apreciados alumnos es un enorme motivo para hacerles algo bonito y humilde por esta celebración, reuniéndose aquellos dos que tienen a sus maestros que son familia, y darles un momento muy feliz.

Para que olviden por solo un momento las responsabilidades, disfruten y se diviertan, igual a como ellos procuraban que sus preciados discípulos se sintieran felices en su día especial, enseñándoles que es importante recordar esas fechas.

Aunque ellos mismos a veces llegaran a olvidar los propios.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

¿Ya le dieron "Me Gusta" a la pagina de la "Familia Terrón De Azúcar" en Facebook.

Yo me encuentro super bien, pero debo irme rápido ya que mi clase sera pronto y bueno...

Tengo que prepararme, jajajaja

¿Les ha gustado mucho el capitulo de hoy?

De estas hermosas venturas de gemelos.

ajajjajajajaja Shion y Manigoldo tienen suerte de que sus maestros sean bastante buenos y cariñosos con ellos.

Se nota y vuelvo a restablecer que los Lemurianos tienen un gran instinto paternal.

Peor en fin, espero que lo disfruten mucho.

Nuestro gemelitos tienen mucho amor de sus alumnos y es que aunque aquí no es una linea de parentesco de sangre, si lo es de lazo de corazón.

En fin, volvamos a cantarles la canción oficial de la familia terrón de azúcar a ambos gemelos, para conmemorar su cumpleaños, aunque ya pasara mas de dos meses, pero hagamoslo con mucho entusiasmo.

Y uno, y dos, y tres...

Un día feliz para ti, hoy es sus cumpleaños si que si, felicidades Hakurei y Sage, sus cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es sus cumpleaños si que si, felicidades Hakurei y Sage, sus cumpleaños si que si.

Bueno mis terrones de azúcar, me paso a despedir, no sin antes agradecerles a todos sus hermosos comentarios, votos, lecturas y apoyo, de verdad me hacen mega feliz.

Son los mejores terrones de azúcar del mundo.

Por favor cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan de mas.

Los quiero mucho.

Ammu se va.


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