Escribí una carta…. La he dejado de nuevo en tu puerta…
No la abrirás, no la leerás…
Vuelvo de nuevo días después… Te dejó otra carta…
Mis manos tiemblan al sentir como la deslizó por tu puerta, deseo que la leas…
Pero no lo harás…
Paso mis días pensando en ti… Recordando nuestros mejores momento.
Todos me dicen que esto no está bien, pero me niego en aceptarlo.
Delante de tu hogar… Mis pies pisan con mayor firmeza, dejando otra carta en tu buzón…
Una más que se quedara allí, sin ser leída.
Las peores cartas, son aquellas que no se escriben… Han dicho algunos.
Pero… Son más dolorosas las que nunca serán leídas.
Dónde exprese todo mis sentimientos…
Tenías razón, son un cobarde por no expresar lo que siento… Por mejor ser de pocas palabras, por guardar silencio y dejar que mi arrogancia hable.
Eso te alejo de mí…
No… No lo hizo…
Fue esa maldita noche, fue esa ocasión, en donde… Tú debías viajar, y no pude alcanzarte antes de que te fueras…
Tenía miedo de que no quisieras escucharme, y dejarme explicar por qué tarde…
Por qué… Antes de que te fueras, a un pequeño viaje, que no debía durar más de una semana.
Te escribí una carta, donde expresaba todo lo que siento por ti…
Quería que la leyeras, y a tu regreso me dieras una respuesta a la pregunta de abajo.
Pero… En tu camino, donde ibas… Chocaron, en esa colisión… Todos murieron… Al ver esa noticia, mi corazón se detuvo, mis lágrimas salieron sin permiso… Mi alma se desgarro… Y solo pedía a cualquier cosa que tu estuvieras bien…
No fue así… Allí dejé de creer en seres divinos… No existían.
No te salvaron…
¿Es tan malo recordarte, Mu?
Simplemente no te puedo dejar ir.
Cada día… Desde hace seis años yo no puedo dejar de ir a verte.
Ante tu antiguo hogar, que luce igual como mi corazón…
Vacío, inhabitable… Olvidado…
La maleza se ha apoderado de este lugar, se queda como un sitio sin habitantes, pues tu abuelo se niega a dejar que alguien más la tenga.
La muerte arrebata a todos aquellos que amamos…
Todo luce tan acabado… Tan antiguo, aquí se detuvo el tiempo cuando ya no volviste…
Igual que en mi corazón, nada ha cambiado, solo el dolor que se instaló en mí ser… Y no se ira jamás.
Tu ausencia, me duele tanto…
Pero más mi cobardía…
El hecho de que tu jamás volverás, que yo deberé seguir aquí, soportando una realidad que desprecio.
Mis padres me piden que deje de venir a tu casa, que debo dejarte ir, ya que solo me hago daño.
¿Qué van a saber ellos de este sufrimiento?
Si están juntos, se tienen el uno al otro, pero… Yo…
¿Yo a quien tengo para compartir mi vida?
Eras solo tú, solo contigo deseaba hacer tantas cosas realidad.
Con quien creía que viviría las experiencias de la juventud y adultez…
No existe nadie más que pueda estar a mi lado…
Desde niños quise eso, pero… No pude decirte nada…
A veces pienso que si yo hubiera llegado antes…
Si hubiera hablado contigo…
Rogarte que no fueras a ese viaje…
Confesarte mis sentimientos…
¿Algo hubiera cambiado?
¿Estarías vivo?
¿Me amaría como yo a ti?
Pero no… Nada de esas preguntas tendrán respuesta alguna, porque ya no estas…
Será imposible algún día saberlo.
Sí todo esto hubiera tenido un final diferente.
Jamás sabré si alguna vez me correspondiste, nunca entenderé… El por qué aquella vez te enojaste y yo igual respondí mal.
Te hice llorar, y aunque te pedí disculpas, tú solo te fuiste… Y nunca te pude volver a ver…
¿Por qué tarde tanto en tomar valor?
¿Por qué no sólo te lo dije de frente?
En vez de hacer una absurda carta que… Jamás leerás.
Cada carta que dejó en tu buzón o por debajo de tu puerta, ruega ser leídas… Que las puedas apreciar y decirme algo…
Deseo tanto que en algún momento… En que me quedo ante la puerta de tu casa, sentado en la vieja madera, recargando mi cabeza en el barandal que nos vio crecer al jugar en tu patio…
Deseo cerrar mis ojos y que al abrirlos…
Pueda ver de nuevo tu hermosa cara, el cabello lila tan perfecto que recuerdo, esos ojos cual joya preciosa e invaluable…
Te recuerdo como lo que éramos cuando te fuiste, unos niños… Pero… Si has crecido, lo más seguro es que, lucirías tan lindo… Tan tú…
Mis ojos dejan que las lágrimas escapen, no me importa si alguien me ve llorar, ya no me interesa el qué dirán…
Si, ya no soy fuerte.
Ya no puedo aparentar que no me duele el hecho de que tú ya no estas.
Quién me diga que debo olvidarte… Solo se gana mi desprecio.
¿Qué saben ellos?
¿Qué pueden entender de este sufrimiento?
Perdí al amor de mi vida, la persona que estaba destinada para mí, como yo para ti…
Eso es algo que nunca se podrá remediar.
Si pudiera pedir un deseo, sería…
Volver a sentir tu dulce aroma… En mi infancia como ahora, no entiendo si era algún tipo de perfume o que tu olor corporal tuviera esa fragancia de moras y lavanda…
Sé qué sí de nuevo pudiera oler aquello, significaría que estarías a mi lado.
Y así podría decirte todo lo que no pude…
Abrazarte con todas mis fuerzas e impedir que te vuelvas a alejar de mi lado.
Mu ¿Me odiarías? ¿Me llamaras egoísta?
Sí al tener otra oportunidad de estar contigo no te dejará ir nunca
Sabes…
Tanto mi familia, como aquellos compañeros que tuvimos en la infancia…
Me dicen… Que a ti no te gustaría verme así…
Que llore por ti.
Que prefiera estar encerrado en mi habitación todo el tiempo… Escribiéndote cartas, y recordarte.
Que querrías verme sonreír de nuevo.
Que disfrute mi vida…
Que no te llore más…
Que te deje descansar en paz…
¿Qué pueden ellos saber?
Jamás te olvidaré, Mu… Nunca lo haré…
Aunque deba permanecer en este constante dolor, no quiero que desaparezcas de mi mente…
No quiero olvidarte nunca…
Pero… Odio que tengan en algo razón…
Eras tan amable, bondadoso y dulce… Un ser demasiado puro, y bueno… Para este maldito infierno que llamamos vida…
Sé que pedirías si tuvieras la oportunidad que te dejara ir… Que viviera, y siguiera adelante.
Tu sonrisa me diría que ya es tiempo de que deje de escribirte… Pero…
Pero…
No lo haría, aunque fueras tú quien me lo pidiera…
Yo moriré antes de siquiera dejar que tu recuerdo se borre.
Me duele que el último recuerdo que tengo de ti, es el ver tu cara molesta, y empapada de lágrimas que yo provoque… Pero, es mejor eso a que te recordará estando en ese ataúd que no existió, yo… No lo hubiera podido resistir…
Recuerdo tu funeral…
Todos llorábamos… Veía tu foto en medio de las de tus padres, delante de las urnas que contenían las cenizas de cada uno…
No pude soportarlo más…
Con diez años, y siendo tan serio e inexpresivo, deje salir mi tristeza con lágrimas, y fuertes sollozos, me derrumbe, y no quise apárteme de tu lado, hasta que… Tuviste que ir a descansar en la cripta de tu familia…
¿Cuántas veces me escape de la escuela o de mi casa, para ir al cementerio y llorar, hasta quedarme dormido?
No importaban los regaños, ni castigos, lo seguí haciendo…
Mu, mi amado Mu… Yo quisiera estar contigo… Morir para permanecer al fin juntos.
¿Me estarás esperando?
Pero… Si yo me suicidaba, sé que no iría a donde tú estás…
Aunque ya no crea en ningún Dios… En nada mítico o cualquier cosa que traiga paz o consuelo a fervientes creyentes…
Creo en ti, en que tú debes estar en un lugar lleno de luz y felicidad, en donde nada, ni nadie te puede lastimar…
Si mi vida acaba por mi propia mano, no llegare a ti, pero…
Por más tiempo que transcurra, estaré sumamente lejos de alcanzarte…
Mu, no reencarnes… No te vayas de ese lugar… Espera… O vuelve como tú…
¿Por qué me dejaste Mu?
Yo no soy para nada fuerte sin ti…
Hago mi mayor esfuerzo cada día, para seguir adelante pero… Es inútil.
Pienso en ti cada instante…
Solo me mantiene cuerdo, el hecho de que estas cartas lleguen a tu puerta y tener la esperanza de que las puedas leer algún día…
Es absurdo pensar en eso.
Aún estoy consciente de ese hecho, pero… No, no lo harás…
No llegaras
No volverás… Por más que yo ruegue y pida… Moriré atravesado por el dolor de tu partida.
Quiero… Quedarme aquí…
En tu hogar… Recordar siempre las risas que compartimos, los juegos…
Las tardes en que nada más que pasar momentos felices era lo importante…
Ver tu sonrisa, escuchar tu preciosa voz…
Cualquier cosa que hacías, me encantaba verte… Comer tu platillo preferido, que viéramos alguna película o serie que disfrutabas…
Cuando dormíamos juntos… Aun a esa edad, yo te contemplaba mientras dormías, poco antes de que yo te acompañará…
Me gustaba tomar tu mano… Y así dormir… Sentía que nada nos separaría…
Ahora, cada que duermo… Mi mano aprieta las sábanas, cierro mis ojos, imagino que eres tú…
Que por un instante volvimos a ser niños y estás conmigo… Que al despertar te veré y nada de este infierno ocurrió…
Pero no es así… ¿Cierto?
En mis sueños te veo, y soy muy feliz, pero… Cuando mis ojos se abren y vuelvo a lo que es esta vida sin ti…
Deseo permanecer dormido para siempre.
Mi corazón ha permanecido roto seis años…
He crecido, pero mis sentimientos siguen siendo solo tuyos.
Apenas si apruebo las materias, apenas si me ha interesado graduarme…
Lo hago, porque quiero que tu abuelo… Me pueda vender tu casa, para sentirme a tu lado…
No movería nada de lo que has dejado… No haría ningún cambio, solo querría estar en esa soledad, entre la oscuridad… Mirando todo lo que alguna vez fue tuyo… Y solo dejar que mi dolor de rienda suelta a mi martirio…
Se lo que dicen… Que esto es una fuerte depresión… Que hacer todo esto jamás hará que pueda superar tu partida.
¿Quién les dijo que quiero superarte?
¿Por qué todos se creen con el derecho de decirme que está bien sentir y que no?
Hago lo que me piden, pero no me ordenen olvidarte, eso no lo haré.
No moriré por mi propia mano, pero si espero la hora en que mi vida se acabe y pueda estar contigo…
Quiero ver contigo de nuevo los atardeceres…
Quiero ir de nuevo a la escuela contigo.
Quiero una vez más hacer la tarea a tu lado…
Dormir juntos…
Platicar de todo lo que nos ocurra.
Tomar tu mano…
Y al fin decirte que…
Yo, Shaka Virgo… He estado enamorado de ti, Mu Aries, desde que tengo memoria… Desde la primera vez que te conocí…
Mis primeros recuerdos, son de nosotros siendo unos infantes de no más de dos o tres años de edad…
Tenemos fotos que comprueban nuestra cercanía, desde que éramos bebés de meses hemos estado juntos…
Creí que… Así sería siempre…
Maldita la hora en que te arrebataron de mi lado…
El momento en que ese avión colapso y te llevó a tu muerte…
¿Sufriste cuando eso peso?
¿Tuviste miedo?
¿Te dolió?
No pude protegerte de nada de eso…
Ojala yo hubiera muerto ese día, ojala yo estuviera enterrado, y no tú…
Por qué sé… Que tú siempre has sido el más fuerte de los dos, el que podría seguir adelante y sonreírle al mañana…
Yo no lo lograría nunca, y no pienso tratar…
La vida me arrebato a la única persona que he amado y amaré siempre…
Nadie podrá ocupar tu lugar.
No me interesa formar una familia sino es contigo.
Pasaré toda mi vida, solo añorándote…
Eso es lo que quiero para mí…
Lo que los demás deseen es su problema.
Mu, no me odies… Por ser terco, no me desprecies por no dejarte ir…
Solo espérame, espera hasta que estemos juntos… Y pueda darte todas las cartas que tengo…
Aunque el papel se vuelva amarillo y las letras se borren… Mis sentimientos no se perderán jamás de mi corazón.
Una vez más… Dejo una carta debajo de tu puerta…
Mi puño se forma para golpearla e imaginar que al llamar, tú abrirás…
Y te veré…. Te abracare y nada de esto habrá pasado.
Leerás todo lo que te he dedicado y lo escucharas de mi viva voz…
Me dirás que soy un idiota por tardar y me corresponderás todos los abrazos que te debo, podré besar tus labios y lograremos al fin estar juntos.
Sin embargo no pasara nada de eso…
Nadie abre la puerta, y la oscuridad de la ciudad se instala…
El alumbrado de la calle proyecta un poco de luz en el portal de tu casa…
De pie estoy… Tocando suavemente, aunque no abras… Lo seguiré intentando siempre…
Hasta que llegue el momento en que… Sea la última vez que deba llamar a tu puerta, pues será el instante en que la abras y nos reencontremos.
Todo estará lleno de luz, felicidad… Y sin importar el tiempo que transcurra, que mi cuerpo y rostro cambien… Sabrás que soy yo, y me sonrieras…
Podré sentirte…
Tocarte y decirte cuanto te amo…
Tanto que mi corazón sangra cada que me doy cuenta que te perdí.
No dejaré de pronunciar nunca las palabras que te dedico en estas hojas.
Te adoro…
Te anhelo…
Te deseo…
Te extraño…
Te quiero…
Te amo, Mu…
Todas son para ti… Y aún faltan más… Muchas más cartas que dejaré ante tu hogar…
Más visitas que jamás se acabarán…
Los recuerdos que nunca olvidare…
Como mis pasos que deben llegar y alejarse cuando sea el momento…
Mis lágrimas las dejé esparcidas por la madera vieja, mis ojos ya no brillan, pues tú eras ese deslumbrante ser que me hacía tan feliz.
Escucharé tu voz una vez más pronunciar mi nombre…
Y escucharé de ti lo que más anhelo…
“Te amo Shaka, siempre te he amado…”
Y cuando eso suceda, cuando todos mis deseos ocurran… Sabré que yo ya no estoy aquí, sino a tu lado…
Espero que ese día no tarde, pues deseo ya volverte a ver… Pero que esta vez sea para siempre el estar juntos.
-Mu, me voy… Por hoy me iré… Volveré… Te lo juro… Solo… Espérame ¿Si?-