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Complacer (DohkoXShion DohIon) [Yaoi Lemon] por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Hola, mis terrones de azúcar, aquí mamá terrón de azúcar publicando un regalo para un terrón de azúcar.

guerra_fioreluu07, espero que lo disfrutes mucho.

Aunque ya han pasado mas de dos meses, pero mas vale tarde que nunca, ¿No?

Sin mas feliciten al terrón cumpleaños y...

Como el jueves no logre poner la hora de votación en Wattpad, lo anunciare por aquí, pueden votar pro este medio en en wattpad, en mi tablero con el mismo nombre.

Semana de los semanales. Significa…

Ya sabrán otra cosita, que aquí ahí algo que puse en los detalles del especuló de Saga jajajaja.

 En fin, voten por Tiempo de votaciones…

Esta vez tocan a las parejas que hasta el momento yo he sentido que tienen química y posibilidad de algo más… Aunque una no ha tenido interacción mucha, pero… Me gusta fantasear…

Así que. Esta vez… Escogerán que pareja les gusta o mejor dicho es su favorita de Next Dimensión…

Claro que los dorados de esa época… Los de otros rangos ya vendrán para que escojan jajjajja.

Saben que me encantan los dorados jajjajjaa.

Bueno…

Recuerden solo un voto por terrón en cada de los cinco fanfic’s que publicó o en su defecto en mi tablero de Wattpad.

Así que escojan su favorito…

Obvio no pongo a los mandamases, por que ellos ya salieron en la primera ronda de todo jajajaj.

Aquí se los dejo:

ShijimaXCardinale

ÉcarlateXMystoria

KaiserXDeathtoll

OxXIzo

OdysseusXCain

Esas son las parejas que yo considero hasta el momento…

Jajjajjaja aun no termino de leer Next Dimensión y bueno puede llegar a que en el futuro tenga otras shipps… Pero al menos estas no cambiaran para los especiales… Pero en otras circunstancias si. 

Dejare la opción en este y en el otro regalo de terrón de azúcar que prepare, tendrán 24 horas para votar, se correrán a partir de el momento que publique el ultimo, por ende mañana se acaban la votaciones por mi pequeño descuido.

Sin mas a leer se a dicho.

Un sonrisa se dibuja en los labios del castaño, sintiendo que está yendo por un buen camino.

Ya que si el pontífice no le está reclamando o intentando zafarse de su agarre, significa que está haciendo un buen trabajo, solo deseando que esto sea suficiente para hacer que su santidad logre tranquilizarse.

-Los puedes recordar ¿Cierto?- La voz suave y tranquilizadora, casi como si susurrara, ya que se acerca lo más que pueda al oído izquierdo del peliverde –Esos momentos en que todo era tan diferente a como lo es ahora- Un momento calla, mientras que con el uso de su cosmos, acercar la pequeña fragancia hacia ambos, sin que el otro se dé cuenta más allá del olor –A cuando nuestras únicas preocupaciones era entrenar, y tener momentos en que pudiéramos reír…- Una risita se deja apreciar de parte del castaño –¿No crees que pensar en eso es mejor?-

Tener la voz de Libra tan cerca, estremece su ser… Oler ese aroma, esa dulce fragancia, que combina fresas, zarzamoras, y un toque de vainilla… Es algo que lo parece querer trasportar a esos recuerdos…

Simplemente es exótico y bastante tentador dejarse llevar por esas enormes estimulaciones, pero claro que como patriarca, debe tener una enorme resistencia ante cualquier distracción.

Aunque quisiera seguir escuchando la varonil, firme y encantadora voz del castaño, el cual lo hace sentir algo de nervioso por este hecho. Que simplemente, desea que se aleje por su propio bien.

-Dohko… No tengo tiempo para esto- Al parecer el dulce aroma que lo hace pensar en el ayer por un momento, le provoca estar más abierto a un descanso de forma inconsciente, sintiendo que sus fuerzas no son suficientes para apartar las manos que lo tocan con delicadeza.

-No será mucho…- Tan cerca del oído de la persona que ha amado por tanto tiempo en secreto, pronunciando palabras con una ronca voz, para hipnotizarlo un poco, y hacer que baje la guardia brevemente –Solo… Hazme un pequeño favor ¿Si?- El ruego, mientras el mismo cierra sus ojos un instante, aspirando la fragancia que desprende el cabello del anterior Aries.

Siempre ha sabido que Shion tiene una excelente higiene y aunque este ocupado, saca un tiempo para darse un baño, así que… El aroma es tan cautivador…

Simplemente lo disfruta tanto como puede, pues sabe que ahora mismo no está en un buen momento para estar en su ensoñamiento, sino… Que lo principal es hacer que el pontífice descanse, solo un poco.

Debe calmarse, pensar con serenidad y no dejarse llevar por la fortuna de tenerlo cerca, debe ser consciente de que si se atreviera a hacer una tontería…

Perdería de una forma que no está dispuesto a Shion, eso jamás lo volvería a permitir…

Lanza un suspiro, sintiéndose levemente derrotado por dejarse llevar por el aroma que inunda sus fosas nasales, y que por momentos siente tan bien ese toque en sus hombros, que se mueve de forma suave y firme.

-¿Qué es lo que quieres?- Sus parpados los siente algo pesados por dejarse llevar a este disfrute que nunca se había permitido a tener.

-¿Puedes cerrar tus ojos un momento?- Le propone con delicadeza, respirando profundo la fragancia que más le agrada, que incluso ignora el líquido de aquel pequeño recipiente que le ha ayudado a calmar a su amado.

-¿Para qué?- Claro que pregunta esto ya un poco molesto, con el ceño fruncido, girándose brevemente, pero solo apreciando la mano de Dohko por el rabillo del ojo izquierdo –Sabes que no tengo tiempo que perder- Hace un pequeño movimiento en sus propios hombros hacia atrás, como si los estuviera estirando, solo porque el toque del Chino es muy agradable.

-Solo será unos segundos… Lo prometo- Sutilmente, comienza un masaje de hombros un poco más placentero, solo para que el peliverde se dé cuenta que necesita descansar, aunque sean unos instantes.

Puede ser bastante fuerte, su cosmos siendo uno de los más experimentados que ahí en la actualidad, pero su cuerpo sigue siendo el de un humano y que eso significa que tiene límites.

Cada toque de ese suave masaje, sin importar que sea sobre sus pendras, es suficiente para hacerlo suspirar profundamente, y aunque no desee hacer caso al castaño, cierra sus preciosos cuarzos un instante, para abrirlos casi de inmediato todo para no caer en un sueño.

-Dohko… No creo que sea… Una buena idea…- Su mano al fin deja la pluma con la que ha estado escribiendo, para que ambas manos se queden posadas sobre la mesa, mientras su espalda estirada, recargándose en el respaldo del asiento, frunciendo el ceño, aun con los ojos algo adormilados.

-Solo recuerda… A cuando tú te dejabas llevar por aquellos dulces momentos… Cuando… Después de entrenar, siempre deseabas regresar a tu templo…- Con sus palabras, pareciera comenzar a narrar algo de un precioso pasado, en donde a pesar de todo el entrenamiento y esfuerzo aún tenían maneras de divertirse.

Ni él mismo entiende por qué, pero… De a poco va aceptando aquella petición, para cerrar sus ojos con delicadeza, dejándose guiar por las palabras del castaño, mientras el masaje en sus hombros lo hace relajarse aún más, como el dulce aroma que ahora entiende muy bien a que pertenece.

Libra nota que al fin tiene luz verde, que puede continuar con delicadeza su plan, sonriendo gentilmente, mientras prosigue con su labor, teniendo al patriarca en una calma que necesita.

-Que al solo llegar, disfrutabas quitarte las ropas de entrenamiento, para ponerte las típicas de tu país… Y aunque cansado te sintieras… Disfrutabas siempre el cocinar esos dulces postres que solo tú puedes hacerlos tan deliciosos-

-Mmmmh- Una pequeña reacción al estremecerse, la boca ligeramente abierta, mientras en su mente aquellos recuerdos comienzan a manifestarse.

Puede verlos, todo lo que hacía en aquella época.

-Aquellos momos, tus favoritos siempre han sido de fruto rojos… Los cocinabas cada que el entrenamiento que hacías te dejaba exhausto…- Sonrisas son lo que se dibujan a cada instante en los labios del séptimo dorado.

Fascinándose, ya que al igual que el peliverde, él mismo está recordando como solía apreciar la dulce felicidad de quien desearía consentir de miles maneras.

Simplemente, en su mente recordar esa preciosa mirada, las invitaciones que le daba para disfrutar lo que había preparado, y tanto más…

Pero no podía dejarse llevar por sus propios intereses, no lo debía hacer, sino… Solo logaría que el otro se incomodará, y eso no lo va a permitir ahora que ha logrado calmarlo un poco.

-No importaba que terminaras manchado de harina, o de esa mermelada casera que aprendiste hacer…- Una idea es la que comienza a surcar su mente, sabiendo donde tocar para hacer que el otro se relaje mucho más –Lo recuerdas ¿Verdad?- Una pregunta que no va a tener respuesta –Aprendiste hacer todo eso, cuando estabas en Jamir… El lugar donde naciste y pasaste tus primeros años de vida… A lado de tu maestro, tus compañeros, y amigos… De ese entonces…- Aquellas palabras, son algo de lo que no vivió a su lado, pero sí conoce por conversaciones.

En la mente de Shion, todo lo que escucha de parte del castaño, activan recuerdos que parecen transportar al peliverde a esos instantes.

Al principio frunció un poco su ceño, provocando que respirara profundamente por el aceleramiento de su corazón, por los instantes que vivió en el santuario en su juventud.

Para luego llevarlo de repente a cuando sus memorias empezaron a formarse… Es un sentimiento tan diferente.

Incluso siente que el olor que empezó con suavidad en el exterior, se intensifica…

Puede que sea por la cercanía, o… Que en su mente lo está recordando de verdad.

Las palabras de Dohko siguen guiándolo en el pasado, tanto que en algún punto dejo de escucharlas, al momento de tener presente el recuerdo de la primera vez que aprendió a preparar esos momos que siempre lo hacían tan feliz, y pensando a la vez que tenía un largo tiempo que no los preparaba.

Era solo un niño… La edad era de un solo digito, pero… Eso no es importante…

Su cabello corto, sus mejillas rozagantes, esa sonrisa de un infante que no conoce aún la brutalidad de la guerra, ni la maldad de las personas, sus ropas abrigadoras, pues era fría, incluso nevaba…

Su bufanda de color verde, que en ese entonces ya era suya, pero debía tener cuidado de no quemarla…

Aunque claramente su maestro no permitiría que algo malo le pasara…

Es allí... Que lo puede ver, la persona que lo guio en su entrenamiento, y en la vida, quién le enseño valores, construyo sus ideales, le dio herramientas para poder sobrevivir a lo que fuera, lo que cualquier padre responsable y amoroso haría.

Ya siendo consciente de su mundo, jamás le volvió a llamar padre, solo maestro y aunque la sangre no fuera compartida, eso no impedía que viera de esa forma al caballero de Altar.

Preparar la masa, ser manchado de harina en la punta de la nariz, algunas historias divertidas, leyendas de su gente y las constelaciones de las que son representantes.

Y es allí, que entre pláticas, risas y pequeñas bromas…

El aroma de aquella mermelada especial, que actualmente solo dos personas saben prepararla de manera tradicional… Todo gracias a que su maestro le enseño a hacerla.

-Un poco de azúcar, las fresas bien, limpias, picadas machacadas, las zarzamoras igual, pero las agregas al final, un poco de vainilla, y lo revuelves hasta que tenga este aroma-

Acerca el tazón en donde aquella mezcla se está preparando, para que el menor la pueda oler.

Los cuarzos brillan tan radiantes, la sonrisa y la emoción en esa carita inocente no se deja esperar –Wow, maestro… Huele muy rico- Esa vocecita que sabe que le pertenece.

El patriarca actual solo suspira, entre los hermosos recuerdos de su infancia, donde siente que puede relajarse un momento, creyendo que tal vez al abrir sus ojos podría estar en aquellos lugares que lo hacían tan feliz antes… Pero ahora le traen una sensación de tristeza.

Sin embargo…

Ese prostre que provoco junto a su maestro en esa primera elaboración de los momos…

No fue la única en su época de juventud…

Las primeras palabras que Dohko le había dedicado, lo volvieron a trasportar a cuando en efecto, los hacía en el santuario, en el templo de Aries…

Pensando y sintiendo que hacer los momos rellenos de esa deliciosa mezcla, sumamente especial para él, lo hace sentir de nuevo cerca de su maestro.

Aunque esté estuviera solo a un pequeña teletrasportación de distancia, sabía que debía hacerse completamente independiente de él, incluso de forma emocional.

Es allí… Es en esos momentos que los preparaba en el santuario, y siendo de los más jóvenes… No tenía mucha cercanía con los demás, aun se sentía algo intimidado por ellos, y su único amigo… Que había logado hacer, jamás lo dejaba solo.

Ni en los peores momentos hasta el momento…

Muchos fueron los instantes que compartió con él…

Con ese joven, que ahora es un adulto, al igual que él…

Verse a sí mismo en sus recuerdos, sentado a las fueras de Aries, a lado de Libra, contemplando sus constelaciones, y comiendo los momos que solo deben ser compartidos con personas muy importantes…

Riendo ambos, platicando de tonterías, o que Dohko le confesará que había hecho algunas bromas a los otros dorados.

Momentos de risas que debieron seguir siendo así siempre…

Tal vez lo hubieran sido así, sí… En esos momentos en que se sentía tan unido a Dohko, se hubiera atrevido a decirle lo que en su corazón ocultaba.

Que el solo verlo ponerse de pie y relatarle las bromas que había hecho, con un sin fin de gesticulaciones exageras, le provocaba sonreír con una boba expresión según él… Y sonrojarse al grado de que pareciera ser el mismo relleno de los momos.

Siempre se avergonzaba y pensaba que ya estaba loco por imaginar algo como eso…

En buenos y malos momentos… Dohko siempre ha estado a su lado de alguna u otra forma…

Con contacto físico, con un abrazo espontáneo, chistes, halagos, regaños, pensamientos, palabras…

No lo dejaba solo, a pesar de que fuera tan terco para aceptar que necesitaba ayuda…

Lo mismo que está haciendo ahora…

Que lo está ayudando a relajarse un minuto, un solo instante… En donde pareciera olvidar sus obligaciones, deberes, y entregarse por completo a los tranquilizantes y cálidos recuerdos, que lo hacen respirar un momento de paz.

Ayudándolo a que sus agradables memorias fueran trasmitidas a su consciente, pues las había guardado en lo más profundo de su mente, no por deseo propio, solo porque sus obligaciones las considera más importantes, por lo cual no tiene tiempo que perder en cosas que no le ayuden en nada.

Se dice que recordar es vivir…

Puede serlo.

El recuerdo… Donde compartió un momento igual que cuando era niño, con la diferencia que él ya era el maestro, y Mu su pequeño alumno…

Era como si todo fuera exactamente igual, salvo que allá afuera no había nieve, sino un sol radiante, en donde… Cargaba a ese niño, lo quería ver feliz siempre, antes de que… El verdadero dolor surgiera de entre el enteramiento y la indiferencia que creía que era mucho mejor tener entre ambos…

Ya que… El sufrimiento de haber pedido a su maestro, aunque ya fuera un caballero dorado, un adulto prácticamente, no fue posible erradicar ese dolor del todo, solo siguió viviendo así…

No quería que Mu se encariñara con él, ni tampoco él con ese pequeño Lemuriano, pero sabe que no pudo evitarlo, por que como pudo… Intento varias demostrarle que era y es importante…

Por qué los recuerdos… Tienen que ser tan memorables y gentiles, como tristes e incomodos…

El dulce aroma del exterior se ha combinado con el olor y sabor de la mermelada de su imaginación, provocando que su deseo por probar esos deliciosos momos se empiece a manifestar…

Aunque en sí, solo es un aumento de apetito fugaz…

Su rostro muestra una pequeña sonrisa, el ceño ha dejado de fruncirse, para dejar ver una calma única, las palabras de Dohko parecían seguir, pero el patriarca no las escucha, porque estaba envuelto en sus preciados recuerdos, que se intenta concentrar solo en lo positivo en esta ocasión.

Sus hombros siguen teniendo la completa atención de las toscas manos del castaño, dejando que su cuerpo este en una relajación que solo esa zona le puede brindar.

No presta atención a su exterior, por unos momentos se está dejando llevar por la delicia de no tomar en cuenta nada que le importune.

El cometido se está cumpliendo, relajarlo aunque sea solo unos minutos es asombroso, pero…

La atención del castaño está completamente centrada en como el patriarca murmura, en su suave cabello, en los hombros que los siente frágiles, pero no los lograría dañar ni aunque ejerciera presión, cosa que no haría…

Las mejillas de Libra se tiñen de carmín al tener tan cerca al Lemuriano.

Su rostro del oído ajeno se aparta levemente, para mirar de perfil esos duraznos labios, como la tersa y delicada piel del cuello…

Su propia boca se abre para hablar, pero también desea con toda el alma atreverse a besar esa delicada piel… Dejarle una pequeña marca de contacto… Su respiración es pesada…

Ya que el estar tan cerca, lo tienta a atreverse a ser un completo idiota, y dejar en evidencia sus intenciones.

No es alguien que se aprovecharía de la situación, o que solo piense en su bienestar…

Esto lo hace para que su mejor amigo y amor de su vida, no este de testarudo, y entienda que debe descansar a como dé lugar…

Que no puede pasar toda la vida trabajando sin descanso alguno.

Sin embargo… ¿Por qué su mente se queda sin ideas, a cada segundo que pasa viendo la preciosa tez pálida del Lemuriano?

Sus palabras ya comienzan divagar y trabarse su habla, por solo pensar en cómo sus labios desearían tener ese saber ahora en su boca…

Solo con un beso se conformaría ahora mismo… Solo con eso podría seguir adelante, pero…

Eso significaría que… ¿Perdería a su mejor amigo?

Entre el recuerdo de ese delicioso sabor, el dulce aroma, y los buenos momentos que ha compartido a lo largo de su vida con personas muy importantes en diferentes etapas de su existencia…

Esta hipnotizado y distraído para siquiera percatarse de una cercanía que tal vez si estuviera por completo atento no permitiría… O puede que si…

De repente… Siente como algo húmedo y ligeramente cálido se presenta en su cuello, sacándolo de golpe de sus recuerdos, provocando que brinque en su asiento, elevando sus manos un poco de la mesa, ya que está muy sorprendido.

-¿Qué fue…- Sin pensarlo, su mano derecha rápidamente es llevada al lado izquierdo de su cuello, para darse cuenta de que esta húmedo y ligeramente manchado de un líquido rojizo –Eso?- Mira los dedos de su mano, con el aroma que lo trasportó a esos momentos tan bonitos que vivió antes.

-Pensé que te gustaría un poco de ese aceite relajante- La voz nerviosa y bastante acelerada de Libra se hace presenté, el cual se encuentra alejado del pontífice, de hecho tanto que casi su espalda choca contra los estantes de atrás.

-¿Aceite?- Sus dedos se frotan entre sí para sentir la consistencia, y darse cuenta que en efecto es de esa índole…

Como el hecho de que ahora aprecia el pequeño frasco sobre su mesa.

Simplemente no entiende como todo había ocurrido tan rápido.

¿Tanto tiempo se había perdido en sus recuerdos?

Pero ni tiempo tiene de peguntar algo mas o… Hacer cualquier cosa, ya que…

-Ja, ja, ja, creo que… Ahora si te he quitado mucho tiempo- Rápidamente habla el castaño, con el rostro sonrojado, su frente algo sudorosa, una sonrisa y risa tan nerviosa que ni él mismo puede ocultar.

Sin pedir autorización alguna… Y con una actitud que claramente revela que está demasiado ansioso y torpe… Que si no fuera porque tiene buenos reflejos y una reacción rápida, evito caerse por un pequeño inconveniente con sus propias piernas.

-Debo de irme… Ja, ja, ja, ja, Shion…- Se le olvido que estaba intentado verse indiferente con el peliverde para que se notara que no le importaba si se mal pasaba o no… -Digo, patriarca… Con permiso… Bueno… Debo rime, ya que la casa de Libra esta algo sucia y… Alguien debe limpiarla- Y sin más palabras por decir, deja el rostro del pontífice con una mirada de confusión.

Claramente no entiende en lo más mínimo este comportamiento del séptimo dorado, ya que lo deja con una de sus tikas levantadas, sintiendo aun el dulce aroma que lo envuelve en el pasado y presente.

La sensación de esas manos que alguna vez llego a tocar por accidente, aun pareciera sentirlas en sus hombros, deseando que lo hubieran tocado directamente en la piel.

Sus mejillas se tiñen de rojo al solo pensar aquello, sorprendiéndose de inmediato… Con el corazón que le comienza a latir demasiado desesperado, al grado que su pecho duele un poco.

Y su rostro también se pone nervioso de solo pensarlo.

Sus cuarzos se posan sobre su escritorio, pensando en lo que acaba de ocurrir, y lo agradable que fue todo, al grado que de verdad sintió que estaba descansando muy bien, como si hubiera dormido una breve siesta, en donde logro conseguir sueños muy hermosos de sus recuerdos.

Que aunque algunos le provocan un sentimiento de tristeza, fueron transformados por una emoción única, donde… Algo especial que no comprende… Los volvió mucho más especiales.

El aroma de sus memorias lo acompaña aun, en su cuello parece que dos marcas se han quedado plasmadas, sus dedo dejan ver la muestra, mientras toma entre sus manos aquel frasco, con el dulce aceite, para brindarle una experiencia muy agradable a cualquiera que la lograra apreciar.

Por alguna razón sonríe débilmente, dejando escapar un suspiro y a la vez un bostezo, claramente las bolsas de debajo de sus ojos, y el cansancio siguen estando presentes, pero el breve descanso que tomo, le ha provocado algo más que solo una pequeña sensación de bienestar.

Siente como su estómago le comienza a incomodar… Sorprendiéndose por esto, porque… Aunque lo sintiera así antes no le prestaba atención alguna, pero ahora si…

Lleva su mano izquierda al nivel de este, unos ruidos se escuchan, sorprendiéndolo y dándole algo de pena, aunque no tanto ya que esta por completo solo –Tengo algo de hambre…- Murmura estas palabras, mientras lanza un suspiro.

Posa sus ojos al frente de nuevo, algo desconcentrado de su trabajo… Como si intentara entender este extraño comportamiento y todo lo ocurrido por parte de Libra, pero… Rápidamente tiene una posible explicación más obvia.

Sonríe, negando con la cabeza –Muy bien… Solo unos minutos me tomare para descansar… ¿Estas contento con eso, Dohko?

Una pregunta que el otro no escucha, ya que se fue rápidamente de la sala patriarca.

Y ahora mismo debe encontrarse en otro punto del santuario, intentando escapar de sus impulsos que pudieron haber provocado algo peor.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Aquí trayendo un nuevo capitulo de este hermoso fanfic, claro que los mandamases son bastante populares, pues la neta ellos a mi ver muy canon jajajajja

Vamos viendo la interacción, que están teniendo aquí, aun esta en conflicto, pero...

Dohko lo esta intentando, aquí recuerden que ninguno se ha confesado, así que actúan algo torpes y solo como "Amigos" aunque a Dohko se le vea tanto el interés en Shion y él otro este en modo, mi trabaja es primero. 

También nos damos cuenta que la aroma terapia y ser guiado con una suave voz a pensar en el pasado ayuda a sana y darnos cuenta de otras cosas.

Digamos que le preste algunas técnicas a Libra de mis terapias, claro que no deje puntos claves ni nada, por si coas bastante básicas, jajajaja 

Combinación de aroma terapia y un sesión de autoregresion jajajajaja

Pero bueno...

Feliciten al terrón de azúcar guerra_fioreluu07, que este es su regalo mega atrasado de cumpleaños y con esto les comento que ya estamos en los regalos de Junio, así que quienes cumplieron en este mes esperen su detalle.

No olviden votar y...

Cantemosle la canción oficial de la familia terrón de azúcar.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades guerra_fioreluu07 tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades guerra_fioreluu07 tu cumpleaños si que si.

Bueno mis terrones de azúcar, me paso a despedir.

Miles de gracias a ustedes por leerme y apoyarme, cada comentarios me hace super feliz. 

Los mega quiero a todos.

Cuídense mucho por fis.

Ammu se va.


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