Andy entró con la ropa sobre el brazo, Víctor justo detrás de él. Oh mierda. SiHa no le había contado a Ho Yeon sobre su historia y no necesitaba que lo arruinara. Víctor era humano y de ninguna manera entendería la verdad.
Diablos, a SiHa ni siquiera le habían contado lo que le había sucedido a Ho Yeon. Tampoco fueron solo los cortes en su cuerpo. Había una mirada atormentada en los ojos azules de Ho Yeon, una mirada que decía que había caminado a través de los fuegos del infierno y que era un hijo de puta cabreado por eso.
Ho Yeon miró a Víctor cuando un bajo gruñido retumbó en su pecho. SiHa no estaba seguro de si ese sonido era porque Víctor estaba en su departamento -los machos preternaturales eran territoriales cuando se trataba de sus compañeros, especialmente cuando aún no habían reclamado a sus parejas- o por lo que había pasado Ho Yeon. SiHa no sabía nada de él. Ho Yeon podría ser un pinchazo.
Dios, por favor no dejes que tenga la personalidad de una babosa.
-Me alegra ver que estás despierto.- Víctor cerró la puerta detrás de él. Tenías a tus amigos preocupados-.
-Te dije que estaría traumatizado por su novio-, le dijo SiHa a Víctor, y esperó que Ho Yeon no le preguntara de qué demonios estaba hablando. -No deberías haber venido aquí-.
-Y te dije que soy paramédico. No puedo evitarlo, tengo un corazón cariñoso. Solo quería comprobar sus heridas para asegurarme de que ninguna de ellas se hubiera infectado-.
Cuando Víctor se acercó a Ho Yeon, el compañero de SiHa curvó su labio superior. -Da un paso más y te destriparé-.
Andy lució una sonrisa tan falsa como un billete de tres dólares cuando miró a Víctor. SiHa no podía entender cómo alguien se enamoró de eso. ¿Nos disculpas por un momento?- Andy se acercó a Ho Yeon y le susurró: -No se puede cambiar en este momento, y ¿qué pasa si sus cortes se infectan?
Vomitaré si empiezan a supurar, así que déjale que te eche un vistazo-.
-Nos sorprendió tratando de arrastrarte a mi apartamento-, agregó SiHa. Cuando miró por encima del hombro, Víctor estaba mirando hacia la cocina, pero SiHa se dio cuenta de que estaba esforzándose por escuchar la conversación. SiHa se volvió hacia Ho Yeon. -Solo ve con la historia de que te golpeó tu novio policía para que no llame a la policía real sobre nosotros-.
Cuando Ho Yeon habló, su voz era tan baja. -O podría matarlo y no tenemos que preocuparnos de que él diga algo-.
SiHa miró incrédulo a Ho Yeon. -Pon un dedo sobre mi vecino y te arrastraré de vuelta a ese hotel, ¿entiendes?-
Ho Yeon lo miró, como si tratara de averiguar si SiHa realmente haría algo así. No es que SiHa pudiera...o quisiera. Ho Yeon pesaba más que él y SiHa no podría ni siquiera moverlo una pulgada hacia la puerta principal. Pero tenía que dejar que Ho Yeon supiera lo serio que era.
-No quiero que me toque-, gruñó Ho Yeon, levantando la voz. -Puedo darte un sedante después-, dijo Víctor. -Prometo no causarte ningún dolor-.
SiHa miró a Ho Yeon. Ho Yeon fulminó con la mirada hacia atrás. Andy rodó los ojos. -Ve a sentarte en el sofá-.
SiHa se dio cuenta de que Víctor tenía una pequeña bolsa en la mano. El tipo realmente parecía una persona agradable y cariñosa, pero SiHa no era un hombre de confianza. Como no tenía idea de quién había torturado a Ho Yeon, y dado que tenía una mente sospechosa, porque el hecho de que
Víctor estaba allí para ayudar parecía muy conveniente, SiHa preguntó: ¿Qué hay en la bolsa?-
Si Víctor sacaba un arma, sería el mayor error de su vida. Los tres cambia formas en la habitación, aunque dos eran zorros pequeños y Ho Yeon apenas estaba de pie, le destrozarían el trasero.
Víctor abrió la bolsa y la inclinó para que pudieran mirar dentro. SiHa no tenía idea de lo que estaba mirando, pero no había ninguna pistola adentro. -Solo cremas antisépticas, cosas para suturas si las necesita y vendas-.
-Doctor en una bolsa-. Andy rió disimuladamente.
SiHa le lanzó a su mejor amigo una mirada fulminante.
Ho Yeon se puso la ropa que le dieron, luego se volvió hacia ellos. -¿Podemos seguir con esto?-
-Tal vez deberías haber esperado para vestirte.- Víctor se acercó al sofá.
-Como el infierno.- SiHa no había tenido la intención de ladrar las palabras, pero todos ya habían visto las piezas de su compañero. No quería que Víctor tuviera una visión cercana.
Ho Yeon estaba desnudo cuando Víctor lo llevó a su apartamento. A SiHa no le importó. Ahora que Ho Yeon estaba despierto, eso hizo que verlo desnudo fuera más íntimo. SiHa podría ser un pequeño zorro cambia formas, pero aún así se sentía posesivo y le arrancaría las pelotas a Víctor si coqueteaba con Ho Yeon.
Pero la forma más rápida de sacar a Víctor de su apartamento era dejarlo hacer lo que había venido a hacer allí. SiHa caminó alrededor del sofá cuando Víctor revisó a Ho Yeon. Cada deslizamiento de los ágiles dedos de Víctor hizo que SiHa apretara la mandíbula.
-¿Qué te pasa?- Andy miró a SiHa con sospecha mientras Víctor extendía ungüento sobre uno de los cortes más largos de Ho Yeon. -Por Dios. Encuentra a un tipo medio muerto y ahora actúa de manera posesiva. Deja de parecer como si estuvieras a punto de apuñalar a Víctor hasta la muerte en cualquier momento-.
-Ve a hervir un poco de agua-, espetó SiHa.
-¿Por qué?- Andy sonrió. -¿Estamos tomando una taza de té mientras esperamos?-
Eso hizo reír a SiHa, y él lo había necesitado. -Y bollos-.
La sonrisa de Andy se ensanchó. -Voy a tener un lado de ese paramédico, porque, maldición, él está caliente-.
-Y tomado-, le recordó SiHa. -Hola, novio guardaespaldas-.
-Sabes que puedo oírte-, dijo Víctor. -Y Jake no es del tipo que comparte, pero gracias por el cumplido-.
Andy movió sus cejas. -No diré si no lo haces-.
SiHa le dio un codazo. -¿Dejarás que se concentre?- SiHa quería que Víctor le quitara las manos a Ho Yeon, y eso no sucedería si Andy seguía distrayéndolo.
-Recomendaría ir al hospital.- Víctor se puso de pie, limpiándose las manos con un paño pequeño de su bolso. -Pero sé que no lo harás-. Algunos de esos cortes son bastante profundos. ¿Me dejarás darte puntos?
-Estoy bien.- Ho Yeon se levantó y se dirigió al pasillo. SiHa quería ir tras él, pero primero tenía que deshacerse de Víctor.
Se quedó allí de pie y escuchó a medias a Víctor contarle sobre infecciones y qué signos buscar. Todo lo que SiHa tenía que hacer era quitarle ese collar a Ho Yeon y él podía cambiar y sanar. -Está bien, gracias, adiós-.
Empujó a Víctor hacia la puerta.
-Te enviaré la factura-, dijo Víctor antes de irse.
SiHa se volvió hacia Andy. -¿Por qué demonios lo trajiste?-
Andy extendió sus brazos. -No lo invité a más. El insistió. ¿Que se suponía que debía hacer?-
-Di no-. SiHa caminó por el pasillo para ver a Ho Yeon. Su compañero estaba en el dormitorio, mirando por la ventana.
SiHa aspiró a consolar. Él siempre dijo algo equivocado. -No quiero ser una carga-. Ho Yeon lo miró. -Pero gracias por cuidarme-.
-¿Una carga?- SiHa resopló. -No he tenido tanta emoción en mucho tiempo.- Hizo una mueca y deseó haber mantenido la boca cerrada. -Lo siento-. La tragedia de Ho Yeon no fue emoción, y SiHa sintió ganas de decir eso.
-No puedo quedarme aquí. J.Y.Park me buscará y no puedo ponerte en peligro. No es nadie con quien jugar.
El corazón de SiHa cayó al suelo ante la idea de que Ho Yeon se fuera. -¿Qué pasa si él me vio trayendo aquí?- Su mente se revolvió por una razón para que Ho Yeon se quedara. -Estaré en peligro si te vas-.
Ho Yeon lo miró con dudas. -Si él te viera a mi lado, J.Y.Park ya estaría derribando la puerta-.
-¿Sabes qué?-, Espetó SiHa. Estaba cansado, estresado y había tenido suficiente mierda por una noche. -Lo he tenido. Primero, un tipo quiere bajarme los dientes porque he lastimado su ego, y luego me persigue. Termino en un callejón apestoso, entro en una construcción abandonada, encuentro a un tipo muriendo y llevo a mi mejor amigo a este lío solo para ponerte a salvo. Todo lo que quería hacer era echar un polvo esta noche. Así que... vete a la mierda-.
SiHa había comenzado a caminar hacia la puerta cuando una mano fuerte se enroscó alrededor de su brazo. Ho Yeon lo hizo girar y SiHa se quedó sin aliento ante la ira en sus ojos azules. Sus caninos se estaban mostrando, y SiHa tuvo que admitir que estaba un poco asustado.
-¿Crees que has pasado por el infierno?- Ho Yeon gruñó. -No tienes idea de qué demonios realmente es, Foxy. Así que no te quedes ahí y trata de leerme el acto antidisturbios. Solo estoy tratando de mantenerte malditamente a salvo-.
-¿Al abandonar a tu pareja?- Gritó SiHa. -Toma tu preocupación y métetelo por el culo-.
SiHa estaba herido porque Ho Yeon quería irse, y estaba enojando a su pareja. Y a él no le importaba, porque a Ho Yeon tampoco le importaba.
SiHa frunció el ceño cuando Ho Yeon se rió. -¿Que es tan gracioso?-
-No es una maldita cosa.- Ho Yeon negó con la cabeza. -Esta situación está muy jodida. Tres años de trabajo encubierto y todo se reduce a mí huyendo de mi compañero para que los Cazadores no lo maten-.
Los ojos de SiHa se abrieron de par en par. Había oído hablar de Hunters. Eran humanos que estaban empeñados en acabar con la población sobrenatural. -¿Los cazadores te hicieron esto?-
-No.- Ho Yeon negó con la cabeza otra vez. -El Cazador me hizo esto-.
-¿Qué significa eso?-
-El tipo que formó su organización. J.Y.Park-.
La mente de SiHa giró. Si el capo de los cazadores estaba detrás de Ho Yeon, estaban en un peligro más serio de lo que SiHa había pensado. -¿Y quieres dejarme para tratar con él?-
-No vas a tratar con él-, gruñó Ho Yeon. -Él no sabe nada de ti, y planeo mantenerlo así-.
-¿Por cuánto tiempo?-
Ho Yeon ni siquiera podía permitirle a SiHa la decencia de mirar en su dirección. -Hasta que esté muerto a mis pies-.
Los Cazadores habían existido por décadas, ¿y Ho Yeon pensó que podría matar al líder? ¿En qué universo vivió? -Entonces supongo que nunca nos volveremos a ver-.
SiHa tiró de su brazo del agarre de Ho Yeon, abrió la puerta, y pisoteó el pasillo mientras lágrimas ardientes llenaban sus ojos. Andy estaba descansando en el sofá y saltó cuando vio a SiHa. -Amigo, ¿por qué estás llorando?-
En lugar de responder, SiHa salió del apartamento, sin importarle que tenía sangre en su ropa de llevar a Ho Yeon. Estaba entumecido, sin un destino en mente. SiHa solo quería alejarse lo más posible de Ho Yeon.
Como el dolor de no volver a ver a Ho Yeon, SiHa deseó no haber conocido a su pareja.
-¿Estás seguro?-
-Lo vi entrar al hotel. Él y otro tipo se llevaron a Ho Yeon de allí, luego yo los seguí. Mark se apoyó en la pared de ladrillos de la peluquería y vio pasar al rubio.
-¿Ho Yeon todavía está con ellos?-
-Por lo que sé. No lo he visto salir del edificio. Deberíamos agarrar a una docena de hombres y asaltar el lugar-.
-Es por eso que yo soy el que está a cargo-, dijo J.Y.Park. -No necesitamos la atención. Hacemos esto en silencio. ¿Lo tengo?-
-Sí, lo tengo-, dijo Mark, aunque no le gustaba toda esta mierda sigilosa. La gente de esta parte de la ciudad solía ocuparse de sus propios asuntos. Mark dudaba que alguien llamara a la policía, pero esta no fue su decisión. -Uno de los jóvenes pasó a mi lado. ¿Quieres que lo agarre?
-Sí, podríamos usarlo como palanca para atraer a Ho Yeon desde el edificio. Pero no dejes que nadie te vea-.
Ya era casi hora. Esta espera fue una mierda. Colgó, metió el teléfono en el bolsillo y se colocó detrás del rubio. Era temprano en la mañana del domingo, algunas personas estaban en la calle, en su mayoría gente mayor que probablemente se dirigía a un desayuno de madrugada.
Mark lo siguió durante un bloque, manteniendo su distancia. No tenía idea de a dónde iba el jovencito, y tenía la sensación de que el rubio tampoco. Siguió parándose y hablando consigo mismo antes de seguir.
Cuando bajó por un callejón, Mark vio su oportunidad. Debería haber traído su camioneta, pero podría desmayar al rubio, y luego ir a buscarla.
El callejón estaba sucio como el infierno, basura en el suelo, basura que salía del basurero y mierda si no apestaba a orina de gato. J.Y.Park se lo debería por esto. Cuando Mark pasó el contenedor de basura, preguntándose dónde había ido el jovencito, algo sólido se conectó con su rodilla izquierda. Con un grito, Mark bajó, y levantó la vista para ver al jovencito parado sobre él, sosteniendo un tubo.
-¡Maldito idiota!-
El rubio volvió a golpear el tubo contra su rodilla. -¿Por qué me sigues?-, Gritó.
Mark trató de ponerse de pie, pero se desplomó, rodando a su lado mientras acunaba su rodilla en sus manos. -Golpéame otra vez y te ahorcaré-.
Él planeaba hacer eso de todos modos.
El tipo sostenía la tubería como un bate, listo para balancearse. -Le pregunté por qué me seguías-.
Mark le sacó la pierna derecha, derribando al hombre. Él se estrelló contra el suelo, pero se puso de pie en segundos, agarrando la tubería caída. El pequeño cabrón era rápido.
Entonces él golpeó el metal en el hombro de Mark. Aulló mientras el dolor irradiaba por su lado derecho. El jovencito lo golpeó un par de veces más antes de despegar, dejando a Mark allí acostado acunando su cuerpo.
Cuando le pusiera las manos encima al bastardo, lo torturaría lentamente antes de terminar con la vida del chico.
continuará....