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Krest De Acuario por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Mis terrones de azúcar, otro regalo aquí para un terrón de azúcar que cumplió años el Febrero pasado, jajajaja espero que te guste tu pequeño detalle de cumpleaños, lo hice con mucho cariño para ti, terrón de azúcar Cataralav, al fin te doy este pequeño presente, jajajaja


Espero que te guste como lo fui manejando y con la temática que le di, pues sin duda es dedicado mas por tu día.


Sin mas espero que disfrutes mucho el capitulo especial de Krest de acuario.


Continúen el leyendo.

Un suspiro se deja escuchar, al instante que un hombre de cabellos castaño oscuro, cortos y unos ojos verdes, sostiene una caja de chocolates en forma de corazón.

Obviamente esta sonrojado, avergonzado y molestó por ese hecho.

-No necesito averiguar quien fue- Niega con la cabeza, mientras se levanta de la silla que está delante del escritorio que le corresponde en la sala de profesores.

Lleva su maletín con varios papeles, trabajos, exámenes para darles a sus alumnos y otros que ya están hechos y listos para calificar.

Bien vestido como siempre, pantalón formal de color azul marino, una camisa blanca, el saco igual de la misma tonalidad de la vestimenta inferior, usa un moño color café, dando un toque curioso por su estilo.

Pero no por ello deja de ser atractivo.

Además que con su apariencia tan joven, es difícil creer que sea un profesor de ese instituto tan prestigioso, pero que sin duda se ganó por completo el puesto por un currículo tan bien estructurado y hecho.

Con bastante méritos y estudios que ayudarían a fomentar y formar jóvenes mentes.

A veces, gracias a su estatura baja, y un rostro tan angelical, ha sido confundido con algún alumno.

Esas eran las burlas de los demás profesores al momento que ingreso a trabajar, pero pronto se ganó el respeto de todos. Aún con eso detalle en “Contra” se logró ganar la admiración profunda, y atención de sus alumnos, ya que su apasionada forma de enseñar, lograba animar a todos sus estudiantes.

Claro que siempre existen algunos distraídos o revoltosos, pero sabía manejarlos bastante bien, no era su primera vez lidiando con personas así.

Poco a poco, mediante seguía su trabajo, con sus grupos dados cada año, ganado experiencia, y a la vez admiradores, que hasta un club clandestino tenia.

La verdad nunca antes le tomo importancia, tomaba todo como cosas de adolescentes, con las hormonas alborotadas.

La mayoría tímidos, tanto hombres, como mujeres.

Siempre educado e ignorando alguna muestra de admiración fuera de lugar.

La barrera de Maestro-Alumno no la iba a atravesar jamás, no sería nada ético de su parte.

Siempre tuvo esa idea, pues no quería meterse en problemas ya que a todos sus alumnos los veía solo como niños a su punto de ver, no es que fuera ya un hombre de cuarenta o cincuenta años, que digamos fuera realmente algo inapropiado, pero con casi treinta, y esos chiquillos llegando apenas a la mayoría de edad.

Tampoco es algo bueno.

Sin embargo, en este último año escolar en que está impartiendo a un grupo de tercero que ha tenido desde el inicio de estos…

Aun joven de cabellos negros, unos ojos de un tono violeta bastante oscuros, que si uno no se fija bien, parecían casi negros.

Una sonrisa demasiado encantadora para su propio bien, algo rebelde, pero eso no daña sus calificaciones, hacia sus trabajos a tiempo, en los exámenes siempre siendo quien saca mejor nota y en sus exposiciones no existía ningún detalle que arreglar.

Algo que impresiono bastante a ese profesor, pero solo dejándolo como lo que es, un alumno muy dedicado, aun con su pinta y reputación de chico rebelde, en si solo eran habladurías de los demás.

Ese chico, no solo hacia esas cosas para ganarse buena notas o que en realidad le importara del todo sus calificaciones, ya que… En sí, cuando estaba en la secundaria, poco le interesaban, apenas si se esforzaba para pasar y no repetir año.

Y aquí, sin duda posee un interés particular.

No fue secreto para nadie en poco tiempo…

Cuando un día, mientras ese profesor estaba dando el tema de clases… Ese chico de cabellos negros y cortos, se levantó haciendo cierto ruido al arrastra la silla por sus movimientos bruscos, parándose firmemente.

Bastante rojo de sus mejillas, apretando sus puños, y mirando directamente al hombre delante.

El cual solo se sorprendió, igual que los demás estudiantes.

-¿Te sucede algo Zaphiri?- Rápidamente pregunta el profesor, dejando su labor.

Ya no pudo soportar mas y dedicando una mirada decidida, se puso firme en su postura y voz –Profesor Krest… ¡¡¡ESTOY ENAMORADO DE USTED!!! ¡¡¡POR FAVOR!!! ¡¡¡SALGA CONMIGO!!!-

Fue capaz de revelar sus sentimientos abiertamente en medio de todo su salón de clases.

Logrando dejar a todos con la boca tan abierta, que casi pareciera que se les fuera a caer la mandíbula…

Y el pobre profesor de cabellos castaños, sumamente avergonzado, y tan rojo como la grana en sus mejillas, su cuerpo se crispa por aquellas palabras de un estudiante de tan solo dieciséis años.

-¡¡¡¿QUÉ?!!!- Fue la respuesta por parte del castaño, pues esas palabras y atrevimiento jamás lo había visto en nadie.

Ni siquiera de ningún de los alumnos mayores, que poseían admiración por él, jamás se atrevieron a este grado de indecoro.

Obviamente Krest rechazo amablemente Zaphiri, explicándole en ese momento delante de todos, que no podía aceptar tal propuesta, pues…

Una, no estaba interesado en él de esa forma.

Dos, su relación solo debe mantenerse como Maestro-Alumno se debe mantener tal cual.

Y tres, no se debería estar fijando en alguien que casi le dobla la edad.

Para de forma rápida, pedirle que se siente, tratando de volver a dirigir al grupo a la clase.

Pero el chico, no se dio por vencido para nada.

-¡¡¡ESO NO ME IMPORTA!!! ¡¡¡POR FAVOR PROFESOR KREST, DEME UNA OPORTUNIDAD!!!- Ruega por ser digno de estar al lado de quien se ha enamorado.

Para este punto de aquella confesión, sabía que no podría manejarlo del todo bien solo, no quería meterlo en problemas, pero tampoco quiera que existieran malos entendidos.

Debió llamarle la atención con un reporte por importunar la clase…

La primera vez que no podía controlar a un alumno de forma adecuada y era porque posee fuertes sentimientos por él…

Debió reportar aquel incidente, y allí se enteró de varias cosas de ese chico…

Una de esas, era que nadie respondería por él, pues… Vivía solo, quedo huérfano desde los trece años, si bien fue un golpe duro, quería ser mucho más fuerte en ese sentido, no demostrar su tragedia.

Solo le dijeron a Krest que hizo lo correcto, que Zaphiri seria reprendido por hacer algo tan impropio en medio de una clase.

Para ese punto, el castaño, comenzó a sentir algún tipo de pena por ese joven, verlo siempre mostrándose fuerte, solitario y serio…

Nadie se le acercaba, siempre prefería permanecer alejado de los demás… Como si le molestará a veces intentar interactuar, y más esto se vio después de esa confesión, aquel incidente que los demás no dejaban de recordarle.

-El chico que fue rechazado por el profesor Krest-

-No puede ser, jajajaja Zaphiri, ¿De verdad creíste que te haría caso?-

-Ha rechazado a todos los alumnos que se le han declarado de alguna forma u otra-

-Y sin contar que algunos profesores, padres de familia también lo han cortejado y nada-

-Creo que el profesor no está interesado en nadie-

-O ¿Tal vez ya tiene pareja y no lo sabemos?-

-Ja, ja, ja, ja pobrecito bicho raro… ¿Le rompieron el corazón?-

Esas burlas siempre acababan en lo mismo, pelea a puño limpio, en done siempre salía a flote la causa, que era esa confesión.

Krest intento explicarle a su alumno más problemático que aquello fue solo un pequeño error que cometió, que no debía tomarse ya las burlas enserio.

Pero igual el profesor reprendía a los demás alumnos que se burlaban del pelinegro.

Sin embargo, no importan las burlas, las constantes llamadas de atención…

Ese chico tan rebelde que se había vuelto, no dejaba de intentar de impresionar al profesor, sus exposiciones seguían igual de buenas, las mejores notas, todo lo hacía para agradar de cualquier forma a Krest.

Y seguía declarando su amor cada que podía de alguna forma u otra.

Siendo rechazado siempre por el castaño…

Pero, estas atenciones… Cada que veía esos ojos violetas oscuros mirándolo, sonriéndole, diciéndole algunas palabras, tanto a viva voz como de manera escritas, sin importar las burlas…

Lograron hacer dudar al profesor de sus propis sentimientos y ética…

Solo deseaba que ya se graduara, para no tener que estar soportando esa situación, pero… A la vez, se pensaba el hecho de ya no poder volver a ver a ese chico que hacia tanto por él.

Sabía que no debía estar pensando de esa forma…

Zaphiri aún es menor de edad, debía seguir siendo ético el profesor, y como siempre ignorar las atenciones de cualquiera que quiera cortejarlo.

La razón por la que sello su corazón tiempo atrás…

Surgió que en su época de estudiante también se enamoró de quien no debía… Paso igual… No, no por un maestro, si no por un compañero de último año, que rompió su corazón.

Puede que sea cualquier estupidez para algunos, pero… Para Krest fue algo que lo marco tanto.

Y no quería hacer lo mismo que le sucedió, sin embargo aquí debía ser sensato…

Lástima que no pudo cumplir con ese juramento de proteger a todo sus alumnos, porque…

Del amor no podría hacerlo y más cuando intente negarlo mil veces…

Teniendo esos chocolates en mano… La carta que venía a un lado…

No los podía ocultar del todo en su maletín, pues estaba también lleno de algunos otros detalles de sus alumnos, pero siendo más pequeños podan ser ocultados.

El hecho de que aquellos alumnos que organizaron el famoso “Buzón secreto” para toda la escuela en esta fecha tan hermosa del amor y la amistad, fue una muy buena temática por ende.

Confesiones de amor por aquí y por allá, claro que rechazos, ya que la vida también es así de cruel.

Parejas ya formalizadas mandándose cositas tiernas, para mantener esos detalles cursis…

Incluso una pareja de jóvenes profesores que estaban ya casados, se unieron al evento, manándose cositas entre si…

Y la amistad igual se celebra, dándose chocolates o paletas.

Que hermoso San Valentín…

Pero cuando Krest vio como una alumna y un alumno de una clase que imparte de último año, se le acercaron, llevando con ellos un montón de cartas, regalos, detalles y claro la caja de chocolates…

Solo sudo frio e imagina lo mismo de cada año.

Recibió todo con vergüenza a la hora de una de sus clases de primero, y no faltaron las pequeñas burlas de sus estudiantes.

Agradecido todo, el anonimato era lo principal en la mayoría de los casos, salvo por la que justamente lleva un nombre y dedicatoria tan preciosa.

Como una poesía “Inocente” de un principiante que se esfuerza para hacer algo decente por quien ama.

Se sonrojo al tenerla entre sus manos, por insistencia de sus alumnos que les mostrara sus regalos, claro sin leer nada…

-Profesor Krest, ¿De verdad no tiene a nadie que le guste?- Una joven alumna pregunta, no de aquellas que enviaron cartas de amor o dulces.

Solo era curiosidad.

Escucho la pregunta, pero no pudo responder con sinceridad.

Y ahora está aquí…

Deseando de todo corazón que el suyo no lata por ese joven, que solo debería estar viendo como su alumno y no más.

Aquella carta, la leyó, y solo logro que su cuerpo temblara y se sintiera ansioso.

Vuelve a sentir esos sentimientos adolecentes, cuando el amor te inunda y solo deseas llegar a la escuela para ver a quien te gusta, aunque sea de lejos, escuchar sus palabras, su risa, ver su rostro, sus ojos, cada cosa.

Sin duda Krest también se ha vuelto loco, admirando a ese rebelde alumno, que se ha atrevido a tanto por él…

Que lo ha saco de quiso por esos sentimientos, y a la vez… Lo ha entendido casi todo.

-Esto está mal… Está muy mal…- Se arrepiente en voz baja, al solo ver las hermosas escenas en los jardines de la escuela, y pensar que… Si fuera menor, si Zaphiri fuera mayor… Ellos podrían estar así de juntos.

Las palabras dichas en aquella carta, aún sigue taladrando en su cabeza… Y clavándose en su corazón.

“Profesor Krest…

La primera vez que lo vi, creí que me volví loco por pensarlo todo el tiempo,

Que alguien tan hermoso no me vería jamás,

Pero eso no me hizo rendirme por su atención…

Sé que usted es mi maestro, y debería así mantenerlo en ese pedestal inalcanzable.

No puedo dejarlo así,

Usted se volvió tan importante para mí en tan poco tiempo, que sueño con usted siempre…

Imagino que me corresponde, y acepta mis sentimientos, es lo que más deseo ¿Sabe?

Mis declaraciones de amor, seguirán existiendo hasta que usted me acepté.

No pienso renunciar a lo que siento y no importa que me gradué, y me tenga que alejar de este instituto.

Ya que le prometo algo, que volveré por usted, si el impedimento que ve es el que sea mi maestro y mayor que yo, eso no importara en pocos meses…

Me graduaré, seré mayor y vera que lograre apoderarme de su corazón, como de su cuerpo.

Porque, mi amor no solo es por su ternura e inocencia que desprende, también lo deseo tanto…

Estoy mal, soy un loco por completo, pero… Solo por usted, así me siento…

Espéreme un poco y lograre hacerlo muy feliz.

Lo juro, solo deme una oportunidad en el futuro.

Atentamente, Zaphiri, su loco bicho de amor.”

Palabras demasiado fuertes y cursis, que dejan la piel crispada del castaño, al leer tantas cosas plasmadas, y que lo hace sentirse apenado.

Su cuerpo reaccionando porque le menciona intimidades…

Deseos, amor… Promesas.

Es demasiado para que pueda tratar este joven profesor, que logro enamorar a un alumno sin quererlo, y sin importar los múltiples rechazos que le hizo, por su propio bien…

No pudo lograr impedir que esos sentimientos impulsivos de su alumno, lograrán llegar hasta su corazón encerrado en soledad por sí solo.

Curándolo de cierta forma, durante estos años escolares.

Krest se siente abrumado, por sus pensamientos confusos, pero sus sentimientos bien puestos en su lugar.

Pensando que debería calmarse y no pensarlo tanto, pero con la promesa que más parece una amenaza de volver por él…

Lo hace emocionarse y asustarse a la vez… Creyendo que está cometiendo y dejando que suceda un error.

Pero… Si Zaphiri, deja de ser su alumno y cumple la mayoría de edad…

Y si ambos lo consienten ya siendo adultos y sin ninguna otra relación…

¿Estaría aun así tan mal visto?

¿Podría que sus corazones estén juntos?

¿Lo aceptaría Krest?

¿Logaría hace realidad sus sueño, al momento de permanecer a lado de su amado profesor?

¿Podrán volverse una pareja de verdad, sin poner en riesgo a ningún?

Eso solo se podrá descubrir mediante el tiempo y la distancia que tomaran en algún punto, para demostrar si sus sentimientos son fuertes, o solo son por la fantasía de lo prohibido.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como se encuentran el día de hoy?


Yo estoy bien, algo asoleada y decepcionada por que no encontré los tenis que me gustaran de mi talla, jajajaa no soy de un numero tan grande, pero... Uffff


Creo que es muy común mi talla, pues se acaban rápido, en fin...


Mejor suerte para la próxima ¿No?


Ahora si, aunque sea tarde, cantemos la canción oficial de la familia terrón de azúcar, para Cataralav, pues aunque ya fue tu cumpleaños, te lo celebramos ahora.


¿Por que no?


Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que is, felicidades Cataralav tu cumpleaños si que si.


Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que is, felicidades Cataralav tu cumpleaños si que si.


Espero que disfrutes mucho este capitulo.


Les agradezco tanto que me lean, que sigan disfrutando mis locuritas cada vez que actualizo, no saben lo feliz que me hace con sus comentarios, siempre agradeceré que estén atentos conmigo.


Por favor sigan cuidándose mucho, hagan caso a las medidas de higiene y manténganse a salvo.


Los quiero mucho.


Ammu se va.


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