Tony Stark tiene una vida de ensueño, desde pequeño ha sido envidiado en todo sentido pues no sólo nació en el seno de una familia privilegiada sino que es el último omega prime en la tierra. Ha logrado todo lo que se ha propuesto en la vida, ha vivido bajo sus reglas y sin remordimiento, se ha ganado a pulso su lugar en el mundo y si bien es consciente de que siempre tendrá detractores ha aprendido a sólo rodearse de aquellos que se preocupen por él y le hagan bien.
-¿Te he dicho cuanto te amo?- susurró el rubio abrazando a su esposo por la espalda mientras admiraba la vista de la ciudad desde la cima de su Torre, después de lo vivido con Killian huyeron y se casaron sin dudar, ahora esperaban el día agendado para deshacerse de la metralla en su pecho.
-No lo sé Stiff… ¿lo hiciste?- murmuró relajándose al sentir el varonil aroma de su alfa rodeándole
-Me parece que no lo suficiente- dijo el alfa prime besando la marca en su yugular, sus labios despacio bajaron por la piel descubierta gracias a que sólo vestía la camisa ajena
El castaño giro dentro del abrazo para besar a Steve quien sin dudar le cargó para llevarle a la habitación sin separarse de sus labios en ningún instante. Con cuidado fue colocado en la enorme cama, las manos firmes del militar delinearon las formas de Tony mientras sus labios iniciaban un suave camino por sus clavículas.
-Eres tan hermoso mi amor- susurró el ojiazul mientras terminaba de desnudar a su omega
-Steve, por favor…- pidió Tony buscando sus labios de nuevo
El Capitán no le hizo esperar, devoró los labios de su pareja y rasgó las ropas de ambos para alinear su erección en la punzante entrada del omega e iniciar a hundirse en su interior.
-¡Oh dioses!- dimió el castaño arqueando la espalda
-¡Oh Tony!- gruñó Steve aferrando su agarre a las caderas del otro
-Muévete cariño…
Inicio con un vaivén lento pero seguro, sus bocas luchaban por el control acallando gemidos y gruñidos mientras se fundían en un solo ser como tantas veces lo hicieron desde su enlace, las feromonas caldearon el ambiente creando un adictivo perfume que los invitaba a dejarse llevar y lo único que podía escucharse era el morboso choque de sus pieles y el chapoteo causado por la lubricación y el sudor.
-Oh… Steve, a-alfa…
-Tony… Oh cariño
Ambos sintieron los músculos de su bajo vientre tensarse y la vorágine de placer explotar haciéndoles gritar con fuerza
-Oh… te amo tanto gimió Steve besando el rostro de su omega
-Y yo a ti alfa- murmuró el menor con voz exhausta y sonrisa satisfecha.
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Tony Stark tiene una vida de ensueño, desde pequeño ha sido envidiado en todo sentido pues no sólo nació en el seno de una familia privilegiada sino que es el último omega prime en la tierra. Ha logrado todo lo que se ha propuesto en la vida, ha vivido bajo sus reglas y sin remordimiento, se ha ganado a pulso su lugar en el mundo y si bien es consciente de que siempre tendrá detractores ha aprendido a sólo rodearse de aquellos que se preocupen por él y le hagan bien.
-¿Te he dicho cuanto te amo?- susurró el rubio abrazando a su esposo por la espalda mientras admiraba la vista de la ciudad desde la cima de su Torre, después de lo vivido con Killian huyeron y se casaron sin dudar, ahora esperaban el día agendado para deshacerse de la metralla en su pecho.
-No lo sé Stiff… ¿lo hiciste?- murmuró relajándose al sentir el varonil aroma de su alfa rodeándole
-Me parece que no lo suficiente- dijo el alfa prime besando la marca en su yugular, sus labios despacio bajaron por la piel descubierta gracias a que sólo vestía la camisa ajena
El castaño giro dentro del abrazo para besar a Steve quien sin dudar le cargó para llevarle a la habitación sin separarse de sus labios en ningún instante. Con cuidado fue colocado en la enorme cama, las manos firmes del militar delinearon las formas de Tony mientras sus labios iniciaban un suave camino por sus clavículas.
-Eres tan hermoso mi amor- susurró el ojiazul mientras terminaba de desnudar a su omega
-Steve, por favor…- pidió Tony buscando sus labios de nuevo
El Capitán no le hizo esperar, devoró los labios de su pareja y rasgó las ropas de ambos para alinear su erección en la punzante entrada del omega e iniciar a hundirse en su interior.
-¡Oh dioses!- dimió el castaño arqueando la espalda
-¡Oh Tony!- gruñó Steve aferrando su agarre a las caderas del otro
-Muévete cariño…
Inicio con un vaivén lento pero seguro, sus bocas luchaban por el control acallando gemidos y gruñidos mientras se fundían en un solo ser como tantas veces lo hicieron desde su enlace, las feromonas caldearon el ambiente creando un adictivo perfume que los invitaba a dejarse llevar y lo único que podía escucharse era el morboso choque de sus pieles y el chapoteo causado por la lubricación y el sudor.
-Oh… Steve, a-alfa…
-Tony… Oh cariño
Ambos sintieron los músculos de su bajo vientre tensarse y la vorágine de placer explotar haciéndoles gritar con fuerza
-Oh… te amo tanto gimió Steve besando el rostro de su omega
-Y yo a ti alfa- murmuró el menor con voz exhausta y sonrisa satisfecha.