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Dejame volar a tu lado por Alvaro_S

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Notas del capitulo:

Lo prometido es deuda :D Tercer y ultimo capitulo

 

Si hace un año le hubieran dicho a Isabela que estaría siguiendo a su hermana menor, en dirección a una montaña cuando la noche estaba al caer y acompañada de Camilo y Dolores, ella se habría reído en la cara de esa persona, pero aquí se encontraba.

“Entonces, el plan es seguir a Mirabel, esperar el momento indicado, meterla en problemas sin que se dé cuenta y llegar a rescatarla para que admita que no puede cuidarse sola” Camilo me miraba con una mirada desinteresada.

“Si, Camilo es la tercera vez que me preguntas” Rodé los ojos ya cansada de que Camilo me pregunté constantemente.

“Es por que tal vez entres un poco en razón y te des cuenta de lo loco que suena tu plan, nos estas diciendo de que estas dispuesta a lastimar a tu propia hermana solo para dar a entender un punto” Camilo se cruzó de brazos.

“Camilo come tus arepas y ayúdame quieres, además no quiero lastimarla, solo darle un susto”

“Isabela, tengo que estar de acuerdo con Camilo en esto, sin mencionar que tu misma no estas en la mejor de las condiciones” Dolores lucia preocupada.

“Chicos escuchen, aprecio su preocupación, pero les aseguro que no hay nada de lo que deban preocuparse, no quiero lastimar a Mirabel y si veo que realmente ella puede correr un peligro real me detendré de inmediato, ahora vamos empieza a oscurecer y quiero regresar a casa cuanto antes con Mirabel” Seguimos avanzando en silencio principalmente para no ser vistos por Mirabel, pero nos olvidamos por completo de las criaturas que habitaban aquí…

Caminamos por un tiempo adentrándonos mas y mas entre los arboles, pero algo empezaba a no sentirse bien, empezaba a sentir como si nos observaran, prepare mi magia en caso de ser necesaria, aunque probablemente solo era mi imaginación.

“Amm ¿alguien mas se siente incomodo aquí?” Camilo a mis espaldas hablo.

“Si, este lugar hace que quiera salir corriendo” Dolores se acercó más a Camilo.

“Chicos, ¿si saben que no hay gente viviendo en plena selva verdad?, además si hubiera alguien dolores los habría escuchado hace bastante tiempo” Trataba de ser racional, pero este lugar me incomodaba, por alguna razón no me sentía bienvenida.

Logramos acortar la distancia entre nosotros y Mirabel, pero con lo que no contábamos era que una bandada de aves nos empezara a atacar, me cubrí con mis vides, Camilo y Dolores no tuvieron tanta suerte ya que sus dones no le permitían protegerse de manera eficaz, aunque al parecer mi suerte iba a cambiar muy pronto ya que de la nada un gruñido en mi espalda me hizo congelarme, voltee y vi un jaguar bastante grande enseñándome los colmillos, use mis vides para hacer un muro, pero claramente no eran rival para sus garras, ya que las destrozo de unos cuantos zarpazos, aproveche para escapar rápidamente, siendo seguida de muy cerca, use mis enredaderas para escalar un árbol… lamentablemente olvide por completo que los Jaguares también podían trepar árboles, ahogue un grito cuando lo vi trepar, pude ver que dolores y Camilo aún estaban a merced de las aves, así que haciendo uso de mis habilidades con las enredaderas, puse una en un árbol que se hallaba lo bastante lejos y con todo mi valor reunido me columpie en dirección a Camilo y Dolores justo a tiempo para evitar por muy poco al jaguar que salto hacia mí, Llegue a mis primos y los tome con mis enredaderas alejándolos de las aves y aterrizando a salvo en otro árbol.

“Eso… fue… aterrador” Camilo se encontraba con la respiración agitada.

“Habla por ti, yo casi me convierto en alimento para jaguar”

“¿Te encuentras bien Isa?” Dolores me empezó a examinar en busca de heridas visibles.

“Descuida no fue-” Me trate de alejar, pero al momento me maree, lo cual me hizo caer del árbol con tiempo apenas para generar un montículo de hojas para amortiguar mi caída.

“¡Oh dios mío Isa!” Dolores y Camilo se apresuraron a bajar del árbol.

“¿Te encuentras bien?” Me incorpore con hojas por todas partes.

“Si… supongo que mi cuerpo perdió la adrenalina “Trate de limpiar las hojas de mi cuerpo.

“¿Segura de que estas bien?

“Si, vamos hay que continuar o perderemos a Mirabel” Dolores me miraba aun preocupada.

“Amm tengo mi oído, perderla es algo imposible” Rodé los ojos.

“Le quería poner emoción Dolores” Camilo negó.

“Como si no estuviéramos viviendo algo emocionante y aterrador justo ahora” Camilo tomo un par de Arepas dándole una a Dolores y otra comiéndosela él.

“Sigamos”

“Deberías comer algo Isabela, no has comido mucho y tu descanso…” Dolores lucia preocupada, pero ahora mismo no podía preocuparme menos mi estado.

“Dolores, no empieces, no tengo hambre y mi cuerpo se encuentra bien te lo aseguro” Me voltee ya que no quería seguir con la conversación,

Seguimos avanzando en silencio, los árboles hacían que la luz del sol apenas se viera lo que en varias ocasiones me hizo tropezar, eso y que mi cuerpo empezaba a sentirse agotado.

“¿Hasta dónde piensa seguir?” Camilo detrás de mi empezó a quejarse.

“Por lo que puedo ver planea llegar a la montaña” Suspire ya que la caminata no sería nada corta.

“Chico… no sienten de nuevo esa incomoda sensación de ser observados” Dolores casi en susurro.

“No de nuevo…”

Y si, en efecto volvimos a ser correteados por aves molestas, ni siquiera sé que rayos les hicimos, pero por suerte logramos perderlas después de haber corrido por al menos quince minutos, he de decir que casi caigo a un rio, pero logre evitarlo de un salto el cual solo me llevo a caer en una posa con lodo y acabe ensuciándome más de lo que ya estaba…

Camilo al verme con el vestido con barro quiso reírse, pero fue golpeado por Dolores la cual había perdido su banda del cabello y se hallaba con el pelo suelto el cual le quedaba bastante bien si no fuera por las plumas que había en su ropa, camilo por su parte no lucia tan mal.

Finalmente llegamos al pie de la montaña y para mi horror Mirabel se hallaba subiendo ya, trate de seguirla usando enredaderas… pero no conté con que me afirmaría de una roca inestable que acabaría desprendiéndose y casi cayéndonos encima.

“Isabela, te juro que si salimos vivos de esta misión suicida te hare darme tus arepas por los próximos dos años de tu vida” Camilo Miraba la roca con terror.

“Si ya de por si come poco haciendo eso la harás comer incluso menos Camilo, por otro lado, podrías ser más cuidadosa, desde aquí escuche como esa roca estaba agrietada” Suspire.

“¿Pudiste decírmelo antes no?” Dolores se encogió de hombros.

“Tomemos el camino lento, Mirabel, está tomándolo y no parece estar en ningún peligro” Camilo señalo el “Sendero” que estaba tomando Mirabel.

“Bien vamos” Empezamos a caminar lentamente ya que Dolores nos dijo que la mínima mal pisada nos podría hacer caer.

Nos empezamos a relajar un poco, pero apenas empezamos a caminar con normalidad, un desprendimiento nos asustó de muerte ya que agrieto el suelo a nuestros pies y nos hizo prácticamente correr montaña arriba donde algunos escombros seguían cayendo, de puro cansancio nos detuvimos, estábamos a varios metros de altura, el sol ya prácticamente se había ocultado y las luces del pueblo se podían ver a lo lejos, era una vista agradable… o lo seria si no me sintiera apunto de desmayar.

“Estoy muerto… ¿no podemos esperar a Mirabel aquí?” Camilo se hallaba sentado comiendo.

“Camilo ya llegamos bastante lejos y deja de comer por un momento” Camilo bufo.

“He gastado mucha energía y ni siquiera he cambiado de forma”

“Dame una Camilo, yo también tengo hambre “Dolores le quito una de las arepas.

“Oye esa es la última” Camilo trato de quitarle la arepa, pero Dolores se negó a dársela.

“Oigan si no se calman…” La voz de Camilo me interrumpió.

“Ahora veras” Camilo se transformó en Luisa y salto para alcanzar a Dolores, pero apenas la atrapo el suelo debajo de nosotros empezó a agrietarse.

“Camilo… Te odio muchísimo ahora mismo” Mire a Camilo con enojo.

Finalmente, el suelo bajo nosotros cedió y acabamos cayendo montaña abajo generé lo más rápido que pude un árbol para poder detener nuestra caída, afortunadamente los tres logramos aferrarnos al troco a tiempo.

“Oh por Dios que es eso” Dolores miraba como una mancha negra venia volando hacia nosotros.

“No se que son, pero agárrense fuerte” Me afirme fuertemente al árbol.

“No pienso soltar el árbol en mi vida” Camilo se abrazó a una de las ramas

La gran mancha choco contra el árbol revelando a cientos de murciélagos que me pusieron los pelos de punta, el peso de los murciélagos más la inestabilidad del suelo acabaron por hacer caer el árbol con nosotros encima, solté un grito aterrador y traté de afirmarme al tronco del árbol con mi vida.

El árbol llego al suelo y los tres fuimos expulsados, logre generar pilas de hojas para amortiguar nuestra caída, pero eso no la hizo menos dolorosa.

Me levante lentamente y note que partes de mi vestido se habían roto.

“Yo estoy listo para ir a casa, no quiero más aventuras nocturnas” Camilo hablo y se levantó.

“Yo también” Dolores se sentó y se limpió las hojas

“Yo tampoco creo poder aguantar mucho más” Me sentía demasiado agotada para seguir con el plan.

“Bien entonces descansemos un poco y nos marchamos” Dolores hablo y tanto yo como Camilo asentimos.

Habremos estado unos veinte minutos descansando cuando decidimos que ya era hora de regresar, pero como nuestra suerte parece ir cuesta abajo todo el tiempo tuvimos que volver a ser correteados por los pájaros, esta vez en una oscuridad total que no me dejaba ver ni donde pisaba, sentía como mis brazos eran lastimados a causa de los picotazos, caí al suelo un par de veces antes de que finalmente pudiera librarme de ellos.

Los tres logramos salir de la selva y podíamos ver a lo lejos las luces del pueblo y casita, claramente si nos ven en este estado nos meteríamos en problemas así que optamos por rodear el pueblo, sería más cansado y tardaríamos más, pero en este punto lo único que quería era derrumbarme en mi cama.

Finalmente llegamos a las puertas de Casita lo cual me hacia enormemente feliz pero como si este día no fuera lo bastante malo ya, tenia que aparecer la guinda de la torta.

“¿Camilo, Dolores, Isabela?” Los tres nos giramos ante la voz que para mí desgracia conocía demasiado bien.

“Hola, veo que volviste” Dolores trato de ser lo mas natural posible, como si no nos viéramos como un completo desastre.

“¿Qué rayos les paso?, ¿qué hicieron mientras yo no estuve?” Mirabel se acercó a nosotros mirándonos preocupada y confundida, Camilo soltó un suspiro.

“No quieres saber, una historia divertida sin dudas que Isabela tendrá el placer de contarte por que yo me voy a comer algo y a dormir toda la noche y mañana no pienso levantar un solo dedo” Camilo paso junto a Mirabel, la cual parecía aún más confundida.

“Si creo que Isabela es la mejor para contarte que fue lo que ocurrió, yo también me retiro, estoy agotada y hambrienta” Dolores también me abandono dejándome a merced de Mirabel.

“¿Algo que quieras contarme Isabela?” No tenía cara para mirarla, me sentía tan avergonzada que pasé a su lado sin mirarla, solo quería llegar a mi habitación, esconderme bajo las mantas y quizás llorar, pero no conté con que mi cuerpo se encontraba más agotado de lo que pensaba ya que apenas unos pasos dentro de casita sentía como mi cuerpo dejaba de responderme y me sumía en una completa oscuridad.

Al abrir los ojos de nuevo me encontraba ante una escena demasiado familiar, ante mí se encontraba de nuevo aquella imagen de Casita cayendo con mi hermana dentro.

Quería gritar quería llegar a ella, pero mi cuerpo se encontraba inmóvil, pero algo cambio, en un parpadeo, note que esta vez Mirabel me intentaba alcanzar y miraba aterrada en mi dirección, mire a mi alrededor y note que Mirabel se hallaba fuera mientras yo me encontraba dentro… Las paredes a mi alrededor empezaron a colapsar sobre mí, sentía miedo, pero sabía que no había nada que hacer.

Me senté de golpe en la cama con un grito ahogado, sentía el familiar sudor en mi frente, pero lo que no era familiar era la mano en mi rostro y la cara de Mirabel mirándome con mucha preocupación.

“Isa… isabela mírame, respira, estas bien estoy aquí” Luche para controlarme, ya que detestaba ver su rostro preocupado.

“No es nada, estoy bien” Le di mi mejor sonrisa.

“¿Bien?, llegaste a casa hecha un desastre, te desmayaste nada más entrar y estuve los últimos diez minutos tratando de despertarte ya que parecías tener una pesadilla bastante mala, no me puedes decir que estas bien Isabela” Mirabel se veía bastante enojada.

“Lo siento…” Sentía que tenía que decirlo.

“¿Sabes tan siquiera por que te estas disculpando?” Negue, me aleje de Mirabel solo para abrazar mis piernas.

“No sabes el susto que me diste cuando te vi colapsar… no sé qué hiciste para acabar así… pero sé que no quiero que nada te pase… ¡NO QUIERO VERTE HERIDA ISABELA!” Escuche los sollozos de Mirabel y mi mirada la enfoco en ella y al verla la culpa en mi afloro.

“Lo siento… la verdad yo tampoco quería acabar así, yo… yo fui una idiota y supongo que me merecía lo que me paso”

“¿De qué hablas?” Suspiré y me dispuse a contarle todo lo que había pasado.

Cuando acabe, el rostro de Mirabel lucia bastante enojado, ofendido incluso indignado.

“Isabela Madrigal…”

“Si lo sé, solo no tomes represalias contra Camilo o Dolores ellos solo me siguieron incluso trataron de detenerme… así que… no los culpes, solo yo soy responsable de esto y…” Sentía mis lagrimas a punto de salir de mis ojos.

“Isabela”

“Entiendo que ahora me odies, te seguí, buscando enseñarte que no podías cuidarte a ti misma y al final acabe por poner en peligro a Camilo y Dolores, si hubiera sido solo yo no habría importado, pero-” Fui cortada por una bofetada de parte de Mirabel que me dejo en shock.

“No te atrevas a decir que si solo hubieras sido tu no habría importado…” Mirabel ahora empezó a llorar de nuevo “Que habría hecho si te hubiera pasado algo… que sería de mi sin ti grandísima idiota”

“Probablemente lo mismo que sería de mi sin ti… yo… aun no puedo olvidar como casi te pierdo Mirabel… la imagen de como Casita caía sobre ti… no me deja… vivo con el constante miedo de perderte…” Mis lagrimas finalmente empezaron a caer.

“Isa… ¿por que nunca me dijiste nada?” Mirabel se puso delante de mí.

“Me avergüenza… me avergüenza tener pesadillas, no quiero parecer débil… se supone que soy tu hermana mayor… pero incluso ahora no puedo serlo, incluso ahora solo acabo lastimándote, sé que no necesitas ser protegida, sé que eres independiente… pero…  y eso solo me hace pensar que no me necesitaras más y acabaras olvidándote de mí…” Mis lagrimas no dejaban de caer y no me veía capaz de mirar a la cara a Mirabel.

“Perdóname Isa… debí ser más comprensiva” Isabela tomo mi rostro en sus manos y me hizo mirarla “Pero quiero dejar una cosa clara, jamás podría olvidarme de ti y tampoco dejare de necesitarte, eres… la persona que más quiero en este mundo… y…” Vi como el rostro de Mirabel empezaba a sonrojarse y por alguna razón esa vista hizo que mi corazón empezara a latir.

“¿Yo soy tu persona más querida?”

“Eso pensé que era obvio, nunca te trate diferente y realmente me divierto mucho contigo, te extrañaba mucho después de todo”

“Lamento lo que hice”

“Lo sé, no tienes que disculparte cada dos por tres ni necesitas compensarme, solo… no seas tan sobreprotectora, me cuesta ser el centro de atención ya que nadie me prestaba atención, no estoy reclamándote, pero si te pido que confíes más en mi” Me aleje de ella.

“Lo siento… para mí también es difícil, decir que no estoy bien, que ahora se preocupen por mi… que tu me mires con algo que no sea irritación… es extraño…”

“Bueno, nadie dijo que teníamos que sanar por nuestra cuenta, estaré a tu lado si me dejas estar junto a ti”

“Eso tendría que decirlo yo, eres tú quien parece volar lejos de mi…”

“Las mariposas nunca vuelan muy lejos de las flores…”

“Quiero ser capaz de volar a tu lado”

“Las plantas crecen Isabela, cuando crecen son capaces de llegar muy alto”

“Me quedare a tu lado si eliges quedarte” Mirabel junto su frente a la mía.

“No iré a ningún lado… por que…  así como las mariposas son adictas al néctar de las flores, yo soy adicta a estar junto a ti” Abrí mis ojos al darme cuenta del significado de esas palabras.

“Mirabel tu…” Vi el rostro de Mirabel rojo y sin pensarlo mucho hice lo que mi corazón y mi instinto me gritaban que era correcto hacer.

Lentamente tome su barbilla y junte nuestros labios de manera suave y por primera vez en mi vida pude sentir que había hallado la pieza que me faltaba.

“Isa…”

“Te quiero…”

“Yo también a ti” Mirabel me abrazo y pude sentir como todo mi cuerpo se relajaba y mi corazón latía con felicidad.

Nuestro momento fue interrumpido por el rugido de mi estomago que me hizo sonrojarme y a Mirabel le saco una sonrisa.

“Supongo que hice bien al pedirle a mamá que preparara algo para ti” Mirabel señalo en mi mesa de noche unas cuantas arepas con jugo.

“Gracias”

“¿Si, pero antes podrías cambiarte? Realmente eres un desastre”

“¡MIRABEL!”

Ambas nos miramos y empezamos a reír, con ayuda de Mira logre quitarme todas las hojas y el barro que ya era tierra de mi cuerpo, me quite el vestido y me puse mi pijama y ahora viéndome más decente Mirabel me dejo ponerle algo de comida a mi estómago, la cual me hizo sentir mucho menos adolorida y mis heridas desaparecieron.

“Te vez mucho mejor ahora”

“Me siento mejor”

“Me alegra…” Mirabel que se encontraba apoyada en mi hombro acabo quedándose dormida sacando una sonrisa cálida.

Supongo que a partir de aquí las cosas cambiaran… sé que mis pesadillas no se irán tan pronto y mis miedos siguen ahí, pero mientras tenga a Mirabel a mi lado, podre dar un paso adelante y empezar a superar todo el daño y el dolor que hay en mí, así como yo también la ayudare a sentirse mas segura con su familia de nuevo.

Notas finales:

Espero que les guste un saludo :)


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