HAPPY AGAIN
La música le llegaba desde el otro lado del callejón. Sonrió, añoraba aquel tiempo en el que solían escaparse luego de un concierto en uno de esos pubs y no hacían más que besarse y manosearse, sonrió, adoraba lograr que Kaz se perdiera en las sensaciones y olvidara dónde estaban y que no le importara que alguien podría verlos.
Llamó a la puerta y esperó a que alguien escuchara y atendiera.
*******
-Kaz… te buscan…
El tipo del staff abrió y cerró la puerta antes de que Kaz pudiera siquiera decir o preguntar algo.
Se puso de pie y caminó extrañado hasta la salida trasera. Del otro lado, recargado en la pared y algo encorvado se encontraba un tipo vestido completamente de negro incluyendo el cubrebocas y el gorro, y a pesar de que era muy de madrugada, las 2 de la mañana para ser exactos, este tipo llevaba unas gafas que le cubrían casi todo el rostro. Aun así Kazuhito Iwaike sonrió de ampliamente.
-Hyde, ¿qué haces aquí a esta hora?
-Creí que te daría mucho gusto verme…- le replicó con una sonrisa cansada. Caminó hacia Kaz y se detuvo frente a él, pidiendo un abrazo en silencio. Kaz le abrazó fuertemente. Le causaba algo de gracia pensar que un tipo de cincuenta años tuviera actitudes tan tiernas.
-Dame un segundo…- le pidió, se separó ligeramente y sin romper del todo el abrazo gritó a través de la puerta. -¡DEBO IRME CHICOS, LOS VEO MAÑANA!!!- se volvió a Hyde y sonriéndole le indicó con un gesto que siguieran.
Mientras caminaban hacia el estacionamiento, Hyde abrazó el brazo de Kaz, parecía triste.
-¿Está todo bien?- preguntó Kaz en cuento subieron al automóvil.
-No…
-¿Quieres hablar de eso?
-No…
-¿Vamos a beber algo? Los chicos irán al bar de…
-No… quiero ir casa… contigo…
-De acuerdo. A casa entonces.
*******
-¿Tienes hambre?- Hyde seguía en silencio.
Al llegar a casa Hyde caminó directo a la ducha, Kaz le siguió. Hyde abrió la llave para llenar la tina y luego comenzó a quitarse la ropa, a pesar de los años el cuerpo de hyde, y su rostro, parecían el de un adolescente. Kaz, con un sentimiento de culpa por ese pensamiento, también comenzó a quitarse la ropa.
Entraron juntos a la tina, Hyde se recargó sobre el pecho de Kaz. Este le acariciaba el cabello y los brazos, enjuagándolos con el agua perfumada de la tina.
-¿Kaz?
-¿Um?
-¿Aún crees que soy lindo?
-No, -Al escucharlo Hyde tomó la mano de Kaz que ahora viajaba desde su brazo subiendo hasta su cuello, se volvió para mirarlo a los ojo un poco molesto y otro poco decepcionado, pero Kaz le sonrió en respuesta. -Creo que más que lindo eres muy sexy…
-Idiota…- Hyde le sonrió complacido. -No debí preguntarte a ti, no eres objetivo, tú me quieres…
-¿A qué viene eso?
Hyde se quedó un momento en silencio, pensando cómo responder. Mientras lo pensaba, Kaz intuyó lo que le sucedía a su amante. Comenzó a acariciarle el pecho, bajando por su abdomen y yendo por su cadera. Lo pensó un segundo antes de continuar más abajo. Miró el rostro relajado de Hyde con los ojos cerrados, expectante… entonces decidió arriesgarse.
Le complació el gemido que el vocalista lanzó cuando le tocó ahí, se complació aún más cuando sintió su sexo crecer en su mano. Hyde se relajó un poco más en el abrazo, concentrándose en el placer que su amante de proporcionaba.
-Ah… Kaz…
-¿Lo ves…? Tu cuerpo reacciona como un chico de quince años…
-Cállate, quiero sentirte…- dijo y entonces se dio la vuelta y se subió en las piernas de Kaz, obligándolo a que masturbara ambos penes, cuando sintió que Kaz estaba lo suficientemente duro se montó en él y le ayudó a penetrarse.
Hicieron el amor dos veces esa noche, una en la tina y otra fuera de ella, en el piso, en la baldosa fría del baño. Kaz abrió la regadera y lavó el cuerpo de Hyde.
Ya recostados en la cama, aún con las batas cubriéndoles el cuerpo; Hyde estaba recostado en el estómago de Kaz, mientras este le acariciaba el cabello.
De repente Hyde comenzó a contar:
-Tetsuya habló de un nuevo proyecto, yo pensé que hablaba de un proyecto para L’arc, tú sabes que L’arc es un tema delicado para mi… lo sabes, ¿verdad?- elevó el rostro para ver el de Kaz.
-Por supuesto.- no agregó nada más, sabía que Hyde aun no terminaba de desahogarse.
-Me llamó, me dijo que pronto tendríamos que hablar. Ni siquiera sé por qué me emocioné tanto. Continuó -Vi las fotos y la entrevista que le hicieron, él es realmente joven y guapo y…
-Oye, detente. Mírame, tengo cincuenta y cinco años y tú eres el único que logra que tenga dos erecciones en un mismo día.
-Si pero tú me quieres, así que no eres “objetivo”- repitió Kaz.
-Odio admitirlo, pero no soy el único a quien provocas. Ese “muñeco de plástico” no pierde oportunidad para coquetear contigo…
-Gackt tampoco cuenta.
-Hyde, no me harás nombrar a todos tus fanboys, ¿cierto? No acabaría en toda la vida, y hablo sólo de los tipos del medio, imagina a todos tus fans, mujeres y… hombres. Y eso sólo serían los de japón. ¿Recuerdas a ese tipo que te entrevistó en Los Ángeles? ¿o el tipo del bar en Francia? ¿O ese tipo con quien compartimos escenario en México? ¿O recuerdas a aquellos tipos que no dejaban de enviarte bebidas cuando estuvimos en Chile en aquel bar…?
-Ya entendí, ya entendí…
-Sabes porqué dejé de ser tu guitarrista, me moría de celos cada vez que interactuabas con cualquiera de ellos, justo ahora muero de celos cada vez que Yoshiki, Sugizo o el idiota de Miyavi se te acercan…
-Kaz…- Hyde se sentó a su lado y se inclinó sobre su hombro. -Sabes perfectamente que eso es sólo fanservice…
-Sí bueno, lo nuestro comenzó como fanservice, ¿recuerdas?
-En realidad esa fue mi manera de coquetear contigo…- sonrió de nuevo y luego lo besó en los labios. -Tienes razón, no sé porqué estaba tan molesto…
Hyde se puso de pie, se sacó la bata frente a Kaz, sin vergüenza de su desnudez, se puso unos boxers y caminó hacía la cocina.
-Vamos Kaz, me muero de hambre…- le gritó.
Kaz negó feliz. Volvía a ser el Hyde de siempre, de nuevo feliz y lleno de energía.
FIN?