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Soltería y alegría, ¡Menuda maravilla! por neka19

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Notas del fanfic:

Hola, :> mucho gusto. Espero que les guste esta historia. Me gusta ser descriptiva en las escenas más calientes jiji, así que si quieren algo soft no creo que este sea el lugar :> espero que le den una oportunidad. 

Notas del capitulo:

Hola!! Bienvenidos a mi pequeño mundo, buscando el amor. 

 

—Samy, ven a tomar desayuno — Dijo mi hermano mientras abría las cortinas del cuarto. Por instinto me tape aún más con las frazadas. No tenía ganas de hacer nada, sólo quería seguir durmiendo. — Oye, tienes que levantarte e ir a comer. Y, por favor, ve a bañarte, este lugar ya apesta.

—No quiero…. — Dije entre pucheros — Quiero quedarme encerrado en este lugar por siempre.

—Pues comienza a olvidar esa idea, no pienso tenerte aquí eternamente; es mi departamento y cuando traiga a mujeres, no quiero tenerte revoloteando por aquí con esa fachada tan deprimente — Me quité las frazadas de la cara y lo miré molesto.

—Eres un mal hermano, tu hermanito está despechado y con el corazón deshecho, y tú lo tratas así, ¡Eres de lo peor! —Volví a taparme con las frazadas.

— ¡No soy un mal hermano! Además ¿Cuándo piensas decirles a nuestros padres? — Con la simple idea de que ellos se enteren, mi estómago se revolvió del miedo, aquello me afectaba de sobremanera.

—Nunca.

—Samy, tienes que decirles. Ahora te salvas porque ellos están de vacaciones, pero cuando vuelvan, estarás obligado a hablar con ellos; o yo les diré — Me senté rápido en la cama y lo miré fijo.

—No te atreverías.

— Oh, ¡Al fin te mueves! Levántate ahora o llamo a mis padres en este instante. Y sabes que me atrevo — Tomó el teléfono y comenzó a marcar. Me puse histérico y corrí detrás de él, quitándole el artefacto a la fuerza y apagándolo rápidamente.

—Que susto… no lo vuelvas a hacer Kenny, yo les diré a mis padres… sólo que aún no estoy listo… — Miraba el teléfono, el cual movía de un lado a otro bastante nervioso.

—Ajá… ya que estás levantado, vamos a tomar desayuno — Se fue del cuarto dirigiéndose a la cocina, yo le seguí desganado.

Mi nombre es Samuel, tengo veinticuatro años y poseo el cabello castaño, ojos verdes, contextura normal y de un estilo de ropa sencillo, y hace tan sólo tres días, yo tenía una casa preciosa, hermosos sueños, un hermoso matrimonio cerca. O al menos así era, hasta que el hijo de puta decidió serme infiel con uno de sus pacientes. 

Creo que nunca podré superar esa imagen; aquél día había llegado antes del trabajo, quería darle una linda sorpresa a mi futuro esposo, pero cuando entré a nuestra habitación. ¡Ése maldito hijo de su madre tenía sexo con un chico rubio mucho más joven que yo!, ¡En nuestra maldita cama!

Eric tiene treinta años, es un cirujano de mucho prestigio y tiene una buena posición económica. Lo conocí cuando tenía dieciséis años, él estaba haciendo una práctica de la universidad en el hospital de mí familia (Sí, mis padres tienen mucho dinero). El maldito me atrajo con palabras bonitas desde un principio y a los diecisiete años comencé a salir con él. Mis padres inicialmente no estuvieron muy de acuerdo con aquella relación ya que el me pasa por hartos años, pero terminaron aceptándolo igual, me quieren demasiado; y hace tres meses, él me propuso matrimonio y yo, emocionado como un idiota le dije: "¡Claro, casémonos y vivamos un lindo cuento de hadas!". Él iba a ser mi hermoso príncipe azul al igual que en las hermosas películas Disney. Pero malas noticias, ¡ESO ES PURA MIERDA!

Mis padres estaban ilusionados con todo esto, yo me iba a casar en un mes más, y como regalo de bodas adelantado nos habían comprado un viaje a Italia como luna de miel. Ahora no sé con qué cara decirles que todo se cancela…

Mi hermano mayor Kenneth, tiene veintiocho años, y fue quien me dio alojamiento, ya que cuando ocurrió el terrible suceso, inmediatamente me largué de esa casa sin querer escuchar ninguna estúpida explicación. La primera opción fue ir a la casa de mi hermano, a la cual llegué llorando desconsoladamente. Él me dio asilo, aún sin entender mucho de lo que me pasaba, cuando le conté se mantuvo bastante neutral en el asunto. 

Kenny no quiso hablar mucho de ello, sólo quería saber cómo me encontraba para asegurarse que no iba a terminar saltando por un edificio, cosa que realmente no haría. Al día siguiente, siendo comprensivo de que no quería ver a Eric de ninguna manera, él fue a buscar a mi antigua casa todas mis cosas. No sé si ellos habrán hablado, discutido o si mi hermano lo ha dejado sin piernas, (cosa que en serio deseo), nunca le quise preguntar a Kenny de lo que paso en esa casa, ya que no quería saber absolutamente nada de Eric. Desperdicié casi 7 años de mi hermosa juventud, pude haberlo pasado de maravilla, ¡Pero no! Había tenido que proyectar neciamente mi vida con ése hombre.

Sé que sigo siendo muy joven, pero siento que derroche etapas en mi vida que debí de haber tenido y disfrutado, además de que mi única pareja ha sido Eric. Ahora soy un solterón despechado, viviendo a cuestas de su hermano mayor, ya que ni siquiera tengo una casa en la cual estar.

—Samy, creo que deberías salir con amigos y pasarla bien un rato. Es viernes y no puedes seguir encerrado en mi casa, además pronto tendrás que ir a trabajar — Dijo Kenneth.

—Pedí algunos días libres. —Una gran ventaja de trabajar como publicista en una revista exitosa, es que puedes pedir días sin que nadie te moleste. — ¿Vas a ir a trabajar ahora, Kenny?— Dije, al ver que ya estaba vestido con la ropa formal que usa para dar sus consultas.

—Así es, hoy tengo a muchas pacientes y espero que sean mujeres guapas.

—Eres un pervertido… — Mi hermano es psiquiatra. Tiene el mismo color de cabello que yo y sus ojos son de un verde pardo, es bastante apuesto, por lo que la mayoría de sus pacientes son mujeres, ha tenido novias pero nunca duran mucho, porque él se aburre rápido de lo cotidiano y la rutina; y como hasta ahora no ha encontrado a ninguna mujer que se quedara más de una noche en su departamento, no me pareció mala idea quedarme un tiempo por aquí. Nuestra relación siempre ha sido buena, él nunca ha tratado de investigar mi forma de ser o ha intentado referirse a mí con términos médicos; siempre ha sido bastante respetuoso con eso, ya que, honestamente, algo que me molesta es que traten de examinarme.

—Tú también deberías ir en búsqueda de chicos apuestos por ahí — Decía alegre mientras me servía café.

—No tengo muchas ganas…

—Hombre, ¡Vive la soltería! Búscate a tipos y ten una noche de acción; disfruta el momento —Me pegó levemente en la cabeza —Y báñate —Me reí ante lo último, estaba hecho un auténtico desastre, ser joven y vivir tan patéticamente es lo peor… 

Mi hermano siempre me apoyó en todo. Él siempre ha sido mi colchón, aunque era bastante brusco a veces, aun así, lo quiero demasiado. Lo mire contento 

— ¿Por qué me miras así? ¿Sucede algo? — Me miraba extrañado.

— ¡Te quiero hermanito! Aunque seas un bruto.

— ¿Bruto?— Dijo falsamente ofendido —Yo no soy un bruto. Dejo que te quedes en mi departamento, deberían darme un premio como el mejor hermano — Vio la hora — ¡Maldita sea! Voy muy atrasado. Tú te quedas a limpiar– Me revolvió el cabello, tomó sus cosas y se fue corriendo a su trabajo dejándome solo en la mesa.

—De nuevo solo. — Susurré.

No tenía ganas de nada, así que hice lo que todo el mundo haría en mi situación: Encerrarme en el cuarto a comer helado y ver películas. Qué gran vida la mía. Seguramente de aquí a un mes, ya seré un obeso mórbido y mi hermano me obligará a participar en “The Biggest Loser” para burlarse de mí. O, que mi querido padre me costeará la liposucción… no sé cuál sería peor.

En la tarde, mientras veía una película romántica y lloraba pensando en lo estúpido que yo era, escuché sonar el teléfono. No sabía si responder o no. Tristán, quien era mi mejor amigo, era el único con el que había hablado en estos días. Y de hecho, eso fue porque llamó al celular de Kenny, ya que el mío se encontraba apagado. El teléfono siguió sonando, así que fastidiado decidí contestar.

 —Hola Samy, ¿Cómo has estado?, Espero que mejor que la última vez que hablamos —Por suerte era Tristán. Tenemos la misma edad, tiene un cabello negro, ojos color miel y también es homosexual, y nunca ha tenido una relación seria en su vida, es como un colibrí que va de flor en flor y que su mayor interés es meter a su cama a hombres. Tristán trabaja como diseñador de moda y realmente es uno muy bueno.

—He estado un poco mejor… ¿Qué sucede?

— ¿Cómo que, qué sucede? ¡Hoy es viernes! Así que vamos a salir los dos, a buscar hombres y olvidar las penas de amor.

—Tris… acabo de terminar hace muy pocos días… no sé si pueda… — Aunque no quería creerlo, realmente me afectaba terminar una relación de siete años.

—Oye, vamos a follar con chicos, no a tener hijos con ellos, así que alístate, que en una hora nos juntamos en la plaza principal al lado de la pileta. Y si faltas, comienza a enterrar nuestra amistad, porque te olvidarás de ella. ¡Nos vemos Samy! — Colgó el teléfono y yo me mantuve quieto en la cama con el helado en las manos.

— ¡Agh! ¡Maldito Tristán! — Dije molesto, mientras dejaba a un lado el bote de helado casi vacío.

Me levanté y me metí rápido en la ducha. Hice un verdadero récord en bañarme, vestirme y salir corriendo de la casa para llegar a tiempo a la plaza principal. 

Cuando llegué note que el lugar estaba lleno de gente; comienzo a buscarlo con la mirada, cuando de entre personas lo veo sentado en la pileta con una ropa bastante estrafalaria. (Típico de un diseñador de moda). Yo parecía un indigente a su lado, nunca fui de los que iba a fiestas con amigos, todo mi mundo era Eric. Quizás pude haber sido un poco agobiante.

— ¡No puedo creer que andes con esa ropa! — Me miraba espantado de arriba abajo

—Da igual. Además, no es que esté tan desesperado por buscar a alguien, estoy seguro que el que terminara ligando vas a ser sólo tú. Yo estoy bien en este momento.

—Sí, se te nota a kilómetros — Me decía con sarcasmo — Bueno, como yo soy un gran amigo, te he inscrito en: ¡Citas a ciegas! ¡¡Ta-chan!! — Me levantó los brazos en son de festejo, yo estaba hecho una piedra, mi cerebro aún no procesaba que Tristán haya hecho eso…

—Tristán, ¡¿Acaso estás loco?! ¿Cómo esperas que tenga citas a ciegas?

— Es sólo para pasar el rato. Además, si te gusta, puedes seguir ligando con él; y si no, pues que pase el autobús y punto, no lo vuelves a ver más y sales con otro ,y así seguidamente. Yo también lo haré así que seremos dos solteros sensuales que destruyen corazones, ¿Qué opinas?

— ¿En serio quieres mi opinión?

—Claro que no, seguramente será pesimista, así que comienza a caminar, que el restaurante de tu primera cita queda cerca — Me llevó a rastras. Yo no sabía qué hacer, mi amigo cada vez perdía más la cordura.

Entramos a un restaurante bastante elegante, parece que era de primera clase, ya que su larga y hermosa alfombra negra, debe de costar más que el salario de todos los empleados juntos. No me sentía para nada cómodo en aquel lugar, ya que no estaba vestido para la ocasión. 

—Samy ¡Ése es tu hombre! —Me dijo Tristán contento, comencé a mirar nervioso todo el lugar y, en unas mesas adelante, vi a un tipo con todo el estilo metrosexual. Poseía el cabello color azabache, piel trigueña, ojos grises, la barba y el bigote lo hacían ver varonil y sexy, labios carnosos, nariz respingada, un poco grande pero perfecta en su rostro. Era muy guapo, no voy a negarlo. Tris me empujó un poco.

—Es bastante guapo, ¿Verdad? Se llama Walter y se ve que es bien codiciado, ve y pásalo bien — Se fue de mi lado y vi cómo se sentaba al lado de un hombre bastante común, al que seguramente había encontrado en Internet o algo así. Tomé la valentía de acercarme a aquel hombre. Me movía como coctelera de lo nervioso que estaba, nunca en mi vida había tenido una cita que no haya sido con el maldito de Eric. 

—Hola, ¿Tú eres Walter? — Le pregunté nervioso apenas llegué a la mesa. Él me miró de arriba abajo, chequeandome, «¿Y este qué se cree?». 

—Sí. Tú debes ser Samuel, un gusto — Me saludó con la mano y me senté rápido. Me pasó el menú para que pidiera algo — Te ves bastante joven Samuel, ¿Cuántos años tienes? — Me pregunto con una sonrisa. Wow, este hombre es realmente muy guapo.

— Puedes decirme Sam. Tengo veinticuatro, ¿Y tú? — Le respondí también con una sonrisa.

—Veintinueve, ¿En qué trabajas, Sam?

Y así comenzó nuestra conversación, le hablé de que era publicista y él me dijo que era modelo de pasarela, por eso era tan guapo y tenía ropa de etiqueta. Vivía en un departamento cerca de aquí. Hablamos sobre libros y películas, todo iba de maravilla. Tristán ya se había ido del restaurante, seguramente se fue a la casa de ese hombre para follar.

—Se hace un poco tarde, ¿Te gustaría ir a mi casa y dormir allá? — Me ruboricé un poco. El significado de dormir seguramente no era literalmente el dormir.

—Mm…Bueno– Titubeé un poco, pero total, nada perdía con intentarlo.

— ¡Perfecto! – Pidió la cuenta, sacó su tarjeta de crédito y comenzó a hablar de que él ganaba mucho dinero. Eso me molestó un poco, pero trate de no darle importancia.

Después de salir del restaurante, me llevó en su Ferrari FF 3 de color negro.

Al parecer nuestro Walter sí tenía dinero.

—Mi auto es genial, ¿Verdad? — Me decía emocionado.

—Sí, es bastante lindo. — Dije algo dudoso

—Bueno, un hombre guapo como yo tiene que tener un auto a su medida, ¿Tienes algún auto, Sam?

—Tengo un Hyundai pequeño y... —Le iba a contar sobre mi lindo bebe cuando él me interrumpe. 

—Sí, sí, un lindo auto, pero esta belleza es increíble. A veces me siento mal por la gente pobre que no tiene estos hermosos autos, ¿Tú qué opinas?

—Eso creo… — Este hombre estaba comenzando a ser despreciable… ¿Cómo había pasado de ser un hombre agradable a esto?

—Bueno, como estaba diciendo, uno a veces tiene que ser un poco altruista y ayudar a los sin hogar. Hace unos meses, doné dinero a un hogar de ancianos, soy una persona de gran corazón, ¿Tú has donado dinero alguna vez? — Iba a responder cuando volvió a interrumpirme — Todos mis amigos me dicen que soy una persona demasiado buena para este mundo — Comenzó a sonar su celular — Discúlpame un momento, Sam.

Comenzó a hablar en el celular y yo no podía creer con qué tipo de hombre me había liado. Sólo hablaba de sí mismo. Parece que él estaba hablando con un amigo, porque no paraba de reírse como un idiota, hasta que decidió colgar. 

—Era mi ex — Yo lo miré espantado. Éste tipo no tenía ningún filtro —Todos mis ex están todavía como locos detrás mío, es que soy muy deseable, deberías estar feliz de conocer a un hombre tan maravilloso como yo.

— ¡¿Fe-Feliz?! — Este hombre era un odioso narcisista. 

—Claro. Oh, mira ya llegamos — Llegamos a un edificio de lujo, se estaciono cerca y me abrió la puerta del auto. Por lo menos algo de modales le queda. La travesía hasta su departamento fue un infierno, todo el rato estuvo hablando de él y él y él; yo ya quería huir lanzándome por cualquier ventana, hasta que llegamos al fin a su departamento. Sólo ten sexo con él y corre por tu vida — Bienvenido a mi querido hogar— Me dijo cuándo me abrió la puerta.

—Ajá… — Respondí desganado. Iba a entrar cuando quedé helado en la puerta. El departamento estaba lleno de fotos suyas modelando.

—Me veo realmente guapo, ¿Verdad? Esta fue mi primera foto como modelo y esta fue cuando fui a Milán — Comenzó a mostrarme sus fotos. 

« ¡No!, ¡Ya no aguantaba más! Hasta aquí llegó mi paciencia»

—Walter, fue muy lindo conocerte, pero acabo de recordar que tengo cosas muy importantes mañana, así que adiós.

—Espera, no puedes irte, estábamos conversando.

—¡¿Con-Conversando?! ¡Tú eras el único que hablaba! — Comencé a irme, cuando él agarró fuertemente mi mano — Oye, suéltame.

— ¿Sabes? Muchos matarían por tenerme como novio— Eso me causó mucha gracia.

— ¡Ja! No mataría ni a Hitler para tenerte a ti, a mi lado, así que jódete, ¡Yo me largo! — Le aparté mi mano y, me dirigí rápido al ascensor. 

— ¡Nunca encontrarás a un hombre como yo! — Me gritaba desde su apartamento.

— ¡Eso espero! —Entré al ascensor esperando nunca más en mi vida, encontrarme con una persona como él. No puedo creer que realmente exista gente así.

No tenía auto ni nada por el estilo en este lugar (Ya que nunca espere que iba a terminar, en una cita con un narcisista tan demente…), así que tuve que pedir un taxi; un vehículo se detuvo al frente mío. Estaba por acercarme cuando un hombre me aparta, abre la puerta y entra en el automóvil.

— ¡O-oye! ¿Qué haces?, ¡Yo lo pedí! — Era un hombre alto y de cabello color ocre, se notaba que era un hombre soberbio por la manera en que me miraba.

— ¿A dónde vas? — Me preguntó con una voz algo ronca.

—Voy a 56 avenida — Él se quedó pensativo.

—No, no vamos al mismo lugar, adiós — Cerró la puerta y se fue con el taxi. Yo me quedé atónito por la actitud de ese tipo.

— ¡Maldito hijo de puta! — Comencé a patear todo a mi alrededor, realmente este no era mi día…

No llego ningún otro taxi por lo que me resigné y decidí irme en autobús, el cual estaba completamente lleno, así que me tuve que ir todo el viaje en pie, parecíamos sardinas, el bus no paraba de moverse, ya veía que comenzaba a destruirse solo. 

Llegué al departamento de mi hermano a las tres de la mañana. Él ya se encontraba dormido. Fui directo a mi cama y me acosté con ropa y todo, estaba prácticamente muerto del cansancio.

—Mataré a Tristán por esta cita del terror — Dije antes de perder contra el sueño.

 

Notas finales:

Espero que les guste mucho mi pequeña historia. 

 

Pd: en mis amistades siempre que alguien que termina con su pareja, salimos a tomar, en mayoría sale bien XD pero no siempre.


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