El bosque que rodeaba Konoha estaba iluminada por la luz del atardecer cuando Kakashi estaba regresando después de una misión agotadora. Su corazón latía con anticipación al pensar en reunirse con Naruto y Sasuke, los dos jóvenes a los que había adoptado junto a Iruka. Mientras caminaba por las calles familiares, reflexionó sobre los cambios en su vida desde que formaron esa peculiar familia.
La conexión con Iruka, su compañero y co-padre de los niños, había sido algo que Kakashi había dado por sentado. Sin embargo, en el camino de la vida y del destino, las sombras de la duda comenzaron a oscurecer sus pensamientos. ¿Era realmente amor lo que sentía por Iruka? Pronto, la realidad se reveló de una manera inesperada.
Kakashi se dio cuenta de que no, realmente no amaba a Iruka pero tampoco sabía cómo romper con él. En realidad sentía muchas cosas contradictorias. Para él, era una obligación cuidar de Sasuke y Naruto, les debía demasiado a Obito y Minato como para dejar a los niños en soledad aunque, si era sincero consigo mismo, anhelaba la libertad de una vida sin responsabilidades y sin Iruka. Los amaba, sí, pero de una forma en que los tres se lo merecieran.
Pero no todo era dolor para él ya que otro ninja había capturado su corazón: Yamato. Kakashi se encontró enamorado de la serenidad y la fuerza que emanaban de Yamato, algo que no había experimentado antes.
No podía resistir como se sentía esa piel pálida y con cicatrices debajo suyo. Eso gemidos era una adicción de la cual no se arrepentía de volverse adicto. Tampoco le importaba engañar y mentir a Iruka acerca de Yamato.
Aunque eso no impidió que las tensiones crecieran entre Kakashi e Iruka, cada discusión marcada por la sombra de Yamato. Iruka exigía que Kakashi se alejara de su "mejor amigo", sin saber que esa amistad había evolucionado hacia algo más.
Pero cuando vio la entrada de la aldea sintió que algo había sucedido, sentía algo en el pecho que me impedía relajarse. No podía esperar más por ver a Yamato pero eso también implicaba ver a Iruka.
-¡Kakashi!- dijo uno de los ninjas que custodiaban la puerta
-¡Kakashi-san! Gracias a todos los dioses que has vuelto. Algo ha sucedido con Naruto y Sasuke, Kakashi-san y es urgente que vaya al hospital. Tsunade-sama lo está esperando.-
La angustia se vio reflejada en el rostro de Kakashi, no sabía lo que estaba sucediendo por lo que de fue rápidamente al hospital. ¿Acaso hubo un ataque?, ¿que tan heridos estaban?
Nunca se había apresurado tanto para llegar al hospital y ver a Tsunade-sama, por lo que le sorprendió un poco que, al entrar viera a una enfermera en el lugar esperando su llegada.
-Oh, Kakashi-san, estábamos esperando su llegada. Tsunade-sama lo está esperando en la habitación de Sasuke, ahí le dirá todo. Por aquí.-
El ninja de cabello plateado no sabía que pensar y muchas cosas se le pasaban por la cabeza. ¿Por qué en la habitación de Sasuke?, ¿cómo estaba Naruto e Iruka?, ¿qué había sucedido exactamente?
Al momento de llegar vio al niño envuelto en vendas y tuvo que tragarse el sollozo, se puso ansioso. ¿Y Naruto?, ¿e Iruka?. ¿Acaso Yamato igual fue atacado?
-Kakashi, tengo que decir que realmente lo siento. No pudimos hacer más Kakashi.-
El ninja solo se quedó mirando a Tsunade, ¿cómo así que no pudieron hacer más?
-Tsunade-sama, realmente acabo de llegar de mi misión y solo me dieron la noticia de que tenía que llegar rápidamente al hospital. No sé nada y tampoco entiendo nada. ¿Hubo un ataque a mi familia?, ¿Naruto e Iruka están bien?. ¿Qué está pasando? Necesito respuestas Tsunade-sama.-
-Tienes razón Kakashi. Pero primero que nada tienes que saber que lamento todo. No- Oh Kami-sama Kakashi, es muy duro decir esto.-
Kakashi no había visto a su Hokage aguantar los sollozos como lo estaba viendo ahora. Su mano estaba en su boca tratando de tragarse el llanto mientras su rostro mostraba todo el dolor en como se trataba de contorsionar al tratar de llorar.
-Yo... Oh, Kakashi. Dime una cosa. Tú, ¿estabas engañando a Iruka con Yamato?-
-¿Q-que tiene ver eso con todo esto?-
-Responde Kakashi.-
Mirando el rostro serio de la Hokage, Kakashi no tuvo más opción que decir la verdad.
-Yo... Sí, Tsunade-sama. Pero no entiendo lo importante de eso.-
Pero pronto sintió que se le helaba la sangre. ¿Acaso Yamato había echo algo por venganza? Él sabía acerca los niños e Iruka y porqué no lo dejaba. Kakashi pensó que entendía, que comprendía lo que estaba pasando y así aguantó un sollozo.
-Tsunade-sama, ¿Yamato le hizo esto a Sasuke? ¡Y realmente deseo saber dónde está Naruto, maldita sea!-
-No Kakashi, Yamato no tuvo nada que ver con esto, solo necesitaba confirmación. Aunque si quieres saber lo que pasó Kakashi, es que Iruka tuvo un arranque de ira y celos. Él.-
-¡Mierda Kakashi! ¿Por qué no terminaste con Iruka antes? Joder. Esto no es culpa tuya pero se pudo haber evitado.-
Sollozando, la mujer se quitó las lágrimas del rostro mientras miraba directamente a Kakashi.
-Kakashi, Iruka fue quien hirió a Sasuke y mató a Naruto.-
Y así, el mundo del último heredero Hatake se vio transformada en un túnel oscuro. ¿Qué significa eso de que Iruka había matado a Naruto? ¡Pero si él amaba a ese niño! El odio se apropió de él. Vio a Sasuke dormido en la cama del hospital y sintió que el túnel se estrechaba cada vez más al mirar al niño.
-¿Dónde está Iruka?- dijo fríamente. Él no merecía nada más que su odio y desprecio.
-Está recluido en T&I Kakashi. Aunque no intentarás nada, ¿me oyes? No necesitamos que lo mates, necesitamos que te quedes aquí para cuidar de Sasuke. Lo más probable es que el niño no se recupere por completo del ataque, en este momento no sabemos si Sasuke siquiera despertará o no de esto.-
Kakashi sintió que había agua en sus oídos. Solo se había ido por seis días, no podía creer que todo se hubiera arruinado en menos de una semana
-¿Qué pasó exactamente Tsunade-sama? ¿Por qué Sasuke podría no despertar?-
-Kakashi, este no es el lugar para hablar sobre como fue el ataque, aq-
-¿¡Cómo no es el jodido lugar!? ¡Llego de mi misión y me dan la jodida noticia de que me necesitan en el hospital!-
Aguantando el sollozo, Kakashi siguió hablando.
-¿Y qué es lo que veo al llegar? ¡A Sasuke jodidamente vendado y con la posibilidad de que no despierte! ¡Joder! ¡Mierda! Yo-
-Kakashi, te juro, te prometo aquí y ahora que trataremos de hacer todo lo posible por Sasuke pero el ataque afectó a áreas cerebrales fundamentales para la movilización. No sabemos cómo le afectará en un futuro pero Kakashi, no estarás solo en esto y Sasuke tampoco.-
Pero Kakashi sabía que ya todo se había arruinado y no sabía si iba a tener la capacidad para cuidar de Sasuke, aunque en primer lugar, ¿acaso quería estar a cargo de él o solo lo hacía por una obligación que se había autoimpuesto? Y él sabía la respuesta a eso, realmente siempre lo supo. Aunque con el tiempo sí llegó a amarlo, él junto a Naruto. No podía imaginar su vida sin ellos y Yamato pero ahora había un hueco que sería imposible de llenar.
Lo que necesitaba ahora es hablar con Iruka y entender todo esto y saber por qué lo hizo. Y con eso, Kakahi salió lentamente del hospital hacia T&I. No sabía si regresaría, solo sabía que tenía que hablar con Iruka.
Al llegar a T&I vio a Ibiki como si estuviera esperándolo en la entrada.
-Realmente no me sorprende el verte aquí Kakashi-san. Me imagino que vienes a ver a Iruka.-
-No necesito socializar con nadie aquí, Ibiki-san. Solo necesito hablar con Iruka. ¿Dónde está?-
Mirando directamente a los ojos de Kakashi, Ibiki se levantó del asiento en el cual estaba y pidió a Kakashi que lo siguiera.
-Ven conmigo Kakashi, tendrás a algunos ANBU contigo. No podemos permitir que trates de asesinar a nuestro prisionero a pesar de que se lo merezca, ¿me oyes?-
Kakashi solo asintió. El nudo en la garganta le oprimía aún más el pecho y sintió como se le dio vuelta el estómago cuando se detuvieron frente a una puerta de metal. ¿Acaso era aquí dónde estaba Iruka?
-Es aquí Kakashi-san. ANBU aquí estará contigo, aunque no es por la protección de Iruka, sino que es por ti. El niño te necesitará Kakashi y la basura que está detrás de esta puerta no necesitará el descanso eterno de la muerte.-
Poniendo la mano en el pomo de la puerta, la abrió para ver al hombre que había arruinado su vida en tan poco tiempo.
Iruka estaba sentado en el piso, con grilletes en manos y pies. Se veía sucio y cansado, como si no hubiera podido dormir en días. Si no supiera lo que había sucedido antes, Kakashi hubiera corrido a ayudar a Iruka, pero ahora solo podía ver que fueron demasiado indulgentes con él.
-Iruka.-
El hombre moreno levantó el rostro y Kakashi pudo ver la locura en esos ojos. No sabía cómo no se había dado cuenta antes si ahora era tan obvio.
-Iruka, Iruka. ¿Qué hiciste?-
Los ojos se Iruka se agrandaron mientras trataba de ir por Kakashi pero los grilletes se lo impedían.
-Kakashi, hice lo que tenía que hacer. Yo te amo, ¿lo sabes? ¡Te amo!-
-No podía seguir viendo cómo te me ibas de las manos. Yo no sabía que hacer para tenerte solo para mi hasta que comprendí que solo te quedaste conmigo por los niños.-
Mientras hablaba, Kakashi vio la locura salía de cada poro de Iruka. La obsesión que tenía por el supuesto amor que sentía.
-Yo Kakashi, yo te amo. Te amo que sin ti no podría seguir vivo. Pero vi como todo el amor que deberías sentir por mi lo estabas dando a Naruto y Sasuke y pensé que si me deshacía de ellos, tú volverías a mí y sí pasó, ¿no lo ves?. Por eso estás aquí, ¿verdad?, me vienes a rescatar para estar juntos de nuevo.-
-Solo tienes que olvidarte de Yamato y seremos tú y yo de nuevo Kakashi.-
-¡Iruka!, no sé qué cuentos te estás diciendo a ti mismo pero no es así. Mataste a Naruto, Iruka. No puedo seguir contigo después de eso.-
-¡Pero lo hice por ti Kakashi! Cuando tomé el martillo sabía que estaba haciendo lo correcto. Yo también los amaba pero después vi como ellos se apropiaban de ti los malditos egoístas.-
-¿Sabes lo que hice? Tomé el martillo y golpee a Naruto primero. Él estaba en el comedor comiendo un sándwich cuando le golpee la cabeza. Él se sorprendió, ¿sabes?, trató de arrancar de mi pero lo tomé de las piernas e impedí que se fuera. Una fuerza se apropió de mi y con todo lo que pude le golpee y golpee hasta que dejó de moverse y llorar. Nunca había visto como una cabeza podía molerse de esa manera. Es fascinante como la sangre puede salir de algo tan pequeño.-
-Después de Naruto, solo tenía que seguir y matar a Sasuke, por lo que subí al segundo piso dónde estaba descansando y lo desperté con un golpe en las piernas con mi martillo. Él despertó con un grito e igual trató de correr pero tampoco lo iba a dejar irse. Le golpee la espalda y cayó de bruces al piso. Intenté matarlo de la misma forma que Naruto pero él no se dejaba, seguía gritando y gritando que lo dejara en paz. Pero no podía, tenía que sacarlo de nuestras vidas.-
-Pero todo terminó cuando un ANBU me atacó Kakashi y lo siguiente que sé es que terminé aquí, esperando a que llegaras y me liberaras porque sé que ahora me amas como antes porque los niños ya no están y tampoco es necesario que veas a Yamato.-
Kakashi no podía creer lo que estaba escuchando. Sintió como una ola de ira, dolor y odio se apropió de él. No se dio cuenta de que había levantado la mano para atacar a Iruka cuando el ANBU en la habitación le detuvo la acción.
Y dejando que Iruka hablara solo, se fue de la habitación solo para derrumbarse y llorar como no lo hacía desde hace años. Lloró por todo lo que había perdido. Sus hijos, su hogar.
Solo quedaba Yamato, que seguramente estaba en una misión. Pero tampoco sería que fuera suficiente. ¿Cómo seguir adelante cuando todo lo que amas se fue? Él no solo sabía e hizo lo único que podía hacer ahora: ir al hospital.
No podía quedarse con él. No sentía que tenía la capacidad para estar con alguien en este momento. Solo tenía fuerzas para Sasuke.
Volvió a la habitación ahora con Sasuke únicamente en la cama del hospital y prometió cuidar de él el resto de su vida. Ya no importaba si tenía que renunciar a ser un ninja, Kakashi sabía que se quedaría con Sasuke el tiempo que fuera necesario.
No sabía lo que le esperaría el futuro, si Sasuke sobreviviría, si iba a volver a caminar o si quedaría con secuelas psicológicas, lo único que sabía es que se quedaría con él hasta que ya no pudiera más.
Fin