SENTIMIENTOS EN PAPEL: II PARTE
Día a día ha cambiado nuestra distancia,
Y poco a poco nos hemos ido acercando.
Solía pasarme horas tratando de descubrir qué sentirías al verme.
¿Reaccionaría tu cuerpo como lo hacía el mío?
¿Latiría tu corazón hasta casi desbordarse como me pasaba a mí?
Dudo que pudieras imaginar cuánto deseaba eso,
Que me rodearas con tus fuertes brazos,
Que impregnaras en mí tu irresistible aroma,
Que fueses capaz de susurrarme en el oído que me amabas.
Y es curioso que lo diga
Porque siempre nos la pasábamos peleando.
Admito que la culpa era mía,
Era tan terco y estaba dispuesto a todo por superarte,
Te consideraba mi rival, mi meta a superar,
Pero no lo hacía porque quisiera humillarte,
Al contrario, yo sólo quería tu aceptación,
Anhelaba tanto que me vieras como a un igual.
Te preguntarás por qué lo hacía,
Y te diré:
"Porque eras mi ejemplo a seguir"
Siempre con ese orgullo y porte que a la fecha me saca de mis casillas,
Siempre tan honorable y dispuesto a todo por ganar.
Sin embargo, estabas solo, igual que yo.
Y por ello, sin darme cuenta, te tomé estima.
Tú podías entender muy bien mi dolor,
Ya que somos algo parecidos,
Por ello, quería convertirme en tu amigo,
Quería ayudarte a sonreír una vez más.
Luego pasamos a ser compañeros de equipo,
Allí descubrimos lo bien que lo pasábamos jugando al gato y al ratón,
Porque para mí nuestras tontas peleas eran eso, un juego,
Un juego que sin evitarlo nos llevó a ser grandes amigos.
Desde entonces te consideré parte de mi familia.
Mi hermano, por decirlo de alguna manera.
Pero, para bien o para mal llegó ése día
Donde tus deseos de venganza fueron más poderosos que lo demás.
Decidiste irte para volverte fuerte pese a todos nuestros intentos por impedirlo.
Jamás olvidaré las palabras que me dijiste durante nuestra pelea:
"Tú te volviste mi mejor amigo"
No sabes cuán feliz fui al escucharlo, incluso sentí ganas de llorar.
Sin embargo, en ese momento lo que tenía que hacer era detenerte como fuera.
Aún ahora me siento mal por no haberlo logrado,
Dejé ir a mi mejor amigo hacia un futuro incierto y doloroso.
A partir de ese momento juré que me volvería incluso más poderoso que tú,
Porque quería traería de vuelta a como diera lugar.
Pasó el tiempo y me esforcé mucho en mi entrenamiento.
¿Sabes? Quizá fue allí cuando me di cuenta
Que en algún de nuestra amistad mis sentimientos cambiaron,
Y me enamoré perdidamente de ti, aunque me avergüence admitirlo.
Tiempo después, finalmente mis esperanzas se vieron recompensadas,
Decidiste abandonar a tu maestro y regresar a casa.
Al principio te mostrabas sumamente frío y cauteloso,
Supongo que no sabías cómo reaccionarían los demás después de que nos abandonaste.
Pero a mí no me importó,
Porque por fin habías vuelto a donde pertenecías
Y no dudé en abrir mis brazos para recibirte con una gran felicidad,
Ayudarte a curar todas tus heridas,
Demostrarte que sin importar lo que pasó
Seguías siendo muy importante para mí.
Lentamente fuimos recuperando nuestra vieja relación,
Volvieron nuestras peleas interminables.
Pero yo sabía que ya no eras solamente un amigo,
Había algo más, mucho más importante.
No quería decirlo por temor a tu rechazo,
No quería que te alejaras de mí ahora que habías regresado.
Entonces ocurrió algo que jamás me imaginé.
Un día al volver a casa encontré una carta tuya
Donde plasmabas tus más sinceros sentimientos por mí.
No podía creerlo,
Me correspondías con la misma intensidad.
Aquél día fue el primero donde me hiciste completamente tuyo,
Y sé que también eres mío, me lo has demostrado de mil maneras.
Me siento algo melancólico y por eso escribo esta carta
Para que sepas lo feliz que soy a tu lado.
¡Muchas gracias!
Por haber vuelto a mi lado,
Por abrirme tu corazón,
Por protegerme siempre,
Pero más que nada, muchas gracias,
Por haberme enseñado que no era un monstruo como la gente decía,
Y que sería capaz de encontrar a una persona que me amaría como a nadie en el mundo.
Me he sincerado demasiado,
Las lágrimas están intentando escapar de mis ojos,
Y como sé que odias verme llorar, mejor lo dejo hasta aquí.
Te amo, Sasuke,
Eso jamás lo olvides.
Tú eterno amigo y amante,
Uzumaki Naruto
-Sasuke, estoy en casa –entró diciendo un chico rubio de ojos azules, ahora lucía las ropas de los jounin
-¿Qué tal tú día? –preguntó el pelinegro ahora miembro de los Anbu mientras lo abrazaba por la espalda-, ¿te causaron problemas esos mocosos?
-No los llames así, son mis alumnos y sabes que los quiero mucho.
-Hum.
-¿Qué pasa?, ¿acaso el gran Uchiha Sasuke siente celos de tres genin?
-… ¿Tiene algo de malo? –sus manos comenzaron a acariciar la suave piel que se encontraba bajo la camiseta
-Hey... acabo de volver y estoy cansado...
-Pero como últimamente hemos estado muy ocupados no ha habido oportunidad para que lo hagamos –decía, lamiendo el lóbulo de su amante
-Ahh...
-¿Ves? Tú también quieres hacerlo.
Entre besos y caricias logró guiar al rubio hacia el sofá de la sala, donde lo recostó suavemente y se colocó sobre él.
-¿Entonces me dejarás hacerlo? –preguntó Sasuke, sonriendo con lujuria
-Está bien.
Nuevamente unió sus labios con los del rubio mientras sus ya expertas manos le quitaban el chaleco y la camiseta que traía debajo, mostrándole un excelente panorama del bien formado pecho de su amante.
-Entrenar con los mocosos ha hecho tu cuerpo más encantador –decía el pelinegro mientras deslizaba su lengua por el cuello del moreno
-Ah... Sasuke...
El aludido daba suaves mordiscos a la piel que tenía debajo suyo, succionaba lo suficiente para dejar marcas visibles, así todo mundo sabría que aquél lindo chico era suyo y de nadie más. Por su parte, Naruto jugaba con los suaves cabellos negros mientras disfrutaba del placer que su amante le hacía sentir.
Sasuke dejó el cuello y bajó a los pezones del otro. Comenzó a morder y chupar el pezón izquierdo, mientras que su mano se encargaba de no descuidar al otro pezón. Siguió un rato más así para torturar al rubio, el cual seguía gimiendo mientras sus manos recorrían la espalda del Uchiha. Con su lengua siguió recorriendo el cuerpo del chico, ahora lamía la zona del ombligo, haciendo que Naruto comenzara a mover la cadera en un contoneo sensual. El pelinegro seguía lamiendo a la vez que sus manos acariciaban los glúteos de su pareja con la mayor lujuria posible. Apretó su trasero con algo de fuerza provocando que el rubio arqueara la espalda en reflejo.
El pelinegro volvió a subir para besar a Naruto de una forma voraz. Sus lenguas luchaban intentando llevar el control de la situación. El Uchiha aprovechó el momento para desabrochar el pantalón del Uzumaki y colar una de sus manos rozando apenas su miembro. El rubiecito gimió al sentirlo y se movió de manera que pudiera conseguir más contacto.
-Parece que no soy el único que se moría por hacerlo –le murmuró Sasuke con una sonrisa
-Ah... Sasuke... por favor...
-De acuerdo, trataré de no atormentarte más.
De un jalón retiró tanto el pantalón como el bóxer, dejando a su pareja completamente desnudo. El chico lo miró detalladamente de arriba abajo: no por nada era la envidia de la mitad de la aldea, ya que había logrado conquistar a uno de los chicos más bellos del lugar (y el más popular entre la... ehem... población masculina).
-¿Qué... pasa? –preguntó el rubio al ver que su amante se había detenido
-Nada, sólo admiraba tu muy apetecible cuerpo, el cual sólo es mío.
-... Baka...
Sasuke descendió hasta la altura del muy excitado miembro de Naruto y comenzó a masturbarlo con la mano a un ritmo lento, pero que fue aumentando de velocidad conforme avanzaba el tiempo. El rubio gemía descontroladamente aferrándose con fuerza al borde del sofá. Sasuke reemplazó su mano con su boca metiéndose entero el pene del chico. Lamió de arriba abajo con toda la pasión acumulada en los últimos días, definitivamente era un deleite oír los lascivos sonidos que salían de la boca del menor.
Antes de que pudiera venirse, Sasuke se sacó el miembro de la boca y acercó tres dedos a los labios de Naruto, el cual los lamió con mucho gusto. Tenía los ojos entrecerrados y las mejillas sumamente rojas, así que cuando sintió que ya tenía los dedos lo suficientemente húmedos, guió uno de ellos a la entrada que ya tantas veces lo había recibido.
-Ayy...
-¿Te lastimé?
-No... Sólo... dolió poquito...
-Descuida, pronto pasará.
Poco después introdujo el segundo dedo y comenzó a moverlos en círculos para dilatar la estrecha cavidad. Un rato después el tercer dedo ingresó también y fue en ese momento que los quejidos de Naruto se vieron suplantados por unos sonoros gemidos producto de la pasión que estaba sintiendo.
-Sa... Sasuke... ya...
-De acuerdo...
Con cuidado sacó sus dedos y ésta vez lo que introdujo fue su muy palpitante y caliente pene que rogaba por atención. Fue entrando lentamente para no lastimar al rubio, pero fue él mismo quien con un movimiento hizo que el miembro de su amante se introdujera casi de golpe, tocando un punto muy sensible que le arrancó un delicioso gemido que excitó al otro aún más, si es que eso era posible.
Al ver que su pareja deseaba sentirlo completamente, Sasuke comenzó con sus potentes embestidas tratando de dar con todas las zonas que los llevarían a la gloria.
-Naruto... eres tan exquisitamente estrecho... Ahh... qué bien se siente...
-Ahh... ahh... Sa...
El pelinegro apresó el miembro del rubio para masturbarlo mientras el ritmo de las embestidas crecía cada vez más. El vaivén fue adquiriendo mayor velocidad hasta que Sasuke sintió cómo el cuerpo de su amante lo apretaba aún más, estaba a punto de venirse.
-Es... Espera... un poco más... Naruto...
-Y-Ya... no puedo... Ahhh...
Ambos se corrieron a la vez, Sasuke inundando completamente la cavidad de Naruto y éste en la mano de su pareja. El joven Uchiha se dejó caer sobre el cuerpo del otro tratando de recuperar el aliento.
-Increíble –susurró en su oreja, jadeando-... Sí que valió la pena la espera.
-… Jeje, tienes tazón...
Se quedaron así unos minutos para reponerse después de tanta acción.
-Oye –dijo Sasuke-, sobre lo que escribiste...
-¿Mm? –murmuró el de ojos azules más dormido que despierto
-No, nada. Mejor durmamos un poco.
La mañana llegó a Konoha. Un joven rubio ya se encontraba listo para salir.
-Ya me voy –dijo, dándole un beso en la mejilla a Sasuke quien estaba terminando de desayunar-. Ten cuidado en la misión.
-Tú también, ya que esos mocosos son demasiado problemáticos.
-Deja de llamarlos así.
Naruto se fue y el Uchiha se dispuso a hacer lo mismo.
-Ah, es verdad.
Regresó a la recámara que compartía con su pareja y de un cajón sacó la carta que había leído ayer. Sacó una cajita que se encontraba debajo de la cama y la guardó allí, donde también estaba bien resguardada aquella carta que él le escribió a Naruto para declarársele. Después de regresarla a su lugar también salió de la casa, listo para comenzar un nuevo día.
FIN
THE END
OWARI