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Here with me... La hermosa bestia verde de Konoha por KakaIru

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Notas del capitulo:

Holaa!! n_n no las hare sufrir, asi q aqui les dejo la ultima parte! lamento q hayan tenido q leer el capi en dos partes (no era eso lo q queria T_T) pero aqui les va!

n_n

Espero q les guste el final!!!

n_n

 


Lee abrió los ojos, poco a poco.

 

Y Gaara quedó helado.

 

_

 

 

-¿Vas a dejar de seguirme o vas a estar así todo el día?- preguntó Neji llegando a su punto de impaciencia más peligroso.

 

-De qué me hablar, yo sólo estoy caminando, eres tú el que está frente a mí- respondió Kankuro sin prestarle mucha atención al hecho de que estaban en medio de una calle y todos se les quedaban viendo.

 

-Déjame en paz, demente- dijo Neji acalorándose al sentir las miradas burlonas de los demás.

 

-Yo ni siquiera me he acercado a ti- replicó Kankuro recalcando lo obvio.

 

Bien, Neji volvió a andar; y Kankuro volvió a seguirlo.

 

_

 

 

-Gaara-san…

 

La voz de Lee sonaba débil y forzada. El pelirrojo selló sus labios con un tímido beso.

 

La verdad es que no había podido contenerse. La emoción le había ganado. Dios, Lee finalmente había despertado, y lucía saludable (lo más saludable que puede lucir una persona que ha estado al borde de la muerte).

 

-Lo siento…- se disculpó Gaara una vez se separó del otro chico (que no había respondido al beso) y se dispuso a irse.

 

Pero la mano de Lee lo detuvo.

 

-No te vayas- pidió con voz suave y triste.

 

Gaara se desarmó por completo.

 

-Te molestaré- dijo, como esa vez, esa noche, antes de que las cosas se complicaran.

 

Lee también pareció recordarlo y sonrió levemente.

 

-Tú nunca me molestas- declaró.

 

-Eso no fue lo que dijiste la última vez- recordó Gaara con aire triste.

 

Lee también rememoró sus palabras y no pudo menos que agachar la cabeza con desconsuelo. Gaara se odió a sí mismo por entristecerlo de esa manera. Lee iba a llorar.

 

No.

 

Que no llorara, por favor.

 

No lo soportaría.

 

-Lo siento…- se disculpó Lee con lágrimas en los ojos.

 

Gaara se sintió aún peor al ver su semblante realmente triste. Se acercó a él y limpió sus lágrimas con el reverso de su mano. Lee tomó la mano de Gaara y la retuvo, muy cerca de sí.

 

-Perdóname, por favor… Yo, he sido muy egoísta- confesó Lee aún sin soltar su mano; Gaara permaneció en silencio- Todo lo que te dije no es lo que realmente siento. Jamás podría odiarte, me odio más a mí mismo por haberte dicho todas esas cosas. Lo lamento, he sido un egoísta. La verdad es que no quería verte sufrir, porque sé que no podremos estar juntos para siempre. Pero no quería separarme de ti. No quería pensar que cuando me fuera tú podrías dejar de amarme, podrías superar lo nuestro y estar junto a otra persona… mostrarte gentil junto a alguien más, regalarle a otra persona tus sonrisas, tus tiernas palabras, tus significativas miradas, tu cuerpo entero… Tuve miedo de que me olvidaras. Porque yo… yo no podría vivir sin ti… realmente no podría…

 

Lee comenzó a llorar copiosamente. Un llanto desconsolado, un llanto mágicamente triste y extrañamente renovador.

 

-Yo sé que hice mal, ahora me doy cuenta de ello- prosiguió el pelinegro- pero es porque te amaba, te amo más que a nada en el mundo. Y si tú llegabas a amarme con la misma intensidad con la que lo hago yo, entonces sufrirías al final, porque yo tendría que partir. Todo lo que hice lo hice pensando en ti, tratando de no lastimarte, pero me di cuenta de que no pensé en lo que tú querrías, en lo que tú decidirías y al final fui yo quien te hirió más. Por mi culpa pasaste terribles momentos. Perdóname, por favor. Finalmente comprendí que simplemente lo hice porque tenía miedo. Y cuando…- aquí se ahogó con sus propias lágrimas-… cuando Matsuri me dijo que… cuando ella dijo que tú… que podrías morir… yo… no sé qué me pasó… pero fue como si me arrebataran el aire… cuando pensé que podría perderte, que ya no te vería más… yo… ¡Gomenasai! ¡Gaara-kun! Yo… no pude resistirlo… porque te amo demasiado… no puedo perderte, no puedo… ¡no quiero!

 

Lee lloraba y su corazón parecía llorar con él.

 

Gaara apretó su mano con fuerza. Lee le miró con el rostro anegado en lágrimas. El pelirrojo le miraba con expresión dura y casi fría. Su rostro parecía como de roca…

 

… y Lee pensó que estaba perdido…

 

Pero entonces apareció, esa sonrisa… esa franca y hermosa sonrisa… adornando el pálido rostro de duras facciones pero que se ablandaba notablemente cuando reía…

 

-Eres un tonto- dijo simplemente Gaara sentándose a su lado y limpiando los vestigios de lágrimas en el rostro de su chico-, ¿así que es por eso por lo que me has tratado así estos tres días?

 

Lee asintió arrobadamente.

 

Gaara ensanchó su sonrisa.

 

-Que alivio- suspiró, y Lee le miró con los ojos muy abiertos-. Por un momento llegué a pensar que realmente habías dejado de quererme…

 

-¡No! ¡Yo jamás te…!

 

-Pero sí has sido un egoísta- le interrumpió Gaara con una dura mirada-. Casi mueres, ¿lo sabías? ¿Acaso pensaste en mí cuando te lanzaste al desierto a buscarme? Por lo visto no lo hiciste, ¿pero no se te ocurrió pensar que sentiría yo si tú murieses?

 

Lee agachó la cabeza.

 

-Mírame a los ojos- ordenó Gaara, y Lee hizo lo propio- Creí que morirías…- confesó el pelirrojo robándole un pequeño beso que esta vez sí se vio correspondido.

 

Lee correspondió con ansias, porque él también había pensado que moriría.

 

Y claro que había pensado en Gaara, en lo que sentiría, en el dolor tan grande que le atormentaría. Por eso no se había rendido, por eso había tratado de luchar con todas sus fuerzas, por Gaara, únicamente por él.

 

-Perdóname- pidió el pelinegro una vez se hubieron separado.

 

-Ya deja de repetir lo mismo. Si no te hubiera perdonado ya, no estaría aquí- dijo Gaara acercándose a Lee hasta unir sus frentes.

 

Se miraron a los ojos.

 

-¿Te irás?- preguntó Gaara con voz apagada.

 

-¿Quieres que me vaya?- preguntó a su vez Lee; Gaara negó- Que bien, porque yo tampoco quiero irme.

 

El pelirrojo sonrió y Lee también.

 

¿Un final feliz?

 

Bien, no era un final, pero era feliz…

 

Porque ahora era que empezaban las cosas…

 

Gaara besó a Lee con pasión contenida. Había deseado hacerlo todo ese tiempo. ¡Por Dios! ¡Lo había extrañado demasiado! Lee apenas pudo responder, débil como estaba.

 

-Creo que tengo que enseñarte algunas cosas sobre cómo besar- susurró Gaara una pequeña broma, teniendo como resultado a un sonrojadísimo Lee.

 

-Entonces yo deberé enseñarte algunas cosas sobre cómo amar- y le abrazó muy tiernamente pero con todas sus fuerzas. Fue el turno de Gaara para sonrojarse.

 

Finalmente (ya pasada la sorpresa inicial) lo abrazó esta vez. Y comprendió que sí, había muchas cosas del amor que tenía que aprender. Y sí, Lee tenía mucha razón, un abrazo de la persona amada, ese sentimiento compartido, esa fuerza que parecía hacerlo invencible… era mucho mejor que un simple beso.

 

-Te amo- susurraron al mismo tiempo y sonrieron.

 

Así quedaron, abrazados y contentos.

 

Por primera vez plenamente conscientes del amor que sentían y lo mucho que se necesitaban.

 

Porque el tiempo sobraba y el amor era infinito…

 

_

 

 

-¿Ya te rindes?- preguntó Kankuro al chico que jadeaba y sudaba luego de tanta carrera por toda Tsunagakure.

 

-¿Qué demonios quieres conmigo?- preguntó Neji alzando la voz y manoteando como un niño pequeño.

 

¿Por qué diablos Kankuro lo había estado siguiendo toda la mañana?

 

-Me gustas- respondió Kankuro como si nada.

 

Neji abrió los ojos como platos.

 

-¿Pero que demonios dices?- gritó con el rostro rojo cual tomate- ¿Cómo que te gusto? Yo no he hecho nada para gustarte, es imposible…

 

Kankuro sonrió como si le estuviese hablando a un niño. Vale, como pensaba, las cosas sí que podrían mejorar para todos…

 

-Es que… estaba muy aburrido- confesó el amo de las marionetas con semblante serio- y al verte he tenido el presentimiento de que cambiarías las cosas y las harías mucho más divertidas. No me equivoqué- terminó con una enorme sonrisa.

 

-Estás loco…- susurró Neji.

 

Kankuro se limitó a ensanchar su sonrisa.

 

Sí, Neji era la mar de divertido.

 

-¿Y ahora de qué te ríes?- preguntó el ojiblanco al ver la enorme sonrisa de Kankuro.

 

-De nada- dijo aún con su sonrisa.

 

Neji le miró con cara de no creerse nada.

 

-Mira, no sé qué estés pensando pero tú a mi no me gustas- decidió Neji irse por lo sano y aclarar las cosas para que ni hubiese malentendidos.

 

-Ajá, eso ya lo sé- Neji le miró con cara de nulo entendimiento y un ligero tic en el ojo-, tú estás enamorado de Lee y blah blah blah… Pero como sabes que Lee está enamorado de Gaara yo, como buen hermano mayor, tendré que sacrificarme y acercarme a ti para hacerte olvidar al pelinegro… ¡Sí, definitivamente va a ser divertido!

 

-¡Pero que mier…!

 

No pudo continuar porque Kankuro le había besado imprevistamente. Y Neji… se quedó de piedra, sonrojado a más no poder.

 

Cuando Kankuro se apartó el otro seguía en shock.

 

“Al menos se ha callado”, pensó Kankuro felizmente.

 

Sí. Neji le gustaba, y él se lo merecía luego de todo lo que había ayudado a Gaara, ¿o no? Vale, tendría que “sacrificarse”…

 

-Bueno, vámonos que ya está anocheciendo…- dijo Kankuro tomándolo de la mano y echando a correr rumbo a su departamento.

 

Neji… no supo nada más esa noche…

 

_

 

 

Finalmente, luego de tres angustiosos días, habían podido estar juntos de nuevo, Y esa noche se amaron como nunca antes e hicieron nuevos y más importantes descubrimientos.

 

La noche, por primera vez, estaba cálida.

 

-… Te amo…- susurró un jadeante Lee.

 

-Yo también…- respondió Gaara de la misma forma antes de que ambos culminaran en un largo gemido de placer.

 

Finalmente, luego de tres angustiosos días, podían demostrarse lo mucho que sentía el uno por el otro.

 

-Te quiero…- dijo Gaara saliendo del cuerpo de su amante, y Lee apenas atinó a besarlo cariñosamente.

 

Claro.

 

Él también lo quería.

 

Por eso no podía vivir sin él.

 

Con los ojos apunto de cerrársele a causa del sueño, contempló el delgado y desnudo cuerpo de Gaara siendo perfilado por la luz de la luna. Gaara era muy lindo, era mucho más de lo que podría desear, y lo amaba. Ahora, finalmente, podrían ser felices.

 

Lee sintió como sus párpados se volvían pesados como piedras y le instaban a abandonar la mirada en la oscuridad de sus sueños. Pero él quería seguir viendo a Gaara, ver su lindo rostro con esas dos inconfundibles ojeras negras alrededor de sus bellísimos ojos azules, ver sus tersos labios que, cuando sonreían, le hacían ver como la persona más irresistible del mundo… Verlo todo él, todo lo que era.

 

Pero el sueño era grande…

 

El sueño parecía llamarlo y atraerlo como el canto de una sirena a los navegantes.

 

Gaara era su sirena, sus ojos lo llamaban y su cuerpo parecía tentarlo. Mejor que todo. Y allí, en medio de la oscuridad, con los rojos cabellos ondeando al viento, Gaara era más que irresistible. Fuerte y hermoso a partes iguales. Como si el resto del mundo no fuese nada para él, como si no lo mereciera siquiera el aire que respiraba. Ni siquiera la blanca sábana que lo cubría podía achicar su belleza, al contrario, y Lee en ese momento llegó a una conclusión: el único ropaje que hacía honor a Gaara era su propia desnudez…

 

Bostezó.

 

Gaara le miraba fijamente.

 

A Gaara le gustaba mirar… más bien le gustaba mirarlo a él… a su Lee…

 

-Qué bien que te quedas…- murmuró Gaara abrazando a Lee por la espalda- porque te vas, entonces yo moriría…

 

-Pero, ¿qué dices, Gaara-kun?- dijo Lee respondiendo al abrazo de forma instantánea- Eres invencible…

 

-Te equivocas…- reconoció el pelirrojo- nunca lo he sido… ahora menos que nunca… porque me he dado cuenta de que tú eres: mi única debilidad…

 

Esa noche durmieron juntos, compartieron y fueron felices. Esa noche dejaron de ser simples amantes y fueron: el todo para ellos. Esa noche fue, especial (por muchas razones), pero más que eso, fue la inauguración de ese sentimiento tan grande que les había hecho cambiar, abrirse al mundo…

 

Porque los demonios también se enamoran…

 

 

 

--- Un año después ---

 

 

 

El tiempo, como siempre, había seguido su curso. Y los días se habían convertido en semanas y las semanas en meses. Y finalmente había llegado la hora más temida por todos: la despedida.

 

_

 

 

El sol brillaba en lo alto. No había en el cielo ni una nube, ni un ave, no había en el aire ni una mota de polvo, ni un grano de arena. Sólo era el silencio, el silencio y dos seres que, negándose a despedirse, se contemplaban a los ojos, tratando de alargar el momento.

 

En el aire se respiraba la tristeza que apenas trataba de ser disimulada por un par de sonrisas condescendientes provenientes de ambos chicos.

 

El aire sopló de pronto y los rojos cabellos se revolvieron así como la lacia cabellera negra (ahora corta).

 

Gaara alzó la vista y contempló al muchacho frente a sí…

 

Lee seguía siendo el mismo, no había cambiado nada en ese año (claro, lo quería mucho más, pero eso no venía al caso). Ese mañana vestía su inseparable mono verde, sus antiguos calentadores naranja, el mismo chaleco de ninja de antaño, las mismas vendas colocadas hace unos minutos, la misma encantadora sonrisa, los mismos ojos emotivos y que expresaban tanto, el mismo cabello corto y a lo cazo que le caracterizaba, las mismas espejas cejas que le deban ese toque varonil que era anulado por el largo de sus pestañas… En fin, el mismo Lee de siempre.

 

-Gaara-kun- rompió Lee el silencio-, Tsunade me ha llamado y pues… sabes que debo irme, ¿no?

 

El pelirrojo agachó la cabeza.

 

No quería dejarlo ir.

 

-Sí- respondió tratando de sonar convincente.

 

-Vendré a visitarte- prometió Lee con una sonrisa.

 

Bueno, ambos sabían que eso era mentira, seguramente Lee no podría volver más. Aún así trataban de engañarse a sí mismos.

 

-Voy a extrañarte- reconoció Lee envolviéndolo en un asfixiante aunque encantadoramente tierno abrazo. Gaara lo apretó contra su pecho.

 

Estuvieron minutos así. Largos y eternos minutos. Lee supo que si no hacía algo Gaara no le permitiría marchar (tampoco que él tuviese muchas ganas de irse). Se había prometido a sí mismo no llorar, a pesar de que comenzaba a sentir las lágrimas arremolinarse contra sus ojos.

 

-Gaara-kun, te quiero mucho- dijo limpiándose los ojos antes de que lágrimas brotaran de ellos.

 

-Yo también- respondió Gaara juntando sus labios es un apasionado beso.

 

No se habían separado y ya se extrañaban.

 

Cuando volvieron a verse a los ojos Lee comprendió que ya debía partir.

 

Con el corazón encogido rozó sus labios de forma tierna y especial, le dedicó un tímido adiós y una reluciente sonrisa.

 

-¡Espero que nos volvamos a ver!- gritó cuando ya se encontraba lo suficientemente lejos como para que Gaara no viese los millares de lágrimas que caían por sus ojos como cascadas.

 

-Sí…- respondió Gaara sintiendo el rostro húmedo a causa de su propio llanto.

 

Y allí, en medio del desierto, le vio partir. A la única persona que había amado, a aquel del que creía nunca podría separarse, a Lee, la única persona que le había hecho sentir más intensamente su soledad y, la mismo tiempo, el amor más grande que puede haber jamás.

 

Y así quedaban, cada uno del lado de la moneda.

 

Porque eso eran. Gaara y Lee. El Kazekage y el shinobi temperamental. Las caras de esa moneda que ambos denominaban: Mi Mundo.

 

Gaara dio la media vuelta y entró a su aldea. Ya le esperaban Kankuro y Temari, en realidad todos le esperaban, pero Gaara se sentía extrañamente feliz. Porque él era él, y Lee había sido lo mejor que había pasado en su vida.

 

-Te amo…

 

 

 

***OWARI***

Notas finales:

Holaa!! (d nuevo) perdonen por dejar ese enorme vacío en la historia, pero es q si me ponia a escribir lo q sucedia en ese año no iba a terminar nunca el fic @_@ y pues............

....... sé que había prometido un final feliz y este pues... no ha sido muy feliz q digamos, es decir, lee se va y gaara queda solito, pero bueno, es que cuando me di cuenta d q las cosas habian terminado bien y estaba lista para escribir FIN pues me pregunte, "aja, si, y luego lee regresa a konoha y que pasa?", no se si yo soy la unik q se hace esa pregunta pero para las que como yo, q no se quedan con finales vacios pues.... aun hay un EPILOGO!!!!! (gomen, se que dije q este seria el ultimo capi pero es q ya estaba demasiado largo!!!! TT_TT)

Y pues, si, el epilogo era la sorpresa q les tenia preparada (q sorpresa tan cutre u_u gomen!) pero espero q quieran seguir leyendo!!! TT_TT

Ah, bueno, cambiando un poco de tema (y antes d irme) espero q la pareja KankuNeji no les moleste (es q Kankuro se lo merecia... luego d lo buen hermano q ha sido es lo minimo q puedo hacer por el u_u) ... y pues... a q no se esperaban q a shukaku le gustara lee???? XD seguramente ya lo veian venir (como me dijo Beto XD) asi q imagino q no sorprendo a nadie pero.... bueno, si lee se salvo fue gracias a el...

Y bueno, ya no mareo mas! Como siempre me encantaria q me dejaran un comentario con su opinion del capi y me digan si quieren un epílogo o si asi esta bien n_n (a mi en lo personal m encantaria subir el epilogo pero... la decisión es d ustedes)

Ah... iba a decir algo mas? creo q no... excepto q muchisimas GRACIAS por leer!!!!!

Las quiero mucho! Besitos!!!

n_n


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