Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Standing for you… por Kitana

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

En el penthouse de un hermoso edificio de departamentos en el centro de Atenas se escuchaban los gritos de una pareja.

- ¡Eres un desgraciado hijo de puta! - gritaba uno de los dos hombres, era alto, bastante bien formado y de cabellos azul. La furia brillaba en sus hermosos ojos azules con tintes violáceos.

- ¡Déjame explicarte Milo!- Decía un rubio de delicadas facciones al tiempo que intentaba que la sábana con la que cubría su desnudez no terminara en el suelo.

- ¡Déjame en paz! ¡No quiero escucharte! No me da la gana escuchar  a un maldito mentiroso como tú, ¿me entiendes? - dijo el peliazul, con lujo de violencia abrió la puerta de una patada y arrojó fuera del departamento las maletas que llevaba en las manos. - Lárgate de una vez Misty.

- Milo yo...

- Milo nada, ¿entendido? Lárgate de una vez antes de que me decida a echarte a patadas. Anda, ve a buscar a mi hermano o a cualquier otro para que te revuelques con él, haz lo que se te de la gana  pero no vuelvas por aquí, ¿me has entendido? En cuanto estén listos los papeles del divorcio mi abogado se pondrá en contacto contigo para finiquitar el divorcio.

- Milo.

-¡Cállate! no quiero oírte más, no quiero hablarte, no quiero verte, no quiero tenerte cerca. ¿Puedes entender eso?

- Dame otra oportunidad...

- No Misty... no más oportunidades, la última vez juraste que era la última, que no volverías a hacerlo, pero ¡lo hiciste de nuevo! Se acabó... te he perdonado no se cuantas infidelidades, pero esta sí que fue la última, ¿es que no respetas nada? ¿de verdad tenías que meterte con mi hermano? Te detesto Misty... me repugnas. - el rubio  comenzó a llorar. Pero esta vez Milo no se dejó dominar por la aparente fragilidad de su esposo. Aquellas lágrimas, que si bien no eran falsas, no lograron conmoverle de modo alguno, la furia era demasiada. - No tienes que preocuparte, no va a faltarte nada, podrás seguir llevando el mismo nivel de vida que has llevado hasta ahora, pero no me pidas más porque no puedo dártelo.  Ahora vete.

- No voy a irme hasta que me escuches Milo. - dijo el rubio limpiándose las lágrimas que escurrían por sus delicadas mejillas.

- No tengo nada que escuchar de ti. Nada de lo que digas o hagas va a cambiar lo que vi, ¡te encontré en la cama con mi hermano! ¿cómo  pudiste hacerme esto? Hay no se cuantos millones de hombres en esta ciudad, en el mundo y tú tenías que meterte precisamente con él.

- Milo, yo no planee que esto pasara, te lo juro.

- Si hubieras llegado a planearlo no te sale tan bien infeliz. Y yo que me sentía culpable por no confiar del todo en ti...

- Milo ¡por favor tienes que escucharme! No puedes echar a la basura tan fácilmente tres años de matrimonio.

- ¡En eso debiste pensar antes de acostarte con mi hermano! - gritó Milo sujetando a Misty por los hombros.

- ¡Me haces daño!

- ¡Más daño me has hecho tú! ¡Basura!

-¡Cállate! - gritó el rubio y estrelló su mano contra la mejilla de Milo. El peliazul lo soltó de inmediato. Los ojos de Milo centellearon de furia, por un momento Misty pensó que Milo le devolvería el golpe, pero él simplemente le empujó con suavidad fuera del departamento.

- Vete. Vete y no vuelvas. Mañana enviaré el resto de tus cosas a casa de tus padres. - dijo Milo cerrándole la puerta en la cara a Misty. Tan sorprendido estaba de la reacción de su esposo, que Misty no notó que Milo lloraba cuando le dio la espalda. Milo cerró la puerta. Se quedó callado con la espalda recargada contra la fría puerta de metal. Su espalda se deslizó por la pulida superficie hasta quedar sentado en el piso alfombrado del lujoso departamento que compartía con su esposo hasta ese día. Se sentía mal... aquella no era como otras veces, Misty lo había engañado antes, pero ¿con su hermano? Eso sí que no lo podía perdonar. Sintió que ese mundo que se había esforzado por construir solo para ellos se venía abajo estrepitosamente. Se llevó las manos al rostro, afuera Misty lloraba también suplicándole que le dejara entrar, que le permitiera explicarse. Pero Milo hizo oídos sordos a esas súplicas. No quería verlo, sabía que si le miraba en el estado que se encontraba terminaría perdonándolo, terminaría permitiendo que volviera a su vida solo para hacerlo sufrir nuevamente. Y no pensaba sufrir más, no era eso lo que tenía en mente.

 

Se quedó quieto, cubriéndose el rostro, intentando no imaginar al Misty desvalido y lloroso que no dejaba de golpear la puerta. Finalmente escuchó el leve rumor de los pasos de su esposo alejarse.

 

Su teléfono comenzó a sonar. Se levantó, pensó en dejar que la contestadota tomara el mensaje, seguro que era Misty que no se rendiría fácilmente.  Se acercó al teléfono  y se asomó para ver el número en el identificador, de inmediato reconoció el número, era su amigo Shura llamándole desde España.

- Hola. - dijo con tono cortante.

- Hola M, ¿qué tal? Lograste sorprender a tu esposo, ¿verdad? A que no te esperaba siquiera

- Y vaya que no... ni lo menciones.

-¿Qué pasó? ¿Salió mal la sorpresa?

- No, si hubo sorpresa, solo que para mí. Solo te diré que ese consejo del tío Dohko sobre que antes de llegar a casa hay que llamar esta bien justificado.

- ¿Qué pasó M?

- Nada que no haya pasado antes.

- Explícate porque no estoy entendiendo nada.

- Si bueno, todos tenían razón, me casé con la ramera más grande de toda Grecia. Soy un reverendo idiota. -  dijo Milo con la voz quebrada por el dolor.

- Milo, yo no sé que decirte...

- Entonces no digas nada, en especial no digas te lo dije.

-Sabes que yo no te diría eso.

 - Tú no pero el resto del mundo sí. Ahora soy el cornudo más grande de Grecia y es oficial.

- Creí que ustedes se habían arreglado después de la última vez, ¿Cuándo fue? Hace más de seis meses?

- Siete meses para ser exactos, hasta habíamos hablado de tener niños. Pero el muy infeliz siguió en las andadas, por eso no quería embarazarse el hijo de...

- Alguien conocido, ¿verdad? Por eso estas así de furioso.

- Sí. - dijo Milo en tono fúnebre.- Un maldito infeliz salido del infierno llamado Argol que por cierto es mi hermano.

-Demonios, tu hermano es un imbécil.

- Diría que es un hijo de puta pero seguro que mi ma me deshereda. Debí haber dejado a Misty desde la primera vez.

- M quisiera hacer algo por ti.

-Ya hiciste suficiente ofreciéndome trabajo en España. La respuesta es sí, acepto el empleo que me ofrecías.

- Creí que no querías dejar Atenas.

- No quería, pero he cambiado de opinión. Mañana tomaré el primer vuelo de regreso a España.

- Hubiera querido que aceptaras en otras condiciones pero me alegrará tenerte aquí.

- No hablemos más de eso, ¿si? Mejor recomiéndame un buen abogado.

- No se hable más, en cuanto estés aquí te contacto con Saga y Kanon, esos dos harán que se arrepienta hasta de haberte conocido.

-Eso espero.

- Tendrás que disculparme si los primeros días no te atiendo como mereces pero tendré visitas, negocios que atender. Pero ya verás, luego de eso nos divertiremos, será como en los viejos tiempos.

- Como sea, solo mantenme alejado de las golfas rubias. - dijo Milo destilando odio.

- M te estás poniendo insoportable.

- ¡Bah¡  Deja de preocuparte por mí S, voy a salir de esto, ¿me entiendes? no sé como pero lo  haré. Ahora solo... necesito alejarme.

-  Entendido... pero, ¿estás seguro?  Misty es muchas cosas pero tú lo amas y él a ti.

-Basta Shura, Misty es un desgraciado infeliz, y no pongas en duda lo que decido hacer con mi vida, es mi jodida vida la que esa maldita ramera se llevó entre las patas.

- Cálmate ¿sí? No soy tu enemigo, solo quiero que estés seguro de lo que haces.

- Lo sé... es que esto es más grande que yo mismo, ¿lo entiendes verdad?

- Si lo entiendo.

- Lo siento, de verdad... es que me siento perdido, había puesto todo de mí en ese maldito matrimonio y ya ves lo que pasó... - dijo Milo.

- No vengas, espérame allá, yo iré a buscarte.

- Viejo no estoy muerto solo herido, no soy un crío y se cuidarme solo. Te avisaré para que me recojas en el aeropuerto, eso es todo lo que necesito.

- Esta bien M, te espero.

- Gracias S. Adiós. - Milo colgó. Supo que tenía que hacer lo posible por salir de esa situación y no dejarse vencer, nunca se había sentido tan humillado y triste, tan traicionado como en ese momento, pero supo que no podía quedarse en Atenas ni un minuto más. Empacó algo de ropa limpia. Tomo de nuevo su portafolios y sus documentos de viaje y se dispuso a salir. Antes de abandonar para siempre ese departamento, se quitó el anillo de bodas que había llevado los últimos tres años y lo dejó sobre la mesa.

 

Salió ala calle esperando no encontrarse a su todavía esposo por ahí. Tuvo suerte, Misty se había ido momentos antes. Tomó un taxi y le dio la dirección de la casa de sus padres, quería despedirse antes de irse de vuelta a España. Sabía que existía una enorme probabilidad de que ahí se topara con Argol, pero no podía irse sin despedirse de ellos, en especial de su querida madre.

 

El taxi se detuvo frente a la reja que bordeaba la propiedad que los padres de Milo habitaban, el mismo lugar donde él había crecido, en ese mismo jardín habían celebrado su boda con Misty.  Apretó el paso para cruzar la reja. Vio el auto de su hermano estacionado en el lugar de siempre y pensó en hacerlo pedazos, pero eso no le pareció suficiente venganza.

Camino hasta encontrarse con su madre. Lo vio de espaldas, arrodillado junto a un macizo de flores amarillas.

- Hola hijo, ¿qué tal España? ¿Fernando al fin te convenció de que trabajes con él? - dijo su madre, se trataba de un hombre que a pesar de ser ya algo mayor aun era hermoso, era muy atractivo, habría pasado fácilmente por el hermano mayor de Milo, pero era su madre. Él y Milo eran idénticos.

- Hola ma. - musitó Milo con las manos en los bolsillos.

-Creí que llegabas mañana.

-Si... bueno, adelanté el regreso.

- ¿Qué pasó? Tú no eres precisamente hablador, pero hoy si que exageras Milo.

- Me voy a España. Vine a despedirme.

- ¿Te vas con Fer?

-Si, voy a trabajar con él.

-Entonces lograste convencer a Misty de que se separe de su mamita y te lo llevas a España, me alegro. - dijo la madre de Milo, la sonrisa se congelo en sus labios al ver que su hijo bajaba el rostro.

- No, él se queda.

-¿Qué pasó?

-No mucho.

- Dímelo, de todos modos lo voy a saber, él va a venir aquí a contármelo, así que dímelo tú.

- No quiero escucharte decir te lo dije.

-Entonces lo volvió a hacer.

- Sí y con Argol. - la madre de Milo dejó caer al suelo la pala que tenía entre las manos.

-¿Estás seguro?

- Si. Los vi en la cama, en mi propia casa. Sé que esto no es algo que quieras escuchar o que tal vez pienses que estoy mintiendo, pero eso fue lo que vi.

- Milo, soy tu madre y he estado contigo desde siempre, sé cuando estás mintiendo y no es el caso. En cuanto Argol llegue hablaré con él.

- No hace falta.

- Milo, tal vez no sea la mejor idea que he tenido pero estoy seguro de que tu hermano te debe una explicación.

-Ma no te ofendas pero no quiero ver a ese cabrón.

- Milo cuida tu boca.

-Lo siento... estoy furioso, ¿si lo entiendes?

-Claro que lo entiendo, soy tu madre pero antes que eso soy una persona con sentimientos y sé que debes estar pasándola muy mal pero la solución no es que huyas.  Creí que te había enseñado que los problemas no se resuelven escapando, hay que enfrentar la vida y resolver lo que nos atormenta.

- Ma... no me pidas que me quede. Necesito alejarme de él.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué? Pues porque sí lo vuelvo a ver seguro que voy a caer de nuevo y lo perdonaré y yo ya no quiero que me lastime más. No lo soportaría ma.

- Entonces no puedo hacer nada para que te quedes, ¿cierto? - Milo asintió con la cabeza.

- Voy a divorciarme. Hoy mismo me regreso a España y no pienso volver en un buen tiempo.

- Entonces solo venías a despedirte, ¿verdad'

-Así es ma.

- Lo siento hijo, yo habría querido que tu matrimonio con Misty no terminara así, él parecía un buen chico.

- Pura apariencia.

- Lo siento Milo.

-No lo sientas ma. Tengo que dejar de compadecerme a mí mismo y conseguir un buen abogado, no quiero que me quite lo poco que tengo.

- ¿Ya has pensado en alguien?

-Saga y Kanon Gemini.

- Esos dos son unos perros de presa. Lo harán bien. Y si ellos toman tu caso es porque quieres que Misty se quede sin nada, ¿no es cierto?

- Ma, yo solo quiero que me deje en paz, no quiero volver a verlo.

- Milo, no creo que esto sea lo mejor que puedes hacer, pero si tú consideras que lo mejor es que te alejes, lo entiendo y lo acepto. Adelante con tus planes, tu padre y yo te vamos a apoyar, en cuanto a Argol, ya veré que hacer con ese niño idiota. - dijo su madre.

- Gracias mamá gansa.

- No hay nada que agradecer, y deja de llamarme mamá gansa, ya sabes que no me gusta. Ven, abrázame. - dijo la madre de Milo, habría querido llorar, pero no pudo, se abrazó lo más fuerte que pudo a su madre, como cuando era niño y tenía miedo de algo. - Vamos pequeño, se fuerte, mamá te va a cuidar. - canturreó el mayor, Milo se abrazó con más fuerza al delgado cuerpo de su madre.

-Tengo que irme por favor despídeme de papá. - dijo Milo separándose después de un rato de su madre.

- No te preocupes, yo le diré a Emmanuel que te has ido por un tiempo. De seguro me va a reprochar que no te haya detenido, dirá "¿En que estabas pensando Yanis? ¿Cómo se te ocurrió dejarlo irse así?" - dijo la madre de Milo imitando a la perfección el tono de voz de su marido, cosa que le arrancó una media sonrisa a su hijo. - Vete tranquilo, y por favor trata de  no meterte en demasiados líos, ¿sí? Cuídate y no hagas estupideces, aunque sé que ni tú ni Fernando son muy buenos para evitarse problemas.

-Ma, él es mi mejor amigo y yo... ya no soy un chiquillo.

-Sí ya sé que te sientes todo un hombre, y quizá ya lo seas, pero para mí nunca vas a dejar de ser mi enano llorón. - Milo le dio un beso en la mejilla y se alejó llevando sus maletas. No quiso esperar a su padre, no se sentía con la paciencia suficiente como para enfrentar a su hermano sin retorcerle el cuello en el proceso, así que se dirigió de inmediato al aeropuerto. Tuvo suerte y consiguió un lugar en el próximo vuelo a Madrid.

 

Solo se sintió aliviado al encontrarse en el avión. Se tomó un whisky e intentó dormir, no podía creer que las cosas fueran tan mal, pero no quería perder el tiempo pensando demasiado en lo que ya no iba a poder ser.  Decidió que ese día se acababa el capitulo de su vida junto a Misty y que en lo sucesivo tendría más cuidado cuando entregara su corazón.

 

 

Notas finales: Hola hola a todo el mundo, ¿que tal? les ha gustado? Espero que sí, y si hay dudas, comentarios y etc, pues haganmelos llegar por el medio tradicional, o sea reviews por fa, es importante su opinión, nos leémos pronto, bye, bye¡¡¡

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).