El angel negro de la batalla
Las batallas eran algo muy común en su país, todas las semanas su familia y él escuchaban que un nuevo lugar había sido destruido, esto ya se había vuelto rutinario, siempre, al caer el sol, se juntaban todos los vecinos en la plaza y escuchaban las nuevas noticias que tenían del campo de batalla. Pero un día todo cambió, ya que esa noche, los soldados llegaron a su pueblo. Recordó que juntaron a todos en la plaza y comenzaron a dividirlos en grupos, los ancianos a un grupo, los hombres al segundo, las mujeres adultas a un tercer grupo, y a los niños y jóvenes los dejaron en el centro. Enseguida apareció un hombre, era alto y su mirada intimidaba a todos, se dirigió hacia el segundo grupo, y dijo que los encerraran en la iglesia junto al primer grupo, los soldados obedecieron y luego esperaron a que su capitán les dijese la siguiente orden, este se sentó un poco más alejado de la iglesia, pero frente a ésta, ordeno que le prendieran fuego y que luego se divirtieran todo lo que quisiesen con el resto de los habitantes del pueblo, los soldados se rieron e hicieron lo que se les había ordenado con sumo placer, mientras el capitán bebía vino, observando la belleza de aquel fuego con la desgarradora melodía de gritos y lamentos. Escuchaba los gritos, de todos los que ahora se estaban quemando, mezclados con las suplicas y llantos del resto del pueblo con el que los soldados habían comenzado a "jugar", estaba paralizado por el miedo y no despertó de su transe hasta que oyó a su hermana mayor chillar, volteo su rostro y vio con horror como un soldado se había tirado sobre ella, ante esto, la furia invadió su cuerpo, suplantando todo miedo, sabía que ya no podía hacer nada por su madre o su padre, pero al menos protegería con su vida la de su hermana. Tomo un pedazo de madera que encontró en el suelo y golpeo al soldado en la cabeza, quien lanzo un alarido, gracias a esto otros soldados se dieron cuenta de la que había hecho y se abalanzaron contra él, soltó el palo de madera, que ahora estaba roto, y tomo con rapidez la espada del soldado que yacía en el piso cubierto por su propia sangre, sus atacantes se rieron de él con burla y no se callaron hasta que vieron como hundía el filo de la espada en uno de ellos para luego decapitar al siguiente y cercenar de golpe el brazo de un tercero, cuando vieron esto todos los soldados dejaron lo que estaban haciendo y fueron a su encuentro. No se sabe a cuantos mato esa noche, ni siquiera sintió dolor cuando ellos le hirieron, su cuerpo y alma estaban controlados por la furia, y no se detuvo hasta que alguien a su espalda le dio un golpe certero en el cuello provocando que perdiera la conciencia.
Abrió sus ojos al sentir algo frió en el pecho, miro confundido que no se encontraba recostado en su cama, y la que le curaba no era su madre, si no que una anciana, retrocedió asustado al ver que todo le era desconocido, pero sintió un dolor en su brazo y su pecho, ya que, al moverse tan bruscamente, hizo que sus heridas se abrieran nuevamente, la anciana le observo severamente y le ordeno que no se moviera, él tan solo asintió en silencio y se acerco a ella para que lo curase, pues el dolor era bastante fuerte a pesar de que las heridas no eran muy profundas. Comenzó a recordar todo lo ocurrido la noche anterior, y la furia que había sentido en ese instante fue ahora reemplazada por un enorme dolor debido a lo acontecido, tal vez el dolor se marco mucho en su rostro o tal vez la anciana ya había terminado de curarle, pero sin importar el por qué, esta se levanto y lo dejo solo, gracias a esto pudo expresar tranquilo todo su sufrimiento, abrazo sus piernas y oculto su rostro en ellas, aun así no permitió que las lagrimas fluyesen libremente de sus ojos. Después de un tiempo, suspiro y se dijo a si mismo que no se vengaría de aquel capitán que ordeno la eliminación de su cuerpo, si no que haría algo mucho peor, sobre todo para un guerrero, lo humillaría, sería un mejor guerrero que él, sería alguien al que todos tendrían miedo, alguien al que todos respetarían. Sonrió con tristeza pero lleno de determinación, ya había tomado una decisión y la cumpliría pasase lo que pasase. Se sobresalto al sentir una mano en su hombro y giro su cabeza para ver de quien se trataba, sus músculos se tensaron y su rostro se endureció al darse cuenta de que se trataba del hombre que ordeno la ejecución de su pueblo, el capitán le sonrió cínicamente al ver su mirada de odio y frialdad, le paso un pantalón y una polera negros, eran un poco más pequeños que su talla por lo que le quedaban un poco ajustados, también le paso unas botas militares, y luego le ordeno que le siguiese, pues el general quería conocerle, el chico lo miró confundido y ala vez sorprendido de que le dijese eso, pero el capitán tan solo jalo de su brazo herido para que se apurase, apretándolo a conciencia para que le doliese y así poder ver su rostro de sufrimiento, pero el chico comprendió que era lo que deseaba por lo que no mostró ningún signo de queja, al contrarío, le acerco más el brazo para que continuase apretándolo, esto hizo que el capitán soltase una carcajada, divertido por el proceder del chico, y le apretase con más firmeza para "complacerlo" en su "petición". Llegaron a la tienda del general, y el capitán entró, diciéndole que debía esperar un momento afuera, él se encogió de hombros y fue entonces que callo en la cuenta de las miradas que le lanzaban los soldados, sonrió divertido pues estas podían ser debido solo a dos cosas, una era que sabían que él había matado a muchos de sus compañeros, o la otra era que les pasmaba su cuerpo, ya que este distaba mucho de ser el de un soldado común como el que estaban acostumbrados, incluso era muy diferente al de un chico normal, puesto que parecía mas bien parecía el cuerpo de una jovencita de facciones hermosas y delicadas, muchas veces su cuerpo le había traído más de un sinfín de problemas y en más de un momento había deseado que su cuerpo se pareciera más al de un chico que al de una chica, pero con el tiempo había aprendido a acostumbrarse y a no darle importancia a lo que los otros pensasen, pues no permitiría que nadie le tocase jamás, por eso era que, a pesar de tener 17 años, aun era virgen en todos los sentidos, ni siquiera había besado a alguien; sonrió más ampliamente y se estiro desperezándose, se preguntaba cuanto tiempo más lo tendrían esperando, ya comenzaba a aburrirse, y como si le hubieran leído el pensamiento en ese instante el capitán levanto la cortina y le indico que podía pasar, él se agacho y entró en la tienda buscando donde sentarse, pero casi todo el lugar estaba ocupado por pieles, armas y objetos por el estilo, y, a pesar de ser la tienda más grande por ser la del general, no hallo donde sentarse, finalmente, aburrido al no hallar un lugar, suspiro y se sentó en medio del capitán y el general, el chico sabía que eso podía ser tomado como un insulto, pero para él también era una descortesía que no hubiesen lugares para que invitados pudiesen sentarse, se acomodo abrazando sus propias rodillas para ocupar el menor espacio posible y ladeo el rostro para mirar directamente al general como preguntándole "qué quiere de mi?", este lo observo de arriba abajo, estudiándolo, el capitán alargo su brazo y tomo el rostro del chico con una mano, quien lo miro fijamente a los ojos de forma desafiante, esto hizo que el capitán soltase una carcajada y girase el rostro del chico para que mirase nuevamente al general, quien era realmente su hermano mayor, Alexander Faez, Alexander observo atentamente la mirada del chico, Hassian le sostuvo la mirada sin amedrentarse ni un poco por la frialdad de los ojos del general, al contrario, esto hizo que lo mirase con mayor fijeza, Alexander sonrió satisfecho y aparto la mirada para dirigirse a su hermano, Alexis, y decirle que le permitía entrenar al chico, pero que debería tomarlo también bajo su cuidado y protección, Alexis sonrió complacido y dirigió su mirada hacia Hassian, quien le miraba perplejo, para preguntarle su nombre, el aludido respondió de forma automática antes de poder detenerse, al darse cuenta de lo que había hecho mordió su labio inferior hasta hacerlo sangrar y giro su rostro para que Alexis no lo notara, pero se encontró con la mirada y la sonrisa burlona de Alexander, quien acerco su mano al rostro de Hassian, limpiándole un poco la sangre y dejándole el resto a su hermano, que también acerco su mano al rostro de Hassian para limpiar lo que quedaba de sangre y, al igual que Alexander, lamerla luego de sus dedos con una sonrisa indescifrable en el rostro, a Hassian esto lo dejó confundido y un poco asustado por lo que bajo su rostro escondiéndolo entre sus piernas, y tomando nota mentalmente de no volver a sangrar delante de ellos, ya que no sabía de pudieran ser capaces, pues él sabía que las matanzas terminaban enloqueciendo, y Hassian suponía que ellos debían de haber participado en un sin número de batallas, y realmente no se equivocaba.
Desde el día 15 de Julio de 1507, en el que Hassian mató por primera vez para defender a su hermana, su vida se transformo en una batalla continua, no podía estar ni un segundo lejos de su arma, ya que, si se descuidaba, enemigos e incluso compañeros de su misma legión salían de todas partes para intentar matarlo, Hassian solo se sentía protegido y en paz cuando descansaba junto a Alexander o Alexis, sentía que si estaba junto a ellos su vida no corría peligro, Hassian había aprendido a apreciar y admirar tanto a Alexander como a Alexis, aunque a este ultimo aun le reprochaba el como acabo con su pueblo natal, pero ya no le odiaba, y eso era un enorme avance. Hassian se había convertido en un guerrero único e irremplazable, nadie podía igualarlo en nada de lo que hacia, y era bien sabido por todos que él no escuchaba ni seguía ordenes de ningún otro más que Alexander o Alexis, aunque Hassian siempre negaba que les hacia caso. Cada vez que ellos tres estaban juntos, se hablaban entre si como a iguales y con una confianza que solo entre ellos se permitían, Hassian era tratado por los hermanos con una dulzura y amabilidad que provocaba odio y celos en el resto de los soldados, era por esto principalmente que cada vez que podían intentaban matarlo, cosa que siempre les salía al revés, pues Hassian siempre les vencía y en vez de matarlos les dejaba en el rostro una marca que indicaba que habían sido vencidos por él. Siempre que podía Hassian evitaba el asesinar, tanto a aliados como a enemigos, y cuando encontraba injusto algo lo corregía de forma inmediata, sin tener problemas para con Alexander o Alexis, pues estos le permitían actuar a libre disposición, pero solo a él, ya que si alguien más se atrevía siquiera a intentarlo mejor ni decir que era lo que ocurría con esa persona; gracias a esto Hassian se gano la simpatía y respeto de varios.
En una de sus batallas Hassian se encontró en un pueblo bastante similar al que donde el vivió su niñez, ignoró el sentimiento de melancolía que se apodero de él y acabo con todos los soldados enemigos que allí habían sin mostrar signos de piedad, como era su costumbre, lo cual sorprendió a los soldados, pero estos no se atrevieron a cuestionarle nada puesto que en los ojos de Hassian se reflejaban vivamente la furia y el dolor entremezclados, sentimiento que se intensifico aun más cuando noto como algunos soldados intentaban "jugar" con algunas de las mujeres del pueblo; para Hassian esto fue como ver la repetición de lo que había pasado en su pueblo, furioso se dirigió hacia los soldados y los mató sin siquiera pensarlo, manchándose completamente con aquella sangre ajena, lamentablemente esos soldados ya habían "jugado" con algunos de los que allí estaban, y ahora estos yacían en el suelo muertos, pero lo que más impacto a Hassian fue descubrir entre ellos el rostro de su hermana mayor, palideció y comprendió al instante que ella había logrado escapar de la aldea aquella noche de la matanza, Hassian siempre pensó que ella había muerto aquel día, pero ahora descubría con horror que no era así, que su hermana no había muerto en ese entonces, pero si ahora, en una batalla en la que el había sido participe. Endureció su rostro y ordeno fríamente a los soldados que no se atreviesen a tocar a nadie de ese pueblo y que volviesen al campamento de forma inmediata, los soldados tan solo asintieron en silencio, intimidados por la forma de actuar de Hassian, el cual ignoro por completo el hecho y se dirigió velozmente hacia el campamento, específicamente ala tienda de Alexander. El rostro de Hassian se mostraba frío, pero en cuanto entro en la tienda y vio la sonrisa calida tanto de Alexander como de Alexis, que se encontraba junto a su hermano, no pudo soportarlo más y rompió en llanto, abrazándose a Alexander, que lo sostenía tan asombrado como su hermano, al que lo único que se le ocurrió fue acariciarle el cabello a Hassian, tratando de calmarlo. Ambos hermanos estaban en silencio observando como Hassian dormía aun en brazos de Alexander, agotado de tanto llorar, habían comprendido sin la necesidad de que él se los dijese, que esa noche él había descargado todo el dolor que sentía acumulado durante todos esos años, y que por esto estaba tan cansado; Alexis se alejo un poco de su hermano, quien lo observo confundido, pero comprendió al instante, cuando lo vio regresar con una olla llena de agua caliente y dos paños, Alexander movió suavemente a Hassian para no despertarlo y Alexis fue desvistiéndolo poco a poco mientras su hermano se ocupaba de borrar todo rastro de sangre de aquel niveo cuerpo, Alexis se levanto nuevamente y busco algo de ropa para ponerle a Hassian, pero tan solo pudo hallar un pantalón azul marino oscuro y una polera negra de mangas largas bastante pequeña, por lo cual supuso que a Hassian le quedaría muy ajustada, pero como no había más ropa se resigno y suspirando volvió al lado de su hermano, mostrándole la ropa que pudo encontrar, Alexander observo las prendas fijamente y no pudo evitar el reírse un poco, pues ya imaginaba el escándalo que les armaría Hassian al día siguiente, primero por desvestirlo cuando el se encontraba dormido, y segundo por ponerle una ropa que de seguro se le pegaría como una segunda piel, Alexis también sonrió al saber que su hermano pensaba lo mismo que él, observo un momento como el pecho de Hassian subía y bajaba rítmicamente según su respiración, de pronto él y su hermano cayeron en cuenta de la misma duda, por lo que comenzaron a revisar minuciosamente cada parte del cuerpo de Hassian, buscando alguna herida, rasguño o moretón, pero no encontraron nada, tan solo estaban aquellas diminutas y casi imperceptibles cicatrices que se había hecho en su primer enfrentamiento cuando lucho contra unos soldados, sin tener entrenamiento alguno, para proteger a una muchacha; tanto Alexis como Alexander sonrieron con sorpresa y admiración a un dormido Hassian, ninguno de los dos podía creer que después de tantos años participando en el campo de batalla Hassian no tuviese ni una sola herida hecha por sus adversarios, Alexander acaricio, al igual que su hermano, el rostro fino y delicado de Hassian, y acordaron entre ambos que el gran guerrero, que ahora dormía placidamente entre ellos, sería llamado y reconocido eternamente como "El Angel Negro de la Batalla"; los hermanos sonrieron satisfechos, por el nombre que habían creado para Hassian, y empezaron a cubrir delicadamente el cuerpo de su hermoso guerrero, luego se recostaron junto a él, pero sin cerrar los ojos, ya que velarían su sueño al igual que todas las noches que Hassian dormía junto a ellos, Hassian sonrió dormido susurrando los nombres de Alexander y Alexis, lo cual hizo que los susodichos le sonrieran con ternura y se abrazaran al delicado cuerpote Hassian, compartiendo entre los tres el calor y logrando que sus latidos estuviesen a un solo tono y ritmo, esa noche y el resto de las de sus vidas, realizando así el espíritu de un solo guerrero...el soldado perfecto...
Alexander, Hassian y Alexis fueron conocidos como los más grandes lideres y guerreros, hasta el día que misteriosamente desaparecieron en el medio de una batalla, en el invierno de 1542...hay algunos que dicen que fueron capturados en esa batalla, otros cuentan que ya estaban cansados y decidieron replegarse hacia la montaña a pasar el final de sus días en tranquilidad, y existen unos cuantos que afirman haberlos visto pelear junto a ellos en algunas batallas, cuando imploraban a gritos sus presencias y auxilio...realmente no sabemos con certeza qué fue lo que ocurrió con ellos, pero de lo que si estamos seguros es de que la leyenda que estos tres guerreros crearon vivirá por siempre en aquellos que ponemos atención al escuchar el viento y las historias que este nos susurra al oído...
-Bien estudiantes, la clase a terminado, pueden retirarse (el profesor de historia sonrió a sus estudiantes y salió del salón)
-Que increíble...es la primera vez que no me duermo en una clase de historia...
(susurre para mi mismo impresionado)
-Concuerdo contigo...(gire mi cabeza y vi a mi compañero que se sentaba junto a mi, le sonreí divertido al darme cuenta de que no era solo yo quien había estado prestando atención en la clase de historia)
-Hey!, que ustedes no son los únicos (escuche como una chica nos reclamaba, aun sentada en su puesto)
-(fue en ese instante, al dirigir mi vista hacia la chica que nos reclamaba, en que note que ninguno de mis compañeros de esa clase había salido del salón, lo cual era sumamente extraño pues normalmente cuando sonaba el timbre la clase de historia era una de las primeras en desocuparse dentro de todo el instituto. Cerré mis ojos por un momento y asentí divertido a mis pensamientos, luego me levante tomando mis cosas) creo que lo más conveniente es que cada uno vaya a la clase que le toca, o tendrá problemas (dicho esto a mis compañeros me fui del salón, y cuando pasé al lado del profesor de historia le dije con una sonrisa) ésta a sido la mejor clase de historia que todos hemos tenido, tenga por seguro que nos ira bien en el examen (él tan solo me sonrió y se fue para dar su siguiente clase, lo observe marcharse y me dirigí al salón de filosofía; llegue un poco tarde y el profesor estuvo a de reclamarme, pero me adelante a él, y tomando asiento le dije a él y a mis compañeros de esa clase) disculpe mi tardanza profesor, pero antes estuve en una clase de historia...( la mayoría se rió pensando que mi tardanza había sido debido a que me quede dormido en la clase del nuevo profesor, pero les corregí de inmediato, dejando a todos en el salón confundidos) y a sido la clase más interesante e inigualable que e escuchado en mi vida (el profesor creyó que me burlaba e iba a decir algo para defender a su colega, paro me adelante a él nuevamente) no bromeo profesor, creo que gracias a esa clase tengo ahora un nuevo concepto de lo que significa la historia (sonreí intentando no burlarme de la cara desencajada que mostraba el profesor, y saque mi libreta de apuntes, dándole a entender al profesor que debíamos comenzar la clase, él me miro saliendo de su asombro, y aun algo confundido inicio su clase, todos en el salón estaban perplejos con lo que yo había dicho, pero no le preste atención a esto e intente poner el máximo de atención a lo que el profesor decía, aunque esto más bien se debía a que estaba demasiado acelerado, pues esperaba con ansias la clase de historia que me tocaría nuevamente después del almuerzo...).