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Hyung ~ Sonríeme una vez más ~ por Helsic

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Notas del fanfic:

Nombre: Hyung ~ Sonríeme una vez más

Autor: Helsic

Email: kensou_no_miko@yahoo.com

www: http://sujusp.shin-makoku.org

Género: Yaoi / Bishounen Ai / Angst / POV / Comedia

Categoría: + 16

Serie: Super Junior

Fandom: KyuHyun x SungMin + Ryeowook

Para quienes no conozcan el Fandom:

KyuMin, RyeoMin...

De izquierda derecha, SungMin, RyeoWook y KyuHyunKyuMin

En la anterior imagen, estan muertos de la pena, porque tienen que hacer una escena en donde KyuHyun debe abrazar a SungMin y luego darle un beso en la frente para un Drama ^-^ cute!

Notas del capitulo:

Notas de la autora: Bueno, aquí me tienen una vez más escribiendo un nuevo fic de Super Junior, cuando comencé a escribir Ficción o Realidad, no creí que escribiría otra historia con Super Junior, pero aquí estoy una vez más escribiendo esto. Espero que llene sus expectativas y pasen un buen rato con este nuevo fic!

 

 

Hyung

~ Sonríeme una vez más ~

 

Capítulo 1

 

 

La mañana en que me fijé por primera vez en su sonrisa, un cálido rayo del sol se filtraba a través de las blancas cortinas y perfilaba su rostro como una caricia delicada haciendo contraste con su cabello negro. Aquella vez sentí ese extraño cosquilleo que conocía tan bien y que tan peligrosas consecuencias traía consigo, pero ¿qué iba a saber yo de consecuencias o de la sucesión de acontecimientos que aquello acarearía?. En aquellas épocas yo era simplemente un ingenuo que quería dar lo mejor de si mismo. Mi nombre es KyuHyun y soy el miembro más joven de Super Junior. Soy de ese tipo de jóvenes que no puede pasar desapercibido en ningún lugar, aunque siempre intente ser invisible o al menos eso fue lo que siempre quise ser cuando aún iba a la secundaria, en aquella época yo era un delgado chico de mirada ausente, siempre demasiado serio, siempre demasiado callado. Por lo menos una vez al mes abría mi taquilla y encontraba un elaborado sobre con una carta que expedía un delicioso aroma a flores silvestres y colonia femenina, manifestando sus sentimientos hacía mi.

 

Algo de lo que debería estar orgulloso, decían algunos de mis compañeros inclusive llegaron a regañarme porque yo continuaba mi vida tranquilamente a pesar de encontrar estás demostraciones de afecto. No era que no me interesaran las chicas, la verdad que nadie sabía era que me aterraban. No podía imaginarme una relación sin que terminara en un desastre, porque de hecho me pasó una vez, fue con una chica un año menor que yo, adoraba escucharla llamarme “Oppa” cuando salíamos de clase juntos para regresar a casa. Aquella tarde cuando le cojí la mano por primera vez sentí ese mismo cosquilleo que luego me traería tantos problemas, pero bueno, esa ya es otra historia. En aquellas épocas yo vivía en una modesta familia que confiaba en que yo me convertiría en alguien importante, quizás un medico o un hombre de negocios, pero yo dedicaba todos mis ratos libres a cantar secretamente en mi habitación y a asistir religiosamente a las clases de canto del club de mi escuela. Mi pasión por cantar iba más allá que cualquier otro deseo que tuviera en la vida. Yo quería ser una persona que pudiera transmitir miles de sentimientos con cada nota, quería conducir al público a un mar de sensaciones a través de la música y que pudieran sentirse identificados de la misma forma como yo me identificaba con las estrellas que admiraba.

 

Y fue mi pasión hacía la música lo que me condujo finalmente a lo que sería el inicio de mi gran sueño, cantar para miles de oyentes. Esto finalmente pudo ser cuando hice parte de Super Junior. ¿Cómo olvidar aquella mañana fría y neblinosa? Yo estaba hecho un plumero de nervios, mis piernas temblaban y sudaba frío, como si me estuvieran llevando a mi juicio final y en cierta forma lo era, pues aquella era la oportunidad que había estado esperando durante toda mi vida. Recuerdo que me vestí con mi mejor traje, pantalón negro, saco y corbata, más bien parecía que fuera el novio de alguna boda clandestina, cuando me miré en el espejo no pude evitar sonreír con las mejillas sonrojadas, llenas de orgullo porque iba a ser parte de SM y sería alguien importante como mis padres habían deseado siempre. Recuerdo que aquello sucedió luego de que me aprobaran en la audición, ese día conocería en persona a los miembros de Super Junior, yo estaba esperando ansiosamente en la salita del estudio, los chicos estarían allí y luego iríamos a una entrevista donde yo sería anunciado públicamente, no podía estar más nervioso, sería visto en todo el país, mis voz sería escuchada por primera vez simultáneamente como yo siempre había deseado.

 

Muchas preguntas cruzaban por mi mente en aquellos momentos y era natural pues no podía evitar seguir siendo un niño pequeño a quien le habían prometido que conocería a su héroe favorito. Y es que yo había visto a Super Junior desde su debut, había escuchado sus canciones en la radio y había visto algunos videos en  Internet y en televisión. Me preguntaba una y otra vez si sería capaz de sonreír de aquella forma tan natural, si podría expresar mis sentimientos de una manera tan franca frente a las cámaras, pero lo que más me aterrorizaba era el hecho de que no me aceptaran en el grupo. Es decir, yo sabía que ya había sido aceptado por el manager pero ¿Sería aceptado por ellos? ¿Les gustaría mi forma de ser y me acogerían como un miembro más? En aquel tiempo, muchas personas murmuraban que un grupo tan numeroso no tendría éxito, que pronto se derrumbaría como la gran mayoría de bandas masculinas que sólo eran flores de un día, sin embargo yo estaba a punto de pertenecer a ese grupo, debía aferrarme a la idea o más bien a la ilusión de que continuaríamos juntos mucho tiempo, porqué yo tenía que cumplir mi sueño.

 

Unos minutos más de espera que hicieron que mis nervios casi se destruyeran y que mi ansiedad alcanzara niveles insospechados, hasta que el manager apareció por la puerta lateral, con una seña me hizo entender que lo siguiera, al parecer ellos ya estaban listos para recibirme, quizás yo era un evento más en su ajetreada agenda. Mientras caminaba con la cabeza baja, saludando a quien se atravesara en mi camino, por enredados pasillos llenos de oficinas cuadradas y sus funcionarios demasiado cansados como para sonreír, pensaba en si me encontraría con mis futuros compañeros de trabajo o con mis futuros mejores amigos. Un pensamiento demasiado inocente, pero no podía culparme, yo sólo era un niño.

 

Finalmente llegamos frente a una puerta doble de madera, si iba a huir aquel era el momento preciso, no estaba seguro de recordar el intrincado camino de regreso al ascensor de aquel gran edificio, pero estaba seguro que de salir corriendo terminaría por encontrarlo. Tragué saliva mientras el manager un hombre un poco más bajo que yo con asomos de vejes en su enorme frente y abundante calvicie abría la puerta. Y lo que encontré al otro lado me desconcertó un poco a decir verdad, quizás estaba esperando encontrarme las sonrisas perfectas que había visto en tantas fotografías de los periódicos y la organización perfecta de los peformances, pero lo que encontré fue a doce jóvenes que eran tan humanos como yo.

 

- ¿Podrías dejar de comportarte como un niño? – Había dicho Siwon con las manos puestas en la cintura mientras regañaba a EunHyuk que al parecer había estado haciendo algo inapropiado antes de que yo llegara, nunca supe cual había sido la broma, pero en poco tiempo me di cuenta de que la personalidad de EunHyuk era así, que nunca podía dejar de bromear, tal y como Siwon había dicho, era como un niño atrapado en el cuerpo de un hombre. ¿Pero y que decir de Siwon? La primera impresión que tuve de él, fue que era un hombre atrapado en el cuerpo de un niño, una actitud bastante madura, quizás demasiado, siempre creí que se tomaba todo muy en serio, hasta las bromas de HeeChul, quien no paraba de arreglarse los mechones de cabello que le caían ligeramente por el rostro. Cuando se percataron de nuestra presencia se giraron sobre saltados, como cuando a un niño le encuentran robando galletas, en otra situación aquello me hubiera hecho sonreír, pero estaba demasiado nervioso para hacerlo.

 

- Annyeong-haseyo… - Musité con un hilo de voz, hubiese deseado haber sonado más fuerte y más decidido, pero fue imposible, ellos también saludaron haciendo una venia, el manager me presentó, era la primera vez que nos veíamos frente a frente. Nunca olvidaré la sonrisa con que me recibió LeeTeuk y la amabilidad con la que me tendió su mano y me aseguró que si necesitaba algo, cualquier cosa, él podría ayudarme.

 

- Finalmente te conocemos en persona – Exclamó Yesung quien había estado recostado cerca de la ventana – Tienes una voz preciosa – Afirmó y no pude evitar que un calorcito subiera por mis mejillas ante esta afirmación. Sólo bajé un poco más la cabeza con sumisión.

 

- Vimos la audición hace un par de días – Comentó KangIn llevándose las manos a los bolsillos con expresión autoritaria – Realmente lo haces bien – Confirmó luego con una sonrisa ante la cual sólo pude musitar un ‘gracias’ casi en un susurro.

 

- Además tiene una cara muy bonita – Agregó SungMin quien se había acercado y ladeando la cabeza alcanzó mi mirada. No pude evitar sonreír con ese comentario y mis mejillas tomaron un leve color carmesí. De repente comenzaba a olvidar las dudas que me aquietaban antes de entrar en la sala, comenzaba lentamente a ganar confianza.

 

- En realidad me alegro que tengas tan buena voz – Habló DongHae quien había estado sentado con EunHyuk en uno de los asientos de la sala. – La verdad, cuando nos dieron la noticia, no estábamos muy seguros de que fuera una buena idea tener uno más en el grupo – Rápidamente EunHyuk le dio un codazo a DongHae para que se callara, pero ya era tarde, lo había dicho y yo simplemente bajé mi mirada al suelo con expresión lastimera, en realidad la situación me volvía a poner nervioso.

 

- ¿Porqué tienes que decir esas cosas? – Le regañó HeeChul, realmente parecía molesto y DongHae parecía haberse dado cuenta de que metía la pata porque su expresión había cambiado, ya no parecía tan firme como antes. Por mi parte me sentí avergonzado.

 

- Sillyehamnida (Lo siento) – Murmuré en un susurro – Me esforzaré y daré lo mejor de mi – Me apresuré a decir.

 

- Gwaenchan sseumnida. (No, es nada) – Escuché la voz del líder quien ahora me ponía una mano amigable sobre el hombro dándole ligeras palmaditas, volvía a sonreír – Ya te acostumbrarás y estoy seguro que nos mostrarás tu gran esfuerzo –

 

Aquellas palabras jamás las olvidé, inclusive hoy después de tanto tiempo, no lo he olvidado, aquellos ojos estaban llenos de confianza hacía mi, siempre me pregunté como LeeTeuk había podido confiar en mi de manera tan natural, fue lo que me hizo sentir aquella vez en ese primer encuentro, lo que hizo que deseara no defraudar aquella confianza depositada por primera vez, por está razón di lo mejor de mi en nuestra primera presentación. Recuerdo que me la pasaba todo el día detrás de LeeTeuk como un perrito, debía verme algo patético aunque SungMin siempre me dijera que era “cute”, si, para él siempre fui sólo eso “Cute”.

Pasaba todo mi tiempo siguiendo a LeeTeuk porqué a su lado me sentía un poco más seguro, aunque eso sólo fue los primeros días, inclusive semanas, cuando todos comenzaron a tener confianzas conmigo solían molestarme con eso, sobre todo KangIn y ShinDong, quienes no paraban de decir que LeeTeuk no era mi mamá y que yo no era un perrito. Aunque ahora que lo pienso creo que en el fondo KangIn estaba celoso, su actitud a veces no parecía simplemente la de un amigo que bromea, era diferente a las palabras de ShinDong y EunHyuk cuando me molestaban, en él podía percibir cierto tipo de molestia, algo imperceptible que sólo podía yo sentir cuando me miraba de manera fría. Sobre todo aquella vez en especial, cuando nos quedamos solos en el cuarto.

 

Hacía un par de días que yo me había mudado al gran apartamento con todos, aún no había superado la incomodidad inicial al convivir con extraños, pero lentamente me acostumbraba a los vicios particulares de cada uno, sabía que a DongHae le molestaba que dejara el piso del baño mojado cuando me duchaba, sabía que Ryeowook prefería calentar un poco la leche antes de echarla al cereal y que a SungMin le daba miedo dormir sólo cuando llovía muy fuerte, pero de eso no me vine a dar cuenta sino hasta mucho después, cuando ya no había marcha a atrás. En todo caso, esa noche hacía mucho frío y como aún no había traído mi cama yo dormía en el suelo en un colchón improvisado. No me molestaba la verdad, porque en mi casa siempre dormía en el suelo, desde pequeño siempre me gustó. Así que viviendo en el apartamento con los chicos no me molestaba tener que hacerlo, pero esa noche hacía mucho frío, recuerdo que no eran más de las 10 de la noche pero estaba tan cansado que ya me había metido dentro de las cobijas y tiritaba de frío cuando LeeTeuk entró al cuarto, ya vestía su pijama café claro de mangas largas.

 

- ¿No tienes frío Kyu? – Me preguntó encendiendo la luz, asentí ligeramente con la cabeza.

 

- KangIn llamó y dijo que dormiría esta noche con sus padres, así que puedes quedarte en nuestro cuarto y dormir en su cama – Explicó haciéndome señas para que me levantara. Le sonreí agradecido.

 

- Gracias Hyung – Musité cuando caminaba por el corredor detrás de él, se alzó de hombros simplemente. Aquella noche dormí plácidamente en la cama de KangIn que era muy cómoda, desde allí podía ver como el líder dormía plácidamente a mi lado en su cama. Rápidamente el sueño me derrotó, pero cuando pasaban las seis de la mañana un grito me despertó, abrí los ojos sobre saltado y vi a KangIn parado en la puerta de la habitación, volví a cerrarlos al ver que discutía con LeeTeuk sin percatarse de que yo estaba despierto.

 

Discutían por mi culpa o eso creí en el momento, al parecer KangIn estaba molesto porque LeeTeuk se había tomado el atrevimiento de dejarme dormir en su cama. Escondí mi cabeza bajo las sábanas deseando que aquello terminara y no fue sino hasta mucho después que comprendí que KangIn en realidad no estaba molesto porque yo estuviera durmiendo en su cama, su verdadera molestia era porque LeeTeuk era demasiado condescendiente conmigo, porque siempre estaba pendiente de mi todo el tiempo. En realidad tenía celos. Tenía entendido que eran los mejores amigos, quizás me vio como una amenaza a esa relación de amistad. Suspiré haciéndome el dormido aquella vez.

 

Pero afortunadamente aquel incidente no repercutió en algo peor, al día siguiente tanto LeeTeuk como KangIn estaban tan sonrientes como siempre y nadie habló del asunto, como si no hubiese pasado. Desde aquella vez, no volví a decirle a LeeTeuk que tenía frío aunque la noche estuviera helada y sintiera que mis extremidades se calaban hasta los huesos bajó las cobijas, no quería que algo incómodo volviera a pasar, así que prefería dormir en mi colchón sin chistar.

 

Eventualmente HeeChul venía a visitarnos con Hangeng y Kibum, a veces también venía Jay Kim con ellos, solían tomar cerveza en la sala mientras veían alguna película en el DVD. Me gustaba cuando venían porque siempre Hangeng terminaba preparando algo delicioso en la cocina, algunas veces su ya tan conocido Arroz Frito de Beijing y otras veces Ramen al estilo Chino. Me gustaba quedarme en la cocina para acompañar a Hangeng mientras preparaba la comida por dos razones, la primera era porque él me enseñaba las recetas mientras cocinaba y la segunda porque simplemente disfrutaba hablando con Hangeng, siempre decía alguna palabra mal cambiándole el significado a una frase y eso me hacía reír aunque el me amenazara con la cuchara de madera con la que revolvía el arroz, amenaza que sabía que nunca iba cumplir.

 

En general, el apartamento siempre estaba lleno de vida, siempre estábamos allí aunque no estuviéramos precisamente juntos, a veces cada uno estaba enfrascado en algo en particular como cuando a Ryeowook le daba por quedarse horas enteras frente al computador o como cuando Yesung se encerraba en el cuarto a leer y deseaba que nadie le interrumpiera, de cualquier forma siempre había vida en ese lugar, lentamente aprendí a verlos como mis hermanitos, lentamente me sentía con mi familia.

 

Y fue justamente una noche en la que KangIn y LeeTeuk habían salido a caminar, DongHae y EunHyuk se habían quedado dormidos en la sala mientras veían televisión y Ryeowook y Yesung habían ido con ShinDong a buscar no se que en una tienda, esa noche fue cuando comenzó todo. Llovía fuertemente, lo recuerdo tan bien, las gotas golpeaban los vidrios de las ventanas violentamente y preferí cerrar las cortinas, asumí que todos se estaban tardando en regresar por la lluvia y me los imaginé atrapados en medio de la borrasca esperando bajo el techo de alguna tienda. Esa noche me había puesto un saco de lana y no quería meterme aún en mi colchón aunque tuviera sueño, pues sabía que me daría más frío si lo hacía. Finalmente luego de deambular como una especie de alma en pena por los pasillos del apartamento, apagué el televisor pues DongHae y EunHyuk hacía mucho rato que le habían perdido el hilo al programa y me dirigí a mi improvisado colchón.

 

Me metí bajo las cobijas haciéndome un ovillo como un gato para calentarme, comenzaba a cerrar los ojos cuando escuché unos pasos en la habitación a oscuras, alguien había entrado, me giré y divisé a SungMin en la penumbra, tenia una almohada en sus manos y vestía su pijama favorita de un tono rosa claro.

 

- ¿Pasa algo Hyung? – Le pregunté algo adormilado, el tenía la cabeza baja, pero no podía ver su rostro en medio de la oscuridad, se quedó unos minutos más allí, hasta que se acercó con pasos vacilantes y se dejó caer en el colchón a mi lado. Contuve el aliento sorprendido frente a esta nueva acción - ¿Hyung? – Volví a decir en medio de la incertidumbre.

 

- ¿Puedo dormir Aquí? – Me preguntó SungMin con un puchero, de esos que él sabía hacer tan bien y frente al cual no había otra opción que aceptar lo que pidiera. Asentí con la cabeza ligeramente sin comprender porqué prefería mi colchón a su cama, entonces iba a cedérselo y buscaría como dormir en la sala. Me estaba poniendo de pie cuando SungMin haló mi saco de lana con su mano derecha, me giré y su cabeza estaba desviada hacía un lado, las mejillas sonrojadas aunque no se pudiera apreciar mucho en la penumbra, continuaba sosteniendo el saco entre sus dedos. – No… contigo… - Musitó demasiado suave, lo miré incrédulo – Duerme conmigo – Finalizó.

 

Y aquel fue el inicio de todo, esas palabras fueron las que me hicieron reflexionar y desencadenaron aquella desbocada sujeción de hechos, que hubiera preferido no recordar.

 

Aquella noche, No pude dormir, pues SungMin estuvo toda la noche abrazándome , estuvo toda la noche con su brazo izquierdo abrazando mi pecho, con sus labios demasiado cerca de mi cuello, permitiendo que pudiera sentir su cálido aliento mientras respiraba tranquilamente. Varias veces intenté soltarme de su abrazo demasiado incómodo y debo aceptarlo, un poco nervioso. Pero siempre que lograba hacerlo muy lentamente, SungMin soltaba un bufido y entre dormido inclusive creí ver que hacía pucheros, para volver a abrazarme, esta vez más fuerte, aprisionándome contra su cuerpo.

 

¿Qué me iba yo a imaginar en aquellos momentos en lo que terminaría esa inocente noche? ¿En todas las cosas que pasarían debido a eso? Soy KyuHyun… el Super Junior KyuHyun, él que no pudo volver a ser el mismo luego de aquella noche.

 

 

Continuará

 

 

 

Notas finales:

Notas de Helsic:

Es inevitable que no metiera por algún lado a mi pareja favorita xD. Pero bueno, este fue el primer capítulo de Hyung, espero que les halla gustado y que no se hallan aburrido leyendo, como podrán notar me puse el reto de escribirlo en primera persona, porque mi anterior fic estaba escrito en tercera persona. Así es un poco más complicado, me parece a mi, así que vamos a ver si no les parece muy raro.

 

KangIn: Ahh lo sabía no podías dejar de mencionarme!

LeeTeuk: Si, estás estigmatizada con el KangTeuk por la eternidad.

Helsic: ¿Y ustedes que hacen aquí? Vuelvan a su fic, que aquí no tienen nada que hacer, pantalleros! *Los hecha de la habitación a regañadientes*

 

 


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