Cada día, tarde y noche es lo mismo. Es detestable esta vida, y la forma en la que me la tengo que aguantar. No sé por cuanto más tenga que seguir con esto, no quiero seguir pero que más remedio tengo? Si “él” no me deja salir de aquí...soy...soy...como un ave...encerrada en una jaula de oro...
_ Akatsuki’s Chronicles: Broken Heaven_
By +SoTtoMarU+
Capitulo 1.- “Jaula de Oro”
Caminaba tranquilamente por el pasillo, no había mucha expresión en su rostro, desde hacía años ya no la había ni se esforzaba por que la hubiese. Llevaba el kimono negro, con bordados rojos de nubes, que tanto le gustaba; se dirigía hacía el jardín para mirara el cielo como siempre lo hacía. Su rubia cabellera se mecía de un lado al otro siguiendo el compás de sus pies al moverse. Sus pasos resonaban en el mármol blanco de los pasillos y su mirada solo estaba en el frente, solo la desvió para mirar a un ventanal desde el que se veía le mar... un mar extenso y profundo...
Frunció levemente el ceño y continuó su camino hacía el jardín, estaba decidido a que haría algo, terminaría con ese encierro y por fin sería libre de pisar el mundo como el quisiera, de poder vivir su vida como le quisiera y así... así poder dejar atrás todo lo que estaba viviendo...
Llegó al jardín y antes de tocar el pasto, se sacó las getas de sus tostados píes. Pudo sentir la hierba bajo sus pies y caminó hasta donde habían las sillas en las que usualmente tomaba el sol. Se sentó y miró aquél enorme muro que lo separaba del mundo exterior. Una parte daba hacía al calle, eso era seguro, al otra daba al acantilado sobre el mar.
- voy a hacer algo..- musitó
Estuvo un rato mirando el muro, las enredaderas comenzaban a crecer ya más de lo que usualmente estaban de largo, tal parece que aún no las mandaba a cortar. Eso le daba una ligera y loca idea. Miró al cielo y observó a las aves, quería ser tan libre como ellas. Sonrió para si mismo con esa idea. Era un sueño que estaría dispuesto a cumplir...
Para su mala fortuna sintió la presencia de una de las criadas que se acercaba, frunció el ceño un poco pero lo suavizó al ver que era a quien más confianza le tenía en ese lugar la única en quien podía confiar un poco y más que nada era la única compañía que tenía. No la miró, solo habló.
- qué quieres Sakura?- le preguntó a la pelirrosa
- Deidara-sama- habló cortésmente al chica, a veces parecía una muñeca que solo se limitaba a obedecer- Itachi-sama ha llegado...
- hazlo pasar- ordenó. La chica hizo una reverencia y se retiró- ju...
Espero ahí sentado un poco más de tiempo, nuevamente miró al cielo cuando sintió la presencia de Sakura y de Itachi, quienes se aparecían ya por la puerta que llegaba al jardín. Deidara se levantó y volteó a ver a Itachi.
- Itachi!- sonrió y extendió sus manos, Itachi se las tomó y sonrió al ver a su amigo
-Como has estado Dei?- preguntó
- bien!- miró a Sakura-puedes retirarte-la chica asintió y se fue- y tú?
- también- respondió
Itachi llevaba un kimono igual de elegante que el de Deidara pero de un color rojo con bordados blancos y el emblema de su familia en al espalda. Deidara lo condujo hasta la silla en donde Hawai un momento estaba y lo invitó a sentarse, el joven no titubeó ni un momento en aceptar la invitación.
Platicaron de algunas cuantas cosas comunes y corrientes, se quejaban un poco de las suntuosas fiestas a las que temían que ir y se reían de alguna cosa que Deidara hacía. Itachi le conocía desde pequeños casi y aunque le llevase 2 años. Miraba a Deidara sonreír falsamente y eso a veces le perturbaba, sabía que no era feliz encerrado en ese lugar y mucho menos por el carácter que su prometido se cargaba con él. Para tener 17 años, Deidara parecía sufrir como alguien de 50, o al menos Itachi se imaginaba eso.
- y cómo está tu hermano?- le preguntaba al azabache
- bien
- pronto cumplirá los 14 no?- le dijo
- aja- lo miró a los ojos- y ya se ha comprometido con alguien también- mencionó.
Deidara frunció un poco su sonriente cara, eso de los compromisos no le agradaba nada púes su familia lo había vendido por dinero a su prometido, que parecía más un tirano con él que nada. Suspiró un poco antes de continuar en la charla.
- que... bien- dijo- y quiere a su prome...
- ...tido- completó Itachi- se va a desposar con un chico también... negocios, tú sabes
-si..- dijo un poco triste
- pero esos dos se llevan bien- le explicó- es el hijo de los Uzumaki..
-me alegro por él, será un buen marido además que el hijo de los Uzumaki es muy lindo...
- no tanto como tú- le dijo
- no bromees- dijo
- en serio...
-je..- sonrió para él
- pero cambiando de tema... que es lo que me querías decir?- le preguntó
- nada..
- no me mientas!- le tomó del brazo. Deidara se tornó serio.
- Ok- se safó y miró para ver si no estaba la criada- Itachi..- lo tomó pro el kimono- me tienes que ayudar..- dijo
- que pasa?- preguntó el otro
- tienes que ayudarme a salir de este lugar...ya no aguanto más, me estoy volviendo loco..- decía con desesperación
- tranquilo...
- Itachi..- estaba a punto de comenzar a llorar
- ya me decía yo que hasta te habías tardado... tienes algo en mente?
-..- señaló la pared y las enredaderas- ayudare a salir de aquí...esa es la única forma
- Ok, Ok- decía- mira...piensa bien como lo quiere hacer y yo te ayudaré...te esperaré afuera para ayudarte a escapar- le dijo- mañana regreso para que me digas que día... seguro que hoy no..
- gracias...
- me tengo que ir- se levanto de su lugar- tu prometido está a punto de llegar...
- vale- sonrió- te estaré esperando mañana- le revolvió le cabello y comenzó a caminar hacía al puerta
Deidara lo escoltó hasta le recinto y Sakura llegó para despedirles también. Itachi le acarició el rostro s Deidara por última vez en ese día y le revolvió el pelo otra vez, se despidió otra vez y se marchó del lugar. Deidara solo lo vió subir a su auto y salir de su casa. No podía salir de ahí, no solo... Volteó a ver a Sakura.
- Ni una palabra de esto a él- ordenó
- si, señor- respondió la pelirrosa y el rubio comenzó a andar
- Sakura- se detuvo a su lado- gracias por todo lo que haz hecho por mi pero... entenderás que es mi decisión escapar de aquí, cierto?
- Deidara-sama, to se lo que ha sufrido al lado de Tobi-sama...le deseo suerte- sonrió
- gracias Sakura- y siguió caminando hasta su habitación...
Entró a la extensa habitación y cerró la puerta tras de sí recargándose un poco en ella. Miró con tristeza y nostalgia la habitación, ese era su lugar favorito en toda la jaula de oro que llevaba por hogar. Fue hasta la mesita que tenía al lado de su cama y se sentó, jaló su espejo y sacó una cajita pequeña que tenía dentro la marioneta de un ave.
- hace cuanto que te tengo?_ le decía al muñeco
+Flash Back+
De un auto, último modelo, bajaba una mujer rubia acompañada de un pequeño niño con los mismos cabellos que ella. Entraba la mujer a una florería en la que al lado había una tienda en donde vendían muñecas, marionetas y otros juguetes. El niño era jaloneado de vez en cuando por su madre para que avanzase, al terminar de comprar las flores que su madre quería salieron rumbo al coche y el niño se jaloneo para ir a ver los juguetes de al lado. Al principio su madre se negó pero recordó algo.
- supongo que esta bien si compramos unos- dijo...
Entraron y la mujer fue hasta el aparador en donde un hombre pelirrojo la atendió. La mujer se encargaba de mencionarle unas cosas mientras que el niño veía las marionetas... Entre tanto juguete encontró a un niño...pero su cara... no la recordaba...
Después de todo, su madre compro una muñeca y jaló al chico mientras que seguía mirando al niño, quien corrió hasta el coche tras ellos y le dio una caja, con una marioneta de ave dentro...
+Flash Back End+
- quien eres?... -se preguntaba
La puerta se escuchó abrir y Deidara guardó su pequeño tesoro. Se levantó y fue a saludar a su prometido.
- Dei-chan- lo llamó, el rubio odiaba eso pero no decía nada, debía aguantar solo un poco más.
- Tobi- contestó
El pelinegro lo abrazo y el rubio solamente se limitó a callar, a sentir como él lo manoseaba, como lo besaba y como sentía repulsión de que hiciese eso, y tenía que aguantarse eso...lo único que tenía de consuelo, era de que a pesar de tanto años aún no lo había tomado en serio... pero al paciencia de Tobi no iba a ser eterna... Tarde o temprano, Deidara sería suyo.....
Y tengo que seguir soportando, pro que ahora más que nunca me voy a aferrar por salir de esta jaula. Pero por hoy...seguirá siendo igual que ayer, igual que siempre...pero mañana, mañana ya será otra historia...
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