Llevaba toda la noche cavando. Pocas veces paraba para lipiarse el sudor de su frente, estaba cansando y no soportaria mas seguir con esa actividad, pero cada vez se acercaba un poco mas. Estaba desesperado por llegar al final, no habia dormido en todo el dia y sentia como sus fuerzas se agotaban, mas el seguia cavando.
Por mas que sus brazos le dolieran, el seguiria cavando. Una de las tantas ampollas que tenia en ambas manos se revento, mordio fuertemente sus labios soportando el dolor.
No soportaria mas. Clavo la pala en la tierra y se recargo un momento cerrando fuertemente los ojos mientras sentia como las lagrimas comenzaban a fluir. Porque tenia que enamorarse?? El amor solo le traia recuerdos, malos recuerdos...y aunque trataba de encontrar los momentos felices todos terminaban mal.
Movio la cabeza en son de negacion y volvio a tomar la pala, la observo un momento como no estando seguro de continuar o retractarse...Suspiro.
No tenia que pensarlo, continuaria...
-Nee Caldier, esto es hermoso. Gracias.-Sonrio un chico rubio de no mas 12 años observando incredulo un oso de peluche.
-De nada...sabes que me encanta verte sonreir. Daria lo que fuera por ti.-Lo abrazo por detras cruzando sus brazos para no dejarlo ir. -Te amo, no lo olvides nunca...-
-No pienso hacerlo, creo en tus palabras.-Alzo la mirada encontrandose con los ojos miel del mayor. 15 años de diferencia que a ninguno de los dos le importaba. Caldier bajo la cara y con sus labios rozo los del menor.
-Siempre estare contigo.-
Si tan solo hubiera cumplido con eso. Suspiro. Ya cada vez estaba mas cerca de su meta. Mas ampollas se le iban reventando cuando tomaba la pala con fuerza.
Aventaba la tierra casi sin fuerza, ese no era trabajo para uno solo, pero quien iba a ayudarle?? Habian pasado casi 3 meses y el lugar estaba demasiado sombrio.
Sintio unas fuertes ganas de llorar cuando recien llego.
Olvida el llanto, sigue cavando.
Sintio que su pala choco contra algo y emocionado comenzo a remover la poca tierra que quedaba...
Abrio con emocion el feretro.
Si, hay estaba su amado.
Acerco su mano y acaricio su mejilla, vio varios gusanos alrededor. Comenzo a quitarlos.
Todavia tenia esos hermosos cabellos rubios, pero sus divinos ojos estaba cerrados. Necesitaba verlos.
Miro su frente, aun tenia el hoyo de la bala, de su bala. Si le habia disparado cuando le confeso profundamente su amor, proponiendole tener sexo.
-No!! No quiero, te amo Caldier, pero aun no estoy preparado para eso.-
Como odiaba recordar esas palabras que le partieron el corazon, molesto saco su magnum y adios Dante...
Pero ahora estaba indefenso, su fragil cuerpo le pertenecia en ese momento, por eso excarvo todo la noche...
-Te amo...-
Beso sus labios mientras sus manos se colaban por debajo del saco que pusieron el dia de su funeral...