Capítulo 2: La noche del festival
La aldea Konoha era un revuelto total, todos andaban ocupados puesto que esa misma noche, se iba a celebrar el mejor festival. Pero el que andaba más atareado era el bullicioso Naruto, que no se decidía por un simple traje. Llevaban más de dos horas con Iruka sensei y Sakura (que amablemente aceptó acompañarlos) viendo los hermosos trajes hechos con la mejor seda de la ciudad. Sakura ya había elegido el suyo: un Furisode de color rojo fuerte con pétalos de flor de cerezo estampados. Iruka había elegido el tradicional kimono masculino, un hakama de color negro, y un haori del mismo color. Mientras que el "pequeño" Naruto aún no se decidía.
El muchacho no estaba preocupado por otra cosa que no fuera el festival, deseaba divertirse aunque fuera unos momentos y olvidarse del torbellino que tenía por mente, dejar de pensar en las traiciones y temores... dejando de pensar en unos ojos azabaches como la noche, fríos y atrayentes, que causaba que su corazón palpitara fuertemente. ¿Por qué pensaba en esos ojos? No lo sabía realmente, lo que sabía era que desde que mencionó el dichoso nombre, no había podido dormir bien, era perseguido por aquellos ojos que le llamaban...
- A pesar de que has sufrido tanto por culpa de estos humanos... aún deseas recordar...Bufido. Niño tonto.
- ¿Eh? Naruto se da la vuelta para ver si alguien le ha hablado, pero se encuentra con la sorpresa de que no hay nadie... y ahí se da cuenta que esa voz viene de su mente.
- ¡Naruto! ¡Apúrate en elegir un traje! Exclama la muchacha algo impaciente.
- ¿Ah? ¡Sí, lo siento! Naruto sacude un poco su cabeza, tratando de disipar todo pensamiento. Pues... Sus enormes ojos azules observan el traje perfecto. ¡Este me gusta!
- ¿Cuál? Iruka sensei abre los ojos y le sonríe, cálidamente. Sí, ese es un hermoso traje.
- ¿¿EH?? Sakura mira el traje.
- Es un traje muy lindo. Iruka palmea el hombro del rubio afectuosamente. Mientras que a ti te guste, todo esta bien.
- Gracias. Naruto le sonríe contento. ¡¡Entonces lo quiero!!
Y así, los tres salieron de la tienda con una sonrisa de felicidad, especialmente Naruto que estaba entusiasmado por ver un festival.
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La noche ya había llegado... todo parecía paz y tranquilidad en el bosque cerca de konoha, a no ser porque una suave brisa se deslizaba entre las ramas, pasando inadvertida. Es brisa no era tal, era un joven de cabellos negros y mirada fría, que deseaba con toda su alma terminar lo que había dejado pendiente.
Naruto... falta poco... ya estaremos juntos... espérame... el joven de cabellos azabaches apresuró su marcha, ya deseaba llegar al lugar en donde descansaba Naruto y sabía de antemano que no habría nadie, puesto que se celebraba el dichoso festival que siempre eludió.
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- ¡¡OHHHHH!! Naruto estaba maravillado con todas las luces arriba de su cabeza, y no solo él sino todos los aldeanos.
- ¡Naruto, ven! Exclama Sakura mientras agitaba su mano frenéticamente.
- ¡Hai! El chico va corriendo lo más rápido que le permiten sus sandalias.
Cuando llega al lado de la muchacha, esta le dirige una mirada picarona:
- Vaya Naruto, te ves muy lindo. Dice riéndose.
- ¡No digas eso! Naruto la miraba con un puchero.
- Pero es verdad...
- ....... No pudo evitar un leve sonrojo en sus mejillas, que las tiñeron adorablemente.
Y no era todo mentira: El traje de Naruto consistía en un kimono, un furisode, solo que masculino. Era naranjo con bordados amarillos. No era elaborado ni nada de eso, al contrario, era bastante simple. Sin embargo, eso hacía resaltar sus hermosos ojos azules, que ahora se mostraban tímidos... y que decir de su cabello rubio, no se lo había cortado a pesar de tenerlo un poquito largo pero estaba pulcramente ordenado, los cabellos sueltos estaban tomados con una cinta celeste, dejando ver una pequeña colita.
- ¡Sakura-frentuda, Naruto! Exclama una chica de cabello rubio largísimo.
- ¿¡A quién le dices frentuda, Ino-puerca!? Grita la pelirrosa enojada.
- ¡Pues a ti, F-R-E-N-T-U-D-A!
- ¡UYYYYY!
Naruto solo miraba sin entender, sin embargo, una voz le habló.
- Naruto... Era una voz seria.
- ¿Ah? Naruto se da la vuelta y ve a un muchacho de cabellos rojo, con una mirada fría y de color aguamarina. Estaba completamente de negro, y no podía negar que se veía bien... era muy atractivo. Gaara-san
- Veo que recuerdas mi nombre... Gaara le sonríe levemente. Me hace sentir halagado, Naruto...
- Bueno, yo... Naruto baja la mirada, algo sonrojado. Eres difícil de olvidar...
- ¿Difícil? ¿Por qué? Pregunta sonriendo levemente al ver el rostro rojo del kitsune.
- Me dijeron que tú me encontraste inconsciente... por eso...
- Te estaba buscando... Dice Gaara, tranquilamente.
- ¿Buscando? ¿Para qué? Naruto lo miraba, curioso.
- Eso... no importa ahora. Gaara le toma la mano, suavemente. Acompáñame, si sigues con ella, no verás nada.
- ... Naruto mira como Sakura e Ino se tironeaban y gritaban cosas sin entender. Está bien, vamos.
Tomados de la mano, Gaara le lleva por toda la aldea, allí juntos disfrutan del desfile, se ríen, al menos por parte de Naruto, por una obra de marionetas, a Gaara no le hacia gracia estar sentado entre niños de no mas de 10 años, pero Naruto estaba entretenido, así que se aguantaba su mal humor. También van a comer ramen, a pedido de Naruto, el cual se come 8 tazones con mucho gusto, iba por el noveno, pero Gaara se lo llevó antes de que le dejara sin dinero. Naruto pataleo e hizo muchos pucheros, los cuales le sacaban una bella sonrisa al Ninja de la Arena.
Pronto vendría la parte clímax del festival: los fuegos artificiales.
- Naruto... Gaara le mira seriamente
- ¿Qué pasa Gaara-san? Naruto estaba con dos algodones de azúcar.
- ¿Te gustaría ver los fuegos artificiales desde otro lado?
- Pues por mí no hay problema. Le sonríe contento.
- Entonces ven... Le toma de la muñeca y se lo lleva.
Naruto solo sigue perplejo a Gaara y cuando se detienen, ve que se han alejado un poco de la aldea y están cerca de un lindo lago.
- Aquí se verán mejor.. Gaara se deja caer en el pasto, mientras mira las estrellas.
-
- Sí... Naruto se sienta a su lado pero en vez de mirar el cielo, mira el lago, confuso. Me siento... extraño... ¿por qué?
-
En esos momentos, el cielo se llena de luces de colores, ya había comenzado.
- ¡¡ Wooooooooow!! Exclama el muchacho rubio, fascinado. ¡¡Genial!!
- Sí, al parecer nunca habías visto algo como esto..
- ¡No, nunca! Naruto lo mira y se acuerda de algo, para luego apenarse un poco. Al menos... que yo recuerde...
- Naruto...
- ¿Por qué no puedo recordar aún? Pregunta algo triste. ¿Acaso paso algo malo para que... me olvidara de mi propia existencia?
- La gente olvida cosas... por traumas... tal vez... tu mismo decidiste olvidar... Gaara le acaricia los cabellos suavemente. Pero, pronto recordarás, cuando superes ese trauma.
- Pero, no recuerdo nada de nada... ¿cómo podré recuperar la memoria si no sé como hacerlo?
- No pienses en eso ahora... no te mortifiques más, al menos ahora, quizás... si te relajas, podrás recordar.
- ... sí... quizás tengas razón. Naruto vuelve a mirar el cielo y los fuegos, pero su mirada se desvía al sentir las esmeraldas que tenía por ojos Gaara. ¿Sucede algo Gaara?
- Sí, si sucede algo...
- ¿Eh? Naruto lo mira sin entender.
- Me pasa esto...
Gaara agarra a Naruto del brazo y lo tira hacia su cuerpo, aprisionándolo en sus brazos, pero lo que ocasiona que Naruto se sorprenda es el beso recibido por parte de su amigo. Un beso suave y a la vez lleno de sentimientos. Podía sentir todo... y eso hizo que se asustara...
- ¡No! Naruto le empuja y se levanta asustado.
- .........Perdón, no debí hacerlo... Gaara lo mira, intentando sonar lo más arrepentido, porque... después de todo... él quería a Naruto, a ese alegre niño con poco sentido común pero con un gran corazón, y gracias a ese corazón fue que pudo salir de su oscuridad.
- Es que... yo... Naruto intentaba no llorar. Tengo miedo...
- ¿Miedo? Gaara se incorpora y lo observa. ¿A qué le temes?
- A que me abandonen... Naruto lo mira, temblando levemente.
Gaara le abraza, reconfortándolo en sus brazos.
- Yo no te abandonaré Naruto... siempre puedes contar conmigo.
- Es que... El kitsune se quedó callado, sin saber que decir realmente. Es que... no lo digo por ti... sino por él... En esos instantes unos ojos oscuros aparecieron en su mente, y una voz llena de celos y colérica le gritaba: NUNCA... ¿¡ESCUCHASTE!? NUNCA VOLVERÁS A DECIR ESO... NADIE TE TOCARÁ... NI SIQUIERA HABRÁ UN INTENTO... TE MARCARÉ COMO NUNCA... TE HARÉ GEMIR DE PLACER... ¡¡¡QUE DESEARÁS ESTAR SIEMPRE ENTRE MIS PIERNAS!!!
Naruto se separó de Gaara y lo miró, asombrado.
- ¿Naruto? Dijo Gaara sin entender.
- ........... El muchacho solo atinó a taparse los oídos, deseando que esa voz dejara de hablarle en su mente.
- Te grabaré mi nombre en tu cuerpo... en tu alma... en tu corazón.
- Basta... Decía Naruto, temblando.
- Tú lo quisiste así... eres mío.
- No sigas... Naruto derramaba lágrimas, mientras que Gaara no sabía lo que sucedía.
- Naruto...
- ¿Quién eres? Murmura triste el lindo zorrito. ¿¡Quién eres!?
- Yo también te amo... Naruto.
- ¡! Naruto deja de taparse sus oídos y mira a Gaara, confundido. ¿Yo también...? Eso quiere decir... que yo...
- ¿Naruto?
Gaara voltea su rostro hacia una esquina y abre los ojos, impactado. Naruto sigue la mirada de su amigo lentamente y se topa con aquellos ojos que le habían seguido durante unos días... esa mirada fría y arrogante... La persona dueña de esa mirada estaba ahí, estática, mirándolo con impresión y dolor... ese joven era muy atractivo... y hacía que su corazón latiera rápidamente. Mi corazón late violentamente... siento calor... mucho calor... Naruto cierra los ojos, y vuelve a escuchar esa voz, pero esta vez... está acompañada... son gemidos que causan que su rostro hierva de vergüenza... gemidos suyos y los de él, pero...
- Sasuke...
- ¿Mm?
- Te amo mucho...
- Yo también...Naruto.
Naruto mira al extraño, que lo observaba estupefacto y sus ojos muestran mucho dolor a escuchar su nombre, dolor por parte de él y enojo por parte del Kazekage.
- Sasuke...
Aclaraciones:
Furisode: kimono femenino para las solteras, con llamativos colores, manga larga y cuerpo entero. Se usan para ocasiones formales y fiestas.
Hakama: es un pantalón holgado que a veces se usa en artes marciales y posee hasta siete pliegues, cada uno representa las virtudes del guerrero tradicional.
Haori: es un chaleco (tradicionalmente hasta las rodillas) que se coloca encima del kimono. Usado por hombres y mujeres.