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ESO ERA LA VIDA por Demon_Fanstein

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Notas del fanfic:

 

 

Notas del capitulo:      

  Salí del hospital y he regresado, estuve muy mal y aún lo estoy ¬¬ Pero ya no tanto. Muchas gracias por su paciencia, por escribirme y preocuparse por mí. Como siempre no pude evitarlo y les traje este Fic. No es muy bueno pero espero al menos les guste, lo lean y me dejen comentarios buenos o malos.

Un dorado rayo de Sol entró por la ventana e iluminó el pálido rostro de un joven albino el cual abrió los ojos lentamente. Su delgado y lastimado cuerpo era cubierto por tan solo una sábana de seda color vino. Se levantó con cuidado sintiendo el cuerpo realmente pesado y su mirada se tornó triste al observar que él era el único en aquella habitación.

 

-Se ha ido de nuevo- Susurró con dolor dándose a si mismo un abrazo para reconfortarse.

 

  El encuentro sexual entre ellos no era muy frecuente últimamente, solo se daba una vez por semana y Ryou era tratado como un simple juguete sexual y a la mañana siguiente el bastardo de su compañero ya no estaba ahí, lo había dejado solo.

 

  Caminó al armario para sacar ropa y una toalla, lo abrió y se contempló en el espejo de este por unos instantes. Su cabello estaba revuelto, en su ojo derecho se apreciaba un ligero moretón, en su cuello habían chupetones y mordidas, en su pecho y abdomen rasguños y cortadas y entre sus piernas moretones y caminitos de sangre seca.

 

-"¿Por qué eres así conmigo? ¿Por qué cambiaste Bakura?"- Se preguntaba desconsolado mientras iba en camino a tomar un baño.

 

  ¿Pero saben? Eso no siempre había sido así. Bakura que siempre había sido un respetado caballero con gran inteligencia y riqueza, procuraba que el encuentro sexual entre Ryou y él fuera realmente especial, que ambos lo disfrutaran en todos los sentidos. Era tierno, amable y detallista, todas las noches se entregaban su amor y cuando Ryou despertaba podía estar seguro de que se encontraría con su amado el cual le sonreiría sensual pero tiernamente.

 

  Pero con el tiempo el libreto cambió y Bakura se había ido distanciando poco a poco de él. Se la pasaba en elegantes fiestas interminables, solo a veces llegaba a dormir pero apartaba a Ryou de su lado y cuando el día del sexo se hacia presente, trataba al pequeño albino de una forma imperdonable, con un instinto animal tan cruel e infame que lograba acabar con las esperanzas de amor del chico de mirada angelical.

 

  Ryou se estaba ahora bañando, permitiendo al agua lavar sus penas y dolores, sus lágrimas se mezclaban con las gotas de agua de la regadera que terminaban yéndose por la coladera. Una vez que el aseo lo dio por terminado salió con paso lento de la regadera, secó su cabello y cuerpo para comenzar a cambiarse. Su ropa consistía en un elegante y costosa camisa verde oscuro de seda, unos armani jeans negros y unos zapatos chanel de igual color. Mientras terminaba de peinar sus sedosos y blancos cabelos el teléfono comenzó a sonar por lo que tuvo que salir al pasillo a contestar.

 

-Buenas tardes, lo atiende Ryou Bakura- Respondió de forma segura.

 

-Hola Ryou, habla Atemu, saldremos a cenar tortas y... Sé que lo tuyo son los restaurantes caros pero...

 

-Ahí estaré ¿Dónde nos vemos?- Preguntó algo dudoso por lo que acababa de aceptar.

 

-En tortas Hipocampo en 1 hora, hasta luego.

 

  Ryou colgó el teléfono y miró su atuendo preguntándose si sería adecuado para el lugar al que asistiría. Caminó a su habitación y se puso su reloj de oro acompañado de su esclava.

 

-De que me sirve que me des cosas caras y todo lo que deseo si no te tengo a ti- Reclamó a la nada mientras tomaba su saco y las llaves de la casa.

 

  Bajó por las escaleras, la sirvienta estaba ahí haciendo la limpieza sin prestarle caso alguno al joven albino debido a su sordera. Ryou salió del lugar que tanto lo agobiaba y se encontró a su viejo y cansado chofer.

 

-¿Desea qué lo lleve a algún lugar señor?- Preguntó el hombre con cara sorprendida al ver las heridas que su amo presentaba.

 

  Ryou apretó los dientes, odiaba ser llamado señor. Solo movió la cabeza de un lado a otro en negación y continuó caminando hasta la avenida para tomar el autobús. Al divisar uno le hizo la parada, lo abordó y entregó un billete, se retiró a buscar un lugar vacío sin esperar el cambio.

 

  Las personas le miraban detenidamente preguntándose que hacía un joven de su clase abordando un autobús. Después de 45 minutos de trayecto llegó a su destino antes de la hora dicha, no le agradaba ser impuntual pero para su sorpresa Tea, Yugi, Atemu, Joey, Tristan y Mai ya se encontraban ahí.

 

-¿Qué hacen aquí tan temprano?- Preguntó con una delicada pero elegante voz masculina. Sus amigos miraron su elegante ropa y joyería así como las heridas que presentaba, pero preferían no mencionar nada debido a que no querían incomodarle.

 

-Bueno, como tú siempre eres tan puntual decidimos llegar antes para no hacerte esperar- Respondió Mai guiñándole un ojo con coqueteo.

 

  Ryou solo atinó a asentir amablemente. Caminaron a las tortas Hipocampo que estaban a tan solo 1 cuadra de ahí. Todos reían y bromeaban a excepción del albino que intentaba comunicarse con su Yami por medio del lazo mental, pero como siempre este estaba bloqueado.

 

  Ya en el restaurante todos habían ordenado ya menos Ryou que no gustaba de ese tipo de comidas. Mientras sus amigos degustaban los alimentos, una charla dio inicio.

 

-¿Por qué no fuiste a la presentación en el museo? Escuché que fue muy interesante todo lo que exhibieron- Dijo Tea terminándose su torta.

 

-Cierto, Bakura estuvo ahí ¿Por qué tu no?- Preguntó Atemu curioso, él si había acudido al lugar. Ryou se quedó sin palabras, no podía decirles que Bakura no le había despertado porque no deseaba su compañía.

 

-Yo... Me sentía mal en la mañana- Fue lo único que se le ocurrió decir.

 

-Eso explica tu falta de apetito, por cierto veo que Bakura se a hecho gran amigo del Yami de Malik- Dijo Joey comenzando a devorar su segunda torta.

 

-¿Por qué dices eso?

 

-Por nada, es que él y Marik salieron juntos a celebrar por el triunfo de la exhibición...

 

-Debo retirarme, disculpen- Dijo cortésmente y se levantó de la mesa, sus amigos no dijeron nada, solo lo observaron salir del lugar.

 

  Ryou caminó durante 1 hora por las calles repletas de gente, comenzaba a oscurecer y las luces de los locales comenzaban a encenderse. Miró el anuncio de su restaurante favorito "El Carte D´Or" El lugar en el que había conocido a su tan amado Bakura.

 

  Se acercó al vidrio idiotizado por el resplandor de un brazalete de oro perteneciente a un joven bien bronceado, con cabellos rubios y extrañamente peinados, con ojos violetas de apariencia maliciosa y sonrisa sensual. Se le hizo parecido a Malik por lo que juzgó que era su Yami. Su desilusión se hizo presente cuando vio que era acompañado por Bakura quién pagaba la cuenta de lo que él y el moreno habían consumido.

 

  El moreno jalaba al albino a una salida que seguramente conducía a la parte trasera del restaurante. Ryou se dio prisa y corrió por la calle rodeando el lugar para llegar a donde su amado y el intruso se dirigían.

 

  Finalmente llegó a la entrada del callejón que conducía a la parte trasera del restaurante, su corazón estaba tan agitado como su respiración, al fondo podían escucharse dos voces. Ryou se escurrió pegado a la pared sin hacer ruido y se asomó despacio para no ser visto.

 

  Sus ojos no pudieron dar crédito a lo que veían. Bakura desvestía al moreno con sus ágiles manos al mismo tiempo que de sus labios brotaban palabras sensuales.

 

  Ryou sintió su corazón quebrase, sus ojos se llenaron de lágrimas que no tardaron en rodar sin control por sus pálidas mejillas, dio media vuelta y salió corriendo de ahí manteniendo fresca y presente la escena que acababa de presenciar.

 

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-Ahhhh...Bakura- Gemía el Yami egipcio sintiendo como era despojado con gran rapidez de su ropa interior.

 

-Eres hermoso, te deseo tanto- Decía Bakura entre jadeos mientras se hincaba frente a Marik con intenciones de hacerle sexo oral.

 

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-"Eso lo explica todo, te conseguiste a alguien más, tienes a otro amor"- Pensaba con gran dolor sin parar de correr. Sin fijarse siquiera a quién empujaba, con que chocaba o por donde iba.

 

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-¡Me vengo!- Gritó Marik sin hacer un pequeño esfuerzo por contener su semen el cual llenó la boca del albino de mirada fría.

 

-Delicioso- Expresó sensualmente una vez que lo había degustado por completo.

 

  Bakura desabrochó su pantalón y dejo al descubierto su enorme y erecto miembro. Marik llenó de excitación le brincó encima a Bakura, este lo sostuvo con fuerza y lo recargó en la pared para que les sirviera de apoyo. Se acomodo lo mejor que pudo y metió despacio su miembro en la estrecha entrada de Marik, este apretó mas las piernas a la cadera de Bakura al sentir la penetración.

 

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-"e maldigo Bakura... ¿Cómo pude ser tan tonto?"- Se preguntaba el joven con el corazón roto y corriendo sin fijarse a toda velocidad.

 

-¡Cuidado!- Gritó una señora con espanto al verlo cruzar la calle al mismo tiempo que un auto pasaba.

 

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-Bakura más rápido- Suplicaba Marik llegando al final. Bakura se vino dentro de él llenando por completo su calido interior, Marik por su parte manchó de semen la camisa de su amante.

 

  Ambos arreglaron sus ropas lo mas que les fue posible y abandonaron el callejón caminando aún más lejos. Una ambulancia se escuchaba a lo lejos.

 

-¿Qué habrá pasado?- preguntó Marik que iba de la mano del caballero.

 

-No lo sé, vamos a ver- Le respondió al ver toda la gente que se hallaba reunida en la calle, al estar más cerca podían escuchar lo sucedido.

 

-Salió de la nada- Explicaba nervioso el conductor a un oficial.

 

-Pobre chico, esta muerte- Dijo una señora.

 

-El golpe fue muy duro, lástima tan joven- Le secundo otra con las manos juntas.

 

  Bakura y Marik se abrieron paso entre la multitud. Los ojos de Bakura se abrieron como platos al observar a su pequeño ángel tirado en el suelo, un enorme charco de sangre rodeaba su cabeza. Sus ojos se llenaron de lágrimas y se hincó a su lado tomándolo de los hombros.

 

-Abre tus ojito amor, ábrelos- Pedía desesperado olvidando a su amante que miraba asombrado lo que había pasado.

 

  La ambulancia que hace unos momentos habían escuchado ya estaba ahí. Los paramédicos bajaron de la ambulancia rápidamente y retiraron a Bakura que se giró con ojos locos, el caballero había enloquecido al ver a su novio muerto.

 

¿Saben qué es lo triste? Que Bakura si estaba enamorado de Ryou, él lo amaba pero no pudo resistirse a la sensualidad de Marik y por ello ya no se atrevía a tocar a Ryou como antes lo hacia, pero olvido que Ryou era una persona con sentimientos y que no debía tratarlo como lo hizo. En serio, los amantes son malos y destruyen las parejas, sean fieles.

 

Se despide de ustedes cordialmente:

Fernando The (Demon_Fanstein)

 

Esperen la semana de Actualización ^^

 


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