Capítulo VI: People Error (Error de la gente)
Un rayo de luz lo sacó de su placentero sueño, abrió sus ojos topándose con la espalda de la persona que había amado la noche anterior, sigilosamente y tratando de no moverse tan bruscamente sopló suavemente en su oreja provocando que este se diera vuelta y lo abrazara posesivamente sin dejar que se moviera un centímetro.
-Yuu no me voy a ir esta vez- rió por lo bajo mientras acariciaba el pelo del guitarrista.
-¿Lo prometes?- dijo aun con los ojos cerrados y abrazando al rubio.
-Lo prometo.
-Vale- aflojó el abrazo y abrió sus ojos- sabes… amo cuando me dices Yuu…- se acercó al bajista dándole un suave beso, un quejido por parte del receptor se escuchó.
-¡Aggh! ¡Me ardeeee!- dijo el menor tocando su labio inferior con sus dedos, ¡mira lo que me hiciste!- apuntó a la herida que el moreno le dejó, puso cara de perrito abandonado.
-Pues no te hagas la víctima- dijo mirando su torso el cual se encontraba con claras muestras rojas de rasguños.
-Lo siento…- apenado desvió su mirada hacía cualquier parte de la habitación
-Te ves extremadamente tierno cuando te sonrojas, pareces una escolar enamorada- dijo en tono burlón logrando que Reita se pusiera más rojo de lo que ya estaba tirándole una almohada al pelinegro.
-¡Con que escolar eh!
-Jajaja- reía incontrolablemente tomando otra almohada lanzándosela al bajista quien la esquivó.
-¡Ja!, gan…- otra almohada había sido tirada dándole justo en el rostro.
-¡Eres una nena!
Silencio… eso le molestó de sobremanera, proseguía a levantarse pero fue acorralado entre la cama y Aoi.
-No te enojes, si eres adorable- besó con cuidado al rubio, no quería causarle dolor, este se dejaba, no respondió el gesto.- ¿No me vas a perdonar?
-Con una condición- dijo mirándole pícaramente
-A ver… ¿Con qué me harás sufrir?
Tomó las manos del guitarrista y las ató a la cama rápidamente antes que Aoi se diera cuenta.
-Me voy a duchar, espérame aquí esclavo- sonrió maliciosamente y se dirigió al baño.
-¿Eh?, ¡Espera!, ¡yo también necesito una ducha!- decía un desconcertado Aoi tratando de safarse.
-Solo lo harás cuando yo lo desee- prosiguió su camino, pensaba las mil y un formas de hacer sufrir a su querido Yuu, rió para sus adentros.
Aoi quien ya estaba cansado de estar atado, cerró sus ojos imaginándose de qué manera lo harían sufrir, al rato escuchó como la puerta del baño se abría y como pasos se acercaban, lo que vio lo dejo embobado, Reita con el pelo completamente mojado y pegado a su piel, una toalla cubriéndole dejando todo su demás cuerpo con gotas que resbalaban juguetonamente al descubierto, la excitación del mayor se hizo presente, notando esto el rubio se acercó a la cama y en cuatro se dirigió hasta el pelinegro sentándose encima de su regazo, se lamía sensualmente los labios provocando aún más excitación en Aoi, sintiendo esto Reita lentamente comenzó a vestirse frente a los ojos del guitarrista para hacerlo sufrir más, estaba en shock, como deseaba poder hacer de nuevo suyo aquel cuerpo, poder besarlo y sentirlo dentro, aquella situación era una tortura.
- Tú y tu amiguito tienen diez minutos para ducharse e ir a la entrevista de hoy- dijo mirando la notable excitación de Aoi mientras sonreía pícaramente.
- ¿Entrevista?, ¿Cuál entrevista? – desconcertado miraba a Reita quien estaba en la puerta.
- ¿No te había dicho?, ayer vinieron a informar que teníamos una entrevista por lo del concierto.
- ¡Maldición Reita!, ¡Desátame!, ¡en diez minutos no llego!
- Ese es tu problema, adiós Aoicito- dijo retirándose de la habitación
- ¡REITA! ¡VUELVE!- por más que intentaba no podía liberarse
- Te veo allá nena- le tiró un beso en forma de juego.
- ¿Qué le pasará a Aoi que no llega?- un preocupado y molesto Ruki estaba sentado fumando un cigarrillo mientras esperaba.
- Ya llegará, no te preocupes, aunque sea con una cama a la espalda llegará- el bajista rió maliciosamente.
- Estas anormalmente feliz hoy… ¿Qué te pasa?
No pudo responder ya que un cansado guitarrista hacía presencia en el estudio.
-¡Ya era hora!, hasta que se te ocurre aparecer…, estamos atrasados con la entrevista ¿acaso te quedaste pegado a las sabanas?- pregunto burlescamente Kai.
-Algo parecido- se limitó a contestar mientras miraba con enojo y con venganza al bajista que a la vez le dirigía una mirada pícara y de reto.
-¡Vamos Uru!, quiero hablar contigo sobre el dúo que tenemos que hacer- Aoi abrazaba a un triste Uruha por la cintura.
- Etto… está bien…- “¿Qué haces Aoi? tu amas a Reita, ¿Por qué me abrazas así como así?”- Cada una de estas preguntas se formulaba la mente del castaño mientras se dirigían los dos hacía otro lugar más apartado.
- Es la guerra Yuu…- pronunció muy el rubio despacio pero Ruki lo alcanzó a escuchar
- ¿De qué guerra hablas Reita?
- No, nada.
Ya cuando había llegado la entrevistadora, los canales y los reporteros empezaron la entrevista, se notaba la felicidad de cada uno por el concierto próximo que tenían, estaban ansiados, por lo que las preguntas apuntaban hacía el tema de las fans y de las canciones, terminaron rápido, todo fue muy ameno.
- ¡Bien!, en tres días más es el concierto, el lunes lo tomamos para descansar así que ¿Qué les parece si a la noche vamos a celebrar?- Ruki tenía la atención de todos en ese momento
- Me parece perfecto, el bar sería una buena opción Ruki~pu- el bajista abrazó comprometedoramente al vocalista.
-No estaría mal…, vamos al bar entonces, a las 22:00 PM en donde siempre ¿OK?
Todos asintieron levemente, se disponían ir cada uno a sus respectivos hogares, Reita y Aoi se tiraban miradas vengativas, los dos tenían un brillo especial en sus ojos, al momento de despedirse, el mayor le sopló y lamió la oreja del rubio seductoramente, este se sonrojó y trató de esconderse de las miradas de los otros miembros siendo inútil esto.
Pasó con normalidad el día, solo quedaba una hora para que se juntasen, sentía mariposas en el estómago, no negaba que se puso celoso cuado Aoi abrazó a Uruha, pero pagaría por decirle nena, sabía que su actitud con Ruki también causaban celos en el guitarrista así que era una buena estrategia, buscó la ropa que mejor le quedara para impresionar al pelinegro, quería torturarlo muy lentamente.
El reloj marcaba las 22:30 horas, los 5 estaban acomodados en distintos sillones, Ruki, Reita y Kai en uno y Aoi y Uruha en otro al frente de los demás, pidieron la primera ronda y no muy después la segunda, los guitarristas tomaban lo más fuerte que hubiera en el bar, hacían competencias de quien se tomaba el trago más rápido, mientras que el vocalista con el bajista tomaban más a conciencia por lo que no se emborracharon tan luego como sus compañeros, Kai como siempre solo tomaba lo necesario, no era un alcohólico en potencia.
-Sabes Uruha… estás muy lindo hoy…- Abrazó por el cuello al castaño mientras le susurraba cosas al oído.
-Gra… cias - se sonrojó más de lo que estaba por efectos del alcohol.
Reita lo miraba de reojo, tenía a Ruki encima de sus piernas y este lo abrazaba también, como odiaba que alguien se le acercara a Aoi, pero el no iba a perder, así que tomó por la cintura al vocalista y lo atrajo más hacía su cuerpo acortando peligrosamente la distancia que los separaba, el pelinegro lo miró por el rabillo y este lamió la oreja del más alto provocando que el bajista empezara a acariciar el pelo del menor.
- Reita… ¿Qué… haces?- Estaba borracho pero podía percibir todas las caricias que le propinaba el rubio.
- Solo mimándote un rato… ¿Acaso no puedo?- le susurró al oído.
- Etto… pero tu y Aoi… yo sé que tienen algo…
-Shhh… ven, acompáñame- tomó la mano del menor y lo dirigió fuera del bar.
Aoi notó que salían del lugar, esto se pone interesante…- se dijo para sus adentros.
-¿Cómo lo sabes Ruki?
- Yo…, etto… cuando estabas en el hospital, Aoi estaba notablemente preocupado por ti, eso era sospechoso, y antes de ayer… cuando después del bar fuimos al apartamento de Aoi, Uruha encontró tu venda debajo de la cama, se puso muy nervioso, entonces como no pensar que algo pasa entre ustedes dos…- decía esto mientras miraba los atentos ojos de Reita.
-Volvamos adentro, nos vamos a resfriar- Dijo caminando hacia el recinto nuevamente.
- Esta… bien- lo siguió desconcertado, no había dicho nada…
Entró sin mucho interés, un confundido Ruki lo seguía de tras, su vista se nublaba por el alcohol pero la escena que se montaba en aquel momento lo dejó en shock, se borraron todos sus sentidos… él y Uruha… no… no puede ser… después de todo lo que habían vivido la noche anterior y ahora esto… ¿Cómo pudo?, esos dos… besándose desenfrenadamente frente a sus ojos, ¿Estaba soñando?, si era así quería despertar y salir luego de aquella pesadilla, había roto el límite… de nuevo caía en la trampa que le tendía una vez más el moreno.
Corría sin rumbo alguno, sus lágrimas era las únicas testigos de su camino, sin mirar hacía delante seguía corriendo hasta que sin querer chocó contra alguien, no le importó y sin pedir disculpas se disponía a seguir su camino pero fuertemente fue sujetado de su camisa y levantado del suelo que pisaba, dirigió su mirada hacia arriba y vio que un hombre de unos dos metros de altura lo sujetaba sin el poder soltarse, estaba mareado, no pensaba, no reaccionaba, quizás quería morir.
-¿Quién piensas que eres para irte sin pedir disculpa estúpido?- Ahora lo acorralaba contra una pared aún sujetándolo. Solo podía mirar con sus ojos llorosos a su agresor, le daba lo mismo lo que pasara en ese instante.- Tienes miedo ¿eh?, verás niñita a mi nadie me falta el respeto ¿Entiendes?, pagarás por lo que hiciste- Una mano indagaba por debajo la camisa de Reita y un asertivo golpe en su estómago lo dejó sin respiración tendido en el suelo, lloraba más, no por lo que le estaba pasando si no por Aoi, su mente y corazón seguían con él, lentamente fue forzado a mirar los ojos del aquel hombre que se acercaba a su cara cada vez más, lo besó a la fuerza, dañándolo y haciendo que gritara de dolor, la mano de aquel tipo recorría todo su cuerpo, tenía asco pero no podía hacer nada, sintió como bajaba el cierre de su pantalón, otro golpe pero ahora en la cara, cayó al piso de nuevo, una patada, abrió muy poco sus ojos, no tenía fuerza alguna y vio como una persona se le acercaba hasta quedar arrodillado ante él.
-K…a…i…- Apenas ese nombre salió de sus maltratados labios antes de caer inconsciente