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¿Te amo? por Silent Magician

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Notas del capitulo:

Antes que nada gracias por sus reviews! Bueno, aqui os traigo el segundo capitulo de este fic... lo hice un poquito más largo para su agrado, intentaré hacerlos cada vez más largos y obviamente entrenidos para ustedes. Este chap no tiene lemon de momento, pero poco a poco se darán situaciones que fomentaran a esto... ^^

De momento, disfruten del capitulo 2. Pronto os traere la continuación... ^ ^! Un saludo! Enjoy!

Ouran High School Host Club ni ninguno de sus personajes me pertenecen. Este es un fic libre de cualquier tipo de lucro, solo usado para recreación de su autora y deleite de los lectores.

El aire se impregnaba de un singular olor a rosas frescas, el cielo se mostraba libre de nubosidades mientras que el sol se colocaba en su cenit envolviendo con su agobiante calor aquel ambiente paradisíaco. Se escuchaba el trinar de las aves, el revolotear constante de sus alas... podría jurar que había muerto y los campos eliseos le habían cobijado.

 

- ¿Dónde estoy? -

 

Su voz era dubitativa, pocas veces se permitía titubear inclusive en su propio tono de voz y estando en un lugar que jamás en vida había visto... pues el pensamiento de que había muerto todavía se mantenía vivo y fuerte en su mente en ese instante.

 

- Maldición... ¿Hay alguien aquí? -

 

Su pregunta se perdió en el limbo, no había mayor ruido que el de las aves cantoras y el de sus propios pasos a través de aquel paraje. Harto, empezó a caminar entre aquel jardín de rosas cubiertas de rocío, pinchándose un poco sus descubiertos brazos por las espinas puntiagudas de aquellas flores.

 

- Se siente... tan real -

 

Miro sus brazos, distinguiendo los raspones poco profundos pero molestos que se expandían de lado a lado. Pronto, aunque no tanto como él quisiera, distinguió una figura esbelta en el horizonte cual parecía ser el único humano presente varios metros, quizás kilómetros, a la redonda.

 

- ¡Oye! - gritó exasperado, sin parecer ser escuchado - ¡Oye tú! ¡¿Quién eres?!... Dime dónde demonios estoy -

 

Sus exigencias eran en vano, la efigie solo se limitó a voltear apreciándose esta ensombrecida de pies a cabeza. Solo podía distinguir lo que parecían ser dos puntos azules y quizás algunas hebras doradas que se movían al compás del aire que tímido soplaba.

 

- Me sorprendes Kyouya... estoy frente a ti todo el tiempo... y no puedes verme... -

- Espera... - el aludido, quien era el rey entre sombras del host club se mostró desencajado - No te puedes ir sin decirme quién eres... o qué quieres de mí... por qué me atormentas entre sueños... -

- Siempre... siempre... estoy frente a ti... tú haces como que no me ves... y mientras sea así... no tengo más remedio que estar aquí hasta que empieces a darte cuenta... de quien soy... -

- ¡Espera! -

 

Aquel ambiente desapareció por completo, dejando lugar a una habitación totalmente iluminada ahora por los entrantes rayos del recién nacido sol. Empezaba a odiarse a si mismo por tener esa clase de sueños que, en definitiva, no iban con él.

 

- ¿Siempre está frente a mi?... -

 

Se levantó, sin preocuparse por sus lentes para acercarse al fino ventanal de sus aposentos. Postró su mano en aquel delgado vidrio, sintiendo la frialdad de este contrastando con el calor despedido por su cuerpo.

 

- Bueno... dejaré de momento eso de lado... no tiene la menor importancia... sigue siendo un simple sueño... - cerró sus ojos, tomando una pose pensativa - solo un sueño... - añadió dándose una falsa seguridad que casi siempre le funcionaba.

 

Se disponía a cambiarse de ropa, mas en ese momento la puerta de fina caoba de su habitación empezó a ser tocada con timidez pero suficiente volumen como para enfadar un poco al rey entre sombras

 

- ¡Kyouya-sama! Perdone que le despierte... tiene visitas -

- ¿Visitas en sábado? - cuestionó más para si mismo - ¿Quién es? -

- Son los gemelos Hitachiin, intenté persuadirlos de que viniesen a otra hora pero... insistieron en verle en este momento -

- Está bien, diles que les atenderé en 5 minutos - la presencia de los gemelos le extrañó, olvidando la obvia molestia que pudo haber antepuesto

- Como usted diga Kyouya-sama -

 

---

 

- Hikaru, ¿estás seguro? -

- Claro, los que tenemos experiencia somos nosotros... además, nos lo agradecerá -

- Si pero... ¿Cómo haremos para omitir el detalle de que les escuchamos hablar? -

- No tenemos porque omitirlo, Kaoru -

 

Ambos pelirrojos yacían sentados en la ostentosa sala de la residencia Ootori, jugueteando y hablando animadamente el uno con el otro... después de todo, son unos gemelos bastante inquietos pese a su edad. La empleada les informó sobre el arribo próximo del pelinegro, por lo cual los gemelos asintieron y se mantuvieron aun esperando por el indiferente Kyouya.

 

- Te dije que viniéramos más tarde - regañó Kaoru

- Tranquilízate, además ¿para qué esperar?... Por lo menos no tendremos que lidiar con su mal despertar -

- Si pero... creo que no hubiera importado si hubiésemos vuelto a otra hora -

- Kaoru, deja de quejarte... ya estamos aquí, Kyouya accedió a hablar con nosotros... no veo motivo para que te estés quejando tanto -

- ¡Hikaru! No me hables así... - el menor de los gemelos no pareció contento con la forma que usó su hermano para hablarle

- Perdón Kaoru... -

 

Hikaru se aproximo a Kaoru, poniendo su diestra en la delicada barbilla de su gemelo. Ambos pares idénticos de ojos ambarinos se quedaron reflejándose el uno al otro... mientras que la distancia entre los gemelos Hitachiin se hacía cada vez más efímera hasta el punto en que ambos podían sentir los labios del otro.

 

- Hikaru... aquí no... - replicó el menor

- Tranquilo... nadie nos observa... - respondió el mayor en voz queda

 

Unos cuchicheos se escucharon tras los pasillos de la mansión, se distinguía en su mayoría el habla femenina de las criadas cuales entre sombras habían vigilado a los amigos de Kyouya...

 

- Bésame - pidió Hikaru

- Hermano... -

 

Sus ojos se entrecerraron y antes de que pudieran culminar sus acciones en la perfecta unión de sus delicados labios...

 

- ¡Kya! - gritaron las sirvientas al unísono - ¡Su amor es tan puro! ¡Tan magnifico! -

- Esto es cada vez más divertido, ¿Verdad Kaoru? - inquirió el gemelo mayor en voz baja, sonriendo cómplice a su hermano

- Muy buena esa Hikaru... al menos nos sirvió para desaburrirnos un poco... -

 

Y así ambos se separaron, volviéndose a erguir sobre su asiento. Aunque, por momentos, ambos se regalaban miradas inquisitivas que no duraban demasiado pero eran constantes y repetitivas... eran miradas que ocultaban algo... un pensamiento, un sentimiento, un anhelo enfermizo.

 

"¿Por qué te gusta jugar conmigo?... Es tan complicado que veas a través de mí... Es tan complicado pedir ese beso que jamás llega sin que sea para entretenimiento ajeno... dime, maldita sea... ¿Hasta cuando dejarás de mofarte de mi incredulidad?... No es justo... no es justo que nos amemos frente a otros y al voltear no seamos nada más que hermanos envueltos en un mundo al que apenas vamos conociendo... ¡No es justo que no me ames como yo lo hago! "

 

Resonaban aquellas palabras en perdidos pensamientos... pensamientos que se llevaba el viento pero se transcribían en su dueño... Súbitamente, aquella calma poco usual que se daba alrededor de los gemelos fue interrumpida por la aparición del rey entre sombras.

 

- Vaya sorpresa que me han dado... aunque creo que no se compara con lo que le hicieron a mis sirvientas - dijo con frialdad el pelinegro, tomando asiento frente a los gemelos y acomodándose sus lentes en el acto - ¿A qué debo su presencia tan temprano, Hikaru y Kaoru? -

- Tranquilo - ahora hablaron ambos al unísono como siempre lo hacían - No hemos venido más que a hablar un poco contigo... es sobre la gran idea que te dimos ayer - ambos se sonrieron

- Ya veo. Escucharon lo que hablamos Tamaki y yo -

- ¡No es justo! ¿Cómo haces para saberlo todo? - se quejó Hikaru, mientras que Kaoru solamente emitió un suspiro de resignación

- No fue difícil imaginarlo - puntualizó como si estuviera hablando de negocios - Eso es lo de menos... vayan directo al grano -

- Por lo que alcanzamos a escuchar no haz decidido cual será la última pareja que formarás - mencionó Kaoru, recuperando un poco la confianza

- Eso es correcto, prosigan -

- ¡Venimos a ayudarte a decidir! - exclamaron radiantes los pelirrojos nuevamente uniendo sus voces en una sola

- Bien... tienen toda mi atención -

- No puedes poner a Haruhi contigo porque sabes que harás que nuestro señor se ponga celoso como es usual - comenzó Hikaru

- Por eso contemple la posibilidad de poner a Tamaki junto con Haruhi - explicó el tercer heredero de la familia Ootori

- No puedes - objetó Kaoru - ¿Sabes los problemas que tendrías con Ranka-san si pones a Haruhi junto con Tamaki?

- Veo que te cortamos la inspiración - pronunció Hikaru divertido por el silencio que guardó Kyouya - Además hablamos hace rato con Haruhi, le informamos de la situación y se negó... pensamos que por lo mismo -

- Entonces - ahora hablando los gemelos juntos - Solo queda una posibilidad... - fanfarrias interpretadas por los pelirrojos - Tú y Tamaki - anunciaron en medio de una expectación dramatizada.

 

La reacción del pelinegro no fue la que ambos esperaron, de hecho jamás hubieran esperado en ninguna ocasión una reacción así del rey entre sombras. Sus ojos se abrieron como platos, distinguiéndose inclusive detrás de sus delgados lentes... era la primera vez que se veía tan nítido el color azabache de su mirada.

 

"Estoy frente a ti... todo el tiempo... siempre me ves de frente y no puedes distinguirme... no puedes ver entre lo obvio, no puedes ver más allá... pero, ¡Quiero que me mires!... ¡Deja de ignorarme! ¡Deja de fingir que no sabes nada!... ¡Ámame como yo te amo a ti!.. ¡Ámame sin pensar! ¡Ámame con devoción!.. Ámame, como te amaré yo"

 

La misma voz... esa que le hablaba altanera entre sueños... esa que le hacía desear hasta la obsesión averiguar su identidad... esa voz que le retaba y a su vez parecía hacerle dudar y cerrar su mentalidad. Reaccionó pasados unos momentos de penumbroso silencio, saliendo del malintencionado trance en el que se hubo metido después de escuchar a los gemelos Hitachiin.

 

- Kyouya, ¿Estás bien? - preguntó ampliamente preocupado Kaoru

- Si, si - respondió sistemáticamente el de lentes - No pasó nada -

- Si tú lo dices - profirió Hikaru, sin tragarse ni por medio segundo lo dicho por Kyouya

- Volviendo al tema - hizo caso omiso al ademán del gemelo - No veo problemas con que así sea la ultima pareja... solo que, no se si Tamaki esté de acuerdo -

"Bien sabes que nuestro señor dijo que le daba igual" - Pensó suspicaz Hikaru

- No creo que se oponga - objetó Kaoru - No tendría por qué oponerse. Es claro que Haruhi no puede participar en esto y creo que nuestro señor entenderá. Además, ustedes son amigos - miró fijamente a Kyouya, esbozando una sonrisa triunfal disimulada por sinceridad - ¿O me equivoco? -

- Bien, será así entonces -

- ¡Perfecto! Ahora... a lo segundo que vinimos a hacer... - dijeron los pelirrojos juntos - En nuestra ‘profesional' opinión tú y Tamaki necesitan... ahm... tendrán problemas para inspirar eso que llama tanto la atención de las mujeres... -

- ¿De qué demonios hablan? -

- Por ejemplo, nosotros llamamos la atención al hacer nuestro número gracias al elemento incesto... un tabú que se acabo recientemente. Honey-senpai y Mori-senpai tienen de su lado el shotacon y la relación ‘amo y sirviente' por así decirlo... tú y Tamaki no tienen ese elemento, así que tendremos que improvisar -

- Creo que no quiero saber por donde va esto... - adjuntó resignado el pelinegro, encogiéndose de hombros

 

---

 

Mientras tanto, en un lugar algo alejado de la mansión Ootori pero no por ello en un lugar totalmente adverso a la ya mencionada residencia.

 

- Al fin sábado - inquirió entusiasta una figura encubierta aun por el misterio, hasta que salió de una ostentosa mansión aun más grande que la de la familia Ootori - Bueno, por ahora no tengo nada que hacer... iré al jardín -

 

Un montón de hilos dorados que representaban sus cabellos se movieron con el viento y su caminar, un par de ojos azules reflejaron la magnificencia de un jardín de rosas bañado con el dulce rocío de la madrugada.

 

- Un momento de descanso, por fin - dijo nuevamente, caminando por aquel rosal que parecía infinito, ignorando el hecho de que las espinas dañaran un poco sus brazos y sus ropas - Es pesado, después de todo, estar pensando todo el tiempo en mis ‘hijos' -

 

Suspiró, deteniéndose en un punto especifico del jardín, un espacio solamente adornado por la verde alfombra del perfecto pasto y una que otra flor en pleno crecimiento. Se recostó ahí, importándole poco ensuciarse o mancharse...

 

- Una tranquilidad... que ni siquiera estando solo... conseguiré -

 

Pasó sus manos por el pasto, llevándose consigo algunos restos de tierra. Cerró sus ojos, pues la luz del sol no le permitía fijarse demasiado en el despejado cielo que se le ofrecía ahora a su vista. Tan inquieto como es siempre, empezó a arremolinarse en aquel improvisado y natural lecho, fijándose en una especial rosa de coloración más oscura que las comunes cual crecía alejada de éstas. Le llamó la atención la negrura de la flor y además el hecho de que aun fuese un pequeño capullo que tardaba en madurar.

 

- Que raro - comentó intrigado por algo tan trivial - Me recuerda mucho... a Kyouya - siempre veía las cosas desde un punto un poco más metafórico - Siempre se mantiene separado de nosotros, desde las sombras nos manipula... pero, a veces me da la impresión de que aun no termina de madurar... -

 

Sus ojos azulados y profundos transmitían una notable melancolía de momento, se quedó recostado boca abajo pero mirando fijamente a tan singular flor que era indiferente ante el toque del heredero de la familia Suou.

 

- ¿Me importas tanto?... Tanto que no puedo dejar de pensar en ti... tanto que me da rabia que no puedas ver lo obvio que soy... -

 

Apretujó sus puños en inequívoca señal de impotencia retenida, una parte de él se compadecía de la indiferencia de Kyouya hacia sus sentimientos pues recordaba que vivía una situación difícil con su familia, pero la otra renegaba cada que podía sobre la situación... y es que en ocasiones era tan obvio que le parecía increíble que no imaginase siquiera el por qué de su actuar.

 

- Dije que me iba a relajar - comentó reprochándose a si mismo su actitud

 

"¿Pero como relajarme cuando al cerrar los ojos imagino esos ojos negros mirándome tan fijamente?... ¿Cómo hago para no pensar en ti?... ¿Cómo hago para ser paciente y esperar a que como retoño te habrás y te des cuenta de la verdad?... Kyouya... quiero que me ames como yo a ti... ser de ti y de nadie más... ¡Maldición! ¡¿Cuándo me mirarás?!"

 

Su corazón gritaba por dentro, su mente se volvía un remolino de confusiones y reproches hacia si mismo y hacia el objeto de su amor. Relajarse era una tarea que no podía cumplir por mucho esfuerzo que hiciera, pues cada vez que dejaba volar sus pensamientos siempre daba con su amor secreto... con ese ser que parecía burlarse de él al ignorarle olímpicamente. Aun así jamás se detendría, jamás dejaría de implorar en secreto por un momento de su atención...

 

- Disculpe Tamaki-sama - interrumpió una voz femenina y tímida cual había dado con el refugio del rubio - Siento interrumpirle pero... -

- No te preocupes - se levantó mostrando una sonrisa franca y usual en su rostro, después de haber salido de su enfrascamiento - ¿Pasa algo? -

- Solo tiene visitas -

- ¿De quién se trata esta vez? - no parecía ni remotamente molesto

- De... -

- Kyouya Ootori - tras la muchacha se apareció la figura del rey entre sombras - Siento molestarte incluso hoy sábado... Tamaki - mencionó sitiando ya toda su atención en el heredero de la familia Suou... esta vez, toda su atención.

 

No pudo evitarlo, la sola presencia del pelinegro... le sorprendió, no podía ocultarlo, no intentaba disimularlo... ambos pares de ojos, azules y negros, chocaron mientras que la tensión se daba vuelo entre ambos compañeros y amigos... al menos de momento.

 

"¿Tú?... ¿Aquí?... ¿Qué quieres de mi?... ¿Por qué...? ¿Por qué me miras... así?... Kyouya..."

Notas finales:

¡Kya! Espero haber logrado dejarles en 'suspenso'... el siguiente capitulo, espero, sea un poco más largo que este... mi cabeza no ha dado para mucho ultimamente pero siempre se puede mejorar.

Dejen sus reviews por favor, se aceptan comentarios de todo tipo.. buenos o malos.. todo sea para que una servidora mejore y para que puedan externar su opinión.

Nos vemos hasta el siguiente capitulo XD.


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