I can't take my eyes off of you
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Oneshot escrito por: Nephthys
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Estaban varios del Akatsuki reunidos alrededor de una fogata, en medio de un tenebroso y oscuro bosque; pero bien ellos estaban tranquilos, talvez porque ellos eran lo tenebroso ahí.
Y ahí se encontraban los cuatro, charlando animadamente, bueno, solo Tobi hablaba, con esa usual alegría, Itachi, Deidara y Kisame solo escuchaban aburridos mientras veían con ansias el curry que se estaba cocinando en la fogata.
-¡Os lo digo en serio! ¡Soy como cupido! ¡No paro de juntar parejas! -decía muy orgulloso el de la máscara naranja -¡Sí en la última sucedió que-!
-¡¡Tobi!! ¡¡Cállate!! -gritaron los otros a la vez.
-¡Pero yo sólo-!
-¡¡Cállate!! -volvieron a corear.
-Pffff... -bufó molesto -"Se arrepentirán de esto" -pensó riendo como loco en su ego interno -"¡Sí! ¡De mí, cupido, no se salvan! ¡¡Ja ja ja ja ja!!"
-¡¡Tobi ya!! ¡¡Sirve el curry!!
-Ya, ya...- contestó a desgana, se acercó a la olla y comenzó a servir el alimento en los cuatro platos- A ver... este para Kisame, este otro para Deidara y este... para Itachi- dijo con una sonrisa interna entregando el último plato al pelinegro, al cual había agregado mucho picante sin que nadie se diera cuenta- ¡Buen provecho!
Todos empezaron a comer, sorprendiéndose como siempre, de lo bien que le había quedado la comida a Tobi, si no fuera porque eran asesinos, fríos y despiadados, lo habrían felicitado por su trabajo, pero claro, eran todos tan orgullosos que ni una palabra comentaron.
-¡Saben que una vez conseguí unir-!
-¡¡Calla y come!! -le cortaron los tres de inmediato.
-"Si, si, ustedes háganme callar ahora, pero pronto se arrepentirán ¡¡Ja ja ja ja!!"- pensaba histérico Tobi.
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Finalizando ya la cena, Tobi fue el primero en acabar, seguido de Kisame, los cuales comían de una manera voraz, demasiado rápido... Itachi y Deidara en cambio, eran más... humanos y debían comer un poco más lento para que no les sentara mal.
-¿Sucede algo Itachi?- preguntó Tobi con malicia, haciendo que Deidara y Kisame voltearan a ver al pelinegro, el cual había dejado caer la cuchara, y ponía una mueca extraña en su rostro- ¿No te encuentras bien?- siguió con sus "inocentes" preguntas.
-N-no yo...- tartamudeó el Uchiha traidor- yo...
-¿Te duele algo?- preguntó inocentemente Tobi levantándose de su sitio y acercándose al pelinegro.
-¡No me duele nada!- contestó seco, con una mirada fría posada en la fogata.
-¿Seguro?- insistió Tobi quien ya estaba al lado de Itachi- ¿Seguro, seguro?- preguntó haciendo un movimiento extraño a ojos de los otros, acercando sus manos a las mejillas del moreno- ¿Seguro que no te duele?- acabó de pronunciar esta pregunta e hizo presión en el rostro de Itachi.
-¡Ah!- exclamó el pelinegro soltándose del agarre de Tobi y se llevó una mano a la mejilla derecha- ¡¿Se puede saber que te pasa?! ¡¿Por qué hiciste eso?!
Tobi sólo sonrió interiormente.
-Oe... creo que Itachi tiene dolor de muela...- dijo con el tono más preocupado que pudo poner- bueno... si no hay más remedio... podríamos traer un médico y...
-¡Yo no necesito ningún dentista!- espetó el pelinegro.
-Oh... ¿seguro?- continuó pinchando Tobi- Si no es problema el ir a buscar uno o... claro, tal vez prefieras de sufrir de mis artes curativas...
El tono que uso en pronunciar las últimas palabras hizo que los tres restantes Akatsukis retrocedieran con temor.
-¿No? ¿No quieres que te lo mire...?
-Etto...- dudó Itachi- ¡Que no salga de aquí! -advirtió Itachi con una mirada furibunda dedicada especialmente a sus... 'amigos'.
Todos asintieron con temor, no querían probar en sus propias carnes el Mangekyou Sharingan, aunque... para ser exactos, Tobi no parecía sufrir ningún temor en esos momentos, todo iba a la perfección.
-"¡¡Ja ja ja ja ja!! ¡¡Qué se preparen!! ¡¡Cupido va a juntar hoy a una pareja!! ¡¡Ja ja ja ja ja!!" -reía histérico en su interior.
-¡¡Espabila!!- gruñó Itachi, pues Tobi parecía desconectado de ese mundo (n/a: y tan desconectao ¬v¬)
-Si si... "Dios, que impaciente"
Tobi se acercó al pelinegro y se sentó a un lado de él.
-A ver...- empezó a observar el interior de la boca de Itachi mientras los otros dos (Deidara y Kisame), observaban en absoluto silencio- a ver, a ver... -iba hablando solo mientras aproximaba más su cuerpo al del joven pelinegro.
Esa acción no fue advertida por nadie como algo hecho adrede, pero en el interior de uno pareció que una pequeña llamita comenzó a encenderse, ¿tal vez porque en ese momento tenía calor...?
Tobi lo miró de reojo, y no pudo evitar sonreír cuando observó el ceño del rubio fruncirse.
-"Ju ju ju ju ju, que divertido es esto"- pensó- a ver... Itachi-sama, apóyese en esa piedra por favor- sugirió el 'inocente' miembro ¿médico? de Akatsuki.
Itachi no rechistó, se levantó y se puso donde Tobi le dijo.
-A ver...- se volvió a acercar al pelinegro- mmm... sip, esto es grave... -dijo en el tono más serio que pudo poner, pues en su interior era todo lo contrario, no paraba de reírse de las muecas que hacía el rubio Akatsuki cada vez que tocaba de más al joven pelinegro, pero claro, eso eran simples coincidencias, el sólo intentaba curar al moreno.
-"¡Fase uno completada! ¡Despiertos los celos de Deidara! ¡¡Ja ja ja ja ja ja!! ¡Adelante la fase dos! ¡No si ya lo digo yo, que soy mejor de cupido que de malvado asesino! ¡¡Muahahahah!!
-A ver... (inner: ¬o¬ ya tengo esa frasecita suya hasta la coronilla, como la vuelva a repetir me lo cargo ò.o n/a: peace and love... ^.^ solo intenta ayudar... XD) a ver... -dijo de lo más inocente mientras hacía un movimiento que encendió aún más al joven rubio que los observaba.
Se había puesto de rodillas, y ahora estaba como sentado sobre las piernas de Itachi sin llegar a apoyar todo su peso.
Los nudillos del rubio petaron en medio del silencio de esa zona, todos los Akatsukis restantes se voltearon a verle.
-¿Ocurre algo Deidara? ¿También te duele la boca? -dijo de lo más inocente Tobi.
-No me pasa nada -murmuró entre dientes dedicándole una hermosa mirada asesina al de la máscara naranja.
-"Ju ju ju, con que nada ¿eh?" Bueno, pues sigo con lo mío... -y ‘sin malas intenciones' restregó su cuerpo contra el de Itachi, pero claro, era sin querer...
-¡¿Se puede saber por qué te le acercas tanto?!
Todos miraron al rubio anonadados.
El rubio se tapaba ahora la boca con ambas manos y miraba al suelo con un poco de miedo.
-"¡¿Por qué dije eso?! ¡Si yo no-!"
-¿Ocurre algo Deidara? -preguntó Itachi que lo escrutaba con su oscura mirada.
-¡Oh! ¡Ya se! -exclamó Tobi centrando la atención en el -¿Acaso quieres ayudarme..? ¿A curar a...? ¿I-ta-chi? -preguntó con malicia.
Deidara solo movió levemente la cabeza, sudaba frío, y aún intentaba razonar y entender el porqué de ese grito.
-"¡¡Muahahahaha!! ¡Fase dos! ¡Nervios explotados, celos al cien por cien! ¡¡Jo jo jo jo jo jo!!"
-A ver... am... si, creo que no puedo hacer nada -sentenció al fin Tobi -necesito unas cosas para curarte ese diente -dijo muy serio -am... ¿Qué te parece si los voy a buscar ahora?
El pelinegro lo miró y solo asintió.
-¡¡Perfecto!! ¡¡Vamos Kisame acompáñame!! -exclamó el de la máscara cogiendo del brazo al cara de pescado y llevándoselo con el.
-¡Eh Tobi! -exclamó Deidara -¡¡Yo voy contigo!!
Tobi volteó a verlo, y si su rostro se viera, se le podría observar unas facciones muy serias, incluso demasiado, hasta llegar al punto de cómicas.
-¡No no Deidara! ¡Tú tienes que acabar de comer! ¡No querrás ponerte malo! -y así sin más, se llevó al cara de pescado (inner: ¡Que se llama Kisame! n/a: si, siiii...¬o¬) y dejó solos a Itachi y Deidara.
Los dos callados, pensando cada uno en lo suyo, mirando fijamente la fogata ante ellos.
Deidara volvía a tener su plato entre sus manos y comía en silencio.
-"¡¿Qué demonios me pasa?! ¡¿Por qué grité así?! ¡¿Por qu-?!" -paró de golpe su interrogatorio interno cuando su vista se posó en el torso descubierto del moreno.
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La mirada del moreno se había desviado por largo rato a ver al rubio mientras comía. Le preocupaban las muecas extrañas que hacía de vez en cuando.
Calor...
De repente todo su cuerpo empezó a arder, empezó a sudar sin control...
Suspiró...
Decidió sacarse esa gruesa capa, la que les distinguía como miembros del Akatsuki, y sintió por fin un pequeño alivio cuando una suave brisa acarició su piel, bajándole la temperatura.
Al rato un nerviosismo... notaba la mirada de Deidara posada sobre él, lo miró de reojo y no pudo evitar que un sonrojo surcara sus mejillas.
¡Deidara no le sacaba el ojo de encima!
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Tobi y Kisame, el último siendo arrastrado por el de la máscara, desaparecieron entre la maleza, pero pronto el primero paró su andar, haciendo que Kisame lo viera extrañado.
-¿Ocurre algo?
-Ssssshhhhh... ven... -susurró bajito Tobi mientras retrocedía unos pasos de vuelta al campamento.
-¿Por qué volvemos?
-¡Ssssshhhhh! ¡Calla! -susurró enfadado -¡Mira! (n/a: nyaa, todo esto lo exclama, pero que conste que en susurros, y pues a partir de aquí, su conversación es toda en voz baja U.U el por que... ya se lo pueden imaginar UvU)
Los dos en silencio se pusieron a observar al par que se había quedado en el campamento, estaban en silencio, Deidara comiendo pausadamente e Itachi mirando de reojo al rubio.
-Je -rió Tobi.
-¿Qué es lo que pasa? -preguntó Kisame sin entender.
-Jo jo jo, tú solo observa.
Y siguieron observando...
-Ya no debe faltar mucho... -susurró Tobi mientras se fregaba las manos.
-"¿Con ansias?" -pensó el cara de pescado sin entender a que se refería el de la máscara naranja con sus palabras.
-¡Ah! ¡Mira! -exclamó triunfante Tobi haciendo que la atención de Kisame se posara de nuevo en el par que esperaba en el campamento.
Observaron entonces como Itachi se sacaba la capa y se despojaba de las ropas que cubrían su torso, se le veía sonrojado debido al calor que parecía tener.
-¡Ja ja ja! -rió Tobi señalando con el dedo al rubio, tapándose la boca para no ser muy escandaloso. Pero sinceramente la imagen era graciosa, Itachi recién se descubrió el rostro y entonces Deidara, sin poder evitarlo, posó sus ojos en el cuerpo del moreno, grave error. Sus sentidos se desconectaron, su boca se abrió inconscientemente permitiendo que la comida que aún no tragaba se precipitara.
Se alarmó y se sonrojó.
Se levantó y maldijo en voz baja mientras se limpiaba de espaldas al moreno para que este no pudiera ver el sonrojo y embobamiento que le había provocado el solo verlo con el torso al descubierto.
El moreno por su parte también estaba sonrojado, y no paraba de mirar la espalda del rubio.
-"¡No no, Itachi control! ¡Contrólate! ¡¡Eres un Uchiha!! ¡¡Haz el favor de controlarte!!" -se reñía a si mismo recapacitando en que los sonrojos que le provocaba su amigo no eran para nada normales en una persona, y menos en un Uchiha.
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Por otro lado, entre la maleza, Tobi no paraba de reír mientras Kisame lo miraba aún sin entender, no entendía que podía ser tan gracioso.
-"A ver... Itachi... está siendo Itachi" -concluyó al fin -"Y Deidara... solo se le calló la comida ¡¿Qué demonios es tan gracioso?!" -pensó enfurruñado mirando al de la máscara naranja.
-Oe... ¡Tobi! -exclamó alzando un poco la voz para que lo oyera -. ¿Qué es tan gracioso?
Tobi lo miró sin podérselo creer, acaso Kisame... ¿aún no se había dado cuenta de lo que sucedía entre sus compañeros??
-A ver... -dijo con tono paciente -escucha bien, seré breve para que lo pilles... ¡Amor! -exclamó mirando al cielo, y si se le vieran los ojos los tendría con brillantitos.
-¿Qué? -preguntó Kisame desde el suelo, Tobi había sido... demasiado conciso.
Tobi por su parte suspiró, no entendía que tan corto pudiera ser Kisame.
-A ver... esos -dijo señalando a los aludidos -Itachi y Deidara -dijo luego para remarcar de quien hablaba por si aún no había quedado lo suficientemente claro -. ¡Se aman! -y de vuelta esa imagen de estar en un mundo de fantasías.
Kisame por su parte solo atinó a abrir su boca.
-¿Aún no lo entiendes? ¡Mira que eres corto! -bufó el de la máscara naranja -¡¡Esos dos se quieren, pero son tan tercos que-!!
-Ya entendí -lo cortó Kisame con una venita en su frente, Tobi se estaba pasando en como se refería a él.
-¿Entonces por qué esa cara?
-Porque no puede ser cierto, eso es imposible -atajó Kisame tratándolo de loco.
-¡Oe pez, aquí el loco eres tú! -exclamó Tobi con enfado -¡si yo digo que esos se quieren bien me crees y punto! ¡Y ahora calla y déjame observar!
Kisame lo observó ceñudo y luego decidió posar su vista en los otros dos Akatsukis.
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El moreno se sonrojó ante lo sucedido, se había sacado la capa como un acto inocente pues tenía mucho calor, pero...
Provocar eso a Deidara... Se sonrojó furiosamente mientras un hormigueo invadía su estómago.
-Dei... Deidara... -pronunció dubitativo el moreno, sinceramente tampoco sabía que decirle, solo quería hablar...
-¡Voy a dormir! -exclamó de pronto el rubio, no se veía capaz de encarar al moreno, no en esa situación, así que decidió hacer como que no había escuchado, y sin mirar siquiera al moreno se tumbó en el suelo, dándole la espalda.
Itachi suspiro, y sin poder evitarlo, no despegó su vista de la espalda del joven rubio.
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En la maleza, los otros dos Akatsukis miraban en silencio.
-Lo ves... te dije que era imposible -puntualizó Kisame.
-¡No puede ser! ¡Esos dos...! ¡Esos dos...! ¡¡Son un par de idiotas!! -exclamó Tobi.
-Ya te dije... loco... que eso es una locura tuya... solo eso-
-¡Ah! ¡Mira! -exclamó de pronto cortando a Kisame. Cogiéndole la cabeza y haciendo que el cara de pez mirara de nuevo a la pareja.
Itachi se había puesto a cuatro patas y gateaba muy lentamente y en absoluto silencio, acercándose al rubio que yacía en el suelo. Observó si el rubio estaba dormido, y entonces para acabarse de asegurar de la inconsciencia de Deidara, posó una mano en su hombro.
-Deidara... -susurró bajito -Deidara... -insistió, pero nada, no obtuvo respuesta alguna, Deidara seguía durmiendo.
Itachi lo observó un rato desde su posición, y sin ser consciente fue acercándosele muy lentamente. Hasta que posó sus labios en un casto beso sobre uno de los pómulos del rubio.
Cuando se dio cuenta, se separó de golpe, y alarmado miró a todos lados, a ver si alguien le había visto. Respiró más tranquilo, pero su nerviosismo debido a sus actos no acababa de desaparecer.
-Deidara... -volvió a susurrar en un tono muy suave -Te quiero...
Un sobresalto, y los ojos del moreno se abrieron asustados.
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La boca del cara de pez se abrió enormemente, y por poco también pierde los ojos de lo grandes que los abrió (n/a: nyaa, ¿saben la película de la máscara? pues figúrense a Kisame como al bicho verde U.U). No podía cree lo que había visto, ¡No podía creer lo que había oído!
Tobi, por su lado, no se sorprendió, sólo atinó a reír internamente de lo tontos que llegaban a ser esos dos.
-¿Y bien pez... quién tenía razón? -lo picó el de la máscara naranja.
Kisame ni con ganas pudo responder, solo se frotaba los ojos con insistencia mientras volvía a ver al otro par, no podía creérselo, y menos si el serio, seco, tenebroso, insensible, (inner: ¡Ya entendimos! ¬o¬# n/a: ... ò.o) y frío Itachi estaba en el embrollo.
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El rubio decidió ponerse a dormir, no quería actuar como idota en alguna otra situación. Y así, se estiró en el suelo, dándole la espalda a Itachi.
Lo oyó suspirar, pero aún así, cerró los ojos y desconectó, no iba a moverse aunque una manada de jabalís le pasara por encima.
Pero de pronto se sobresaltó...
La mano de Itachi se había posado en su hombro y lo zarandeaba levemente mientras pronunciaba su nombre. Y el decidido siguió ignorándolo.
Otro sobresalto, y su corazón empezó a latir a mil por hora.
Sintió de pronto los labios cálidos del moreno posándose sobre su mejilla y aunque quería saber el porqué de ese beso, siguió en silencio, sin moverse, haciéndose el dormido.
-Te quiero... -escuchó que susurraba la voz del moreno.
Abrió los ojos con sorpresa, y se sentó para observar al moreno. Preguntando con la mirada...
¿Era cierto...?
¿Estaba siendo sincero...?
Pero Itachi no respondió, solo lo miraba con... temor... tenía miedo a que le repudiara por lo que acababa de hacer.
-Itachi... -susurró el rubio en un tono muy monótono.
Pero el moreno no supo que contestar, y desvió su mirada al suelo, con un leve sonrojo en sus mejillas...
-"¡Estaba despierto! ¡Estaba despierto! ¡Estaba despierto!" -exclamaba en sus pensamientos una y otra y otra vez, reprendiéndose por su falta.
Levantó la vista apresurado y encaró al rubio que aún esperaba una respuesta. Sus pensamientos medio aclarados lo empujaron a hablar, total, ya lo había oído, y ya no podría simular ser el más serio, frío y solitario miembro del Akatsuki.
-Deidara... te quiero... -susurró, muerto de vergüenza por mostrarse abierto por primera vez.
-¿Qué? -Deidara aún no se lo creía, ¿qué Itachi había dicho qué?
-¡Pues que me gustas! -exclamó el mayor de los Uchiha perdiendo la poca paciencia que tenía -¡Te amo! Y odio cuando te acercas a alguien que no sea yo, cuando ríes con los demás e incluso siento celos de tus enemigos cuando osan tocarte. Destruyes mis nervios en cada nueva pelea, porque yo... pues... eso... te amo...
-"¡Imposible! Me parece que debo limpiarme los oídos, creo haber oído... ¡No! ¡No puede ser!" -pensaba o más bien... discutía histérico en su propia mente.
El rubio se frotó los oídos y miró serio al otro.
-Perdón ¿Qué dijiste? No escuché bien-
Itachi lo miró serio y sorprendido, esa era la 'respuesta' que menos esperaba; pero...
Esas palabras...
¡Y viniendo de Deidara!
¡El había hecho todo el esfuerzo por declararse y ahora el rubio le trataba así!
La irritación se hizo presente en su ser.
¡¿Por qué Deidara se tenía que reír así de él?!
Lo miró con el ceño fruncido, provocando el silencio del rubio que lo miró sin entender. Se levantó enfadado y se dispuso a ignorar al rubio, volvería a comportarse como el frío Uchiha que era siempre. Nadie lo dañaba así y conseguía su perdón luego.
-Haz como si no hubiera dicho nada... -dijo en un tono sepulcral, dedicándole una mirada fría al rubio.
El rubio se lo quedó mirando, serio, dolido...
¿Qué había hecho mal?
¿Qué había hecho para recibir primero las palabras tan deseadas y luego... a pocos minutos recibir el desprecio...?
Ese desprecio que lo consumía...
Posó su mirada en la espalda del pelinegro, suplicando en silencio que esto no fuera real, no quería de nuevo su desprecio, quería que siempre, cuando despertara, recibiera las palabras antes dichas por el Uchiha, aunque fueran sólo un sueño.
Lágrimas cayeron de sus ojos.
Lágrimas silenciosas que no fueron percibidas por el moreno.
Se llevó la mano a la zona dolorida, dolía mucho, su corazón...
-¡¡Par de lerdos!! ¡¿¡¿Se puede saber que hacbgffdsa?!?! -gritó, o al menos lo intentó, una voz a lo lejos, escondida entre la maleza, que fue detenida a tiempo por una apurado pescado que veía peligrar su vida.
Kisame miró temeroso el campamento, y lagrimitas de alivio salieron de sus ojos...
Ni Itachi ni Deidara habían escuchado semejante grito... un gran alivio, porque así podrían vivir un tiempo más.
Luego sintió humedad en su mano, se la miró y vio como Tobi estaba babeando a marchas forzadas en un intento de que le soltaran (n/a: nyaa... no me pregunten como puede sacar la lengua llevando una máscara =.= ni yo misma lo se XD)
Su rostro se tornó verde, y apoco no empieza a vomitar ahí mismo.
-¡¿Qué haces?! ¡¡Eres un cerdo!! -exclamó enfadado cuando ya había soltado a Tobi, mirándose la mano, teniendo rondando por su mente el cortársela para que no impurificara el resto de su cuerpo...
-Ñe, ñee... -fue la máxima respuesta que soltó Tobi.
Estaba enfadado, definitivamente sus compañeros de Akatsuki eran unos tontos, unos lerdos, unos idiotas, unos... ¡Muchas cosas!
Pero... ¡¡Jamás!! Creyó que pudieran ser tan... ¡¡¡Estúpidos de rechazarse de tal manera cuando a ciencia cierta se veía que se querían!!!
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Se levantó del suelo con mucha dificultad y por poco se cae... le temblaban mucho las piernas.
Y empezó a caminar...
-¿A dónde vas? -preguntó en un tono muy seco el pelinegro, mirando de reojo al rubio que ya estaba a un paso de la maleza.
-¿Te importa? -contestó con el tono más despectivo que pudo usar, escondiendo tras su aparente rabia, todo el dolor y la confusión que sentía en esos momentos.
El moreno en silencio lo vio desaparecer.
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A lo lejos Kisame los observaba preocupado, jamás creyó que sus dos sádicos compañeros del Akatsuki pudieran tener esos sentimientos, y ahora sentía lástima por ellos, por no poder hacer nada para ayudarlos...
Se volteó asustado, un ruido se escuchaba en las cercanías.
Volteó la cabeza repetidas veces pero no vio al dueño, miró entonces a Tobi para ver si él también lo había oído, y casi se cae al suelo de la impresión.
Era Tobi quien provocaba el curioso ruido, con los dientes...
Los hacía rechinar de la rabia que estaba sintiendo en esos momentos.
-Tobi ya, si sigues así te quedarás sin dientes -lo alentó el cara de pez, pero como si nada, Tobi apretó sus puños con rabia y siguió con ese irritante ruidito.
-Me tienen harto... ya no los soporto... -iba murmurando mirando fijamente, con rabia, la espalda de Itachi -. Son unos idiotas... son unos... ¡¡IMBÉCILES-!! -gritó muy alterado, y habría continuado con el largo repertorio que tenía en mente si no fuera porque Kisame se le tiró encima y lo calló de nuevo, tapándole la boca.
Tendidos en el suelo, esperó un rato, con gotitas frías de sudor cayendo por su frente...
Miró a Itachi...
Nada...
No se había enterado de nada...
-¡¿Es que quieres que nos mate?! -exclamó enfadado (n/a: en susurros, recuerden ^.^)
-Ñee -dijo sentado a lo indio, dándole la espalda, con los brazos cruzados... estaba enfadado y no iba a evitar mostrarlo.
-¡Ah!
Tobi volteó a ver a Kisame extrañado, y cuando vio su expresión sorprendida, señalando algún sitio, volteó a ver, y el también se sorprendió, incluso una sonrisa se le dibujó en el rostro.
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-"¡Es un idiota! ¡Es solo un tremendo idiota! ¡Estúpido! ¡Frío! ¡Calculador! ¡E idiota!" -pensaba como loco el rubito.
Dejó de caminar, sus piernas le fallaban, apoyó su espalda a un árbol y se deslizó hasta quedar sentado.
-"¡Burro! ¡Engreído! ¡Asesino sin moral! ¡Insensible! ¡Idiota solitario! Pero... yo... le quiero igual..." -pronto se llevó las manos a las mejillas, y notó correr por ellas de nuevo esa sustancia cristalina... años sin llorar y ahora no podía parar... -"¡No puedo evitarlo! ¡Me gusta!" -escondió su rostro entre las rodillas -Itachi... ¿Qué hice mal ahora...? -pronunció muy suave temblándole la voz...
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El moreno en silencio lo vio desaparecer.
Se quedó plantado ahí, sin moverse, observando fijamente por donde última vez vio al rubio y se reprendió mentalmente por sus acciones.
-"¡¿Seré idiota?! ¡¿Por qué dije eso?! ¡¿Por qué?!"
-Porque eres un idiota insensible -le reprendió una voz fría.
Se volteó alarmado, pero no vio nada, ni siquiera sintió el chakra del de la máscara naranja.
-"Ja, ya hasta lo tengo en mi cabeza" -pensó amargamente el pelinegro.
-"¿Por qué tuve que hablarle de esa manera...?" -pensó con la mirada gacha y un deje de tristeza.
-Por que eres un idiota -volvió a reprenderle en su cabeza la voz del más pesado de sus amigos, si es que alguno era amigo suyo.
Se levantó de golpe enfadado y decidió que no iba a permitir que esa absurda vocecita, que por cierto, solo era su imaginación, una voz creada por su... turbada mente, se burlara de él.
Y caminó presto hacia el lugar donde se había encaminado el rubio.
-Itachi... -oyó muy suave y temblorosa la voz de Deidara.
Se dirigió hacia el lugar y lo vio recostado en un árbol, escondiendo la cabeza.
-¿Qué hice mal ahora...?
-"¡¿Está llorando?!" -se preguntó alarmado al ver como el cuerpo del rubio se estremecía en un leve gemido -"Yo no quería hacerle daño..." -pensó angustiado -"Yo no-"
-Te quiero Itachi... -pronunció en un susurro haciendo que el moreno lo mirara sorprendido, pero aún se sorprendió más al ver que el rubio le estaba hablando directo a él, que ya sabía de su presencia, y aún con su actitud anterior ahora le regalaba esas palabras...
-Te quiero... no te enfades conmigo... -susurró muy suave -por favor...
El rubio alargó su mano hacia donde el moreno se mantenía en pie, queriendo alcanzarlo...
Pero estaban a demasiada distancia...
El moreno en un arrebato se le acercó y lo abrazó...
-Deidara yo... -intentó decir el moreno, pero se le trabó la voz, se alejó al rubio de su cuerpo y miró su cara llorosa -Deidara... -susurró muy quedito mientras acercaba sus labios a las lágrimas del rubio, las reseguía y luego llegaba a su boca, la cual rozó suavemente y se separó para verlo directo a los ojos.
Se miraron un buen rato sin decir nada...
Sin querer romper ese momento y despertar de nuevo, volviendo a la realidad que les indicaba que eso sólo había sido un sueño...
Y como cosa mágica se volvieron a acercar para unirse en un beso más necesitado.
Itachi abrazándolo muy posesivamente, Deidara pasando sus manos por el torso del moreno, acabando al fin abrazándole del cuello.
-¡¡Al fin!! -exclamó una voz a su lado haciendo que se separaran sobresaltados, mirando rojos hasta la médula, a un... ¿satisfecho? Tobi y un temeroso Kisame a pocos pasos -. ¡Si es que fueron unos lentos! ¡Dios que hasta un crío lo hubiera reconocido antes! ¡Son ustedes un par de engreídos! ¡Pero para eso estaba yo! ¡El mismísimo cupido! ¡A mi no me pudieron engañar! ¡Yo soy el que bfdljfasdfaajñ! -Kisame en un arrebato le había tapado la boca, mirando temeroso el aura que se encendía alrededor de su cruel compañero de armas...
Tobi se resistió un rato pero igual Kisame no lo soltó.
-Disculpen las molestias... ahora nos vamos... -dijo con una risita nerviosa.
Y en un PUFF desaparecieron ambos.
Los dos que quedaron ahí no dijeron nada, ni se movieron.
Se miraron de reojo y cuando sus miradas se cruzaron una sencilla sonrisa apareció en sus rostros, y ambos empezaron a reír.
Deidara se le acercó a gatas y cuando estuvo a su lado le acarició la mejilla.
-Deidara... te quiero... -susurró antes de agarrar al rubio por la nuca y acercárselo en un rápido movimiento...
Muy mala idea...
Se lo separó rápidamente y Deidara solo lo miró con temor...
Sin entender el porque de ese alejamiento...
Un quejido del moreno y el que este se llevara la mano a la mejilla hizo que recordara los sucesos de esa noche.
-¿Te duele...? -preguntó divertido rozándole la mano en la mejilla.
El moreno lo fulminó con la mirada.
-¿Quieres...? -dudó de sus palabras, no sabiendo si era conveniente el decirlo -¿Quieres que te lo cure? -preguntó decidido y con un toque sensual en su voz.
Itachi lo miró sorprendido.
-"¿Con que esas tenemos?" -pensó divertido -A ver que es lo que sabes hacer... ar-tis-ta... -susurró con una sonrisa lujuriosa lanzándose sobre el rubio para robarle otro beso.
¿Qué importaba que le doliera un diente? Si ahora... ¡Por fin! ¡Podía tener al rubio de sus dolorosos sueños!
Fin