Amor Yaoi
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Hombre conta hombre por Scorpio_no_Neko
Notas del capitulo:Dedicado a:
Bella: Eres la niña que más quiero por estar a mi lado cuando te necesito, en las buenas y en las malas, por dejarme estar contigo aunque quieras estar sola, que confies en mi y me limpies las lágrimas cuando lloro, o que rías conmigo, por eso este fic esta ahora aquí, porque jodí nuestra amistad y no la quiero perder, y quiero que todo el que lo lea sea testigo de que estoy mas loca que una cabra pero es porque no me has dado la medicina a mis horas.Te quiero un monton y te adoro.
Rik: Por comprenderme y ayudarme en mis problemas y estar conmigo siempre, por librarme de Mimi cuando se quería comer la cabeza de mis muñecas, y que por su culpa estoy traumada, además de que si nos vamos de fiesta no es lo mismo sin tí, que eres el alma de las fiestas. También te quiero mucho y rezo para que nuestra amistad con Bella dure cien años más.
Lisette: Porque eres una gran persona, con un alma joven, que mereces estar en un altar, gracias por darme los ánimos necesarios para pedir disculpas, aunque mi testarudez me impida muchas veces aceptar las cosas y mi orgullo pedir disculpas cuando me equivoco.
Los personajes de Saint Seiya pertenecen a Kurumada, solo los utilizo para mi recreacion y la de los lectores.
Milo se encontraba sentado en la cama, su Camus estaba al otro lado de la puerta del baño, alistándose para lo que prometía ser una noche de pasión desenfrenada, cuando salio, iba tan hermoso que Milo no pudo evitar acercarse y besar esos labios sonrosados que tanto llamaban la atención, acarició su estrecha cintura por encima de esa camiseta plateada semitransparente, para conducirlo a la cama de matrimonio.Nada tienen de especialDos mujeres que se dan la manoEl matiz viene despuésCuando lo hacen por debajo del mantelLuego a solas, sin nada que perderTras las manos, el resto de la pielMilo: Camus… ¿estás seguro de querer esto?Camus: Sí…te amo…y tengo que dejar los prejuicios detrás.Milo: Te amo.El escorpión siguió con su tarea de besar la dulce boca del aguador, con su lengua traviesa acarició los labios que se entreabrieron para darle cavidad a la pasión de Milo, sus lenguas se entrelazaron, se acariciaban sensualmente.Un amor por ocultarAunque en cuerosNo hay donde esconderloLo disfrazan de amistadCuando salen a pasear por la ciudadMilo acarició los muslos desnudos de Camus, para después subir hacia la cintura y acariciar el pecho, Camus dio la vuelta quedando el sobre el griego, beso de nuevo sus labios, empezó a desabotonar la camisa del escorpión dejando a la vista el musculoso y bien trabajado torso del escorpión, lo miro y beso el pecho, deteniéndose en los pezones, los cuales lamió y mordió suavemente, quedos gemidos escapaban de los labios del escorpión.Una opina que aquello no esta bienLa otra opinaQue qué se le va a hacerY lo que opinen los demás está de másMilo acarició los muslos de Camus, sus manos se detuvieron en sus nalgas firmes, apretándolas goloso, Camus siguió bajando por su recorrido, besando cada rincón de su torso, mientras sus manos iban desabrochando sus pantalones, para bajarlos junto con el bóxer, siguió su recorrido, su lengua acarició el erecto miembro del escorpión, Milo agarró a Camus por los hombros y lo subió a su altura, para besarlo con pasión desbordante, el beso prosiguió hasta que Milo decidió quitarle la camisa a Camus, dejando todo su cuerpo al descubierto.Quien detiene palomas al vueloVolando al ras del sueloMujer contra mujerMilo: Lo tenías todo muy preparado.Camus: Por ti todo.Milo: Gracias.Volvio a besarlo mientras daba la vuelta (Na: A este paso van a terminar en el suelo) quedando entre las piernas del aguador, haciéndole flexionar la pierna mientras la acariciaba con devoción, su boca bajo hasta el cuello del galo, mordiéndole, dejándole marcas rojizas, Camus era presa de un placer nuevo.No estoy yo por la laborDe tirarles la primera piedraSi equivoco la ocasiónY las hallo labio a labio en el salónNi siquiera me atrevería a toserSi no gusto ya se lo que hay que hacerLa mano que tenía posicionada en la rodilla de Camus, descendió y empezó a acariciar la virilidad del aguador, la otra mano estaba acariciando el aro exterior de la intimidad todavía virgen del menor. Sus labios bajaban por el pecho, sin detenerse hasta llegar a la entrepierna ya despierta del galo, con una suave lamida hizo a Camus soltar un suspiro de agrado que motivo a Milo para seguir lamiendo, besando y succionando esa parte tan sensible.Que con sus piedrasHacen ellas su paredQuien detiene palomas al vueloVolando al ras del sueloMujer contra mujerUno de sus dedos se adentró con sumo cuidado en el interior de Camus, mientras que su boca lo distraía de ese dolor con un placer mayor, se movía en el interior de Camus, dilatando su entrada, luego metió otros dos dedos más, Camus se tensó, le dolía la intromisión tan abrupta, pero por otro lado estaba sentir que estaba tan próximo a terminar.Una opina que aquello no esta bienLa otra opinaQue qué se le va a hacerY lo que opinen los demás está de másCamus se removió intentando que Milo se fuese de hay porque terminaría en su boca, pero Milo era necio y no se quito, cuando el aguador terminó en su boca no hizo gesto de desagrado, trago todo con gusto, para subir y besar esos suaves labios, quito los rebeldes cabellos que caprichosos tapaban el rostro de su hermoso ángel de fuego, con cuidado saco de su interior los dedos, para sustituirlos por su erecto miembro, Camus hizo un gesto de dolor.Quien detiene palomas al vueloVolando al ras del sueloMujer contra mujerMilo se detuvo, pero una tímida sonrisa de Camus le indicó que estaba bien, siguió entrando con mucho cuidado, y se detenía a cada gesto o gemido de dolor por parte del otro, hasta estar completamente dentro, esperó a que el galo se acostumbrara a la intromisión y comenzó con un cadencioso vaivén, ambos gemían y suspiraban, dando muestras del placer que dicha acción les proporcionaba, unidos en un exquisito acto que denotaba lujuria y pasión. Milo sintió una corriente eléctrica viajar desde la punta de los pies hasta la máxima extremidad de su cabella, y con un grito de sumo placer termino dentro del galo, que termino entre sus vientres. Esperados unos minutos, en los que sus respiraciones jadeantes se regularizaran, y el placer disminuyera, Milo salio con tanto cuidado de Camus para hacerse a un lado, abrazarlo y posicionarlo sobre su pecho mientras le acariciaba el pelo suavemente.Quien detiene palomas al vueloVolando al ras del sueloMujer contra mujerMilo: Camus….Camus: ¿Sí?Milo: ¿Te arrepientes?Camus: Cómo arrepentirme, si ya te lo he entregado todo, ahora la cuestión es…-acarició suavemente el pecho del escorpión-¿Tu te arrepientes?Milo: Nunca.Camus: Entonces yo tampoco, ahora mi voluntad es tu voluntad.Milo: Te amo-se levanto suavemente mientras buscaba algo entre sus ropas-Pero tengo otra pregunta.Milo saco una pequeña caja negra de terciopelo.Camus: ¿Cuál?Milo: Camus…como ya he dicho antes, te amo, y has conseguido lo que ninguno de mis amantes a conseguido, y es embrujarme como lo has hecho tu, con tanta sencillez y cariño, por eso deseo que…Camus: Yo también te amo y eso que dices no es cierto, porque has sido tú que me enamoro…Milo: Déjame terminar, por favor, deseo saber si… ¿Te quieres casar conmigo, Camus?Camus quedo en silencio, por unos segundos Milo creyó que le negaría, pero al ver como Camus se lanzaba hacía sus brazos, tuvo esperanza.Camus: Si, quiero, Milo, por supuesto.Milo le puso el anillo en la mano izquierda, levanto su barbilla y dejo un suave beso, porque amaba a Camus y se casaría con él, el “que dirán” le importaba muy poco…
Notas finales: Espero, mi queridísima Bella, que te haya gustado, y que, aunque ya todo se ha solucionado, perdones las locuras de esta gata loca, que te quiere y no desea perderte.A Rik le doy de nuevo las gracias, y a Lisette, también le agradezco por sus buenos deseos para que todo se arreglase.
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