Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Baka No Love Story por Madame Lawliet

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Gracias por los reviews a Silent Magician y a Aome ^^
Intentaré escribir algo más separado ahora, aunque no sé si me saldrá al ir escribiendo del tirón xP
Escribo este capítulo desde el punto de vista de Kyouya Ootori.
A ver qué sale u.u
Se quedó unos instantes observando a Tamaki coquetear y suspiró. Sabía demasiado bien que nunca podría aspirar a sus atenciones. Chasqueó la lengua y se sentó encendiendo su laptop y empezando a escribir. De vez en cuando miraba a su amigo de reojo. Le había pedido que lo cuidara y así lo haría, por muy absurda que fuera la idea de que una simple marioneta pudiera desatar una gran catástrofe, él nunca faltaría a su palabra.

Pasó el tiempo en el Host Club, las actividades estaban por terminar y todos ellos empezaban a retirarse, primero Mori y Honey y después Haruhi, dejándolos a Tamaki y a él solos en el aula.

-¿Estás más tranquilo, Tamaki?

-Bueno...podría decirse que un poco...pero sólo un poco...

Sonrió casi imperceptiblemente. Sabía que, por muy suave y efímera que fuera esa sonrisa, Tamaki la notaría pese a su máscara de total indiferencia. Lo había comprobado apenas conocerlo; aquel día que con total soltura fue capaz de replicarle y llamarle cobarde para después, simplemente, preguntar por el kotatsu.
Le observó mirar inquiento a su alrededor, registrando todos y cada uno de los rincones del aula con la inquietud reflejada en sus atemorizados ojos azules.

-No lo parece. Estate quieto o te acabarás haciendo daño en un mal movimiento.

Tamaki le miró. Parecía sorprendido por su preocupación...pero, finalmente y tras el escrutinio inicial, esbozó una amplia sonrisa y se acercó a él.

-Kyouya...¿no te aburres?

Apagó su portátil y se levanó dejándolo a un lado, ladeando la cabeza con una ceja profundamente enarcada.

-No...¿por qué lo dices?

-Porque si estabas aburrido podría tocar el piano para ti, ya sabes, a cambio de protegerme.

No supo qué responderle. También recordaba la primera vez que pudo escucharle tocar el piano...el mismo día que tuvo el valor de desafiarle, el mismo día que descubrió que realmente podía haber algo más allá del interés.

-Bueno...si quieres, puedes tocarlo.

-¡Vale!

Su enérgico amigo ya estaba correteando hacia la sala en la que se guardaba el instrumento y él lo siguio a paso lento y pausado.

-¿Qué piensas tocar, Tamaki? Sorpréndeme...

-Oh...supongo que...improvisaré...

Tomó asiento en un amplio sofá de terciopelo rojo mientras Tamaki lo hacía en el taburete frente al piano y levantaba la tapa. Le oyó suspirar y le observó cerrar los ojos para concentrarse. Respondió casi inconscientemente a la intensa mirada que le dedicó antes de situar los dedos sobre las teclas y dejó que la melodía que empezó a formarse fluyera por su cuerpo. Sin saber cómo, una lágrima furtiva acertó a escapar de uno de sos ojos oscuros y una sonrisa amarga se dibujó en su rostro.
Se estaba emocionando con la suave y cadenciosa melodía creada por Tamaki. De alguna forma, le recordaba a sí mismo...notas suaves alternadas con repentinas interrupciones de sonidos altos y estridentes. Algo más grande que se oculta tras una máscara. Un carácter de algún modo explosivo ahogado por la indiferencia...

-¿Kyouya? ¿Estás bien?

Abrió los ojos con la mente algo embotada y dió un respingo al encontrarse el rostro de Tamaki prácticamente pegado al suyo.

-Sí...sí, estoy bien, Tamaki. No te preocupes.

Tamaki sonrió visiblemente aliviado y se sentó a su lado mirando el techo con despreocupación.

-¿Puedo contarte algo, Kyouya?

-Sabes que sí.

Frunció el ceño. No era normal que Tamaki pidiera permiso tantas veces el mismo día...lo que solía hacer era soltar lo que tuviese que decir como si fuese la cosa más normal del mundo.

-Todos creéis que me gusta Haruhi...¿por qué?

La pregunta le cogió demasiado desprevenido. No tenía una respuesta para eso, de hecho, él ni siquiera pensaba que a Tamaki le gustase Haruhi. Le conocía demasiado bien como para dejarse engañar por la burda parodia de amor de su amigo.

-¿Qué te hace pensar que todos lo creemos?

-¿Tú no lo crees?

Tamaki le miraba incrédulo. Seguramente pensaba que había conseguido engañarle con su pomposidad y galantería respecto a la chica... Sonrió con total sinceridad y miró a Tamaki con cariño, casi con...amor...

-Finges muy mal, Tamaki. Sé que no te gusta Haruhi. Lo que piensen los gemelos o Mori-kun y Honey-senpai, además de ser algo distinto, no me interesa lo más mínimo.

-Entonces...tú...¿tú sabes quién me gusta en realidad?

Suou se puso nervioso de pronto y empezó a esquivar su mirada. No lo entendió, pero su naturaleza le instaba a indagar en busca de esa información. Su naturaleza...y una insistente punzada en su pecho que de algún modo le indicaba que sería bueno hacerlo.

-Sí, claro.

-¿¡QUE!? Es cosa de esa maldita marioneta...si no la hubiera pisado...si no hubiese andado tan distraido...

Le pasó un brazo por los hombros aún más confuso que antes. Tamaki había cruzado los brazos sobre las piernas y había empezado a sollozar. Le asustaba haberle hecho daño inconscientemente al engañarle.

-Tranquilízate...

-¡Kyouya! ¡Ya no voy a poder mirarte a la cara!

-¿Cómo?

Tamaki alzó la mirada con lentitud hacia él con los ojos aún llorosos y frunció el ceño con extrañeza.

-Kyouya...¿quién crees que es la persona que me gusta?

Otra pregunta que le cogía con la guardia baja. ¿Y ahora qué le decía? Desvió la mirada, incómodo, intentando encontrar el nombre de alguna clienta de Tamaki en su mente de pronto aletargada.

-Espera...¡me has engañado! Me asustaste...menos mal que no...

El rubio se detuvo al percatarse de su mirada. Le molestó que, tras haberse abierto a él, Tamaki no confiase en su persona. Le dolió mucho que la única persona a la que había permitido mirar a través de su coraza no le permitiera hacer lo mismo.

-Kyouya, no quería decir eso...yo...es que...

-No hace falta que te expliques.

Se levantó visiblemente molesto y se dispuso a abandonar la sala...pero algo le retuvo... Unos brazos rodeando su cintura, concretamente.

-No me dejes solo, me prometiste que me protegerías...

Sus defensas ante el mundo cayeron como un castillo de naipes azotado por el viento. Suspiró y se zafó del agarre sin dificultad, dándose la vuelta para mirar al rubio con una sonrisa. Había exagerado, Tamaki tenía derecho a guardar sus secretos si quería.

-Lo siento, Tamaki. Me quedaré contigo. Tranquilo.

Y ocurrió lo último que pensaba que podría pasar pese a que conociera perfectamente la espontaneidad del heredero de la familia Suou, pese a que supiese con certeza que Tamaki hacía lo que quería cuando quería. En un abrir y cerrar de ojos se vió rodeado por sus brazos de nuevo. Notó la humedad creada por las lágrimas de Tamaki en su hombro y un escalofrío le recorrió la espalda cuando el joven habló con los labios prácticamente pegados a su cuello.

-¿Por qué es tan difícil, Kyouya?

Tragó saliva, correspondiendo su abrazo aún en estado de shock.

-¿El qué es difícil, Tamaki?

El chico pareció dudar y un suspiro escapó de sus labios creándole un nuevo estremecimiento al chocar contra su cuello.

-Estar enamorado de tu mejor amigo...

¿Acababa de oir lo que acababa de oir? ¿Tamaki había dicho que estaba enamorado de su mejor amigo? ¿Había dicho que estaba enamorado de él? Su respiración se agitó y Tamaki se apartó de él tapándose el rostro con las manos.

-Lo siento...no...no debí haberlo dicho...

-Tamaki...

Le miraba incrédulo. Lo que hacía unas horas le parecía totalmente improbable al verle seducir a las clientas se había vuelto real dejándole totalmente descolocado. Nunca pensó que lo que sentía por Tamaki fuese recíproco, siempre creyó que tendría que amarle siempre en silencio comiéndose las ganas de abrazarle cuando le veía llorar por un desprecio de Haruhi o alguna otra chorrada.

-Soy un idiota...

-Tamaki...desde que te conozco esta es la primera vez que lo eres...

Tamaki apartó las manos y le miró con extrañeza.

-¿Qué...?

Se acercó a Suou poniendo una mano sobre su hombro y alzando apenas la cabeza para mirarle a los ojos. Maldeciría siempre esos escasos dos centímetros que hacían que Tamaki fuese más alto que él.

-¿No lo has notado? ¿No te has dado cuenta?

-¿De qué...?

-De que yo me pregunto exactamente lo mismo que tú...¿por qué es tan difícil estar enamorado de tu mejor amigo?
Notas finales: Espero que ahora se entienda mejor ^^
He disfrutado con este capítulo. Normalmente no me gusta que las cosas se desarrollen tan rápido, pero con esta pareja de algún modo tenía que ser así.
Desde mi punto de vista, Tamaki y Kyouya siempre sintieron algo el uno por el otro pero no supieron darse cuenta en el momento adecuado y desde entonces lo reprimen, sin empezar a entenderlo demasiado bien pero empezando a vislumbrarlo...
Como siempre, el capítulo me ha salido corto...soy incapaz de hacerlos más largos...u.u

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).