Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Baka No Love Story por Madame Lawliet

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Gracias a Saiyi Chan, Aome y Silent Magician por sus reviews ^^
De nuevo escribo directamente aquí, tentando a la musa de la inspiración yaoica...
Aviso que es posible que el lemon tarde un poco en llegar, más que nada porque Tamaki está gafe...u.u
Narro desde la perspectiva de Tamaki Suou.
¿Qué? ¿Kyouya estaba enamorado de su mejor amigo? ¿Y ese quién podía ser...? Frunció el ceño intentando comprender, abriendo los ojos más y más conforme lo que realmente había querido decir Kyouya empezaba a hacerse patente en su cabeza.

-¿Está enamorado de...mi?

-¿Qué tiene eso de extraordinario?

Apenas podía creérselo. ¿Sería una tontería lo de la maldición de la marioneta? Ahora que lo pensaba...si no hubiese pisado el bicho ese no se habría quedado allí con Kyouya y, por lo tanto, no habría ocurrido todo eso.
Suspiró. Había tocado especialmente para él, intentando retratarlo con música. No sabía si lo había conseguido, pero de alguna forma esa melodía había hecho llorar a Kyouya...tal vez se habría conmovido...
Pese a su lentitud perceptiva, empezaba a explicárselo todo.

-No...no...yo...pués...esto...nunca pensé que tú...

-Cállate de una vez.

La mano que Kyouya tenía en su hombro se deslizó con suavidad hasta su mejilla. Su rostro se acercaba al suyo, sendos pares de ojos empezaban a cerrarse...
Se inclinó hacia él con un suspiro...perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo de la forma más estúpida justo cuando Haruhi irrumpió en la sala.

-¡Senpai!

Pudo oir los refunfuños de Kyouya mientras cogía la mano que le tendió para levantarse. Ahora sí lo tenía claro. ¡Jodida marioneta del demonio! Todo era culpa suya y de su atemorizante dueño.

-¿Estás bien, Tamaki?

-Sí, Kyouya. No me pasó nada.

Sonrió a su amigo para tranquilizarle y corrió hasta Haruhi con una enorme sonrisa.

-¿Qué haces aquí tan tarde?

-Me dejé un libro...cuando lo coja me iré.

Haruhi saludó con un gesto cortés a Kyouya y volvió a salir. Esa chica...interrumpiendo siempre... Visto desde otra perspectiva, el hecho de que se cayera había evitado que Haruhi les cogiera en una situación incómoda y por lo tanto les había salvado de la vergüenza, la deshonra, la pérdida de respeto, el suicidio colectivo, las abuelas diabólicas, los sapos nazis croatas, las ardillas asesinas del bosque feliz, los...
Dejó de enumerar posibles catástrofes cuando una mano rozó su cintura. Sabía de quién era esa mano...

-Kyouya...

-¿Quién si no?

-¿Haruhi otra vez? Dime que no eres Haruhi o...ooo...una abuela diabólica...o un sapo nazi croata o una ardilla asesina del bosque feliz...oooo...o...

-Vale ya, Tamaki. Si no quieres que te llame idiota, no me preguntes por sapos nazis croatas.

La voz de Ootori había sonado demasiado suave..e incluso creyó oir una risa a su espalda... Se giró bastante incrédulo encontrándose con el rostro sonriente de Kyouya.

-¡Te has reido!

-Tu agudeza me sorprende.

-Hacía mucho tiempo que no te oía reir.

Sonrió radiante. El incidente de Haruhi y la caida misteriosa ya casi se había borrado de su mente siendo sustituido por la emoción de haber podido oir una de las escasas risas de Kyouya.

-Siempre estás exagerando, Tamaki.

De pronto, se dió cuenta de que la mano de Kyouya seguía aferrando firmemente su cintura y el rubor encendió sus mejillas. Había olvidado la conversación junto con el incidente. Se sintió bastante idiota de nuevo...

-Ky...Kyouya...

-¿Sí?

-¿Í...íbamos a...

Y se vió interrumpido por segunda vez. No por una caida, no por una intromisión o una palabra. Se vió interrumpido por unos labios sobre los suyos. Apenas ejercían presión, no era más que una extraña caricia que se prolongaba en el tiempo. No podía cerrar los ojos, estaba completamente fuera del mundo...incluso habría jurado que podía ver la escena desde arriba de no ser por los dos penetrantes agujeros negros que absorvían su escasa cordura a través de unos cristales ovalados.

-Sí, íbamos.

-¡Kyouya! ¡Me has besado!

-Mmmm...Captain Obvius Moment...

Enmudeció. Kyouya Ootori nunca dejaría de ser Kyouya Ootori. Se cruzó de brazos. En parte estaba molesto con él por habérselo ocultado tanto tiempo y en parte le desconcertaba la situación. Su mente no era capaz de procesar tanta información de golpe y estaba increiblemente confundido...
Caminó hasta uno de los sillones y se dejó caer con un suspiro. No tenía ganas de pensar. Seguro que la maldición de Belzenev tenía la culpa de que su mente no pudiese hacerse cargo del asunto correctamente. No era ningún secreto que, pese a su inmadurez y espontaneidad, fuese un genio.

-Tamaki, se está haciendo muy tarde. Será mejor que vuelvas a casa.

Se levantó de un salto y miró a Kyouya horrorizado. ¿Iba a permitirle volver solo? ¡Desalmado! Seguro que unos terroristas le secuestraban por el camino...

-No puedo ir solo...¡podría morir!

-¿Ya estás con eso?

-¡Pués claro! ¡Nunca me tomas en serio!

Kyouya suspiró y se acercó para darle unas palmaditas en la espalda.

-Está bien, está bien. ¿Quieres que me quede contigo en la segunda mansión o quieres venir conmigo?

-¿Sigues teniendo el kotatsu?

-Sí, aún lo tengo.

Los ojos le brillaban de la emoción. Adoraba ese trocito de cultura oriental llamado kotatsu.

-¡Entonces iré contigo!

-Pués date prisa o el chófer se irá sin nosotros.

-¿Chófer?

-Lo llamé mientras tú estabas en tu mundo de kotatsus voladores...

-¡Gracias por dejarme ir, Kyouya!

-Denada, denada...pero estate tranquilo. Y será mejor que no armes mucho jaleo o nos echarán a los dos. ¿Entendido?

-Perfectamente.

-Pués mueve el culo de una vez.

Estaba seguro de que era la primera vez que oía esa expresión de labios de Kyouya. Era extraño, no encajaba con su voz calmada y siempre moderada, era como si estuviese cambiado. Por otra parte, él estaba inusualmente contento y su felicidad pareció contagiar a Kyouya que incluso bromeó mientras salían del instituto para dirigirse a la limusina.
No hablaron durante el trayecto, sólo se miraron de vez en cuando. Ya había empezado a estar aterrado ante la posibilidad de un accidente de tráfico o algo por el estilo por culpa de la maldición y no llegaban a la maldita mansión.
Suspiró en un intento por acallar sus miedos y, como alertado por el leve sonido, Kyouya pasó un brazo sobre sus hombros tranquilizándole.

-Gracias.

-¿Otra vez? Déjalo ya o te cobraré por mis servicios.

-Como una...

-Ni se te ocurra acabar esa frase.

Sonrió por enésima vez. Estaba a gusto y se sentia protegido. Aunque...empezaba a preguntarse...¿qué pasaría cuando al día siguiente despertara al demonio de baja presión sanguínea...?
Notas finales: Y capítulo corto por tercera vez xP Maldigo mi poca creatividad...
Buah, demasiado pasteloso para mi gusto...espero qua vosotros os agrade, al menos xD
Lo de los Sapos Nazis Croatas fue culpa de la música que estaba escuchando...y bueno, me pareció algo bonito y tal meterlos en la paranoia creciente de Tamaki :D

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).