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Como cuando teníamos dieciséis por Higary

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo, gente bonita. Aprovechando mi semana de inspiración, y escuchando la canción de Alberto Vázquez y Joan Sebastian "Maracas", se me ocurrió escribir este pequeño fic. Recuerden, tanto los personajes como las canciones que voy a utilizar pertenecen a sus respectivos autores, ah, y la historia se desarrolla en un universo alterno. Ya saben, espero sus comentarios, recibo quejas, sugerencias, felicitaciones, tomatazos y demás.

 

ACLARACIONES:

-Por razones yaoiescas cambié las palabras "ella, chica y esposa" de la canción por "él, chico y esposo".

-Lo de la letra cursiva en las canciones podríamos decir que es lo que canta Sasuke.

-Lo de la letra normal son las partes que canta Sai.

-Las palabras negritas son cantadas por ambos.

Y aquí les dejo la dirección del video de esta canción, pero interpretado por Panda (la verdad a mí me gusta más la versión vieja, pero esta fue la que encontré T.T)

http://www.musica.com/video.asp?video=1066

 

Disclaimer: Los personajes son propiedad de Kishimoto-sensei. La canción pertenece a su respectivo autor.

COMO CUANDO TENÍAMOS DIECISÉIS

 

Les voy a contar la historia de dos muchachos que en su juventud solían llevar serenata al mismo chico. El tiempo los separó y fue también el tiempo quien se encargó de reunirlos otra vez. Y esto fue lo que sucedió al reencuentro.

 

Amigo ven, te invito una copa.

Ya no tomo, gracias.

No tomas, bien, te invito un café.

Bueno.

Que quiero recordar la época loca

De ayer cuando teníamos dieciséis

 

El apuesto y exitoso arquitecto Sasuke Uchiha, de veinticinco años, caminaba aburrido por las calles de la ciudad. Desde hacía meses que se encontraba frustrado y afligido por haber arruinado lo mejor que le había pasado en la vida. Iba tan sumido en sus pensamientos que sin querer chocó con alguien.

-Oh, disculpe –dijo el pelinegro con el que tropezó-... ¿Sasuke?

-¿Eh? ¡Sai! Cuánto tiempo sin verte.

-Sí –sonrió el otro-, desde poco después de tu boda. Ah, te tengo una sorpresa –sonrió aún más y le señaló la argolla que tenía en el dedo anular de la mano izquierda

-¿Cuándo te casaste?

-Hace dos años. Él se llama Gaara, espero poder presentártelo pronto.

-Será un placer conocer al pobre chico que terminó contigo.

-¡Oye! Pero dime, ¿qué me cuentas de ti? Jejeje, eres como los vinos, con el tiempo te pones mejor, me das envidia.

-No empieces con tus comentarios.

-De acuerdo, veo que sigues igual de gruñón. Pobrecito Naru.

Al oír ese nombre Sasuke agachó la cabeza.

-¿Qué sucede? –le preguntó su amigo-, ¿ocurrió algo con él?

-¿Te parece si hablamos con más calma mientras bebemos una copa? –señaló un bar con la cabeza

-Lo siento, pero ya no bebo después de que casi violo a mi pobre Gaara en una fiesta, jejeje.

-Ya veo, ¿qué tal un café?

-Eso sí te lo acepto –jaló del brazo a Sasuke-. Vamos, parece que tienes mucho que contarme.

 

Bien, dime qué ha pasado con tu esposo.

Mmm, nos divorciamos.

Seguro te dejó por ser infiel.

Recuerdas, yo le llevaba rosas,

Pero lo conquistó más tu clavel.

Así es.

 

Después de veinte minutos recordando anécdotas como cuando todo su club de fans los persiguió para que invitaran a alguno de ellas o ellos al baile de graduación, Sai comenzó a impacientarse porque no habían tocado para nada el tema de cierto rubio que él conocía desde la adolescencia.

-Teníamos casi cinco años sin vernos, Sasuke, pero te sigo conociendo bien. ¿Qué pasó entre tú y Naruto? Hace rato que mencioné su nombre te pusiste muy raro.

-...

-¿Acaso le ocurrió algo?, ¿se pelearon?, ¿está enfermo?

-No, nos divorciamos.

-¡¡¿Qué?!! ¡¿Hablas en serio?! ¡¿Cuándo?!

-Que nos divorciamos; sí, hablo en serio y fue hace poco más de un año.

-No puedo creerlo, si yo soy testigo de que él te amaba muchísimo... Entonces supongo que tú tuviste la culpa.

Su amigo se limitó a asentir con la cabeza.

-¿Pues qué le hiciste? ... ¡¿No me digas que lo engañaste con otro?!

Toda la gente que se hallaba en la cafetería volteó a verlos.

-¿Quieres hacer el favor de no gritar para que todo el mundo se entere de mi vida privada?

-Perdón, es que en serio me sorprendiste... Aún no puedo creer que se hubieran divorciado... Un momento –arqueó una ceja-, ¿entonces le atiné?, ¿te dejó porque le fuiste infiel?

Sasuke volvió a asentir.

-Fue... durante un trabajo que tuve que hacer fuera de la ciudad... hace dos años y medio.

-Eres un tonto –Sai suspiró-. Sabes muy bien cómo es Naruto, la mayor parte del tiempo es una persona muy linda, tierna y amable, y lo único que no soporta es la traición debido a que su madre los abandonó a él y a su papá para fugarse con otro hombre.

-¡Lo sé! –respondió Sasuke, golpeando la mesa-... Ya lo sé, Sai.

 

Estuvieron durante cinco minutos en un incómodo silencio, hasta que Sai decidió tratar de animar un poco a su amigo.

-Oye, Sasuke, hace rato estábamos comentando de cuando casi todas las chicas y chicos querían llamar nuestra atención.

-Sí.

El chico sonrió.

-¿Y recuerdas que a pesar de nuestra popularidad, nos fijamos en el único chico que no nos soportaba ni en pintura?

-Por supuesto –le devolvió la sonrisa-. Nadie se podía explicar cómo es que seguíamos siendo amigos si los dos queríamos conquistar a Naruto.

-Ahh, qué tiempos aquellos. Todos los días yo le llevaba rosas a sus prácticas de baloncesto, pero al final lo cautivó el clavel que le dejaste en el asiento de su salón el día de San Valentín.

El Uchiha sólo sonrió recordando la expresión de su ahora ex esposo ése día en el cual finalmente aceptó ser su pareja.

 

Llevamos juntos serenata,

Juntos hasta el balcón aquél.

Tú la guitarra y yo maracas,

Él quince y nosotros dieciséis.

Llevamos juntos serenata,

Juntos hasta el balcón aquél.

Yo la guitarra y tú maracas,

Él quince y nosotros dieciséis.

 

-Jajajaja –se reía Sai-, y cómo olvidar las noches en que le llevábamos serenata a Naru.

-Sí, la primera vez Minato-san nos arrojó toda la vajilla de la casa.

-Cierto, y no sólo eso, las siguientes veces que fuimos nos lanzó macetas, cuchillos, baldes con agua, zapatos, en fin, sólo faltó que una noche nos arrojara también a Naru.

-Aún hoy me siento aliviado de que Minato-san no tuviera armas de fuego en su casa, si no seguro que nos corría a escopetazos.

-Jejejeje, pero supongo que era comprensible, ambos estábamos pretendiendo a su único y querido hijo. O quizá era que a Minato-san no le gustaba cómo cantábamos.

Se miraron y comenzaron a reír de nuevo.

 

Sólo por ser mi amigo te confieso

¿Qué pasa?

Me divorcié, más nunca lo olvidé.

Hmm

Extraño su mirar, sueño el regreso

Le amo más que cuando me casé.

 

Después de recordar todo lo que el hombre que querían como suegro les hizo pasar cuando eran adolescentes, Sasuke miró hacia la ventana con melancolía.

-¿Sabes, Sai? Eres al primero que se lo digo, pero aunque me haya divorciado hace más de un año, no he sido capaz de olvidarme de Naruto.

-Es obvio. Como tu mejor amigo puedo asegurar que él era el amor de tu vida.

Sasuke asintió.

-Jamás se me podrá borrar de la cabeza su cara llena de lágrimas cuando descubrió que le había sido infiel durante cuatro meses; y luego cuando con mucho dolor me exigió que le diera el divorcio... No hay día en el que no me culpe por haber sido un idiota que perdió a la persona más valiosa de su vida. Si tan sólo él me diera otra oportunidad, yo...

Sai sonrió de medio lado después de oír sus palabras.

-Al menos me alegra ver que sigues igual de enamorado de Naru.

-No... Lo amo más que cuando estábamos juntos.

 

Bien. Llevemos juntos serenata.

No, no tiene caso.

Esto lo debe de saber,

Yo la guitarra y tú maracas,

Conquístalo, ámalo,

Como cuando teníamos dieciséis.

 

Sai suspiró.

-Bien, anímate, Sasuke, que tu viejo amigo Sai está aquí ahora listo para ayudarte.

-¿Qué?

-Sí. ¿Sabes dónde vive actualmente Naru?

-Claro, ¿pero qué tienes pensado hacer?

-Lo mismo que en los viejos tiempos –sonrió-. A ver, necesitaremos una guitarra y algunos claveles, y también...

-¿Estás loco? –lo interrumpió- No vamos a llevarle serenata. No tiene caso, ni siquiera va a querer escucharme.

-Eso no lo sabremos hasta intentarlo. Además, creo que Naru debe saber que sigues loco por él, ¿o acaso serás capaz de soportar ver cuando otro se le acerque en plan de pareja?

-Por supuesto que no.

-Entonces ya está decidido. Llegó la hora de que te tragues ese odioso orgullo Uchiha y saques de nuevo al chico de dieciséis años que era capaz de encerrar hasta a su mejor amigo en el almacén de escobas de la escuela con tal de que no tratara de tener una cita con ése rubio lindo. Así que andando.

Pagó la cuenta y se llevó a Sasuke jalándolo del brazo.

-Sai...

-Dime.

-Gracias.

-De nada, pero agradéceme hasta después de que logre reconciliarte con tu ex y pueda ser de nuevo el padrino de bodas.

-Está bien. Ah, y otra cosa... Disculpa por eso de haberte encerrado en el almacén de escobas.

-... –sonrió- Con casi diez años de retraso, pero acepto tus disculpas.

 

Llevemos juntos serenata,

Juntos hasta el balcón aquél.

Vamos.

Tú la guitarra y yo maracas,

Conquístalo, ámalo,

Como cuando teníamos dieciséis.

 

Cayó la noche. Sai y Sasuke habían pasado por el departamento del primero para tomar la guitarra (y de paso presentar a Sasuke y Gaara), después fueron a una florería y compraron un enorme ramo de claveles rojos y finalmente llegaron a la actual casa (de dos pisos) del joven a quien llevaban la serenata.

-¿Listo, Sasuke? –preguntó al moreno que se mantenía escondido

-No realmente... Creo que ya me arrepentí de hacer esto.

-Muy tarde –tomó aire-. ¡Naruto! ¡Hey, Naru!

 

La ventana del segundo piso se abrió y por ella se asomó un precioso joven rubio de ojos azules.

-Esa voz –miró al pelinegro frente a su casa-... ¿Sai?

-Sí, soy yo –sonrió-. Tiempo sin verte, Naru. Luces muy bien para tus veinticuatro años.

-Ah, gracias... ¿Pero qué haces aquí a estas horas?

-Trayendo serenata con un hombre muy arrepentido por haberte lastimado y que además está dispuesto a todo por recuperarte.

-¿Eh?

Sasuke salió de su escondite cargando el ramo de claveles.

-Sasuke...

-Naruto, yo...

El rubio se disponía a cerrar la ventana, pero la voz del mejor amigo de su ex esposo lo detuvo.

-Naru, aunque te encierres no nos pensamos mover de aquí hasta que accedas a hablar con el idiota de mi amigo.

-Oye, se supone que me estás ayudando, ¿no?

-Claro, así que empecemos o mi Gaara se preocupará si llego muy tarde –comenzó a tocar la guitarra en una melodía lenta

 

(N/A: La canción que van a cantar a continuación es de Savage Garden y se titula "Truly Madly Deeply". A mí me gusta muchísimo. Aquí les dejo la dirección del video para que la escuchen: http://www.youtube.com/watch?v=H6Dg1Ymji-Q  Sólo imagínenla en versión guitarra)

 

I'll be your dream, I'll be your wish, I'll be your fantasy.
I'll be your hope, I'll be your love, be everything that you need.
I love you more with every breath truly, madly, deeply do.
I will be strong I will be faithful 'cos I'm counting on a new beginning.
A reason for living. A deeper meaning. Yeah.
(Seré tu sueño, seré tu deseo, seré tu fantasía. Seré tu esperanza, seré tu amor, soy todo lo que necesitas. Te amo más con cada respiración verdaderamente, locamente, profundamente. Seré fuerte, seré fiel porque estoy contando con un nuevo comienzo. Una razón para vivir. Un profundo sentido. Sí...)

 

I want to stand with you on a mountain.
I want to bathe with you in the sea.
I want to lay like this forever.
Until the sky falls down on me...

(Quiero estar contigo en una montaña. Quiero bañarme contigo en el mar. Quiero disponer de esto siempre. Hasta el cielo que desciende sobre mí.)


And when the stars are shining brightly in the velvet sky,
I'll make a wish send it to heaven then make you want to cry.
The tears of joy for all the pleasure and the certainty.
That we're surrounded by the comfort and protection of..
The highest powers. In lonely hours. The tears devour you.
(Y cuando las estrellas están brillando resplandecientemente en el terciopelado cielo. Haré un deseo que enviaré al cielo entonces haré que quieras llorar. Las lágrimas de alegría por todo el placer y la certeza. Que nosotros estamos acorralando por el confort y protección de... Los más grandes poderes. En solitarias horas. Las lágrimas te devoran.)


I want to stand with you on a mountain,
I want to bathe with you in the sea.
I want to lay like this forever,
Until the sky falls down on me...

(Quiero estar contigo en una montaña. Quiero bañarme contigo en el mar. Quiero disponer de esto siempre. Hasta el cielo que desciende sobre mí.)

 

Oh can't you see it baby?
You don't have to close your eyes 'cos it's standing right before you.
All that you need will surely come...
(Oh, ¿puedes mirarlo, nena? No tienes los ojos cerrados porque está colocado justo ante ti. Todo lo que necesitas seguramente vendrá...)


I'll be your dream, I'll be your wish, I'll be your fantasy.
I'll be your hope, I'll be your love, be everything that you need.
I'll love you more with every breath truly, madly, deeply do...

(Seré tu sueño, seré tu deseo, seré tu fantasía. Seré tu esperanza, seré tu amor, soy todo lo que necesitas. Te amo más con cada respiración verdaderamente, locamente, profundamente.)

 

I want to stand with you on a mountain,
I want to bathe with you in the sea.
I want to lay like this forever,
Until the sky falls down on me...

(Quiero estar contigo en una montaña. Quiero bañarme contigo en el mar. Quiero disponer de esto siempre. Hasta el cielo que desciende sobre mí.)

 

Al terminar la canción vieron a Naruto cerrar la ventana, pero segundos después con asombro observaron la puerta de la casa abrirse, dejando ver al rubio con los ojos bañados en lágrimas.

-Ahora ve, Sasuke –lo empujó Sai al tiempo que le guiñaba un ojo-. Yo ya hice mi buena acción del día, lo demás depende de ti.

El Uchiha asintió y caminó hasta quedar frente a su ex, luego en silencio entraron a la casa.

 

Lo demás es historia. Después de un año de cortejo e insistencia, finalmente Naruto accedió a perdonar a Sasuke y regresar con él, cosa que alegró tanto a Sai y Gaara que ambos arreglaron todo para que sus amigos volvieran a casarse inmediatamente. Y es que según palabras de Sai, no había nada como la serenata para conquistar a alguien.

 

Llevamos juntos serenata,

Juntos hasta el balcón aquél.

Tú la guitarra y yo maracas,

Conquístalo, ámalo,

Como cuando teníamos dieciséis.

 

FIN

THE END

OWARI


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