Se encontraba analizando la pelea resine con su compañero de equipo, si no era porque ñle reprendía su llegada tarde, era que sus habilidades ninjas daban mucho que desear, a pesar de haber hablado con su sensei, este solo le respondía que se calmara, necesitaba conocerlo mejor, ahora no tenían misión y se podían tomar el día libre, a pesar de ser no muy puntual si era madrugador, el ser heredero del can Uchiha realmente era una carga, y debía de activar su Sharingan ya, se estaba tardeando, ya cumplía casi los 15 años, era el mas gran del equipo, suspiro resignado, además de ser malo en el arte de pelea, también era viejo, pero ya que importaba no había sido culpa suya.
_hey te vas a quedar toda la mañana de holgazán o harás algo productivo_ esa voz la reconocería en cualquier otro lado, pero porque a el, apenas y había logrado descansar de el, y este a primera hora del día lo encontraba para fastidiarle.
_Kakashi, déjame en paz, a ti que te importa?_ sin mirarle se mantuvo viendo a cualquier otra parte, se había subido a un árbol para así poder estar solo… mmm pero de todas formas lo hallaron. Solo el peli plateado suspiro cansado, no lo admitiría jamás en público, pero ese moreno tenía un gran potencial, y no por el hecho de ser un Uchiha, sino su gran fuerza de voluntad. De hecho pensaba que lo pasaría, por ello lo molestaba, quería que fuera mas serio en sus cosas, pero nada funcionaba. Pero no lo dejaría tan tranquilo, junto un poco de shakra y una pequeña corriente eléctrica fue recibida por el chico, que ante el susto callo al suelo. Si que le crispaba los nervios, siempre lo sorprendía de cualquier forma, y aun mas odiaba esa ridícula mascara que cubría la mitad de su rostro, solo mostrando esos ojos grises, nunca sabia si estaba burlándose, riéndose, enojado o cualquier otra cosa, pero de algo estaba seguro, le quitaría algún día esa mascara de seguro la tenia ya que ocultaba algo muy vergonzoso.
Mientras pensaba la forma de cómo quitársela, el más bajo se dio la media vuelta y se fue, pensaba que lo atacaría, así pasaría la mañana, pero a no recibir ataque del otro se aburrió y se fue, ya tendría otro momento para fastidiarle. El moreno no se había percatado cuando se fue, se levanto y muy decidido le busco para aclarar las cosas, ahora esto no se quedaría así.
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El lbino chico se encontraba entrenando su puntería, cosa nada difícil para el, estaba en un lugar apartado, ya era tarde, casi anocheseria, pero nadie le esparava en casa, vivía solo desde el suicidio de su padre, nada sano para el a que encontró su cuerpo ensangrentado. Al recordar esto le dio escalofrío, regresar a esa casa era horrible, pero no tenia otro lugar donde ir, si vivía de las misiones, pero no era lo suficiente como para rentar un cuarto. Recogió sus cosas y se dirijo a la aldea. Pudo escuchar unos ruidos, y de inmediato se puso en guardia, pero su reacción no fue tan rápida como esperaba. Un cuerpo mucho mayor al suyo lo sujeto con fuerza, quedando inmóvil. Era un tipo con no mas de 25 años, castaño, trigueño, se veía que no era de la aldea, pero antes de que pudiera hacer nada sintió como un pinchazo venia de su cuello, y con ello un liquido que sintió caliente, su cuerpo comenzó a sentirlo pesado, serrando los ojos al acto, lo drogaron, y no podía hacer nada…
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El moreno no encontraba por ningún lado al latoso engreído, mmm toda la mañana y gran parte de la tarde lo buscaba, pero nada de su paradero, pregunto a uno que otro aldeano, pero estos negaban haberlo visto. Ante el apareció su sensei, y este le pregunto si había visto a Kakashi, que ironía, el lo estaba buscando para darle su escarmiento.
_Obito deja esas tonterías que esto es importante… se reporto que hay ninjas ajenos a la aldea, aun no se sabe de donde vengan, pero están ras Kakashi_ el moreno abrió grandemente los ojos, pero para que lo querían.
_sensei, pero porque su interés en él?_ el rubio le explicó que como era el único hijo del gran colmillo blanco de Kanoha, Hatake Sakumo, su cabeza tenia un gran valor. Pero de seguro no lo matarían ya que se necesitaba con vida. El Uchiha tembló, quien era la persona responsable de ponerle precio a su cabeza, el rubio solo le acaricio la cabeza, tratando de tranquilizarlo, la aldea estaba en alerta y no dejarían que ese niño fuera capturado. Se dividieron, y como ya había preguntado antes que si alguien lo había visto se dirigió de inmediato al bosque, era el único lugar donde no había buscado, pronto anochecería, mientras que su sensei se dirigía a la casa del ojigris, para verificar si había regresado.
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_Vaya pensé que seria mas difícil, jeje pero aquí esta, fue fácil identificarlo_ se mofaba el captor de su presa, si bien las instrucciones habían sido capturar al niño que le medio rostro cubría, sin el mas mínimo daño. Eran solamente 7 ninjas, todos varones. La noche ya había llegado, de seguro en la aldea de la hoja se habían enterado de su presencia, así que tendrían que irse de inmediato, mientras tuvieran la ventaja. Pero con algo no contaron, una fuerte patada fue proporcionada al tipo trigueño, haciendo que soltara de inmediato al niño, este no había sido amarrado, ya que el otro se confió en su droga. El chico hábilmente dio una maroma quedando un poco alejado de sus captores, no conocía a nadie, pero su visión no era del todo buena, ya que la droga permanecía, y no podía moverse como el quería, sus movimientos eran torpes, pero no por ello era lento.
_je, gánense el pan_ dijo el que se suponía era el líder, de cabellera negra, ojos violetas, y piel morena. Enseguida estaba rodeado de 6 hombres, saco sus kunais, haciendo que retrocedieran, pero mala suelte del peli plateado ya que solo contaba con 10, así que tenia que ir por las que fallaban, aunque si pudo herir por lo menos a tres de gravedad, al ver esto, el líder prefirió intervenir, los otros ninjas le abrieron paso, el chico no podía moverse como hace un momento, la droga lo estaba adormeciendo nuevamente así que las tres kunais que le quedaban fueron lanzadas, pero cual va siendo su sorpresa al ver que le eran traspasadas, esa presencia era falsa, el moreno ya se encontraba atrás y antes de que reaccionara fue tomado por el brazo torciéndoselo hacia atrás, alzándolo un poco, una patada le fue propinada al estomago sacándole el aire y dejándolo tirado, de inmediato sus manos y piernas fueron atadas con una especie de esposas, lo cargo y se lo puso en el hombro indicando a los demás que recogieran todo. Apenas podía respirar, sintió nuevamente pesados los ojos, quedando inconsciente nuevamente.
_ si te hubieras enfrentado a él, de seguro estuvieras muerto, si que tienes suerte, Suriel_ se mofo de su capacidad ninja, pero era verdad, ese niño a pesar de ser exactamente eso, un niño y drogado, fue capaz de herir gravemente a tres de sus colegas, eso si atrasaría el regreso a la aldea de la sombra.
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Podía notarse que ese lugar se había acampado por lo menos una semana, no podía creerlo, estos tipos estaban vigilando desde antes a Kakashi, en puño sus manos de coraje, como no se habían dado cuenta, la fogata se veía que no había pasado mucho desde que fue apagada, se podía suponer que habían pasado por lo menos no mas de tres horas, realizo los sello necesarios para el jutsu de fuego, y en instantes su sensei estaba a su lado.
_ lo atraparon_ solo se necesitaba ver las marcas de los arboles y la tierra levantada, podría suponerse que fue llevado hasta ahí, y el hijo de Sakumo peleo para librarse, cosa que evidente mente no logro.
_esos sujeto han de ser realmente fuertes y hábiles…_ _no lo creo_ se acerco a una kunai que se encantaba mal encajada, estaba de lado.
_sus kunai siempre son certeras, de seguro le hicieron algo_
_QUE!!!, tenemos que ir a salvarlo de inmediato desegu…_
_no podemos ir solos, tendremos que esperar los refuerzos, y además no sabe os contra quien nos enfrentamos_ dijo severamente, pero la mirada de Obito era seria, demasiado pera el.
_si sabemos…_ paso de lado del rubio, que se encontró desconcertado, solo lo siguió con la mirada y en un árbol, encajado a una kunai se encontraba un pedazo de tela con un insignia, la cual nunca pensó volver a ver el ojo azul. El moreno se la paso, ahora sabían hacia donde se dirigía, y la ventaja era que les tomaría una semana en llegar, se resigno, y señalando hacia donde ir tomaron camino, no sin antes dejar pistas para que los siguieran. Sonrió al ver que el su joven alumno apreciaba a sus compañeros, en especial a ese compañero.
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Poco a poco abrió los ojos, no savia de cuanto tiempo había pasado desde que quedo inconsciente, pero supuso que seria bastante ya que los sujetos habían dejado sus cosas y supuso que se encontraban descansando, aprovechó para acercarse a una de las mochilas, para poder sacar algo que le ayudara a quitarse esas esposas, pero un nievo pinchazo lo detuvo, no se había dado cuenta de que no se encontraba solo por completo, frente a él se encontraba el trigueño que lo había capturado, noto que en su mano traía una jeringa, maldita sea lo habían drogado nuevamente. Nuevamente el cuerpo pesado, ni siquiera podía mover sus dedos para realizar algún jutsu, fue puesto boca arriba, encarando por completo a su agresor, el cual sonreía de una forma que no le gusto nada.
_ mj, no queremos que nos vuelvas a causar problemas, así que tuve que aumentar la dosis, te quedaras dormido por lo menos dos días…_ descaradamente metió sus manos bajo sus ropas, tocando el vientre del chico, mientras que el niño cerro los ojos, no le gustaba nada, y lo peor de todo era que no se podía defender o por lo menos gritar, llego hasta sus pezones, los cuales comenzó a pellizcar, acercando su rostro al del menor. Sintió como la respiración de este se acelero, cosa que tomo como señal de que al niño le gustaba, pero no era así.
_veamos como es tu rostro…_ le susurro y son una mano libre se dirigió a su mascara comenzando a abajarla, no quería que nadie viera su rostro, pero no podía hacer nada para evitarlo. Una kunai se atravesó entre el y el agresor, haciendo que este se girara de inmediato.
_aléjate de él hemofílico…_ la voz era amenazante, de cierta forma se sintió aliviado, ya que alguien le había defendido, pero al ver de quien se trataba, no se tranquilizo nada.
_oh, vamos Kuno, solo un poco, nadie se va a dar cuenta_ decía de forma melosa, mientras se tumbaba encima de él. _no_ fue lo único que dijo el moreno que ya se encontraba a un lado de los dos, sujeto de la playera al otro y lo lanzo lejos, pero sin dañarlo, no le convenía ya que estaba seguro de que los seguían, además de que sabia que el “rayo amarillo de Kanoha” les seguía los pies ya que se trataba de su alumno estrella
_se “civilizado” y solo mantente al margen con sus fotos, pero no te le acerques_ le lanzo un folder donde había fotos tomadas al chico, para su investigación. El trigueño las tomo y muy molesto se fue a un lugar “privado”. Esto le dio asco a los dos presentes en el lugar, uno porque ese tipo sedaría placer con imágenes de un niño, y el otro porque esas imágenes eran de su persona. Salió de su pensamiento ya que sintió que era alzado y llevado a una tienda, forcejeo un poco, cosa que era en vano, lo acostó en una manta ya que había visto que lo inyectaron, no tardaría en dormirse, era cuestión de tiempo, poco a poco dejo de forcejear quedando en un sueño forzado. No tenia nada contra él, solo que le habían pagado bastante bien, pobre chico, lo que le esperaba allá, pero eso no era asunto suyo.
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Ya pasaba de medio día y no los alcanzaban, si que eran rápidos, a pesar de tener a tres heridos, deducido por las marcas de sangre, que encontraban de vez en cuando en la tierra. Esto iba mal, esa aldea había sido una muy peligrosa para Sakumo, juraron en exterminarlo, hacer sufrir a lo que mas amaba en el mundo, y eso era su hijo. Solo deseaba llegar a tiempo, y si no, aunque sonara cruel esperaba que lo mataran.
_sensei que tiene?, porque pone esa cara?_ Obito se había percatado de su estado, por mas que la misión fuera peligrosa, o seria, el jamás mostraba esa cara de preocupación, casi era inexistente.
_je, no es nada, ya veras que esto terminara antes de que te des cuenta_ le sonrió, pero esto solo preocupo mas al menor, así que acelero el paso, ahora no dejaría que nada le sucediera a su compañero, sabia de sobra que este no era muy sociable, y si les dirigía la palabra a el y a su compañera de equipo, pero por el momento eso no importaba.