III Capítulo: Un accidente imprevisto.
Las cosas en el colegio habían empeorado para Duo, ya no sólo eran las peleas entre Heero y Hilde, se sumaron a eso que las admiradoras y admiradores de Duo que lo seguían por todas partes.
-Maldita sea, estos chicos me van a volver loco!!!- decía mientras corría a ocultarse a algún lugar.
-Deja de perseguirlo.
-Déjalo tú.
-Yo no lo voy a dejar, además no puede impedir que seamos amigos.
-Mira muchachita, tú tienes otras intenciones aparte de amistad y no me lo niegues, se te nota.
-A si? Pues tú tampoco quieres ser sólo su amigo.
-AHÍ ESTÁN ESOS DOS QUE NO CESAN DE PERSEGUIR A NUESTRO DUO!!!!!!!!- se escuchó la voz de la presidenta del fans club de Duo.
-Que?????- se sorprendió Hilde- esas chicas nos van a matar.
-Hn- se detuvo para enfrentarlas, pero Hilde lo agarró del brazo y partió corriendo con él- oye! Por qué me detienes?! Yo puedo contra ellas!
-Oye, me caes mal, pero nunca tanto para dejarte morir en manos de ese grupito, la mayoría son mujeres, se nota que no has ido a una barata en alguna tienda de ropa, es una pesadilla.
Mientras pasaba todo eso Duo logró escapar y se subió al techo del colegio.
-Aquí no me encontrarán... esto se ha vuelto insoportable! Todo por culpa de Heero y Hilde quienes empezaron a perseguirme y dieron el ejemplo. Ggggrrrrrr acaso nunca se van a detener?... me quedaré aquí hasta que pase el recreo, necesito descansar, ni siquiera en la base de Oz me ha tocado correr tanto.
-Intentas escapar?
-Si... AH!- Duo pegó el salto, quien demonios era tan ágil para subir al techo de un edificio de segundo piso?- Hee... Heero... casi me matas de un susto!
-Lo siento- se sentó al lado del muchacho con trenza y lo atrapó en un abrazo.
-Como me encontraste?
-Tuve que pensar donde se escondería un espía que tiene tu habilidad para esconderse, que puede trepar cualquier cosa y no le tiene miedo a las alturas.
-Tan evidente soy?
-Para mi si- le sonrió y le robó un beso rápido.
-Y por qué decidiste venir?
-Porque no quería que estuvieras solo, porque no podemos estar tranquilo juntos, porque...- se pudo triste y bajó la mirada- porque si dijeras que soy tu novio nadie más te perseguiría- sonrió tristemente.
-Tu... tu novio??????- los ojitos de Duo se iluminaron con un brillo que Heero no había visto nunca, era tan bello, quiso parar el tiempo para ver así a su amor para siempre, pero aún así no entendía lo que le pasaba.
-Que pasa?
-Dijiste tu novio?
-Si...
-Somos novios?????
-Eso creo...
-Te amo!!!!!!! Estaba esperando tanto eso!!!, creía que te acostabas conmigo sólo porque te gustaba mi cuerpo- sonrió algo triste, pero luego borró esa tristeza ante la idea de que era correspondido.
-Estás loco????? Yo te amo desde hace mucho... creí que tu lo sabías...- Duo negó con la cabeza, se acurrucó en el pecho de Heero y cerró los ojos en completa paz. ^.^
-Ey! Duo, despierta!
-Que pasa? -.-
-Dormiste bien?
-Si...- Duo miró a todos lados sin comprender como llegó al techo, luego se acordó- oye! Y el recreo????
-Recién tocaron para entrar, vamos?
-Si- se tomaron de la mano para saltar, tenían que ser discretos, o sino todo el colegio vería sus sorprendentes habilidades.
Saltaron, Heero calló perfectamente, pero Duo perdió el equilibrio antes de caer y se apoyó con el pie torcido, esguinzándose el tobillo.
-Demonios!- apoyó una rodilla en el suelo, dolía mucho.
-Que pasó?
-Mi tobillo.
-Déjame ver.
Revisó el tobillo, realmente estaba inflamado, se veía doloroso.
-Está muy maltratado, te llevaré a la enfermería.
-No! Ni lo sueñes! Me van a enyesar el pie y no quiero eso! Mira, además estoy bien- se paró e intentó dar un paso tragándose el dolor- viste que estoy bien?
-No lo estás... sé que te duele, pues yo mismo revisé tu tobillo, ahora- lo tomó en brazos- iremos a la enfermería y veremos que te pueden poner en vez de yeso.
Corrió con él en brazos hasta la enfermería, Duo por su parte hacía un escándalo el cual Heero no prestó atención y entre gritos, protestas y pucheros llegaron donde la enfermera.
-No voy a entrar ahí!!!
-No estás en posición de decidir.
-Bájame!
-No lo haré.
-Gggggrrrrrr.
-Cállate ahora y deja de reclamar!
-Cállame.
-Misión aceptada- acercó sus labios hasta los de Duo y le robó un dulce beso, luego los separó y entró a la enfermería con el norteamericano en brazos, callado y con el rostro completamente rojo.
-Que pasó?- preguntó la enfermera.
-Duo se esguinzó el pie.
-A ver pequeño... ay! Eso debe doler, y cómo se lo hizo?
-Arrancando de sus fans.
-Ves? A veces no es tan bueno ser tan lindo.
-No quiero yeso!- protestó inmediatamente Duo, a esto la enfermera sonrió.
-Entonces te pondremos una venda y te enviaremos a casa, quien está en ella?
-Nadie, nosotros vivimos solos, arrendamos un departamento cerca de aquí- contestó Heero.
-Ya veo... entonces tendremos que enviarte a ti con él, porque no se puede ir solo así y tampoco puede quedarse aquí pues necesita reposar, anda a buscar sus cosas, por mientras yo llamo al director avisándole de su retirada.
-Gracias- Heero se fue a hacer lo mandado.
-Cómo te sientes pequeño?- preguntaba la enfermera mientras le vendaba el pie, era una señora madura pero se mantenía con buen cuerpo y una cara bonita y gentil.
-Me duele...- Duo hizo puchero y esto enterneció a la señora.
-Pobrecito- lo abrazó... esos cálidos brazos ‘hermana Helen’ pensó- mira, tómate este antinflamatorio y ese analgésico- le dijo pasándole unas tabletas.
-Gracias.
La enfermera le sonrió mientras levantaba el citófono y le informaba todo al director.
-Duo, sus apellidos?
-Yuy y Maxwell.
-El señor Yuy y el señor Maxwell, si, si... ya, adiós, muy bien Duo, se pueden retirar en cuanto llegue tu amigo.
Llegó Heero con las dos mochilas y todo lo que pudiese quedarse en la sala.
-Adivina quien preguntó por ti.
-Hilde?
-Aparte de toda la otra mitad del salón, si ella.
Partieron al departamento, Heero decidió pagar un taxi, sería muy complicado para él cargar con Duo hasta el apartamento y para Duo sería muy doloroso caminar.
Subieron penosamente las escaleras y Heero acostó en la cama a Duo.
El americano no iba sonriendo, una sombra se había posado en su linda cara.
-Que pasa Duo?
-Me pone de mal humor ser una molestia, nunca me ha gustado y ahora tienes que cuidar de mi...
-No te preocupes, no eres una molestia, me encanta cuidar de ti, además si te estresa que me pierda la materia, pronto nos iremos de esta colonia.
-Jaja, alivio para ti, no tendrás que seguir peleando con Hilde.
-Jo jo... por lo menos ahora te tengo a mi entera disposición, que tal una ducha con agua tibia? Yo me encargo de ayudar a bañarte y a ponerte la venda.
-Que se propone señor piloto degenerado? ’
-La ducha es tan estrecha que no sería un lugar cómodo- dijo algo desilusionado Heero, al parecer si lo había pensado.
Duo se bañó, se secó y luego se puso el pijama, el joven ya no tan estoico, por lo menos con Duo.. y Hilde... le ayudó a ponerse la venda y a desenredar y trenzar el cabello.
Era el segundo día de licencia y ningún rastro de Heero ni de Duo por el colegio.
-Se lo debió raptar ese... UY!- reclamaba Hilde.
-Chicas, ya sé donde vive nuestro Duo- dijo la presidenta del fans club.
-Si?
-Pero vamos a ir a visitarlo sólo diez para no incomodar.
‘Si, que pocas’ pensó irónicamente Hilde ‘será bueno que las siga, así podré saber donde está mi Duo y cuidarlo de ellas’.
No tuvo que caminar mucho el grupo de diez... bueno, once con Hilde que las perseguía en secreto para no provocar pelea. El departamento se situaba cerca del colegio, lograron permiso para salir a la 1.30 de la tarde, hora en la cual almorzaban.
-Departamento G, tercer piso debe ser este.
-Toca... toca luego- decía una emocionada de saber el lugar donde vivía Duo.
‘Tontas’ pensaba Hilde.
Una tocó, nadie respondió. Volvió a tocar. Esta vez salió el joven estoico quien no se extrañó de ver a esas niñas en la puerta, pero si se molestó.
-Duo! Tus admiradoras!!!
-QUE???!!!
-Si, lo que oíste.
-Podemos pasar?- dijo la presidenta.
-Y quieren pasar!- gritó hacia dentro del departamento, en tono sarcástico.
-Bueno que entren- dijo resoplando.
‘Una, dos, tres’ contaba Heero ‘cuatro, cinco, seis, siete... estas niñas no tienen nada mejor que hacer?... ocho, nueve, diez, once...’
-Hilde???!!!
-Si, soy yo.
-Y desde cuando entrarte al club de admiradoras?
-Jo jo, no vengo con ellas.
-A no? Entonces no pasas- dijo Heero probando la paciencia de la muchacha.
-Ja ja... que gracioso ’
-Es mi departamento si quiero no te dejo entrar.
-Uy!, mira como esas niñitas acosan a Duo.
-Que?!- miró hacia adentro, totalmente distraído.
-Gracias por dejarme pasar- dijo ya adentro del apartamento.
-Oye!- Hilde no le prestó atención y se dirigió a la habitación.
Las muchachas tenían un verdadero picnic en la pieza, galletas, té, chocolate caliente, panqueques, almuerzo, postres y muchas cosas más.
-Gracias, gracias, gracias...- Duo intentaba ser agradable, pero no se sentía bien para recibir a esas chicas en la casa.
Se retiraron tarde, tipo 6 o 7, sólo quedó Hilde quien ayudó a lavar y ordenar todo el desastre que dejaron esas niñas, Duo quiso levantarse a ayudar, pero una sola mirada de Heero y otra igual de intensa por parte de Hilde, fue suficiente para convencerlo de quedarse en cama.
-Que cooperadora eres!
-No te podía dejar con toda la carga, oye!, me caes mal, pero nunca tanto, ya te lo dije.
-Oh! Lo tomaré como un cumplido.
-Tómalo como quieras.
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