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Un gran enrredo por Son_Hibiki

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IV Capítulo: Duo & Hilde, by William Shakespeare.

-Muy bien chicos, haremos una obra de teatro, la que elegí es una clásica, se llama Romeo y Julieta, escrita por William Shakespeare- al escuchar el nombre de la obra y el autor a Duo le brillaron los ojitos.
-Sería tan bueno ser Romeo...- suspiró Duo- pero me alegraría tan sólo siendo maquillador- Heero lo miró, tenía un rostro soñador ‘se ve tan lindo’ pensó.
-Las audiciones serán mañana a las 4.50 de la tarde, los estaré esperando- así finalizó la clase la profesora de literatura.

Al día siguiente habían algunos estudiantes, pero no tanto como se esperaría.
-No son muy cooperadores en este colegio- dijo Duo rascándose la cabeza.
-Eso no nos debe importar a nosotros.
-Actuarás?
-No, sólo vine a apoyarte.
-Gracias- le dio un tímido beso en la mejilla.
-Señor Duo Maxwell, preséntese en el escenario.
-Es tu turno.
-Si...
-Anda.
-No puedo...
-Por?
-Mis pies no responden.
-Duo! Te va a ir bien, más que mal me tuviste ayudándote desde las seis de la tarde hasta la una de la mañana.- ‘Todo sea porque te amo ’’
-Si, tienes razón- dijo serio y convencido, dio un paso y otro... y… caminó como robot hasta el escenario, sería la perfecta actuación... claro si imitara a su gundam.
-Ay! Duo, tienes que relajarte!!!- le gritó Heero desde donde estaba.

Duo llegó al escenario y miró al “jurado”, era la profesora de literatura, el director que al parecer o era muy bueno o no sabía nada de teatro ya que a todos le daba un 10 perfecto y algunos alumnos destacados -entre los cuales debía estar Heero, incluso lo llamaron, pero este se negó a ir porque el amor por Duo era más grande que su objetividad y no le dijo nada a Duo porque este se enojaría con él fuera o no fuera jurado, ya sea porque haría trampa y él no hace trampa o porque no le ayudó cuando pudo “no me quieres!” le hubiese gritado, decidió no complicarse la vida-.
-Muy bien señor Maxwell- comenzó la profesora- tiene que interpretar la escena del balcón con la señorita que hemos elegido como Julieta.
-Hai!- Duo estaba nervioso, tendría que estrenar toda su faceta de actor.
-Muy bien Duo, comience cuando desee.

‘1, 2 y 3’ contó para sus adentros- Se ríe de las cicatrices quien nunca ha sentido una herida...- comenzó con desplante, ocupando todo el escenario y con una voz excelente, ‘mi Duo lo hace espectacular’ pensó un orgulloso Heero- pero, calla! Que luz se abre paso por aquella venta? Es...- ‘Hilde???? Oh mi Dios, Heero me va a querer sacar de la obra...’- el oriente y Julieta es el sol...
-Hilde!- exclamó despacito el soldado perfecto para no interrumpir, ‘maldita niña, seguramente sabía que mi Duo iba a venir’ sintió un impulso gigante por sacarlo de ese escenario, pero se contuvo, el sólo imaginar al americano triste le bastaba para eliminar cualquier pensamiento ridículo.
-Ah, Romeo, Romeo! Por qué eres Romeo? Niega a tu padre y rehúsa tu nombre; o, si no quieres, sé sólo mi amor por juramento, y yo no seré más una Capuleto.

La chica actuaba excelente, ambos en el escenario se complementaban de maravilla, le costó admitirlo, pero tuvo que aceptar que elegirían a Duo y tendría que aceptar que Hilde actuaría junto a él.
-Que odioso!- exclamó en un suspiro.

Siguió viendo la escena, empañada por la presencia de Hilde.
-Querría ser tu pájaro.
-Eso querría yo querido mío; pero te mataría con tanto mimo. Buenas noches, buenas noches! La separación es tal tristeza dulce, que diré “buenas noches” hasta que sea de día- Hilde se retiró de la escena dejando a Duo sólo.
-Que el sueño haga su morada en tus ojos, y la paz en tu pecho! Ojalá fuera yo el sueño y la paz, para descansar tan dulcemente! Me iré de aquí a la celda de mi padre espiritual, para pedir su ayuda y contarle mi feliz suerte- también se retira de escena hacia atrás de bambalinas, dando un suspiro de alivio.

Se escucharon aplausos en la sala, a ambos le salió espectacular, mostrando un desplante escénico único. Abajo los jueces comentaban.
-Le queda claro señora profesora? Creo que no hay más que decidir.
-Estos niños son muy talentosos- dijo con una sonrisa de agrado al director- Señor Maxwell!!!- Duo apareció de detrás del escenario- excelente actuación, es suyo el papel- Duo saltó del escenario para abrazar a Heero.
-Oíste eso????????!!!!!!! Soy Romeo!!!!!- gritaba feliz.

Los ensayos comenzaron y Duo llegaba cada vez más tarde a la casa, “es necesario el sacrificio, especialmente de Hilde y mío, ya que somos actores principales”. La verdad es que Heero se quedaba muy preocupado, pero no quería detener a su amor en lo que le gustaba hacer, se veía tan agotado, pero también se veía feliz.
Al japonés no le gustaba ir a los ensayos y si iba era para percatarse que todo estuviese bien con Duo, más que mal estaría también Hilde y no deseaba encontrársela.
-Duo?
-...
-Duo!!!!!!!!!!
-Ah??? Qué????
-Que te pasa?- preguntó Hilde en un ensayo.
-Estoy tan cansado, entre el colegio y la obra me tienen muerto- ‘y agregando las misiones... UF!, no es simple mi vida ¡_¡’
-Te puedo pedir un favor?... sé que estás cansado, pero tú me podrías acompañar hasta mi departamento? Lo que pasa es que yo vivo sola y cada vez llego más tarde, la verdad es que me da miedo llegar a casa de noche... no sé... si tú... sólo si quieres...
-Si, yo te acompaño...
-Duo!!!!! Hilde!!!! Al escenario- gritó la profesora y directora de la obra.
-Ya vamos!!!!!!!!!- gritaron ambos.

Después del ensayo Duo y Hilde se dirigieron al apartamento de la niña, era ya de noche y en las calles no caminada ni un alma, el alumbrado público sólo acentuaba las sombras del oscuro camino.
Llegaron a un edificio algo maltratado por los años, subieron las escaleras y se pararon frente a una puerta, Hilde metió la llave y abrió la puerta. Entraron. El departamento era pequeño, las paredes eran pintadas con un tono damasco, el suelo alfombrado, de color azul, los muebles sencillos, tapizados también de azul, las cortinas eran damascos y azules, con algunos rasgos de dorado y negro.
-Que bonito departamento.
-Te gusta? En realidad no es mío, es de una tía... jeje, tengo familia en todas las colonia, bueno, esta tía tiene algo más de dinero y tenía este apartamento por estos sectores y como nadie lo ocupaba decidió prestármelo.
-Mmmm... ya veo, tu tía tiene buen gusto, todo es sencillo, pero muy lindo- se detuvo a mirar un cuadro que mostraba un paisaje lleno de flores- que bonito este cuadro!!!!
-En serio te gusta?
-Sip...
-Yo lo pinté.
-Que talentosa eres- le dedicó una de sus más bellas sonrisas
-Por qué no te sientas? Yo iré a la cocina y te prepararé café.
-OK- se sentó en un cómodo sillón, pronto comenzó a cabecear de sueño y por inercia comenzó a recitar una parte de su texto-Si profano con mi indigna mano este santuario; pecado de amor es éste; mis labios, peregrinos ruborizados, están dispuestos a hacer penitencia por este áspero toque con un tierno beso- Entonces salió Hilde de la cocina y le tomó la mano a Duo.
-Buen peregrino, haces mucho agravio a tu mano, que muestra en esto apropiada devoción; pues hasta los santos tienen manos que tocan las manos de los peregrinos, y el tocar palma con palma es el santo beso de los palmeros- Duo levantó la cabeza y le sonrió.
-No tienen labios los santos, y también los piadosos palmeros?
-Sí, peregrino; labios que deben usar en la oración.
-Ah, entonces, amada santa, que hagan los labios igual que las manos; te ruegan que lo concedas, para que la fe no se vuelva desesperación.
-Los santos no se mueven, aunque concedan lo que se ruega.
-Entonces no te muevas, mientras yo recibo el efecto de mi plegaria. Así quedan limpios de pecados mis labios por los tuyos- le da un pequeño roce en los labios, dejando a la muchacha sonrojada y sin habla- Ey! Hilde- dijo Duo en un susurro- tus líneas.
-Ah! Si! Perdón!- se aclaró la garganta y continuó- entonces mis labios tienen el pecado que han tomado.
-Pecado de mis labios? Oh invasión dulcemente reprochada! Devuélveme mi pecado- la vuelve a besar, esta vez Hilde lo tira en el sillón, sin separar el beso su lengua intrusa se metió en la boca de Duo, este abrió los ojos totalmente sorprendido, ‘que pasa???’, no tuvo el valor de separar los labios, de pronto la imagen de Heero se pasó por su cabeza, empujó despacito a la niña rompiendo el beso.- Hi... Hilde... yo... no... puedo... yo... amo... a Heero... me debo ir, adiós- se levantó dejando a Hilde sentada, tomó sus cosas y se retiró de aquel departamento. Hilde se paró, con gesto de pena miró aquella puerta por donde recién había salido Duo.
-Mi único amor surge de mi único odio!- primero pensando en Duo y luego en Heero- le vi demasiado pronto sin conocerle, y le conozco demasiado tarde!- terminó ese guión con ojos triste, casi al llanto- tomaré una ducha...- suspiró- no me importaría morir como Julieta, pero sólo me daría el valor si soy correspondida como ella lo fue... amor entre ambos, cosa que a mi no me pasará... ay Duo!- volvió a suspirar.

Duo llegó al departamento con rostro triste, eran ya las 11 de la noche, a las 9 salió de la casa de Hilde, se quedó vagando dos horas.

-Duo??? Que te pasó?????? Me tenías muy preocupado- Heero lo fue a recibir, pero Duo pasó de largo a la pieza- tienes hambre???
-No...
-Quieres beber algo?
-No...
-Te pasa algo?
-No importa...
-Oye!- Heero comenzó a exasperarse- si no me quieres hablar sólo dímelo- entró a la pieza donde vio a Duo con la cabeza metida en la almohada.
-No es eso- dijo con voz quebradiza, a punto del llanto.
-Pero... Duo...- se acercó y lo abrazó, pero este se tiró hacia atrás y volvió a esconder la cabeza en la almohada.
-No merezco tu amor... NO MEREZCO NADA!!!- reventó en llanto.

Después de media hora de intentos fallidos porque Duo le hablara le pudo sacar la verdad.

-Así que eso pasó con esa niñita.
-Si...- no pudo seguir hablando, sólo sollozaba.
-Pero... no... no es tu culpa- a Heero le había dolido lo que había oído, pero no era culpa de Duo, ni siquiera le correspondía a la niña.
-Si es mía!!!!! Te fallé a ti... le fallé a ella y me fallé a mi mismo...- volvió a romper en llanto.
-No fallaste a nadie, tú no la besaste, ni siquiera correspondiste y ella se enamoró de ti, tú nunca te insinuaste ni diste paso a alguna actitud para que pensara que le correspondías.
-Heero...
-Mi amor no te quiero ver triste- abrazó y lo apoyó en su pecho.
-Gracias...
-No debes agradecérmelo, yo te amo mucho como para verte sufrir.

Los siguientes días Duo sólo se topaba con Hilde en el salón de clases y en los ensayos y no hablaban, ni siquiera se miraban, era una pena, Duo ya quería a esa niña como una hermana, pero nunca pensó que pasaría eso entre ella y él.
Un día después de los ensayos Hilde tomó del brazo a Duo y lo enfrentó, había algunas cosas que decir.

-Por qué estás tan distante?- preguntó algo herida la niña.
-Porque... porque no te quiero dañar- Duo desvió la mirada al suelo.
-No crees que me haces más daño al no hablarme?
-Yo... sólo...
-No me quieres dañar... pero me dañas.
-Lo que pasa es que yo también te quiero mucho a ti, pero no de la misma forma que tú a mi, lo mío es un amor fraternal, como hermanos- la chica le sonrió.
-Me tendré que resignar a eso... pero mírame!- Duo hizo lo que la chica le pedía- yo estoy dispuesta a matar el amor que siento por ti y suavizarlo hasta que quede en una bella amistad, todo por no perderte- le dedicó una hermosa sonrisa.
-En serio?- preguntó emocionado Duo.
-Verdad...- de pronto fueron interrumpidos por el fans club de Duo, quienes lo iban a ver siempre que tenían ensayo.
-Ay! Duo, danos tu autógrafo- dijo una.
-Si, si, si- afirmaron las otras.
-Yo sólo... les mostraré algo...
-Algo???- preguntaron a unísono.
-La la gran desaparición de Hilde...- tomó de la mano a Hilde y le dio un tirón para salir corriendo, luego, con ella- y Duo. Adiós!!!!!!!!!!
-Espera Duo!!!!!!!- gritó el fans club, demasiado tarde, Duo ya no estaba.

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