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“Cuando No Es Como Debería De Ser”
Sentía como sus cabellos eran acariciados de una forma dócil y delicada, percibió el aroma del desconocido… una colonia masculina que le tranquilizaba de sobremanera por el olor tan suave a menta y eucalipto que poseía, atrapo la mano con una agilidad que lo sorprendió de alguna manera, al igual que el desconocido que soltó una audible exclamación de sorpresa.
-¿Quién eres?- Mantuvo los ojos cerrados ya que no habría ninguna diferencia si los abría, el hombre (por el tipo de manos y el sonido de su voz al soltar la exclamación) entrelazo los dedos de la mano capturada con los dedos de Draco mientras sentía como tomaba su rostro con su mano libre dejándole sentir una suave descarga eléctrica por todo su cuerpo y el ritmo que se aceleraba de su corazón.
-Me alegro que estés bien mi amor.- Las palabras y la chispa de alivio en la voz del otro hombre, hicieron que Draco frunciera el ceño, las mano que le sostenía por la barbilla se deslizo para acariciar una de las tersas mejillas logrando que el rubio se sintiera de cierto modo intimidado por la acción llena de confianza y posesión que le daba miedo.
El sonido de la puerta junto con la entrada de alguien que no conocía le hicieron saber que ahora estaba solo ya que las manos del mentolado (apodo por la fragancia) habían desaparecido como si de arte de magia se tratara pensó con cierta ironía, tomando en cuenta de que el mismo era un mago eso debería de sonar algo lógico, excepto por el extraño recién llegado que no tardo en abrazarle de forma efusiva mientras sentía como sollozaba escondiendo su rostro en su cuello humedeciéndolo con las calidas lagrimas derramadas.
-Draco no sabes cuanto me alegra de que estés vivo, me tenias muy preocupado.-Draco le abrazo con cierto temor que al instante desaprecio al verse inundado por la fragancia de melón que despedía dejándole mas tranquilo pero de igual manera mas descolocado por tanta emoción que mostraba ese hombre hacía su persona.
“Sus voces eran tan parecidas…”
-¿Eh… quien eres?-El recién llegado soltó una pequeña y melodiosa risa mientras se separaba lentamente del rubio sujetándolo por los hombros con una delicadeza absoluta.
-Mi nombre es Marcos Geiintzer, soy squib y trabajaba contigo en un hospital muggle antes del accidente que te dejo ciego, digamos que somos conocidos.- *¿Un conocido? ¿Mis conocidos se preocupan tanto por mi?* Draco no cabía en la emoción de sentirse apreciado por aquel hombre aunque algo dentro de el le dijo que mostrarlo no era una buena opción-No te preocupes Draco, después de que salieras del hospital con el policía “ese” que no recuerdo ni su nombre de lo inútil que es, fueron emboscados, le diste mi dirección antes de desmayarte y después de eso yo te traje aquí.
-¿Entonces sabes que perdí la memoria?-Suspiro con cansancio por el suave ataque de nueva información a su cerebro, mientras Marcos le apretaba con suavidad los hombros.
-Claro, Hermione me informo de todo incluso de tu embarazo. Eres malo, ¿por que no me lo habías dicho?-Draco se descoloco por la nueva información volviendo su rostro todo un panorama.
-¿Embarazo? ¿Yo embarazado?-Sentía un pequeño aguijonazo en el pecho mientras su voz abandonaba su boca de forma dolorosa, el no sabía que estaba embarazado… ni siquiera sabía que era de su vida.
-¿No te lo han dicho?-El rubio guardo silencio mientras colocaba sus manos en su vientre sintiendo una fuerte patada, mas sin embargo no demostró emoción alguna a pesar del dolor que sentía.-Tendré que hablar con esa mujer, no es posible que no te dijiera nada de eso.
-Cierto, ve con ella ahora ¿si?- puso la mejor cara que tenía junto con la voz mas amable que podía articular para expresar su repentino coraje, la mirada plateada a pesar de la ceguera, reflejaba una frialdad absoluta, y el gesto protector en su vientre fueron lo que impulsaron al Squib de encontrar a la castaña a la brevedad… ya que ver al rubio con una expresión que no fuera la de indiferencia en su rostro era algo totalmente nuevo de cierto modo.
-En un momento vuelvo.-Diciendo esto salio rápidamente dejándolo solo de nuevo, con un dolor que empezaba a crecer en su cabeza y unas nauseas que a duras penas podía controlar, como si con la noticia su cuerpo recobrara la conciencia sobre su estado...
Embarazado, eso era nuevo, y por la actividad del bebé más de cinco meses si tenía… pero ¿Quién era el padre?
Toc Toc (No adoran la imaginación que tenemos la mayoría para describir los sonidos ^_^)
-Pase.
-Traje a Hermione conmigo.-Asintió con la cabeza hacia donde provenía la voz de Marcos y espero atentamente la respuesta de la mujer que se había atrevido a ocultarle algo tan importante como un embarazo, controlando las ganas de levantarse tomar su varita y maldecirla hasta cansarse o no quedara nada de ella, su rostro no lo mostraba pero la sensación de escuchar sus gritos… precisamente sus gritos era muy tentadora…
-Draco tienes seis meses de embarazo y el padre, Harry Potter, esta muerto.- Rayos la maldita había sido demasiado directa y no había tenido ni un poco de tacto al decirle que el padre estaba muerto… que su hijo solo contaba con el.
Sintió que el mundo se caía a sus pies, estando en una mala combinación: Embarazado, ciego y sin recuerdos.
Se permitió abrir los ojos y entre abrir ligeramente la boca sintiendo como el aire salía estrepitosamente de sus pulmones dejándolo nuevamente inconciente.
Simplemente genial.
+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+w+
Despertó captando la distintiva colonia que usaba Blaise en el ambiente, así que se sentó pero al parecer lo hizo demasiado rápido ya que inmediatamente un mareo se difundió por su cuerpo. También captaba el olor de Marcos por lo que se recargo en la cabecera sin demasiados ánimos para algo.
Blaise lo abrazo con fuerza durante algunos minutos mientras le pedía en susurros disculpas, Draco lo abrazo debilitado seguramente por las distintas y recientes emociones y escondió su rostro en su cuello por minutos que a los tres se les hicieron eternos.
-Tu no tienes la culpa, nadie la tiene, solo dime como murió Potter.- Blaise suspiro mientras se separaba de el poniéndose de pie y caminando en círculos analizando cual era la mejor manera de explicarle la situación sin muchos detalles para no confundir mas la memoria de su amigo, en cuanto la encontró se acerco de nueva cuenta tomando las blancas manos de Draco entre las suyas.
-Hace cinco meses, Potter se suicido cuando supo que los poderes de Voldemort estaba en su cuerpo, nunca supo que estabas embarazado… ustedes dos eran… algo así como… amantes ya que el estaba a punto de casarse con chica de nuestro colegio llamada Cho Chang.- Draco se recostó nuevamente soltándose del calido agarre de su amigo mientras se cubría la cara con uno de sus brazos.
*Tonto Potter, tan cobarde… tan… dorado.*
*El trío dorado, la sangre sucia, la comadreja y… San Potter*
Empezó a reír suave y cadenciosamente para desconcierto de sus acompañantes que se quedaron en silencio, mientras que el rubio captaba por primera vez, que sus recuerdos iban a regresar de forma lenta e inconexa pero regresarían…
Y ese tal Potter se las pagaría…
Nadie osaba jugar con un Slytherin…
Mucho menos con Draco Malfoy…….
Y extrañamente aquello le resultaba tan familiar…
Los insultos, las amenazas, el instinto de venganza que nacía en su pecho al pensar en él cara-rajada de Potter y que le hacía sentir una paz que le cautivaba hasta el último de sus instintos más primitivos.
Solo sabía que Potter tenía que pagar.
Aunque estuviera muerto…
…
Y el se encargaría de eso…
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