Que frío es el aire en el invierno…
Estoy aquí, paralizado, sin saber que fue lo que ocurrió exactamente, sin entender, por que de lo que hice, pero sintiendo esta agradable sensación de poder, de libertad, de amor…
Escucho tus gritos, veo tu semblante horrorizado ¿Por qué lloras?, ¿por lo que pasó?, ¿o por lo ahora esta por suceder?....
“Mentiroso y dulce embustero… un piadoso demonio vestido de cruel ángel…
Mi sorda mentira… Tú”
Puedo verte expectante, impaciente por una respuesta a la pregunta que aun no has hecho..
-¿Elle?- me llamas, pero yo no volteo, solo veo hacia el vació de aquella ventana en la que estoy parado
-¿quieres que te cuente que paso?...¿quieres saber por que ahora mi vista se clava en el vacío de la ventana del quinceavo piso?... ¿quieres saber por que ella esta muerta?, pues bien, te lo diré, te contare… y después tomare mi vida como tu castigo – digo mientras te observo de reojo, lloras, pero…¿lo haces por mi?...¿o quizás lo haces por ella?....¿o solo por ti?.
-muy bien- digo al no recibir respuesta de tu parte - ¿recuerdas cuando nos conocimos no?, fue el 5 de enero de hace 7 años. Yo aun trabajaba como mesero de un pequeño café situado en octava avenida y tú… tú ya eras el grandioso hombre de negocios que tengo en frente…
Esa divina tarde de invierno hacia muchísimo frío, tanto que sentíamos que los huesos se volvían de finos cristales y comenzaban a quebrarse, así que el dueño decidió cerrar temprano, pero él ya era viejo, y le dolía aun mas su frágil osamenta, así que fui yo quien bebió cerrar aquellas lindas puertas de madera.
Estaba por poner el candado cuando escuche gritar a alguien fuera, pidiendo resguardo de la fuerte tormenta de nieve que comenzó en aquel momento.
Abrí con cautela y pude verte allí, ¡completamente bello!... un ángel encarnado…
Tu respiración agitada por la carrera, y tus mejillas blancas teñidas de un suave rosa provocado por el frío te hacían parecer un dios ante mis inexpertos ojos.
Te dejé pasar y cerré la puerta tras de ti; aun había suficiente tiempo en mi horario de trabajo como para servir un café mas.
Te sentaste en la pequeña barra del lugar y yo de inmediato te atendí, para después entablar una ingenua y simple platica…el comienzo de mi fin…
Pasaban los días, las semanas, los meses y tú regresabas cada noche un poco después de la hora de cerrar, mientras que yo siempre te recibía con una deliciosa taza de late de vainilla y una que otra galleta de mantequilla recién horneadas.
Hablábamos por horas y cuando menos nos dábamos cuenta ya era casi la media noche…- suspiro tenuemente y te miro, aun estas igual de atractivo, lo años no han pasado sobre ti y eso me hace amarte aun mas…
-¿recuerdas esa noche, la noche en la que por primera ves fuimos uno?, yo esta como de costumbre esperándote en aquel pequeño café, mirando por la ventana y añorando tu presencia; fue entonces que escuche como la puerta de entrada se abría sutilmente.
Me llené de alegría y casi podría jurar que volé hacia la puerta, pero una mueca de decepción apareció en mi rostro al ver que quien cruzaba la puerta era el viejo watari, el dueño del café.
-muchacho-, menciono el anciano – te mandan esto- me entregó una pequeña cajita cuadrada – te esperan en el parque a las 11:30- después de unos segundos él ya no estaba allí.
Observe cauteloso aquella pequeña caja, nunca antes me habían dado nada parecido.
La abrí y casi la suelto de la impresión; dentro había una bellísima sortija con un extraño zafiro color negro.
Mis ojos se llenaron de lagrimas y corrí hacia el lugar donde me habían citado, quería saber si aquel que me había mandado tan hermoso regalo era el mismo al que yo idolatraba ya desde hacia un tiempo.
Llegue al lugar, pero no había nadie… comencé a buscar por aquel paraje, pero no encontré nada, fue entonces que divise una lucecita roja apiñonada en uno de lo árboles.
Me acerque y allí estabas, como siempre recargado sobre el árbol con esa pose tuya de superioridad y fumando un cigarrillo.
Corrí hacia ti y me detuve justo enfrente tuyo.
-buenas noches Light- dije con la con voz temblorosa, pero tú no respondiste – este… yo…quis…tú..¿tú me mandaste llamar?- pregunte de forma nerviosa, y tú solo sonreíste de forma tierna y dulce, haciéndome ruborizar y estremecer
-si, ¿recibiste mi regalo?- esa voz, esa excitante y ronca voz , esa que me paraliza y que me hace sentir espasmos de electricidad por todo mi cuerpo, esa que se ha vuelto mi verdugo y mi aliado, suena ahora como el canto de los ángeles
-s..si…es muy bello, pero yo no puedo recibirlo por que…- me abrazaste de improvisó silenciándome con un suave movimiento acercándote despacio hacia mi oído
-es tuyo dulce ángel.. pero con una condición…quédate conmigo- podía sentir tus palabras taladrando mi pecho y erizando mi piel , dime ¿crees que hubiese podido decir que no?...no, ni yo lo creo…
Comenzaste a besar la sensible piel bajo mi oído y yo podía sentir el cielo bajo tu roce, siempre tan bueno, tan sabio en lo que hacías, sin errores, sin titubeos, solo perfecto, pero debes entender, aquella era la primera vez que alguien me besa de aquella forma y estaba claro que con unos segundo mas bastaría para que yo fuese tuyo, ¿pero sabes que es lo pero?... que no me arrepiento…
Caminamos hasta el auto y arrancaste de forma casi desesperada, mi casa no estaba lejos y tu y yo necesitábamos con urgencia un lugar donde pudiésemos descargar todo aquel sentimiento, ¿y por que no decirlo? Aquella lujuria que acababas de despertar.
La entrada a mi hogar fue una tortura y mas aun cerrar la puerta, pues tus manos ya habían empezado a recorrerme de una forma excitante y suave, casi mostrándome cada forma de tocar, como maestro que enseña con dedicación a su alumno.
Tome entonces tu rostro entre mis manos y te bese, con hambre, con pasión, pero sin experiencia, aunque ¿Qué experiencia podía necesitar si tenia frente a mi al maestro?...
Tus labios se apoderaron de los míos y tu lengua urgía los míos para que la dejara pasar, así que lo hice sin pensarlo.
De forma suave, pero potente te sentía recorrer mi boca, mientras que tus manos llegaban a tocar espacios íntimos y enloquecedores.
Te separaste de mi boca, por que podías sentir mi necesidad de aire, pero no te detuviste, seguiste besándome, empezando por mis pómulos, y haciendo un camino que pasó por mi barbilla y toda la extensión de mi cuello, hasta llegar al pecho y succionar cada rincón de forma sutil y lenta…torturándome…haciéndome desear….
Sentí entonces un tirón y me vi de espaldas a ti, aun así tus manos no dejaban de moverse y tu boca se ocupaba ahora de mi nuca y del inicio de la espalda que ya había quedado completamente descubierta.
Sentí una tus manos jugar por debajo del cierre de mi pantalón y acariciar con cinismo aquella intima parte de mi ser.
-¡AHH!- un pequeño gemido ahogado se cruzó por mi garganta al sentir tu fría mano introducirse en mi pantalón.
Me enloqueces, me extasías, y es que con aquel gemido te habías pegado aun mas a mi, y ahora podía sentir tu virilidad rozar con mi trasero aun cubierto por la tela del pantalón…que forma mas deliciosa de tortura…
-se mío- te escuché decir mientras bajabas lentamente mi pantalón sin dejar de masajear aquella excitada parte de mi anatomía.
No te contesté, solo asentí con la cabeza y te sentí rozar mi piel desnuda con la tela de tu pantalón.
Dos de tus dedos se posaron entonces en mi boca pidiéndome que los lamiera, así lo hice, los lamí con ansias, con hambre, con deseo.
Los sacaste de mi boca y lentamente los pusiste uno por uno en mi entrada, haciendo pasar del dolor al placer en cuestión de segundos, para después poder inundarme con tu carne, y permitirnos a ambos saciar el instinto que nos caracterizara en toda nuestra relación…
Puede sentirte dentro de mi, pude sentir el calor de tus brazos , y la lujuria de tus actos que en ese momento ya eran míos también…y fue el día mas feliz de mi vida…
Termine manchando la puerta de entrada, pues ni siquiera de allí habíamos pasado, solo me habías dado oportunidad a cerrarla antes de que me atacaras de aquella seductora manera, y tú te habías derramado en mi interior…
Me abrazaste dulcemente y musitaste a mi oído un “te amo”…¿Cómo podía yo imaginar todo este dolor?...¿como iba a imaginar todo esto?..¡DIME MALDITA SEA!!..¿DIME!- las lagrimas brotan de mis ojos mientras te veo allí tirado junto a la puerta en shok…mi pobre y amado dueño ¿te he causado tanto daño?.
-perdóname Light, no quise gritar- parece que mi rostro te dijo algo, pues ahora has volteado hacia mi y te acercas despacio.
-todo iba bien hasta hace unos días, ¿sabes?, ya descubrí por que siempre debías irte antes de las 3:00 am., ya descubrí por que depuse de acostarte conmigo salías corriendo, descubrí por que aun después de 7 años de relación no vivíamos juntos, pero ¿no bebiese sido mejor decírmelo antes?.
Hace unos días recibí una llama de una mujer que me pedía reunirme con ella, para tratar un empleo, ¿ si sabes que el viejo Watari murió y que ya no tengo trabajo verdad?, así que decidí venir a conocer a esa rica y poderosa mujer que quería contratarme.
Llegue hace unas horas a este edificio… ¡es muy caro!, no me imagine que fueses tan rico, aunque ya se el por que de esta sortija…- subo mi mano hasta donde puedo verla sin dificultas y veo el primer regalo que me diste con tristeza, para después continuar hablando
-Bueno, como dije, llegue hace unas horas y un hombre algo mayor me recibió, me hizo subir hasta este apartamento y me sentó en la sala hasta que pudiese hablar con la señora.
Pasaron cerca de 20 minutos y yo ya me disponía a irme, pero de pronto una bella dama de cabellos dorados y ojos de cielo apareció tras la puerta.
- Hola, mi nombre es Amane Misa, tu debes ser Elle ¿no?- preguntó mientras tomaba asiento en el sillón que estaba frente al mío
-si, mucho gusto- dije mientras observaba la fría expresión en su rostro.
-¿sabes por que estas aquí Elle?- pregunto sin siquiera responder a la cortesía
-si, vine por un trabajo – conteste seguro de mi mismo
-mmmm… ya veo, así que por un trabajo ¿no?-
-así es- su posición sobre el sillón me hacia sentirme intimidado, como fuera de mi, como asustado por algo
-dime Elle ¿conoces a Light Yagami?- que raro, me estaba preguntando por ti,¿ acaso seria tu pariente?
-si señora- respondí sin inmutarme, no había nada que esconde ¿o si?..
- ¿y que tanto sabes de él Elle?- aquella posición altanera y esa vos me hicieron sospechar
-pues, que es un gran empresario, una buena persona y un ser increíblemente inteligente- los adjetivos “buen amante” y “seductor” pasaron por mi mente, pero ella no tenia por que saberlo
-mmm…¿y sabes que es casado?- esa pregunta me presiono el pecho, hincándome en él un espada hirviente
-¿ca..casado?- no cabía en mi, el Shok había sido demasiado grande para mi poco entendimiento
-si, Light Yagami esta casado, ¡¡¡ESTA CASADO CONMIGO Y TÚ ERES UN MALDITO METIDO!!!!!- se levanto del sillón y se acerco a mi.
-¡¡¡TE ODIO!!! ¡¡¡¡ARRUINASTE MI RELACION Y TE ACOSTASTE CON MI ESPOSO!!!, ¡¡¡¡¡NO ERES MAS QUE UNA RAMERA; UNA VIL PROSTITUTA!!!,¡¡¡UNA CUALQUIERA!!!!- aquella mujer me abofeteo tan fuerte que me hizo sangrar
-pero..yo..-
Cuando supe toda la verdad, señora
Ya era tarde para echar atrás, señora
Yo era parte de su vida y el mi sombra
Cuando supe que existía usted, señora
Ya mi mundo era solo el, señora
Ya llevaba dentro de mi ser, su aroma
-¡¡¡TU NADA TU SOLO ERES UNA PUTA CUALQUIERA Y YO SOY LA ESPOSA!!! ¡¡¿ENTIENDES NO?!!!, ¡¡¡TU NUNCA SERAS NADA PARA ÉL!!!!!- aquella mujer me golpeaba ferozmente y yo…yo ni siquiera podía reaccionar, solo podía sentir este dolor que me carcomía, que me carcome y que de apoco se lleva mi corazón.
Sentí entonces una ira irracional, por que tú …¡¡¡¡TÚ ERES MIO!!!!..
El me dijo que era libre
Como el mismo aire que era libre
Como las palomas que era libre y yo lo creí
Detuve sus manos y me levante, no me era difícil someterla, era frágil y a pesar de mi apariencia yo soy fuerte.
Camine con ella hasta la ventana y mis lagrimas no podían dejar de salir…
-yo no sabia que tú existías, yo no sabia que estaba casado, yo simplemente no sabia, pero… hay algo muy claro Amane misa…
Ahora es tarde, señora
Ahora es tarde, señora
Ahora nadie puede apartarlo de mí
Solo pude escuchar el cristal de la ventana romperse y puede observa caer…¡Me sentía tan bien!... era tan gratificante verla caer… aunque te diré, no es tan genial ver su cuerpo partirse al tocar el suelo…
Después de eso cerré todas las puertas de esta habitación y llame a tu celular, solo iba a hablar contigo, solo contigo…-
Siento tus brazos sobre mi cintura, sé que no quieres que yo también caiga, pero te lo dije, pagaras tú mi muerte…
-Elle…por favor… no me dejes…no puedo perderte…no a ti- tus brazos se aferran a mi como dos imanes al metal y
-ya es tarde…- trato de safarme, pero tú no me dejas, ¿Por qué?, acabo de matar a tu esposa y tu me detienes de morir -¿Por qué?- te pregunto
-por que si tu mueres moriré contigo- me susurras mientras subes al alfeizar de la ventana donde me encuentro
-¿Por qué?- vuelvo a preguntar al mismo tiempo que te encaro, pero solo puedo ver esa mirada tierna, que me derrite
-tonto… por que te amo….- cierras aun más tus brazos sobre mi figura y me levantas – vamonos, ahora nadie puede apartarte de mí…-
Salimos de aquel lugar por la puerta trasera… comenzando una nueva etapa… pobre Amane…debió sentir dolor, pero ¿Qué puedo hacer?...
En aquel momento en el que Misa caía solo pudo ver el rostro de Elle que le decía sin palabras
-Ahora es tarde señora…por que…”ÉL ES MIO”-…………………………..