Capitulo 2: Fragil...
Ahora ya estoy aquí. Me he dado cuenta de la realidad y que he cometido muchos errores en toda mi vida. Pero el peor error fue dejarte aquí, solo y triste. Así es como te sentías pero con mis manos, con mi cuerpo borrare esos dolorosos recuerdos...
Me como las uñas
Todo por tu culpa
Acaso no sabes
Que mi alma es tuya...
Te beso y tú me respondes. Mi lengua se abre paso hacia tu boca, esa cavidad que siempre desee explorar y ahora se que es mía. Tratas de responderme pero eres un poco torpe pero eso solo me hace sentir mejor, saber que soy el primero y que seré el ultimo. El único nombre que salga de tus suspiros, por el cual te desvelas en las noches.
Dime otra vez
que me quieres
Y que no te iras
Dime otra vez
Que eres mío
y de nadie mas...
Poco a poco te empiezo a desvestir. Mis manos recorren tu torso con gusto. Te quiero solo para mi y les probare a todos que eres mió, solo mió. Dejo marcas muy notorias en tu cuello y me encanta porque sabes que te gusta y tratas de acallar los suspiros que saco de tu boca.
Ahora juego con uno de tus pezones endurecidos por la excitación. Con mis manos expertas te saco quedados gemidos pero tu tratas de no quedarte atrás sacándome la polera. Te vuelvo a besar y me quedo viendo tu cara. Es tan tierna, esos ojos azules, esa cara sonrojada y esas marcas que te hacen ver tan tu. Vuelvo a mi trabajo y muerdo tus pezones sandote por fin un gemido que me alimenta.
Me encantan tus ojos que
Son como el cielo
Los veo y no creo
Que pueda tenerlos...
Te quiero mucho y tu lo sabes. Sabes que no puedo expresarme bien, pero yo se que me entiendes y ahora sabrás cuanto te amo. Bajo dando besos por todo tu torso marcando un camino de saliva. Llego a tus pantalones, los desabrocho y te dejo en ropa interior. Tú haces lo mismo conmigo. Me pongo sobre ti haciendo que nuestros sexos se junten disfrutando el placer que eso conlleva. Te saco el bóxer y empiezo a trabajar en tu miembro. Te torturo con un sube y baja muy lento. Dejo que mi saliva recorra tu miembro para luego lamerlo como el dulce mas rico que e probado. Me vuelves loco especialmente cuando de tus labios salen gemidos con mi nombre.
Y estoy en el cielo
Y me voy al infierno
Todo por tu cuerpo
Maldito deseo...
Estas a punto de acabar pero te dejo de hacer esto. Quero que lleguemos juntos asta el final. Te miro fijamente y tu asientes. Sabes que pasara así que tomas mis dedos y los empiezas a lamer muy sensualmente. Me encanta y creo que por tu culpa mi cuerpo a reaccionado y no solo eso siento mi cara caliente, creo que me e sonrojado sin saber porque. Quito mis dedos de tu boca y los dirijo hacia tu entrada. Te penetro con uno solo y en tu cara se nota tu gesto de incomodidad. Espero y poco y empiezo a moverlo y luego introduzco otro. Los muevo en círculos y tu cara poco a poco se relaja y empiezas a gemir disfrutando el placer que te doy.
Dime otra vez
Que me quieres
Y que no te iras
Dime otra vez
Que eres mío y
De nadie más...
Retiro mis dedos y lo reemplazo por mi miembro. De un sola embestida me introduzco dentro de ti. Te salen algunas lágrimas que yo seco besándolas. Eras tan estrecho y calido, me muero por moverme pero se que te duele. Empiezo a mover lentamente mis caderas y cuando sacas un suspiro te beso aumentando la rapidez asta que alcanzamos un vaivén frenético. Gimes sin control y siempre pronunciando mí nombre. Yo también gimo pero me gusta mas escuchar los tuyos, me gusta escuchar esa voz que cuando pequeños lo único que quería era que me digiera cosas a mi aunque fuera solo insultos para pelearnos.
Dime otra vez
Que me quieres
Y que no te iras...
Siento tu cuerpo temblar bajo mi. Creo que he encontrado el punto que te vuelve loco. Embisto un poco y mas gemidos inunda la habitación donde solo tu y yo estamos. Ya estamos al limite y con la ultima embestida nos corrimos al mismo tiempo. Tu entre nuestros vientres y yo dentro de ti. Me dejo caer a tu lado y te apoyas en mi pecho...
Dime otra vez
Que eres mío y
De nadie más...
Solo pienso en esa pequeña frase. Ahora te acabas de entregar a mi. Acabas de estrechar un vínculo conmigo que nunca me atreveré a romper y espero que tu tampoco. Me abrasas y antes de que nos quedemos dormidos me susurras al oído.
- tranquilo...soy tuyo...- oigo una risita de tu parte. - y de nadie mas...- así te duermes y yo luego suspiro. Ahora ya estamos juntos y se que pareciera que esta relación fuera tan frágil pero la verdad es que es algo que tenemos desde hace mucho tiempo atrás...