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Floreciendo un amor prohibido por Wizard_of_the_light

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Notas del capitulo:

Hola d nuevo a todos aquellos que leyeron mi fic hace mucho tiempo, debido a una petición he podido actualizar este fic, siento mucho haberlo dejado por tanto tiempo, pero a veces las obligaciones no permiten que uno lo termine.

 

Ahora informó que me dedicaré a este fic hasta terminarlo, y después a los demas que tengo.

Una vez mas reitero que los personajes no me pertenecen a mi, solo utilizo sus nombres para crear una historia mas.

 Aclaró que en el fic menciono un "bañarse" que significa la camara de gases, asi lo llamaban los alemanes a la orden que daban para entrar a la camara de gases, y la "panaderia" eran los lugares donde cremaban a la gente, una vez hecha la aclaración espero disfruten este capítulo y espero dejen reviews para saber que les ha parecido.

 

Diviertanse y nos vemos pronto.

No sabía en que momento se abriría la puerta y entraría por ella Yuki, decidido a cobrar su venganza y así saciar el orgullo que tenía lastimado, pero no más de lo que lo tenía el desde el momento en que había sido subido a ese camión. 

 

En estos momentos se le vino a la cabeza la imagen de sus padres, e imagino el destino que tendrían, que en esos momentos rogaba porque si hubieran salido de Alemania, pues no deseaba saber que algún maldito alemán le hubiera arrebatado la vida. 

Sumido se encontraba en sus pensamientos, recostado en aquella cama que era el único lugar que le reconfortaba, cuando escucho el rechinar de la puerta, y pudo divisar la cabellera rubia de aquel hombre que lo había aprisionado, levantándose como resorte de la cama, lo que hizo que su cuerpo comenzara a temblar a pesar de no tener frio. 

 

-          Vaya, vaya, parece ser que después de todo aún estas atemorizado, liebling.- el rubio camino hasta donde se encontraba el pelirosado, a un paso lento, pudiendo regodearse de las expresiones de terror. 

 

-          NO estoy atemorizado, no se quien le dijo eso.- Shuichi aun tenía la esperanza de que en estos momentos le arrebatará su vida, después de todo imaginaba que era mejor esta situación que tener que soportar el sufrimiento que le esperaba a lado de el.  

 

-   Ya veremos que tan ciertas son tus palabras.- Yuki sonrió tan malévolamente que a Shuichi no le agrado aquel gesto, y mucho menos esta vez pudo ocultar el temor que sentía.           

 

La mano del rubio se poso sobre su cintura de manera bruta, atrayéndolo hacia su cuerpo de manera salvaje, y en un movimiento rápido volvió a tomar aquellos labios, más el pelirosado no respondió ante tal gesto bruto, sino que hizo uso de toda su resistencia, cosa que puso de mala al Barón, haciendo que de un movimiento brusco lo arrojara a la cama. 

 

-          Veamos que tanta resistencia tienes después de esto.- Yuki se abalanzó sobre su cuerpo virgen, inmovilizándolo inmediatamente de la manos al sujetárselas a la cabecera de la cama con el cinturón que sujetaba su propio uniforme militar. 

-          Déjame, por favor, mátame, no me hagas esto!!!.- el pelirosado comenzó a implorar cuando se vio totalmente a merced de aquel militar.  

-          Ya te he dicho que este cuerpo recordará cada roce de mi piel, tu mente no dejará ni un minuto de pensar en mi, de eso me encargaré, pagarás por haber desairado mi orgullo aquella vez, pudiste haberte evitado esto y sabes porque?.- el pelirosado no podía interpretar las palabras de la manera más adecuada. 

-          No se porque pero por favor déjame.- Yuki termino desesperándose al obtener esa respuesta. 

 -          Ese día desee estar contigo a solas para conocerte, porque había quedado prendado de tu belleza y de tu talento, deseaba ver si podíamos iniciar una relación, y tal vez un futuro juntos, pero tu terminaste todo eso con tu desplante, alguien como tu, pero ahora tomare todo lo que en ese momento desee por las buenas, esta vez lo haré a la manera que a ustedes los judíos les gusta. 

 

Yuki abrió de un tirón las piernas de Shuichi colocándose en medio de ellas, y retirando de un jalón la ropa que le estorbaba dejando su cuerpo a completa merced del rubio, mientras Shuichi seguía implorando repetidas veces que lo dejara en paz, pero parecía que sus palabras no tendrían ningún resultado con Yuki, pues el seguía con su objetivo claro. Shuichi pensó detenidamente sus palabras, si era verdad que en algún momento albergó algún sentimiento por el, en estos momentos tal vez podría rescatar algo.

 -          Discúlpame por lo que te hice en ese momento, no era mi intención hacerlo, déjame libre y yo haré lo que tu desees, pero no lo quiero de esta manera.- Yuki lo miró unos momentos analizándolo.

 -          Porque habría de hacerte caso, yo hago las cosas como yo quiera, tomare las cosas cuando desee, y no necesito tu permiso.- Yuki le soltó una cachetada a Shuichi dejándolo con un remolino de ideas en su cabeza, a las cuales no tuvo respuesta. 

Volvió a besar sus labios posesivamente y a la vez de manera insaciable, recorriendo su cuerpo con sus manos, marcando cada parte de su cuerpo, sus manos se comenzaban a marcar de un color carmesí debido al forcejeo, por lo que dejo de intentarlo, pues entre mas oponía resistencia, mas dolor sentía en todo el cuerpo. 

 

No tuvo un comienzo tan lindo como había imaginado su primera vez, pues Yuki no se detuvo a darle una preparación digna, en cuanto se hubo saciado de sus labios que tenían el sabor salado por sus lágrimas, descendió hasta su parte baja, penetrándolo tan violentamente que sintió que algo por dentro se le desgarraba, no sabía que dolor calmar, pues sentía dolor en su parte baja que se encontraba invadida por el miembro del rubio que no esperó a que el se acoplará pues inmediatamente comenzó a moverse tan insaciablemente, sus manos comenzaban a adormecerse pues en cada embestida sentía como estas perdían el flujo sanguíneo al apretarse con el cinturón que el rubio le puso. 

 

Aquello le pareció tan eterno pues el sufrimiento que le estaba haciendo pasar el rubio no tenía comparación hasta este momento de su vida con algo. Sintió como nuevamente algo lo invadía de manera cálida, el rubio se había venido completamente en su interior, y se retiro una vez saciado, sintiendo como resbalaba de su interior aquel liquido mezclado de su sangre, pues aquel violento encuentro no había sido delicado. 

-          Acostúmbrate, porque todas las veces que tenga deseos de poseerte lo haré, y si cooperas será más placentero para ti, aunque es lo que menos me importa.- Shuichi intentó girarse para darle la espalda y sumirse en aquella vergüenza y humillación que había pasado, pero no pudo pues sus manos aún seguían atadas a la cabecera, más el rubio se dio cuenta de ello.- NO vuelvas a intentar eso, jamás me des la espalda. - Yo hago lo que desee.- nunca hubiera dicho eso, pues Yuki volvió a soltarle una cachetada a Shuichi, quien dejó correr lágrimas por sus mejillas.  - Eso no es nada comparado a lo que te haré si vuelves a retarme. Shuichi guardó silencio, esperando a que Yuki lo soltará para demostrarle a ese maldito alemán que el no era un juguete, y no tardó mucho en que eso ocurriera, pues por fin el rubio se apiado de el, liberándolo de su agarre a la cama. 

 

Inmediatamente Shuichi se le fue a Yuki a golpes, a lo que el de ojos dorados no espero a contestar, sujetándole las manos y tirándolo sobre la cama debajo suyo. Se colocó a horcajadas sobre el cuerpo del pianista, volviendo a sujetar sus manos, pero esta vez con una de sus propias manos, mientras que la libre lo cacheteó dos veces más, y le dio un golpe certero a la boca del estómago dejándolo sin aire. 

-          No quiero mandar a mi juguete tan pronto a “bañarse” pero si rompes mi paciencia no tardará mucho en hacerlo. Shuichi aun se encontraba inmovilizado por aquel último golpe, entendiendo claramente con aquel golpe su posición, ahora sabía que ni en tamaño ni en fuerza podía ganarle al rubio, y mucho menos sus posiciones eran iguales, maldita guerra que lo había puesto en este camino, pero ahora que podía hablar quería hacerle una pregunta al militar. 

Como pudo formuló su pregunta soltándola de manera abaja a lo que Yuki tuvo que hacer un esfuerzo para poder oírlo. 

-          A que baño te refieres.- Yuki lo miró directamente a esos ojos violetas, notando por primera vez en esos ojos el temor de la posición en la que se encontraba. 

 

-          Más vale que te comportes como lo que eres, porque nosotros los de la GESTAPO le llamamos bañarse a una cámara especial de gases, es una panadería, ya hazte tu mismo tu propio criterio.- Yuki sonrió de manera maliciosa ante la expresión de horror que había puesto Shuichi.- dame un beso, y de manera dócil y obediente.

 

Shuichi apretó sus puño al escuchar aquella orden, no podía ser más humillado que hace un momento, ahora tenía que hacerlo el mismo, tardó en moverse pero las palabras de Yuki lo hicieron tensarse.

- no tengo todo el día, y ya te dije tendrás que aprender modales y te enseñaré a que cumplas tu “trabajo” que se te ha impuesto. 

Shuichi se acercó a los labios del rubio dudando aun de hacerlo, no dejaba de mirar sus labios, era vergonzoso llegar a tal grado de denigración, pero recordó las ultimas palabras del rubio, asi que tomo todo el coraje que tenía y junto sus labios a los suyos dándole apenas un roce  a sus labios. 

 

-          A eso llamas un beso?.- Yuki tomo la nuca de Shuichi volviendo a hacer contacto con sus labios, pero haciendo más profundo y lascivo, introduciendo su lengua buscando la del pelirosado.- así se dan los besos para cuando te los pida. 

 

Yuki estuvo un tiempo más en la habitación mientras se fumaba algunos cigarros, y Shuichi había tenido que permanecer desnudo mientras atendía una vez más aquel miembro del Barón de manera oral, pues el rubio le había dicho que aun había muchas cosas que tendría que aprender para cumplir con su trabajo. 

 

Una vez se hubiera visto solo, tomó un baño con agua fría pues a el no se le tenía permitido el agua caliente, y ya era mucho que se diera un baño, pues en aquel lugar tener un baño una vez al mes era un lujo y si es que no visitaban los otros “baños”, pero estar con Yuki requería de limpieza extrema, pues aquel alemán era especial en ese sentido, la comida no era la mejor que hubiera comido pero al menos comía mas de lo que se le daba antes de llegar con Yuki, pues cuando estuvo en el campo general de concentración tomar una taza de café asqueroso era mucho, visitar el baño era un lujo y dormir en una cama lo era aún más.

 

 Al menos parecía ser que no era tan malo, pero el no quería acostumbrarse a eso, el alguna vez había albergado sentimientos por el rubio, y parecía que en algún momento de su vida el rubio los tuvo por el, pero ahora su único deseo era destruirlo, y lo estaba logrando, acababa de romperle algo en su interior, algo mas físico que la virginidad que le había arrebatado brutalmente.


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