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Floreciendo un amor prohibido por Wizard_of_the_light

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Notas del capitulo: Hola de nuevo, después de mucho tiempo de ausencia he decidido regresar, y esta vez con el capítulo final, espero sea de su agrado, aunque advertí de este final, me gustaria dedicarselo mucho a una persona muy especial para mi, a magic_lilac, quien siempre ha estado apoyandome con mis historias aunque no sean mucho de su agrado algunas cosas, pero por ser mi mejor amiga este fic es para ella.

Tambien quiero agradecer a cada una de las lectoras y lectores por tomarse el tiempo de leer mi fic y por dejarme sus comentarios, en especial a LUFISSA a quien le debo el hecho de presionarme a seguir este fic, y se lo agradezco sino de lo contrario hubiera seguido detenido, hasta nuevo aviso, gracias por interesarte en mi fic, tambien seguire con el que me has pedido, espero sea el final de tu agrado.

En general a todos les agradezco su paciencia, y espero sus comentarios, y se los dejo para que lo disfruten.
Shuichi se sentía totalmente desolado entre esas 4 paredes que lo aprisionaban a merced del rubio alemán, razón por la cual no pudo evitar dejar escurrir unas lágrimas por sus mejillas. 


-          Estoy diciendo la verdad.- aunque el pelirosado insistía en decir la verdad el rubio era necio con la respuesta. 


-          Muy bien creeré tu versión por esta noche pero mañana mismo me encargaré de investigar esto con mi hermano quien estuvo a cargo de la última lista que se paso.  



Cuando el ojivioleta escuchó aquellas palabras sintió que su mundo se venía abajo, la mala suerte y el destino no podían ser tan crueles con él y su amigo Ryuichi, quien en estos momentos sería interrogado y salir bien librado de un pleito si es que el hermano de menor de Yuki Eschenbach lo permitía. 


Como podía ocultar su nerviosismo en ese momento, como podía estar tan tranquilo si era de esperarse que al otro día no tendrían escapatoria en cuanto a un castigo, intentó borrar de su mente eso, e intento disimular lo mejor que podía. 


-          Ahora ve a tomar un baño o mejor dicho te concederé el deseo de tomar un baño conmigo, te encargarás de asearme así como de complacerme.- Shuichi sintió que algo se le atoraba en la garganta, desde que había llegado a ese lugar jamás había tomado un baño con el rubio.


-          Si.- no pudo articular más palabras ante aquella orden.   


El rubio entró al baño seguido del ojivioleta quien momentáneamente admiró por primera vez con detenimiento el bien formado cuerpo del rubio, quien lentamente fue despojándose de su vestimenta, aquellos minutos para el parecieron totalmente una eternidad, pues por primera vez había tenido el lujo de admirar lo que años atrás había admirado. 



Con este pensamiento se quedó ensimismado pues realmente habían pasado tantos años, y su aspecto no era el que mejor pudiera describirlo en sus años de gloria, pero por un momento fugaz pudo sentir nuevamente un cálido sentimiento en su corazón, después de sentir tanto dolor en aquel campo de concentración podía sentir aquel amor brotar nuevamente, parecía que en esos momentos perdía todo el odio y rechazo que había sentido por Yuki cuando se enteró de los procedimientos médicos que había probado en él para poder engendrar familia, pero si lo pensaba detenidamente, pareciera que algo se quedaría con el de lo que por años estuvo luchando en conseguir, un hijo era una recompensa, pero no lo quería en ese tipo de lugar, no en un campo de concentración, fue cuando entonces regresó a la realidad y se percató de que una vez que él tuviera el hijo que tanto buscaba le sería arrebatado de sus manos, por lo que intento una vez más saber para que deseaba un hijo Yuki con él, si él era capaz de tener a la mujer que deseara, pero no sabía si era el momento. 



-          Que estas esperando para moverte de ese lugar.- Shuichi lo miro directamente a los ojos, perdiendo se nuevamente en aquellos ojos miel, como la vez que lo conociera en su primer concierto. 



-          Sé que no tengo derecho a preguntar, pero quisiera saber una cosa respecto a tus planes.- Yuki lo miró un momento mientras hacia una ademán con la mano indicándole que podía hablar, lo cual le extraño a Yuki. 



 -          Quisiera saber cuál es la razón por la cual deseas que yo tenga un hijo tuyo, si con tu posición y tu físico podrías tener a cualquier mujer, porque yo?.- los ojos de Shuichi comenzaron a inundarse de lágrimas, Yuki camino hasta donde quedar frente a él, y por primera vez sintió compasión por aquel ser frente a él y por el trato que le había dado. 



-          Simplemente te diré esto, los alemanes estamos perdiendo la guerra y pronto abandonaremos este lugar, y ustedes si tienen suerte serán libres, entre esos irás tu, el porque quiero un hijo contigo, debiste imaginarlo si hubieras pensado un poco desde la primera vez que nos conocimos.  



Shuichi se sorprendió por tan repentina confesión, no podía creer lo que estaba escuchando, su libertad se encontraba a un escaso tiempo, pero en el fondo dentro de el algo no se sentía totalmente bien, había notado un destello en los ojos del rubio, un reflejo de vacilación, Shuichi sin pensarlo se aferró en un abrazo al rubio, como si su vida dependiera de ello. 


Yuki sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, y sin pensarlo 2 veces correspondió a aquel abrazo sin sospechar que tal vez esa podría ser la última vez que tendría de esa manera al pelirosado. Shuichi sintió aquel sentimiento cálido recorrer todo su ser, llorando esta vez de felicidad, levanto su rostro hasta quedar frente a frente con los ojos del rubio, quería fundirse con el rubio, quería que el rubio lo tomara como lo hacía cada noche, pero esta vez entendía que todo este tiempo se había negado ante aquel sentimiento que albergaba por el, por el rechazó que sentía por la raza teutona. 


Shuichi fue quien tomo la iniciativa de tomar los labios del rubio, quien se entregó totalmente a los placeres y deseos que el rubio tuviera, Yuki comprendió que si hubiera sido más cortés desde un principio todas sus noches habrían sido como la que el ojivioleta le estaba entregando en esos momentos.


No hizo falta más palabras para expresar los sentimientos que en ese momento estaban a flor de piel entre los 2, lo cual hizo que olvidaran la discusión que habían tenido momentos atrás. 


Después de aquel baño tan excitante Yuki sacó cargado entre sus brazos a Shuichi quien se encontraba totalmente agotado por aquella sesión, llevándolo hasta la cama donde lo recostó con un cuidado como si de una pieza de vidrio se tratara, mas Yuki no durmió esa noche con el, pues una vez lo hubo dejado en la cama, este se vistió y salió de la habitación. 


Shuichi estaba totalmente sorprendido ante aquella acción, pero el cansancio pudo más con sus ganas de esperar al rubio, por lo que en minutos se encontró en un profundo sueño. Mientras el rubio se encontraba dando un paseo nocturno, encontrándose con su hermano Tatsuha. 


-          Vaya que haces levantado a estas horas.- Yuki fue sorprendido con aquellas palabras de su hermano.


 -          No es de tu incumbencia. 

-          Que genio

-          Ya que te encuentro por estos lugares me gustaría saber, si viste al judío de cabello rosado que esta en posesión en la última lista que se paso 

-          Umm ahora que lo mencionas no lo vi, no tenía intención de decírtelo pero parece que tu mismo lo has averiguado. 


-          Que quieres decir con eso? 


-          Verás, el judío de cabellos verdes que se encarga de divertirme tampoco llego a la lista que pase, lo cual me extrañó, y descubrí que estuvo con tu juguete, aunque el insiste en que fue por un accidente que tuvo tu juguete, pero no creo ni una palabra.- Yuki intentó calmar su coraje un momento, para qué minutos después soltará su opinión. 



-          No tiene caso molestarse por esas cosas, después de todo bien sabes que mañana abandonaremos este lugar. 



-          Lo sé, pero yo pienso llevarme al judío conmigo 



-          Estás loco? 


-          No lo estoy, simplemente me ha prendado totalmente que me dificulta desprenderme de el, que haré lo que sea para conservarlo. 


Yuki no contestó ante aquella respuesta de su hermano, prefirió retirarse a su oficina donde paso toda la noche dando vueltas una y otra vez al tema que su hermano había tocado. 


Que pasaría si el también decidiera llevarse a Shuichi, después de todo aun estaban en prueba los intentos por engendrar un hijo con el. 


No notó que el tiempo le había pasado demasiado rápido, hasta que los rayos solares atravesaron por la ventana, fue el signo de que debía presentarse a al hora que habían acordado ante su superior, por lo que decidió realizar un intentó con Shuichi antes de irse y rendirse. 




Regresó a su cuarto donde aún se encontraba dormido Shuichi, lo admiró un momento, en su dormir apacible, hasta que decidió levantarlo con un ligero movimiento en su brazo, pasados unos minutos después Shuichi se levantó mirando al rubio extrañado. 


-          Shuichi quiero que te vayas conmigo.- por primera vez había escuchado su nombre en los labios del rubio desde que hubiera llegado ahí. 


-          Irme? A donde? Y porque? 


-          El día de hoy hemos decidido dejar este lugar todos los alemanes, pues los americanos andan cerca de este campo, pero quiero que te vayas conmigo.- aun seguía sin entender porque, pero de algo estaba seguro, estaría contento de irse con el, pero no con los demás alemanes, los cuáles le habían hecho la vida imposible. 

-          Lo haría, pero aun soy un judío en desventaja contra ustedes los nazis. 


-          Lo eres, pero buscare la manera de encontrar una solución a ello.- Shuichi sonrió ante aquella respuesta, pero aun con dudas pensaba que el rubio tenía razón. 


-          Está bien me iré contigo Yuki tomó a Shuichi por la cintura en un fuerte abrazo. Inmediatamente comenzaron a colocar todas las cosas que se llevarían, esta vez Yuki le dio ropas decentes a Shuichi para darle un mejor aspecto, aunque físicamente no lo tuviera, pues aún estaba demasiado delgado. 



Ambos salieron del cuarto dirigiéndose a donde todos los alemanes se estaban reuniendo, Shuichi pudo notar que Ryuichi se encontraba también en aquel lugar al lado de Tatsuha. Después de algunas instrucciones que les fueron dadas, y una que otra discusión pues los altos mandos de los hermanos Eschenbach y otros más, se habían opuesto a llevar judíos, pero no teniendo más remedio, los dejaron salir con ellos. 


Shuichi salió tras Yuki quien llevaba cargando un arma, subieron a un camión y pronto se pusieron en marcha abandonando el campo de concentración, Shuichi lo miro por última vez, aquel lugar donde todas sus pesadillas inimaginables habían ocurrido, pero también donde había encontrado al hombre que intentó atrapar por mucho tiempo, tantos recuerdos vinieron a la mente de Shuichi, cuando un ligero mareo le vino de repente, intentó controlarlo pero pasados unos minutos no aguantó otro mareo más, y se quedo inconsciente. 



Todos los soldados se sorprendieron ante aquel judío, esa reacción debía ser producto de todo el esfuerzo de haber soportado sus tratos, y si que había aguantado para la condición que tenía, pensaban algunos de los que iban a lado del pelirosado, más cuando Yuki se percato de que el ojivioleta se encontraba inconsciente, llamó al doctor que viajaba con ellos en el camión. 


Este inmediatamente se abrió paso entre los soldados e intentó reanimar a Shuichi, teniendo éxito, después de abofetearlo un par de veces, cuando el ojivioleta recuperó el sentido, el doctor le hizo un chequeo rápido, pero no encontró nada anormal, hasta que paso su estetoscopio por su vientre y noto un ruido extraño, primero pensó que se trataba de un problema gastroenterológico pero después de escuchar aquel ruido detenidamente se sorprendió al notar que sus experimentos habían resultado. 



-          No puede ser.- aquellas palabras extrañaron a Yuki lo cual lo puso demasiado exasperado. 

-          Que tiene? -          Los experimentos funcionaron.- Yuki no comprendió al principio, pero después entendió de que estaba hablando 


-          Es en serio? 


-          Usted mismo compruébelo.- El doctor paso el estetoscopio a Yuki quien escuchó detenidamente un latido mas dentro del vientre de Shuichi. 


-          Déjeme unos minutos con el a solas.- el doctor se retiro de aquel lugar sorprendido y alegre por comprobar que sus experimentos habían funcionado. 

-          Que dijo el doctor?.- preguntó un Shuichi sorprendido por las reacciones de los 2. 

-          Quiere decir que los experimentos funcionaron, estas esperando un hijo. 


-          Qué?!!!!!!!!!!!! No le dio tiempo de responder ante esa nueva sorpresa, pues inmediatamente escucharon unos disparos que provenían de un poco más lejos de donde ellos se encontraban, se trataban de los norteamericanos quienes habían dado con ellos y ahora se encontraban en una lucha de poder y territorio, Yuki preocupado por Shuichi y por la nueva criatura intentó ponerlo a salvo, bajándolo del camión. 



-          No es seguro este lugar, vamos sígueme. 




Shuichi se bajó del camión ayudado por el rubio, quienes se internaron entre los árboles seguidos de otros soldados alemanes, unos a otros se iban cubriendo las espaldas, mas para Yuki era más importante proteger al pelirosado que a cualquier otro soldado, no iba a arriesgar la vida de su hijo, ahora que había conseguido tener lo que tanto había esperado a costa del sufrimiento del ojivioleta. 



Se encontraban internados muy adentro en el bosque y podían escuchar el caminar de los soldados americanos, Shuichi se puso demasiado nervioso, no podía creer que se encontrase en esa situación. 



Caminaron y caminaron por largo tiempo, hasta que la noche cayó sobre ellos, sintiéndose seguros y protegidos por el tiempo, empezaron a colocar sus campamentos. Yuki entró en la tienda de campaña con Shuichi, ambos no cruzaron palabra alguna, se acostaron cruzando solo sus miradas, hasta que Shuichi cayó totalmente dormido por el agotamiento de tanto caminar y más en su estado. 



El silencio no fue el mejor aliado de los nazis, pues no alcanzaron a percatarse de las pisadas de los americanos que los habían seguido hasta ese lugar, pues se percataron una vez que se abrió fuego sobre sus casas de campaña.  Yuki se levantó rápido tomando su arma y saliendo de inmediato a defender su territorio, cuando una bala atravesó su pecho de lado izquierdo, Shuichi salió inmediatamente al escuchar la bala tan cerca. 




Sus lágrimas no pudieron evitar salir de sus ojos al encontrar tirado a su rubio con una herida en el pecho, corrió como pudo abriéndose camino entre las balas que atravesaban el lugar, llegando hasta el cuerpo del rubio, el ojivioleta se inclinó hacia el sosteniendo su cabeza y recostándola en su regazo. 


-          Porque Yuki, resiste.- el rubio sonrió al escuchar su nombre en los labios del pelirosado. 


-          Que bien se escucha mi nombre en tus labios, sabes, siempre quise que las cosas pasaran de manera diferente, que me hubieras correspondido el día que nos conocimos. Shuichi no pudo evitar derramar más lágrimas sobre el rostro de Yuki. 


-          Siempre quise corresponderte desde el principio, pero ese día mi familia estaba esperándome, no sabes lo que hubiera dado por haber salido contigo esa noche.  Yuki jadeo de dolor y haciendo un gran esfuerzo por tragarse su dolor, sonrió a aquel rostro húmedo por las lágrimas de Shuichi, colocando su mano sobre su mejilla. 


-          Tanto sufrimiento hubiera sido evitado si las cosas hubieran sido entendidas, pero estoy alegre de haberme unido a las filas nazis, de esa manera pude volver a encontrarte, y ahora estas esperando un hijo mío. 


-          Si, nuestro hijo. 


-          Cuida bien de el, quiero que sea feliz y jamás sepa cómo es que sus padres lo engendraron, no quiero que piense que lo odiaba. 



-          No te vas a morir Yuki, tienes que aguantar.- Shuichi posó sus labios en un beso sobre los del rubio. 



-          Shuichi te amo, siempre te amé, y siempre serás el amor de mi vida.- Shuichi no pudo contestar ante aquella confesión tardía, pues el rubio exhaló por última vez, despojando toda vida de aquel cuerpo que tanto había amado, así como el alma que en esos momentos lo abandonaba. 




Shuichi lloró aferrado al cuerpo del rubio, cuando los norteamericanos lo separaron de el, llevándoselo, pero el pelirosado no quería separarse de el, pero los americanos no entendían su idioma ni sus peticiones. Lo último que supo de Yuki fue que su cuerpo fue entregado a sus padres quienes lo enterraron en su ciudad natal, de su hermano no se supo nada ni de Ryuichi. 



Los americanos al percatarse del estado de Shuichi supusieron que era judío y que se encontraba mal, inmediatamente lo atendieron en un hospital, pero Shuichi se había negado a recibir ayuda, ya que no quería que descubrieran su estado de embarazo, por lo cual abandonó el hospital, y buscó refugio en una pequeña ciudad donde rentó un departamento. 



Todas las tardes pensaba detalladamente cómo había sido despojado de la felicidad que Yuki le iba a ofrecer, y todos los días terminaba en el mismo estado, húmedo a causa de sus lágrimas. Una tarde cuando estaba en un árbol recargado pudo divisar a alguien conocido Ryuichi, quien estaba en las mismas que el, en estado. 


-          Shuichi me alegra mucho poder encontrarte, que ha sido de ti, me entere de lo que le pasó al Barón Yuki Eschenbach.- Shuichi evitó llorar con su amigo con quien podía compartir aquel sufrimiento. 


-          He venido a vivir aquí donde no hay mucha gente y nadie pregunta que ha pasado, he pensado en regresar a mi natal Polonia una vez que mi hijo nazca, solo que aun no se donde dar a luz a mi hijo. 


-          Yo puedo ayudarte, Tatsuha aún tiene contacto con el doctor que hizo los experimentos con nosotros. 


-          Tatsuha? El sigue vivo? Como ha podido sobrevivir? 


-          La ODESSA, una organización que se creó con los nazis ha ocultado la identidad de muchos y los ha reubicado en la sociedad y Tatsuha pertenece a ella, así es como logramos sobre vivir, déjanos ayudarte, el estará contento de poder ayudarte y mas al hijo de su hermano. 





Shuichi se mantuvo en silencio, aunque accedió ante tal hecho, al menos se sentía bien al saber que Ryuichi mantendría a su familia. Tatsuha no se negó a ayudar completamente a Shuichi quien meses después tuvo a su hijo, un niño de cabellos rosados y ojos miel como los de su rubio. 




Como se lo dijo a Ryuichi, 2 meses después de que tuvo a su hijo volvió junto a su familia en Polonia, quienes habían podido salir librados de manos de los nazis, sus padres jamás le preguntaron cómo había tenido ese niño ni de quien era, pues Shuichi poco a poco iba recuperando la alegría conforme su hijo crecía, y tal como Yuki siempre quiso, jamás hablo de cómo lo habían engendrado, solo habló de lo maravilloso que había sido su padre. 






Habían hecho florecer un amor prohibido entre un nazi y un judío y producto de ello había salido aquel niño que cada día se parecía más a Yuki, un amor prohibido dentro de un campo de concentración con los obstáculos que había atravesado para llegar a ese final. Pero al final un amor que Shuichi llevaría grabado para siempre. 






FIN   
Notas finales: Yo les adverti que un personaje moría, reclamos ya saben con quien dirigirse jajajaja

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